Amigos, la verdad es que no podemos considerar a The Sweet como un grupo de diseño porque cuando editaron su primer álbum ya hacía unos tres años que pululaban por el circuito de clubs e incluso habían grabado algunos temas. Sin embargo, no fue hasta que conocieron a la pareja de productores y compositores formada por Mike Chapman y Nicky Chinn que conocieron el éxito masivo. Y es que, cuando uno piensa en The Sweet, le vienen a la cabeza –además de hits como Fox on the run o Action!– pelotazos como Ballroom blitz, Hellraiser o Blockbuster!, temas compuestos por la pareja antes mencionada. Pues bien, ¿y por qué os cuento todo esto?, pues porque detrás de la mítica protagonista de mi entrada de este viernes también encontramos a Chapman y Chinn.
Lo mismo que os he dicho antes sirve para Suzi Quatro y su banda, no se trata tampoco de un grupo de diseño exactamente –la de Detroit tenía una sólida formación musical e incluso había tocado en una banda de chicas en la que llamaban más la atención sus minifaldas que otra cosa–, pero no obtuvo el éxito internacional y se convirtió en un icono del glam hasta que su primer productor, el fundador de RAK recordsMickie Most le presentó a la pareja fantástica, que pasaron a convertirse en sus productores y en los compositores de casi la totalidad de sus éxitos.
Y es aquí en donde toma protagonismo uno de los vinilos que me traje de mi visita a Florencia, esta primera edición italiana en formato gatefold y en un estado impecable (a cargo de EMI Italiana S.p.a.) del recopilatorio The Suzi Quatro Story-Golden Hits, una obra que reúne los éxitos de los primeros álbumes de la pequeña Susan, así como algunos singles que no formaron parte de elepé alguno. Producido y escrito casi por completo por los mencionados Chapman y Chinn –verdaderos artífices del éxito de Suzi y unos motores de la escena glam británica de los setenta, como hemos visto–, este The Suzi Quatro Story constaba del line up clásico formado por Suzi a la voz y bajo, Len Tuckey –quién se casó con ella y tuvieron dos hijos– a la guitarra y coros, Alastair McKenzie al piano, mellotron y coros y Dave Neal a la batería y coros (excepto el tema Rolling Stone, con Peter Frampton a la guitarra y Micky Waller a la batería).
Con una llamativa portada de Red Saunders diseñada por P. Linard & Co., en el álbum podemos encontrar el track list que sigue:
A
Rolling Stone
Can the can
Glycerine queen
48 crash
Daytona demon
Devil gate driver
B
Too big
The wild one
Your mamma won’t like me
Michael
I bit off more than I could chew
I may be too young
La primera canción que encontramos es Rolling Stone, el primer single que la banda grabó con Mickie Most a la producción. Fue su carta de presentación en la Gran Bretaña y no aparece en ninguno de sus álbumes oficiales. Es una mezcla de pop y folk rock con unas destacables líneas de bajo, pegadiza pero que en su momento tuvo una repercusión mínima. La siguiente es la imprescindible Can the can, el primer single en llegar al número uno en la Gran Bretaña antes de que el grupo editase su homónimo Suzi Quatro (1973). Como anécdota, decir que en Australia, el debut pasó a llamarse Can the can, conteniendo el mismo track list pero con el single añadido. Es uno de lo mayores éxitos de la bajista y el primero que le viene a uno a la cabeza al hablar de la banda. Sigue Glycerine queen, del primer álbum, que es una composición firmada por Tuckey y ella misma más que recomendable. 48 crash es otro de los temas imprescindibles de Suzi Quatro que también se editó en single y que igual que Can the can, es obra de Chapman y Chinn. Lo mismo que la siguiente Daytona demon –otro de los singles que grabó la banda y no aparecieron en discos oficiales, si exceptuamos las recopilaciones como esta–, un temazo en el que se repite el esquema de la diminuta Suzi y su voz chillona arropada por los coros de sus compañeros, super glammy. La cara finaliza con Devil gate driver, otro single que llegó a número uno en Gran Bretaña y que tampoco formó parte del track list de ningún álbum, aunque en algunos países –como España, por ejemplo– incluyeron la canción en el lanzamiento de su segundo Quatro (1974). El tema es un calco de la fórmula que tan buenos resultados daba a Chapman y Chinn, tanto con Suzi Quatro como con The Sweet.
