Terence Trent D'Arby - Introducing the hardline according to Terence Trent D'Arby ( 1987, CBS Records)
El próximo 13 de julio se cumplirán 34 años de la publicación de este disco. Si no es bastante razón para traerlo por aquí, os confesaré que no había caído que era viernes y, como me sé de memoria el disco y la historia, no me va a suponer tiempo de preparación extra la entrada: sólo el tiempo que gaste en escribirla y corregirla. Venga, que estoy vago y ni corregirla.
Mi prima Isabel es un año menos joven que yo. En aquellos tiempos, vivía cerca de París y sólo nos veíamos cuando su familia venía a pesar el verano al infierno madrileño. Me imagino que sería en el estío del 88 cuando me descubrió este disco. Bueno, en realidad, cassette, que es lo que ella tenía. Ella dice que poco caso le hacía de adolescente, pero en esa ocasión se lo hice. Me contó maravillas e insistió tanto en que le diera una oportunidad que terminé grabándome una TDK, usando aquel invento tan maravilloso de las pletinas dobles, esas que sólo conocemos los talluditos y que, en la mayoría de los casos, han pasado a mejor vida por los fallos mecánicos inherentes a su diseño y funcionamiento. Recuerdo, incluso, hacer la fotocopia de la carátula y el interior con las letras. Casi no entraba la cinta con tanto papel. Me enganché tanto a aquel trabajo que no tuve más remedio que pillarlo en vinilo...y en CD posteriormente.
Terence nació en Nueva York. Su madre era cantante de gospel y su padre adoptivo, un sacerdote que en su juventud había tocado la guitarra con Little Richard y Elvis Presley. Sin embargo, en su casa sólo dejaba poner música sacra. Terence no digería demasiado bien aquellas imposiciones. Tampoco las que tuvo que aguantar cuando se alistó en el ejército, en el mismo regimiento en el que cumplió sus deberes con la patria Elvis, por lo que terminó siendo expulsado del mismo. Hizo boxeo y se graduó en periodismo antes de eso. Aprovechó su destino militar en Alemania para hacer sus primeros pinitos serios en el mundo de la música y terminó en Londres, consiguiendo un contrato con Columbia gracias a su gran registro vocal. Dicen las malas lenguas que, hablando de los títulos que se ponían a los discos en aquellos años, el amigo Terencio pidió que le sujetaran el cubata y escribió en una servilleta, el título de sus tres primeros Lps, así del tirón. Este maravilloso Introducing the Hardline According to Terence Trent D’Arby, el rarísimo Neither Fish nor Flesh: a Soundtrack of Love,Faith, Hope & Destruction y el sorprendente Symphony or Damn: Exploring the Tension Inside the Sweetness. Títulos extralargos y extravagantes todos ellos con los que consiguió vender millones de copias.
D'Arby es de esos artistas que podríamos catalogar como genios: multiinstrumentista, cantante y compositor pero que, quizás por eso misma genialidad, se empeñó en destruirse y reinventarse en cada nuevo disco. No sólo lo hizo con su música, también con su persona: cambios de imagen e incluso cambio legal de nombre a finales de los 90, abandonando el Terence Trent por Sananda Maitreya que aún conserva.
Si nos centramos en este vinilo, hay que decir que vendió mucho y bien, convirtiéndose en uno de los debuts más exitosos de la historia, ganó premios Grammys, Brit awards y Soul Train. Se le entronó como el sucesor de Michael Jackson y Prince. Se pinchó profusamente en las radiofórmulas (cuando aún sonaba música de calidad en ellas, qué tiempos) y alguna de sus canciones de convirtieron, inmediatamente, en clásicos. En mi opinión personal y totalmente subjetiva, es uno de los mejores discos de R&B de la década ochentera, aunque yo diría que lo es en general. Uno de esos trabajos que me han acompañado a lo largo de mi vida y que nunca he dejado de escuchar. Así de moñas que es uno.
Todas las canciones, excepto la versión del “Who’s loving you” de Smokey Robinson están acreditadas a TTD. Se encarga de los teclados, batería y percusiones así como ocasionalmente del saxo en la mayoría de los cortes. Incluso en alguno como “Sign your name” se lo guisa y se lo come todo él solito. También es el productor junto a Martyn Ware (ex The Human League y Heaven 17 y productor del “Let’s stay together” de Tina Turner). La cara A comienza muy gospel, como homenajeando a sus padres, con “If you all get to heaven” que posee unas líneas de teclado brillantes
Sin descanso pasamos a una inmensa canción de pop-soul. En “If you let me stay” le pide a su amante agraviada que le deje quedarse…aunque termina diciéndole eso de “algún día te arrepentirás”.
“Wishing well” es puro R&B que arranca con ritmo de batería tremendo, un fondo tenue de teclado y el vozarrón de Terence para entrar luego el resto de instrumentos.
“I’ll never turn my back on you (father’s words)" simula la carta de un padre a su hijo donde le pide que se corte el pelo, pero en la que deja claro que estará allí siempre. R&B y funk.
Llega el pelotazo con su himno funk a la alegría restauradora de la música, “Dance Little sister” que se abre con otro ritmo impactante de batería y Terence recitando y mostrando sus dos lados, personales y vocales: “¡Levántate de tu mecedora abuela! / ¿O más bien te gustaría bailar abuela? " El primer estribillo lo pronuncia con una mueca irrespetuosa que escandalizaría a la abuela en cuestión, mientras que en el segundo lo hace con la elocuencia y cortesía de un caballero eduardiano. Sirve como metáfora de su voz, una voz capaz de la ferocidad gruñona de un león alimentado con testosterona, pero igualmente capaz de una hábil suavidad que contiene más romanticismo que un poema de Byron.
Cerramos con “Seven more days” una balada poderosa.
