Ir al contenido principal

The Doobie Brothers - Best of the Doobies (Warner, 1976)





Os traigo un disco de un grupo que cumple 50 años este 2020. Aunque las celebraciones y tour de reunión se han visto afectados, como todo en este mundo, por la actual crisis COVID-19. Primero, este próximo mes de mayo iban a ser incluidos en el Salón de la Fama del Rock & Roll (junto a Depeche Mode, Whitney Houston, T-Rex y Nine Inch Nails entre otros). Y segundo, habían anunciado que, a los dos miembros fundadores de la banda, Tom Johnston y Patrick Simmons, se sumaba el otro miembro mítico de la banda, Michael McDonald, para completar un cuarteto junto a otro mítico del grupo, John McFee. Por primera vez en 25 años iban a girar todos juntos: una serie de conciertos en Las Vegas que han tenido que retrasar y veremos si llegan a tener la oportunidad de hacer el tour veraniego que tenían previsto realizar en USA.


Yo descubrí a los Hermanos Canuto (sí, doobie es porro en jerga) a principios de los 90, cuando La Unión la utilizó el “Long train running” para su álbum en directo, Tren de largo recorrido (sí qué pasa, me gustaban La Unión. Tengo ese CD y alguno más. Y un Maxisingle muy chulo de “Lobo-hombre en París” del 84. Es más, el año pasado actuaron en los jardines del Palacio del Infante don Luis, en Boadilla del Monte, y allí que nos plantamos toda la familia). Además publicaron en aquella época un álbum de grandes éxitos con un remix de esta canción sonó en todas las radios. Creo que alguna cassette conseguí grabarme de los Doobie. Luego, mucho más tarde, adquirí este vinilo en una tienda de segunda mano. Tenían este Best of the Doobies y el The Captain & Me. Y decidí hacerme con este grandes éxitos, su disco más vendido, con más de 10 millones de copias sólo en USA. La verdad es que no me arrepiento para nada. El vinilo es espartano, como muchos de la época: el cartón y el vinilo y funda de plástico. Nada de funda interior con fotos e información extra. Mi vinilo es la versión española original de 1976 de Hispavox que era el distribuidor de Warner en España. Y está en muy buenas condiciones para el precio irrisorio al que lo compré.

Este álbum fue el séptimo que publicaron los Doobie y abarca la primera época, sus discos del 71 al 76. Una primera época en la que hacían rock con influencias country, folk y R&B, hasta el 75 y en el 76, con la entrada en la banda de Michael McDonald, pues el vocalista principal Tom Johnston tenía problemas de salud, derivaron un poco hacia el soul con un estilo más soft rock. Un par de años después de editar este Best, obtuvieron sus mayores éxitos en listas con ese nuevo estilo. Personalmente, me gusta mucho más su primera época.


Comienza la primera cara a gran nivel con “China Grove”, compuesta y cantada por Tom Johnston y perteneciente al álbum The Captain & Me del 73. Riff pegajoso y buen solo de guitarra a cargo también de Johnston. Buen rollo.




Seguimos con el listón en lo más alto con “Long train running”, también extraída del The Captain & Me y Johnston como protagonista absoluto, incluso esta vez tocando la armónica. ¿Quién no conoce esta canción? ¿Quién no reconoce inmediatamente el riff de guitarra? ¿Y el riff de armónica? Serán cosas mias pero esta canción la asocio siempre al gran himno de Ramoncín por compartir protagonismo de la armónica y porque, como pasa con el “Hormigón, mujeres y alcohol”, que la inmensa mayoría de la gente conoce como “Litros de alcohol”, esta canción la peña la suele nombrar como “Without love”. El video corresponde al que sacaron en el 93 con una remezcla y tienen imágenes del grupo en los 70 y en los 90. Pero alguien se ha encargado de poner la canción original, lo que agradezco.




Pasamos a un tema cantado y compuesto por Michael McDonald para el álbum del 76. “Takin’ it to the streets” es el título de la canción y del álbum. En ese LP Tom Johnston estaba “indispuesto” y su participación fue mínima, tomando el control McDonald. Podemos apreciar la diferencia con las anteriores canciones: más piano y más soul. Comercialmente les fue muy bien.




Regresamos a la senda del country rock con “Listen to the music”, del álbum del 72 Toulosse Street, que fue su primer gran pelotazo. De nuevo obra de Tom Johnston y que se usa subtítulo para este disco de grandes éxitos. Gran trabajo vocal y otras de las imprescindibles del grupo.




