Ir al contenido principal

Amaral - Pájaros En La Cabeza (EMI 2005, Parlophone 2014)

 

Bueno, viendo que si no estoy yo por aquí el heavy metal campa a sus anchas, me he visto obligado a volver a casa por navidad para escribir de un disco que, soy consciente, a muchos de los bichos humanos que leéis este blog os provocará bastante urticaria, como mínimo y por decirlo suave. A mí, qué queréis que os diga, me encanta hasta el punto de considerarlo uno de los discos de mi vida. Abro paraguas, pero el cariño que le tengo a este LP está por encima de todo.

Las canciones de la felicidad
 
Vamos al grano, he acudido a este disco porque necesitaba ayuda para digerir la comida de Navidad y, sobre todo, digerir a mis primos y tíos. La necesidad de escribir del disco ha llegado después, de la mano de la dosis exacta de premeditación y alevosía. Ha empezado a sonar El Universo Sobre Mí y yo qué sé, ya lo cantaba Rosendo: es solo una canción, y me siento mejor. Me sigue flipando cómo es posible que, dejando a un lado que nuestro día haya sido una auténtica mierda o uno para no olvidar, las canciones siempre lo mejoran. Eso mismo me ha sucedido a mí, que ahora tengo una sonrisa de oreja a oreja mientras voy degustando este disco.

Las fotos que demuestran por qué merezco un Pulitzer

La verdad es que no me acuerdo de cuándo fue la primera vez que escuché estas canciones, solamente puedo decir que llevan conmigo prácticamente desde que salió el disco, hace quince años ya. Para ti, que solo tienes quince años cumplidos, como cantaban Paraíso. Creo que cualquiera de los que escribimos por aquí, o lo intentamos, tenemos discos que nos han acompañado desde que tenemos uso de razón, y sabemos lo que significan. Para mí escuchar Días de Verano o Revolución supone una sensación bastante parecida a la felicidad, mientras que cuando la aguja comenzó a surcar Marta, Sebas, Guille y los demás el viaje en el tiempo dejó de ser una utopía durante casi cuatro minutos. No importa cuántas veces haya escuchado esas canciones, su efecto continúa siendo el mismo. 


La contraportada, preciosa 
 
Ahora llega el momento donde defiendo a Amaral a capa y espada, no solo por las catorce maravillas de este disco, así que si mi defensa no os gusta podemos quedar y pegarnos, yo qué sé ya. Los defiendo no solo por la gozosa voz de Eva, una de mis favoritas de siempre del panorama nacional. No solo porque Juan Aguirre me parezca un musicazo injustamente infravalorado porque ya se sabe, toca en un grupo pop. En fin, básicamente he venido aquí a cagarme en los estereotipos que automáticamente crucifican cualquier cosa que sea comercial, como si nada de lo que suena en las radios pudiese merecer la pena. A la mierda con todos ellos.
Bueno, un placerazo volver a escribir por este sitio de nuevo, ya sé que echabais de menos mis grupos de los que solo hablo yo, soy consciente de que no podéis vivir sin ellos, así que ya os traigo vuestra dosis para que no sufráis demasiado. Felices fiestas, amantes del vinilo. Menos mal que existe la música.
 
 

Comentarios

  1. Qué bien, más variedad estilística. Amaral... bueno, pues nada, tendremos que seguir la tradición y escucharlos. Todo sea por la música. Y tienes razón, parece que los que nos gusta el rock y más si es del duro, a los músicos de pop no los tenemos demasiado en cuenta. Hay que perder prejuicios. Saludos y a seguir escribiendo por aquí.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuantos menos prejuicios tengamos mejor, está claro, porque así se disfruta mucho más de los discos. Pagaría por ver qué cara has puesto mientras escuchabas el disco jajaja. Mientras tenga tiempo, que ahora con las vacaciones tengo un poco, os daré la brasa con mis discos malditos por aquí. Abrazos y felices fiestas!

      Eliminar
  2. Hombre, cuánto tiempo sin leerte, Alberto, qué alegría. Aquí una fan incondicional de estos maños, no te imaginas las barbaridades que he hecho por ir a sus conciertos y lo que disfruto de ellos. Y me has tocado la fibra, este disco es muy especial para mí, ese “quiero vivir, quiero sentir el universo sobre mí” me ha acompañado desde que un día de abril de 2005 me quedé atónita escuchándolo en la radio y pensando por qué había alguien que había escrito una canción expresando el caos que en ese momento estaba en mi cabeza. Es un disco tremendo, esa colaboración con Morente, y tantos aciertos más. Gran entrada y preciosa edición, yo lo tengo en CD. Felices fiestas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me encantan a mí también. Hay muchas letras en este disco con las que yo me identifico muchísimo, esa que comentas es una de ellas. Se me había olvidado comentar lo de Enrique Morente en No Soy Como Tú, menudo broche de oro para un disco contar con alguien como él. Felices fiestas y un abrazo!!

