Después de llamar la atención del mercado con un fantástico álbum titulado Stay Hungry en 1984 y lograr un gran single con We're not gonna take it, Dee Snider (cantante y principal compositor) le cogió gusto al éxito tras una década de esfuerzos artísticos y grabó Come out and play en la misma línea. Pero en vez de los 3 millones de copias despachadas se quedó en 1/2 millón, en buena parte por la censura imperante en la MTV y en los medios radiofónicos sobre la figura de Snider tras su beligerancia con el PMRC (lee esto si no sabes de qué hablo). Así que la banda se tomó un descanso en 1986 y Dee se metió en un proyecto en solitario, más melódico, más en la onda sonora del hard rock y el glam metal que arrasaba en las listas de éxito. Para esta aventura reclutó al productor Beau Hill y a su compañero de Twisted Sister Joey Franco (batería). Juntó a un puñado de jóvenes talentos para grabar sus canciones, entre los que destacan Reb Beach, Kip Winger (quienes juntos grabarían el multiplatino Winger poco después), Steve Whiteman y Jimmy Calfant (Kix) o Ronni Le Tekro (TNT).
Con el material preparado, un extra de sintetizadores y baterías electrónicas y mucha laca sonora, Dee se creía el rey del mambo. Pero, como él contó en una entrevista, las compañías de discos siempre sabían más de la música que los propios músicos y opinaron que eso no tendría éxito si no salía bajo el nombre de Twisted Sister. Así que acreditaron a los miembros oficiales, pusieron el sello del grupo y lanzaron el primer single en agosto de 1987. Y fue un sonoro fracaso. Ni el sonido del disco gustó, ni la promoción fue adecuada, ni la actitud de la banda ayudó, pues apenas tocó canciones en la mini-gira posterior. El propio Snider, ya cansado de tanto mangoneo, reconoció que había sido un error aceptar todo eso y meter a cinco tíos que apenas se aguantaban en un autobús durante tres meses. La banda se acabó. Al menos durante una larga temporada.
La maldición que en este disco yace no debe impedir reconocer sus puntos fuertes. Cierto que las canciones se alejan del estilo heavy&hard de las anteriores aventuras de Twisted Sister, pero lo perdido en contundencia lo gana en melodía y estribillos y en una gran interpretación vocal. La producción, muy correcta, no es blandita, enseña las guitarras y da cierta pesadez al bajo. En fin: basurilla de mi gusto que vuelvo a escuchar encantado mientras escribo esto. Destacan: Wake up (the sleeping giant), quizá la mejor, la más heavy; Love is for suckers, con un enorme riff y buena progresión; Tonight, machacona, guitarrera; Me and the boys, con un rollo Mötley adorable; One bad habit, macarrilla al estilo Alice Cooper, con un deje a viejo rocanrol ("I got one bad habit/I like rock and roll"); I want this night (to last forever), de tan simple no puedo quererla más. Quedan un puntito por debajo las más melódicas y menos contundentes: Hot love (ese primer single), I'm so hot for you (batería programada algo repetitiva y estribillo algo moña), la balada You are all that I need (resultona sin más, aunque me encanta la forma de atacar vocalmente el tema) y la final Yea right!
Disfrutad del fin de semana y recordad: enamorarse es de mamones.
Me falta en la cole. Un día lo arreglo. Evidentemente, no es una obra de los Twisted Sister pero Dee lo sabe llevar a su terreno y esa voz tiene suficiente carisma como para convertir esta obra ¿menor? en un vinilo de lo más disfrutable. Eran los 80, amigo.
ResponderEliminarDisfrutable pero requiere un oído ochentero. Yo adoro estos discos poppy pero a veces hay que cogerles distancia porque cansan. Me apetecía reivindicar esta obra y llevaba tiempo sin escucharla, así que dos por uno. Efectivamente, los 80 eran... y son en cierto modo cuando pincho discos como este.
EliminarMe gustan bastantes temas de este disco. Muy ochentero en todos los sentidos y esa portada....
ResponderEliminarJusto anoche estuve en un garito que ponían vídeos y pusieron el mitiquísimo We´re not gonna take it.
Feliz finde
Huevos con aceite https://youtu.be/35PocLHx534
EliminarDee y sus chicos se ganaron a pulso el éxito. Además, tiene una historia personal curiosa. Le encanta el musical y ha compuesto varios. Sin estrenar hasta el 2014. Grabó hace poco un disco con canciones de Broadway, según él, que alguna vez verá la luz. Fue actor, escritor de guiones (sin suerte), locutor de radio, presentador de televisión y compositor a tiempo parcial para otros, muchas veces sin acreditar (una canción de Celine Dion es suya, no sé cuál). En los noventa se arruinó pero le "devolvieron" los royalties de sus canciones con Twisted Sister y gracias a eso en el siglo XXI se hizo rico. En fin, un personaje muy muy peculiar. Un saludo.
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