Hoy os traigo un regalito que me han traído los Reyes Magos este año. La versión vinilo de 180 gramos con CD incluido del último trabajo de los sevillanos Gritando en Silencio. Mi amigo César escribe carta a “sus Reyes Magos” indicando los regalos que quiere, dónde encontrarlos y precio aproximado. Yo he ido un paso más allá y lo he comprado yo mismo. No es que no me quieran y no me regalen nada…sólo que quería asegurarme de tener esto. Si alguien está interesado, le paso por privado datos.
Todos sabemos que los vinilos de hoy en día no se hacen como los de antes. Que hay pérdida de calidez, sobre todo en las reediciones. Hoy en día todo es digital, por lo que me imagino que se usa el mismo máster para hacer el CD y el vinilo. En fin, mi oído no está lo suficientemente educado para encontrar las diferencias. Lo siento. También me pasa con la vista, sobre todo a mi avanzada edad, que me da igual una tele 4K que 8K que chorrocientosK. Simplemente quiero creer que la edición será de calidad y con un buen prensado al ser publicado por una de las grandes multinacionales.
Voy a sincerarme. Los Gritando han pasado a ser mi grupo preferido de rock español, al menos de los de este siglo. Por encima de Los Zigarros. Muchos preferiréis Marea. Pero a mi me llega mucho más el estilo de Los Gritando (o Zigarros). Así que no esperéis ecuanimidad ni mesura en esta crítica porque no va a ser así.
La portada de “Material inflamable” representa un vinilo rojo con el nombre de la banda arriba, el título del disco abajo y, en medio, un corazón en llamas. Es obra de Ángel Bernabéu. He buscado en la web y es un fotógrafo sevillano especializado en música. Hubiese sido un punto que el vinilo que viene dentro del cartón también hubiese sido rojo. Oportunidad perdida. Se agradecen las letras en la funda. Así debería ser en cualquier vinilo que se precie.
Me llama la atención que en los créditos desglosados por instrumentos y los agradecimientos no aparece el nombre del guitarrista, Miguel Ángel Santos. Sí aparecen Marcos Molina (voz, guitarras y letras), Alberto Curtido (bajo y coros) y Jorge Correa (batería y coros). Eso sí, escriben muy clarito que Gritando en Silencio son ellos cuatro, además del quinto miembro, Carlos El Quinto (¿de eso de lo que llaman cerveza por aquellos lares?).
Tras pasarle una gamuza limpiagafas (oye, que nadie me dice si es mejor el cepillo de terciopelo o los de fibra de carbono y mientras uso lo que tengo a mano) y bajar la aguja, suena “Mi último cartucho” puro tema rock and roll de Los Gritando, que podría estar en cualquiera de sus trabajos pasados, totalmente “old school”. Habla de una ruptura cuando desaparece la pasión. Bueno, eso creo yo. Oye, pues un trallazo para romper el hielo. Y termina en plan a capella, algo en lo que me fijo últimamente, no sé por qué…
“Sácame de aquí” también sobre relaciones amorosas, pero en plan “no eres tú sino yo” y dejar volar a la pareja por ser perjudicial (“estás hecha para un mundo mucho mayor, no mires atrás tan sólo vete”). Me recuerda un montón a los QOTSA de Josh Homme, un sonido muy stoner y que es su único videosingle, que yo sepa. En otras épocas donde la radio mimaba más esta música, hubiese tenido bastante repercusión.
Y en el tercer corte nos arrolla una locomotora a punto de descarrilar. En “Rumbo de colisión” se critica cómo estamos destrozando el mundo y no vamos a dejar nada a las generaciones venideras. Muy coreable en directo. Muy hard. A mi me suena totalmente stoner, pero un amiguete que sabe mucho de esto me dice que es un estilo Fuzz Rock. Ni idea. El caso es que suena como un cañón.
“Ya debió cambiar” es un himno antitaurino. Y si al principio se te hace raro, con un par de escuchas le coges el tranquillo y te das cuenta de que suena muy bien y la letra crítica no pierde fuerza. Hay un break en medio de la canción que me sorprende. Muy chulo.
La canción más puramente Gritando en Silencio, quizás sea esta “Días grises”, que entronca perfectamente con temas pasados, como “Nota de un suicida”, por su letra sobre perdedores y desencanto de la vida. Es un medio tiempo que, a pesar de ese pesimismo al que apesta, consigue animarme. Ya sabéis, eso de la psicología inversa.
Y terminamos la primera cara con una canción desenfadada, aunque la letra no lo sea tanto. No sabría decir si es un rock sureño o un country, con ese silbido estilo western. Lo cierto es que la calidad de las letras sigue sin bajar un ápice. Y su mensaje de “estamos muertos en el momento que dejamos de soñar” se te clava en la cabeza. Me parece una manera genial de cerrar el lado A con esta "Estamos muertos".
