Dos noches consecutivas llenando el Circo Price de Madrid. Ayer y hoy. Y como me he quedado sin entradas y no puedo verlos (acompañados por amiguitos tales como Tarque, Leiva, Fito, Aurora, Carlos Raya…) pues he decidido dedicar este #FFVinilo a su último disco.
Los Zigarros han tenido la suerte de ir de la mano de Carlos Raya (productor de MClan, Fito, ex integrante de Sangre Azul…dilatada carrera). Y así han sido conocidos más y mejor que otras bandas recientes. A parte de esto, son buenos. Muy buenos.
Los hermanos Tormo (Ovidi y Álvaro) provenían de un grupo llamado Los Perros del Boogie. Se unieron a Adrián Ribes y Nacho Tamarit y por el 2013 publicaron su primer disco, Los Zigarros. Gracias a ese disco y al siguiente de 2016, A todo que sí, se hicieron conocidos en toda España. Aquellos dos discos son muy buenos: puro rock & roll. Los pude ver en directo en unas fiestas de Móstoles, con mi amigo Jalova. No íbamos a quedarnos demasiado porque era un día entre semana y a la mañana siguiente había que currar, pero al final, nos quedamos hasta que terminaron. Nos gustaron mucho. Y no hablan las cervezas con las que nos hidratamos en una calurosa noche de verano. Buen rollo, interacción con el público, buen sonido, buenos riffs y solos de guitarra. Qué más pedirle a un jueves noche.
El caso es que vi su último trabajo, Apaga la radio de 2019, en vinilo y no pude resistirme. A pesar de que ya lo había escuchado y no me conquistó tanto como los dos primeros, no tuve dudas de que merecía la pena. Porque, quizás sea un leve parón para coger impulso de nuevo, pero sigue siendo muy disfrutón. Producido por Carlos Raya, que toca la guitarra en el tema que da título al LP. Y, además, es un vinilo guapísimo. Un plástico blanco de 180gr que queda espectacular en el tocata mientras la aguja extrae rock de sus entrañas.
Comienza muy pausado, muy acústico y muy maduro, con “La Trampa” donde nos dicen que no merece la pena hacerse mayor, que es el gran engaño de la vida: cuando seas mayor todo será mejor. Pues no, no es así. Ya lo decía Bunbury en su “De Mayor”.
Viene luego “Apaga la radio” donde, ahora sí, ya atronan las guitarras. A mí me suena muy The Who. Los Zigarros se quejan de que la radio musical actual es una puta mierda (no con esas palabras, pero seguro que lo pensaban así), que los buenos músicos no tienen cabida en ella.
Joder, dos temas, dos quejas. Habrán madurado y sentado la cabeza. Quizás sí, pero no del todo. El siguiente tema nos alivia un poco de esa idea. Una afilada versión del “Mis Amigos” de los Flying Rebollos. Sí señor.
De nuevo los tintes de la madurez con “Listos para el despegue”. Personalmente, la que más me mola. No sé, por el cierto regusto a Rage Againts The Machine. Por su letra reivindicativa y que nos llama a la lucha. Un poco más dura y stoner que lo habitual en ellos.
Y termina la cara A con “Malas decisiones”, mucho más stoniano. A mí me suena a lo que haría Burning en este nuevo siglo. Lo peor de todo, que ya hay que levantarse darle la vuelta al disco. Se hace muy corto. Aún no tengo muy claro si es un punto a favor o en contra este minutaje tan corto. Poquito más de media hora en total, quince minutos este lado.
Seguimos con ese lado maduro, oscuro o realista. “Queda muy poco de mí” que me entró a la primera por esas reminiscencias a Tom Petty. En directo debe sonar aún mejor.
“No sé lo que me pasa” muy funky y divertido pero “será que me hacen viejos” y vuelven a sonar a grito angustioso de que “no sé lo que me pasa pero algo pasa” y la vida cambia. De lo mejorcito del álbum.
“Con las manos rotas” ahonda esa melancolía que nos trae la madurez o el desencanto. Canción que podría pasar por una de M-Clan, sin lugar a dudas.
Y afrontamos la recta final con la bailable “Con un solo movimiento” y el hard rock de “Espinas” que cierra muy meritoriamente el plástico.
Lástima no poder estar presente en estos dos bolos madrileños porque eso significaría que en menos de una semana hubiese visto a los Gritando en Silencio y a Los Zigarros, los dos grupos nuevos nacionales de rock que más me han gustado.
Aunque no me acaban de convencer, se dejan oír bastante, lo que ya es mucho para un señor mayor como yo anclado en la laca y los cardados jejejeje
ResponderEliminarSaludos.
Y las plataformas... Un saludo, canica. De otro carroza.
EliminarMe pasa algo parecido a ti, sus dos primeros discos (en especial el segundo) me gustaron mucho, pero este me dejó bastante frío cuando lo escuché. Buen cover de los Flying Rebollos, buen Listos para el despegue, pero en general poquito más. Honestamente, sin haber ido al concierto, no sé yo si un teatro es el mejor recinto para un concierto de estos tipos, viendo lo que hicieron en la Riviera en la gira del A Todo Que Sí. Saludoss!
ResponderEliminarPues totalmente de acuerdo entonces. Espero que sea lo que pongo, un alto para coger fuerza en el siguiente salto. Un saludo!
EliminarEsto que voy a decir suena blasfemo. Con este disco se han hecho un Cabrales. Y me explico. Fito (Cabrales) de la mano de Carlos Raya ha creado una escuela de sonido que queda bien en las radios y en las descargas o en los sporifais gratuitos y que ayuda a ganar adeptos con pasta para acercarse a los conciertos "de rock". Y no lo digo de malas. Les adoraba cuando eran "los perros" y me encantó su viaje a Los Zigarros, en especial ese A todo que sí, un pelotazo. Pero, amigo, aquí han patinado en mi oreja; ese sonido Raya no les ha sentado nada bien. Pierden fuerza (su principal valor) para ganar empaque y no me convencen. De todos modos, me alegro mucho por ellos. Unos currantes del rock. Yo también les he visto en directo; se dejan la piel y la garganta. Eso del Price a mí me suena a "más de lo mismo para bolsillos maduros". Luego no sabes si es el directo de Fito invitando a El Drogas, el de MClan invitando a Fito o el de Los Zigarros invitando a Fito. Se podría hacer un concurso al respecto. Que ganen mucho dinero y que sean felices. Eso sí: qué vinilo tan cojonundo. Un abrazo rayado.
ResponderEliminarTodos ellos "pertenecen" al mismo representante... Efectivamente, el "efecto Raya" creo que a la larga termina diluyendo al artista. Espero que no le pase a Tarque en próximos discos. Los dos primeros discos son cojonudo. Ya somos tres los que pensamos igual aquí
EliminarMe acaba de entrar un mono de Zigarros…
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