      Eliminar
  3. Igual hago una confesión que te sorprende. Yo "descubrí" a Amaral en un concierto en no sé qué sala de Madrid, a principios de siglo, por culpa de un pesado que estaba flipado con ellos y no tenía quien le acompañara. Y yo, que me apuntaba a cualquier cosa y no tenía plan, fui para allá. No recuerdo bien, habría cien o doscientas personas en la sala (y estaba petada). Y me encantaron. Acababan de publicar "Una pequeña parte del mundo" y mi canción de aquel disco fue "Cómo hablar". Del concierto me gustó la voz de Eva; pillé el cedé y les seguí unos años más. "Estrella de mar" fue todo un pelotazo bien merecido, con los mejores singles de su carrera, y que se hicieran tan populares con este que hoy traes me pareció una gran noticia. Entiendo esa querencia por canciones que cuentan cómo nos sentimos o lo que nos ha pasado, especialmente cuando uno es "más joven" o cuando pasa una mala racha. Mi canción de este disco es "Días de verano". No tengo ninguno de Amaral en vinilo; quizá me anime. La edición se ve muy apetecible. Gracias por traer por aquí música "del infierno pop". No todos íbamos a tener buen gusto, ja, ja. Tarda menos en escribir, por favor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Más que sorprenderme, teniendo en cuenta que estás hecho un buen catacaldos, debo decir que me da envidia. Ojalá haberles visto en aquel momento en directo. Cómo hablar me parece una maravilla, y muy de acuerdo justo con eso que comentas: esas canciones que reflejan tan bien lo que pensamos o sentimos... ains.
      Anímate, que están muy bien de precio y valen la pena. Intentaré tardar menos en volver a escribir por aquí, lo prometo

      Eliminar
  4. No es uno de mis grupos. Aunque de sus dos discos más conocidos, sí he escuchado bastantes canciones porque a mí chica le gustaban. Y aunque no sé cómo no me dejó cuando le dije "en mi coche sólo se escucha mi música", luego yo mismo le he puesto sus canciones porque sabía que le gustaban.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Has enunciado uno de los principios básicos de la humanidad: mi coche, mis canciones. Eso sí, apoyo la idea de poner Amaral en cualquier coche, pero bueno, siempre que tengo que hacer yo una pleilis te arriesgas a que aparezcan cosas que van desde Pereza a Motörhead pasando por Camarón, Cecilia o Mecano. Cada loco con su tema

      Eliminar
    2. Hay que escuchar de todo. Al menos dos veces. Para darte envidia como Manu...el primer concierto al que fui con mi chica, fue uno de Amaral, en la Magdalena de Santander, allá por el 2002...es decir, acababan de sacar el Estrella de Mar.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...

Ilegales - Agotados de esperar el fin (Epic, 1984)

  Este es uno de los discos de mi vida. De esos que tienes tan metidos dentro de ti que no necesitas escucharlos con frecuencia. De hecho, hace muchos años que no lo escuchaba, y al volver a hacerlo para escribir esta reseña me ha provocado las mismas sensaciones que recordaba. Como suele pasar en estos discos, me sabía de memoria el orden de las canciones y hasta el tiempo que dura el espacio entre canción y canción. Esta nueva escucha me ha servido también para reafirmar mi opinión de que este es uno de los mejores discos españoles de la historia. Así de claro. Esta cinta (ya que primero fue una cinta grabada, antes de hacerme con el vinilo), fue una de esas que desgasté en mi radio cassette en mi época preadolescente. Ni siquiera tenía caratula, ni los títulos de las canciones, pero fue una de mis cintas favoritas durante esa época. Siempre me chocó el sonido tan especial del disco. Una “reverb” exagerada en la voz, el sonido de la batería super seco, casi cercano al de una ...

Los Ronaldos - Saca la lengua (1988, EMI)

      ¿Qué mejor excusa para escribir la entrada de hoy que Coque Malla da esta noche un concierto en el Wizink Center de Madrid celebrando el 40 aniversario de su carrera musical en el que sus ex compañeros de Los Ronaldos le acompañarán en el repertorio que rememore de aquella época? Pues es una fantástica excusa, pero yo tengo otra casi mejor para hablar de este disco: y es que el rock nos gusta y nos divierte. Nada mejor para escuchar rock and roll, yeah. Cuando empecé a escuchar música estaba influenciado por mi hermano mayor, que era un fanático del heavy metal anglófono y mi hermano Carlos, mucho más popero pero también con la mayoría de discos en inglés. Y por ello, yo no escuchaba música en español. Me sacaban 9 y 7 años por lo que iban mucho más avanzados y les seguía. Un ejemplo, en mis adoradas VHS’s con videoclips, apenas hay temas en español: directamente no se grababa si lo entendíamos. El caso es que todo empezó a cambiar allí por finales del 88 y ...