Y el lado B comienza con una de las joyas de la corona. Inevitablemente me viene a la cabeza el “Wanted dead or alive” de Bon Jovi. Pero tampoco es igual del todo, porque las guitarras son más pesadas. “Volviendo a casa” comienza muy acústica con el sonido del dobro de Marcos Molina pero evoluciona y sube de intensidad. Quizás se haya convertido en mi preferida de álbum con ese “para ser uno más, mejor ser salvaje”.
“En los ojos del huracán” nos hablan sobre esa chica de armas tomar. Reminiscencias garage sound. Y entra tan bien como una buena caña de Mahou fresquita a medio día en una terraza al sol.
Retomamos la crítica social con “Lágrimas de un paria”, introducida por varias personas contándonos en primera persona lo más duro de la inmigración. Y Marcos nos cuenta también con esa figura literaria la locura y la inhumanidad de esta sociedad en relación con los inmigrantes. Una temática totalmente necesaria tocar en los días que corren.
“Como si no hubiera nada más” es perfecta para tocar en directo. La más stoniana del disco, sin duda. La más macarra y desenfadada. Para cantar a pleno pulmón y vivir la vida, que sólo son dos curvas y lo único que no debes perder en la vida es el tiempo.
Se cierra el disco con un blues, “Atrapado en tu mundo”. Imposible no pensar en Jimi Hendrix. Más que nada porque los propios integrantes de la banda cuentan que era su intención.
En definitiva, Gritando en Silencio han seguido haciendo lo que mejor saben, un disco de rock. Pero han querido sonar más americanos, introduciendo toques que no son muy corrientes en el rock patrio. Quizás una evolución, una madurez. Lo mejor de todo es que suenan personales y su actitud rock and roll, como diría Loquillo, sigue creciendo y haciéndonos disfrutar. Un grupo que debería tener un reconocimiento más masivo. Se lo merecen. Escuchadlos con atención.
Si os habéis quedado con ganas de leer algo más de ellos, os dejo aquí el enlace de una entrada que hice narrando la grabación de su concierto para los directos de Radio 3 al que tuve la suerte de asistir. Aquí os dejo el video del concierto íntegro pues tocan 5 temas de este disco.
Si eso, nos vemos en su bolo de finales de este mes en Madrid.
¡¡¡¡Rock & Roll!!!!!
Muy escuchables y entretenidos... pero tras el disfrute, no me vienen ganas de volver a comenzar. Las voces no me acaban de convencer. Estupenda esa Ya debió cambiar, tanto musicalmente como por su mensaje. Y sí, tienes razón, un vinilo rojo con ese corazón en lagalleta reproduciendo la portada ya hubiese sido el acabose. Saludos.
ResponderEliminarConociendo tu historial, era más que previsible que no te disgustaran pero que tampoco te apasionaran. De todas formas siempre está bien ver el esfuerzo de la gente mayor por intentar conocer cosas nuevas y no quedarse anclado en el pasado.
ResponderEliminarChascarrillos aparte (que yo no peino canas y no es porque no me salgan sino porque no pueden salir), muchas gracias por leer y comentar. Un saludo
Jajajajaja... gente mayor ¡qué cabronazo!
Eliminar😜😜😜😜
EliminarUna de mis bandas nacionales favoritas de la actualidad, de hecho me has animado con la reseña a pincharlo. A mí también me llamó la atención el detalle de que en los créditos no apareciese Santos, la verdad. Me veré el nuevo concierto de radio 3, no sabía que habían hecho uno nuevo, gracias por el aporte. En el bolo de Madrid del sábado que viene, como dirían ellos, allí estaremos. Saludoss
ResponderEliminarTe puedes creer que los conocí el verano pasado? Imperdonable. Pero ya tengo todos sus trabajos. Mirate el de radio 3 y si te apetece leer mi crónica, lo redondeas. Lo de Santos es que quizás no pudo grabar el discos. Allí estaremos, aunque no lancemos ninguna piedra.
EliminarSiendo fan reconocido de "los Gritando" debo decir que este es el disco que menos me ha gustado; y la causa es ese intento de sonar diferentes del que hablas en la reseña, más americanos o más stoner o más lo que sea. Y no me mal entiendas: un disco muy bueno, en su línea. Pero creo que eso de buscar más mercado ha pesado en la composición de las canciones. En cualquier caso me apunto a aupar a estos tipos a la primera línea del panorama musical roquero (tan vapuleado hoy en día). Esta semana cayó, precisamente, un repasito a Material inflamable. Buen vinilo que espero poseer algún día. Un abrazo a capella.
ResponderEliminarA mi me pasaba lo mismo, creo que terminaba de llevarme este disco. Pero tras verles en directo, abrí los oídos y la mente. Y terminé comprándolo. Y quizás me mola más el resultado final que el anterior, aunque La edad de mierda tenga varios temazos increíbles. Los descubrí este verano y ya son imprescindibles en mi memoria musical. Te animo a conseguirlo ya mismo.
ResponderEliminar