Con “Black Water” consiguieron su primer número 1. En este caso compuesta y cantada por Patrick Simmons y perteneciente al LP del 74, What where once vices are now habits (fascinante título, por cierto). A priori no encaja con el arquetipo de canción número 1, con una parte a capella en  medio del tema. De hecho, ni estaba pensado sacarla como single (era la cara B del primer single). Pero así suceden las cosas en el mundo de la música: en una radio se empeñaron en poner esa cara B y Warner terminó lanzándola como cara A del cuarto single del álbum. Y lo petaron. A mí me gusta, sería una canción que sonaría en la radio de mi coche si fuese a ver el Mississippi por primera vez. O mejor, sonando de fondo mientras estoy sentado en una hamaca en el porche de una casa con vistas al rio…




Rockin’ down the highway”, del álbum Toulosse Street, es otro tema country rock marchoso y pegadizo, perfecto para la cultura biker. Es más, la estética de los componentes de la banda era muy similar a la de los moteros americanos. Por cierto, dio título a uno de sus discos en directo. Lleva el sello de Johnston.




La cara B comienza con otro corte perteneciente al Toulosse Street. “Jesus is just alright” es una versión de un tema gospel que también hicieron The Byrds, más o menos al mismo tiempo. Los Doobie metieron una parte lenta en medio de la canción, muy estilo blues, mejorándola mucho.




It keeps your runnin’” es el segundo tema de McDonald incluido en el álbum. Es otro estilo distinto. Me recuerda bastante al disco que reseñé en mi última intervención en este blog, el de Christopher Cross. Por cierto, nada más escribir sobre él, el amigo Chris enfermó por el COVID19. Parece que lo va a superar. Espero que ninguno de los Doobie enferme tras este artículo. Primero, porque están en una edad muy delicada. Segundo, porque me plantearía que soy un poco gafe…




Simmons firma “South city midnight lady” que es la tercera canción del The Captain & Me incluida en este Best of the Doobies. Con guitarra de pedal incluida. Muy Eagles. Por cierto, si no lo cancelan, el primer concierto de la gira de 50 aniversario iba a ser en un festival en México junto a los Eagles de Don Henley y Joe Walsh.




Una nueva versión, en este caso del combo de la Motown, Holland-Dozier-Holland, “Take me in your arms”, incluida en álbum del 75 Stampede. Me gusta más esta versión que cualquiera de las anteriores que se hicieron, de un estilo mucho más soul. Prefiero este rock.




Y finalizamos el disco con “Without you”, acreditada a toda la banda y que aparecía en el fabuloso The Captain & Me. Inmejorable manera de cerrar un vinilo. Lo malo es que te deja con ganas de más.




Joder, después de escuchar este disco me han entrado unas ganas increíbles de darme una vuelta en mi moto con las melenas que no tengo ondeando al viento. Os dejo que, al menos, voy a arrancarla y escucharla un rato, ya que poco más se puede hacer en estas circunstancias.

Comentarios

  1. Fijate que nunca me he parado en esta banda más allá del manido Long Train Running. Y encima casi siempre en mano de otros que decidieron hacerla suya en algún disco. No hay una razón especial para que no me haya puesto (que buen juego de palabras teniendo en cuenta que cuentas que Doobie es porro). Me busco este disco.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La primera época está bien. Era un sonido muy típico en USA. Black Water podría sonar sin problemas en tu Bourbon Motel. Qué cojones, me están entrando unas ganas locas de ponerme un Jim Beam o un Jack y escucharla en el porche mascando tabaco... Bueno, lo sustituyó por regaliz...

      Eliminar
  2. ME apunto al carro de escuchar a estos tipos. Los he visto por ahí pero nunca les he hecho caso. A comenzar por esta tu recomendación. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A partir de la entrada de McDonald cambiaron demasiado. Pero la primera etapa es aprovechable.

      Eliminar
  3. De estos tíos solo he escuchado canciones sueltas, y aunque no me convencían para darle la oportunidad a un disco, con esta entrada que has subido sí me has convencido. Vamos a ver cómo suena la cosa. Abrazos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como he dicho por ahí arriba, lo mejor es lo primera etapa. Luego se hicieron mucho más softrock casi pop. Pero el China Grove, el Black Water y Rockin down the Highway debían haber marcado si estilo.

      Eliminar
  4. Pues me está gustando, oye. Temas como China Grove son una caña.

    ResponderEliminar
  5. Y por qué no te iba a gustar? No tienes confianza en mí jajaja. En serio, lo que estoy diciendo a todos, su primera época es muy potable. No eran originales, al menos en USA, pero hacían música interesante. Tom Johnston está infravalorado.

