Ya no se hacen discos como los de antes. O ya no hay bandas como las de antes. O ya no hay negocio para el rock como el de antes. O todo a la vez. Algo de esto ya se oía en los ochenta, cuando el negocio de los mastodónticos discos dobles empezó a no ser tan rentable para las compañías de música. En los noventa era mejor sacar dos discos separados por varios meses (o el mismo día): los Illusions de Guns N'Roses, los Load/Reload de Metallica o los Real Live/Dead de Iron Maiden. También se perdió la costumbre de sacar esos directos grabados en una o varias noches de una gira y escoger las mejores tomas y empaquetarlo como si fuera un solo concierto, para empezar a editar recopilatorios en directo que perdían buena parte de su gracia. Y, claro, uno nunca podía saber cuándo un disco era de verdad en directo y cuando había sido retocado mucho o muy mucho en el estudio. Hasta empezó a ponerse de moda editar falsos directos o directos "en el estudio". Que ya me diréis el mérito de publicar un ensayo. En fin, que todo esto sirve de introducción a uno de mis últimos irreductibles del directo. Porque, retoques a parte, este disco está lleno de frescura, de ruido, de sudor. De música.
Grabado en una sola noche de agosto de 1981, el día 12 para ser exactos, en el famoso Budokan de Tokyo (Japón), junto al mago Michael Schenker subieron al escenario un tal Cozy Powell a la batería, Gary Bardem a la voz, Paul Raymond a los teclados y la segunda guitarra, Chris Glenn al bajo. Siempre pensé que Schenker debió elegir un cantante mejor para sus discos y después de esta gira lo intentó. Nunca tuvo suerte.
One night at Budokan contiene una de las mejores interpretaciones de Schenker en un disco y, quizá, lo mejor de su carrera en solitario: con las canciones de su debut (The Michael Schenker Group) y las que habían grabado para el segundo largo (MSG), aún sin editar cuando se grabó el concierto. Pero a esta gente le dio igual y metieron seis canciones "nuevas", incluyendo el cierre con Are you ready to rock, On and on, Attack of the mad axeman, But I want more, Let sleeping dogs lie y Never trust a stranger. Del debut rescataron Into the arena, Armed and ready, Cry for the nations y Lost horizons. Y de la época de UFO una de las mejores canciones del rock: Doctor, doctor. Con semejante colección y Cozy Powell a la espalda solo podía salir bien.
Pocos músicos pueden presumir de haber grabado dos (al menos) directos míticos, y, además, con formaciones diferentes. Schenker lo hizo en 1982, con este álbum, y en 1979 con Strangers in the night de UFO. Ah, y su colega Paul Raymond también.
La edición en vinilo que traigo hoy está editada por entonces en el Imperio Británico, con su carpeta gatefold, sus fotos a todo color y su historia de casi cuarenta años dando tumbos por el mundo. La conseguí hace pocos meses. Siempre que compro un disco de estos me pregunto por su historia: quién sería su primer comprador, aquel que lo desprecintó, que lo pinchó por primera vez, por qué manos y países habrá llegado hasta mí. Curiosidad.
Pasad un buen fin de semana.
Pedazo de entrada, pedazo de banda, pedazo de disco y pedazo de canciones. Me falta en la colección, no era yo muy de directos si no era para conocer los grandes éxitos de una banda a la que quería descubrir. Quién sabe si algún día lo soluciono. Feliz fin de semana, amigo.
ResponderEliminarGracias por la parte que me toca. En cierto modo, a mí me pasaba igual. No solía comprar los directos salvo contadas ocasiones. De hecho, este y el Live after death los pillé en vinilo hace pocas semanas (los tenía en cedé ambos). Sin embargo, con los años, he apreciado aquellos directos en los que los grupos daban más de sí que en el estudio, con versiones distintas, más largas, o, como en este, más viscerales, sucias, quizá, lo que convierte algunos de estos cachivaches en discos recopilatorios únicos por sí mismos. Un abrazo.
EliminarCoincido con King(espero que no se repita mucho), en la de que los directos nunca me han terminado de convencer. Gran entrada de un grupo que le gustaba mucho a mi hermano. A mi un poco menos pero están genial.
ResponderEliminarCoincidir con King denota tu madurez progresiva je, je. Este disco es, a mi gusto, de los imprescindibles, si no para poseer físicamente al menos para escucharlo con atención. Creo que alguna vez habría que hacer un manual de introducción a esto del hard and heavy y seleccionar la colección de imprescindibles para que el profano pierda el riesgo de perderse en las aguas turbulentas del false metal y el hard rock garrafón. Ahí lo dejo. Un saludazo.
EliminarVaya dos directazos el Strangers de UFO y este. Pata negra del rock and roll en vivo, sin duda, y te lo digo yo que ya sabes que no soy un enamorado de sonidos heavies precisamente. A mí casi que me gusta más el de UFO, pero este sin duda es una pasada. Yo sí he sido bastante de directos, sobre todo con bandas a las que por desgracia ya es imposible ver, caso de Cream, los AC/DC con Bon Scott, Janis Joplin o Lou Reed. Abrazos!!
ResponderEliminar¡Qué disco,mítico! Guapísima la entrada, Schenker y todo! <3
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