El lado B comienza con “Let’s go forward” también como un medio tiempo donde Terence recorre toda la gama de estilos vocales de su soul, desde su rango medio cálido e inocentemente querubín, pasando por su falsete incomparable y hasta su rugido gruñido de deseo. Tiene mucha atmósfera y lujuria.
“Rain” es otro soul funk que hace que muevas los pies (o, al menos, la cabeza). No podrás evitarlo.
Desembocamos en la imperecedera “Sign your name”, éxito mundial que se apoya en los patrones rítmicos de la batería del propio TTD y en un erotismo a flor de piel. Maravilloso video clip también, con una Indian Chief clásica que entró a formar parte de mi antología de videos moteros en super7moto.com
Pasamos a “As yet untitled” que nunca me gustó demasiado pero ahora veo que es un ejercicio de simplicidad y de interpretación vocal que dice joyas como: "¿Les diré a mis hijos si me preguntan / Renuncié a mi derecho a ser? / Verás, mi papá murió para dejar este terreno inquietante / Y este mismo terreno todavía me persigue ".
Termina el disco con “Who’s loving you”, el clásico de Smokey Robinson, al más puro estilo Sam Cooke y Jackie Wilson.
En el 89 público el Neither Fish nor Flesh, un álbum más caótico y ecléctico. Su álbum maldito, más en cuestión de público que en críticas. Es decir, un batacazo de proporciones bíblicas. No hace falta que diga que, como en muchas otras ocasiones, siento debilidad por ese malditismo. Quizás hasta lo traiga por aquí algún día, según la aceptación de esta entrada. Se mudó a los Ángeles y en el 93 de desmarcó con un disco que funcionó muy bien en plena época del grunge, pues supo combinar el rock con el funk y en soul, volviendo a la senda del éxito con bombazos como el "Delicate" con Des’rie. Ya en el 95 nos regaló el Vibrator, otro disco de muy alto nivel en el que seguía mezclando los estilos anteriores también con jazz y hard rock. Y ahí decidió romper con todo. No renovó contrato con su compañía, se cambió el nombre, se fue a vivir a Milán y empezó a publicar su música a través de Internet. Este año ha publicado su último trabajo, pero en todo este tiempo no ha dejado de componer, actuar y sacar discos. Todos ellos muy muy interesantes, aunque con altibajos.
Hay mucho más que contar de este señor que no pude ir a ver a un concierto gratuito en unas fiestas de San Isidro en la plaza Mayor (aunque eso sería otra historia), pero me lo reservo por si acaso.
Un buen aporte -se nota que te encanta el tipo- que enriquece el eclecticismo de este blog. Pese a no ser santo de mi devoción, lo he escuchado de pe a pa -como corresponde- y tampoco ha resultado tan traumático. Dance Little Sister, por ejemplo, podría ser una seria candidata a ser reinterpretada por unos Living Colour, por ejemplo. y Sign your name es otra de esas que todos los de cierta edad tenemos metida en el cerebro aunque no queramos (y la Indian es una preciosidad). ¡Un abrazo y feliz finde!
ResponderEliminarMe alegro de que no te haya dejado secuelas psicológicas su escucha. Yo también he pensado en muchas ocasiones que este tipo podía hacer rock del bueno. Por ejemplo, si no equivoco, en los juegos de Sidney tocó con los INXS en sustitución de Hutchence.
EliminarLa verdad es que, como buen genio, tiene muchas idas de pinza pero hace cosas guapas... Mataría por esa Indian...
¿Qué tiene que ver la acogida que tenga "esta entrada" con que vuelvas a compartir un disco de este señor? Si fuera por aceptación, yo habría dejado de publicar hace tiempo. Per como tengo más ego que espalda me da igual si hay un comentario o ninguno o si el público de esta Comunidad solo comenta cuando publica. Cada uno aquí tiene derecho y deber de hacer lo que le de la gana, faltaría más. Y el blog gana, precisamente, con la diversidad de gustos, opiniones y vinilos. Aunque a veces sean, para cada uno de nosotros, un poco mierder. Como todo. Respecto a TTD: no puedo decir que me guste, que no me gusta, pero le reconozco su valor artístico. Hay muchos músicos de los que no soy capaz de disfrutar (estilo, temática, momento vital) y algunos de ellos (como este señor) merecen mi aplauso por su entrega, calidad artística y vitalidad. Y si encima ha hecho lo que le ha dado la gana cuando le ha dado la gana, aplauso doble. Por cierto, para "improvisar" la entrada, ya ha quedado muy majeta, ¿eh? Un abrazo a capella.
ResponderEliminarEra fácil de hacer porque me conozco disco y anécdotas del personaje bastante bien. Los créditos vienen en el interior y tengo todos sus otros discos "publicados". Hay otras veces que investigas para contar sobre el artista o disco en cuestión pero, con lo que sabía, creo que he rellenado bastante bien. En mi caso, se nota cuando me tomo mi tiempo porque "intento" ser más literario. Gracias por escuchar y comentar.
EliminarLarga vida a esa gente que nos enseña música de una u otra manera. Ojalá la vida les trate siempre como se merecen de bien. Terence Trent D'Arby no es que me guste mucho la verdad, lo admito, pero qué coño: su calidad es más que evidente. Tú sigue escribiendo de lo que te pida la patata, que le den al público jajajja
ResponderEliminarGracias. Yo es que tengo un CD de Metallica al lado de uno de Mariah Carey. Así me va...
ResponderEliminarSi se pudiera adjuntar foto te pasaba mi estantería de cds con el primero de Melendi seguido de unos conciertos para piano de Mozart. Somos la resistencia joder jajajaaj
EliminarChsttt, no lo digas muy alto que los viejos rockeros se nos echan encima...
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