    ResponderEliminar
  6. ¡Con que buen recopilatorio te hiciste, Dani! ¡Una entrada muy completa! A mi me molan mucho. Tengo tres vinilos suyos, el Toulosee Street y otros dos recopilatorios no oficiales.

    ResponderEliminar
  7. Gracias!! Me alegro que te gusten y que te guste la entrada.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Power Trip - Nightmare Logic (2017)

  El disco de esta semana es uno de mis favoritos de los últimos años. No es un género que actualmente escuche demasiado pero sí que me gusta reescuchar los mejores trabajos que se han sacado en el mismo. Es por ello por lo que desde hace tiempo estaba pendiente de incorporar a mi colección. Power Trip no se anda con rodeos. Nightmare Logic es una descarga de thrash moderno con actitud hardcore, que toma las raíces del género y las machaca con rabia y contundencia. Ocho temas, poco más de media hora, y ni un momento de tregua.                                                   La fórmula es simple, pero funciona como un mazo: riffs afilados, ritmos implacables y una producción que potencia el golpe sin necesidad de embellecerlo. "Executioner's Tax (Swing of the Axe)" se ha convertido en un himno por méritos propios: groove pegajoso, mensaje directo y una ej...

Georgia Satellites - Georgia Satellites (Elektra, 1986)

  Este podría ser uno de los mejores discos debut de los ochenta si fuera de verdad un disco primerizo. Según como se mire, porque la historia que llevó al parto de esta joya que hoy nos ocupa tiene mucha miga. Remontémonos al inicio de 1983 cuando unos muchachos de Georgia consiguen grabar una maqueta de seis canciones en unos pequeños estudios de Atlanta con Jeff Glixman a los mandos. ¿Y por qué un productor tan afamado se fijó en estos desconocidos? Jeff era un tipo de Atlanta que gustaba de tomar cervezas en los garitos de la zona, allá donde hubiera actuaciones, y coincidió varias veces con “The Satellites” (que así se llamaban por entonces). Congeniaron y les hizo de celestina para aquella primera maqueta. Cuando las fechas para grabar un disco “de verdad” estaban a punto de llegar el verano siguiente, los muchachos partieron peras: adiós banda, adiós oportunidad.  Ya sabemos en este blog que la suerte aparece en el camino de muchos de nuestros músicos favoritos. Y en es...

Magnum - The eleventh hour (Jet Records, 1983)

Todas las bandas alcanzan en algún momento un “punto final”: si sobreviven a esa crisis el futuro del grupo está asegurado; de lo contrario, ¡adiós, amigos! En el caso de Magnum , este es el álbum que cambió la historia de la banda, el que pudo haber sido el final y se convirtió en la puerta al futuro.   Porque, cuando los muchachos estuvieron listos para grabar el que sería su cuarto disco de estudio, se encontraron con un “pequeño” contratiempo: la compañía (Jet Records) se negó a poner dinero para un productor o un estudio decente. Y, eso, teniendo en cuenta que su anterior Chase the dragon había alcanzado un decente puesto 17 en las listas de ventas británicas. Tony Clarkin se vio en la obligación de encargarse de la parte técnica por primera vez (en el futuro lo haría numerosas veces) y en unos estudios que, según sus palabras, “tenían un nivel tecnológico de 1930”. Bob Catley hizo de ayudante de producción y Dave Garland de ingeniero. "¡Vamos a hacer una tortilla de pat...

Grand Prix - Samurai (Chrysalis, 1983)

Si quieres cardarte las melenas, ajustarte los pantalones y trasladarte a un garito británico de principios de los ochenta, súbete a este Samurai, no solo por las canciones con un toque de pomposo AOR con guitarras heavies, también por la producción y la mezcla: esas baterías, esos coros, esos tecladitos. Y ten en cuenta que la masterización reciente (la que escuchas en redes y plataformas), ha limpiado un poco el efecto final. Love it or leave it, no hay otra. Y aquí, lo amamos. En Grand Prix se reunieron talentosos músicos jóvenes. En su primera versión, allá por 1980, contaban con Bernie Shaw a las voces, Michael O’Donoghue a las guitarras, Ralph Hood al bajo, Andy Beirne a las baterías y Phil Lanzon a los teclados. Todos se encargaban de cantar y hacer coros. Tras la edición de su primer largo, llamado como la propia banda, Shaw dejó el grupo y fue sustituido por Robin McAuley, quien grabaría los dos siguientes: There for none to lose (82) y este que hoy os traigo. La banda se sepa...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.