La cara B se inicia con dos temas del mencionado segundo elepé de la banda que también se convirtieron en el segundo y tercer singles de la obra, la cañera Too big y la festiva The wild one, a los que siguen los tres singles que se extrayeron de su tercer álbum, Your mamma won’t like me (1975). El primero es la canción homónima –un tema que se apartaba del estilo de los elepés anteriores e incorporaba arreglos de saxos y trompetas y unos teclados muy zeppelinianos–, luego la preciosa Michael –el único de esos tres temas que fue escrito por Suzie y Tuckey, más melódico que los anteriores hit singles– y por último I bit off more than I could chew, en el estilo del tema que daba título al álbum, ambas más rockeras y menos glammys que el resto de los que hemos podido escuchar en este fantástico recopilatorio. El disco finaliza con I may be too young, que fue lanzada como single entre su tercer elepé y el cuarto Agro-Phobia (1976) y que en mi opinión es un bajón después de las anteriores que se ha dejado ahí por seguir una cronología.
Con una colección así, no estaría bien dejar a ningún tema fuera por lo que os los acompaño todos para que los podáis disfrutar.
En resumen, un documento estupendo tanto por su contenido musical como por ese atractivo formato en gatefold que permite abrir la portada y disfrutar de la fotografía de Red Saunders tal como fue concebida, además de que se trata de una primera edición italiana en perfecto estado. Esta es mi recomendación de la semana, que hago extensiva a la tienda donde lo compré, Rock Bottom Records, todo un paraíso para los amantes de los vinilos –en especial de los 60s y 70s– a pocas calles de la Piazza del Duomo florentina. También en internet.
¡Cómo molan! No sabía lo de que eran los mismos productores de Sweet. Lo cierto es que tienen sin duda un sonido muy similar. Por cierto....qué edición italiana tan chula, recordar viajes con vinilos.
No siendo de mi devoción, de vez en cuando pincho a esa señora. Y The Sweet también. Buen disco y buena memoria en el futuro relacionarlo con un viaje. Una pasada. Saludaco.
Joe Satriani - Big Bad Moon - Live Expo 92 (Sevilla) ¿ Vaya presentación la del Tio Joe eh?, mira que plantarse en Sevilla, en medio de la Expo92 y vomitar el Big Bad Moon acompañado del gran Brian May, no había visto nada igual hasta la fecha y creo que a día de hoy, tampoco. ¿Quién se esperaba ese Slide con la propia armonica? Bueno, que me dejo llevar por la emoción, Joe Satriani forma parte de la banda sonora de mi infancia. Sin ningún tipo de duda, soy quien soy, musicalmente hablando, por mi primo, el cual me encamino hacia que escuchar y que instrumento tocar, a través de cintas como esta descubrí al profesor y a muchos mas. En esta cinta destacan Joe Satriani, un tal Jason Becker, Steve Vai o el mismísimo Paul Gilbert con Racer-X, anda que no le di vueltas a esa cinta, aun la conservo. Una cosa que llama mucho la atención de esta clase de músicos, es que las canciones, la gran mayoría de veces carecen de letras y eso no suele gustarle a todo el mundo. Hablar de un disco de
Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero
Hoy traigo el único álbum (oficial) de la efímera banda neoyorquina Surgin , una joya escondida en el resto de saldo que fue el rock melódico de los ochenta, con un protagonista especial: Jack Ponti. Igual no tienes ni idea de quién es este personaje. Fíjate en la foto de abajo, es el de la izquierda, tocando con su colega de instituto John Bongiovi en un concierto del grupo que montaron juntos, Rest. Su poco éxito en aquellos primeros ochenta disolvió la historia, pero no así la amistad que ambos se profesaron. Aunque habría que revisar esas “amistades” de Mr. Bongiovi: para el puesto de guitarrista de su banda eligió a un desconocido Richie Sambora antes que a sus colegas Ponti o Snake Sabo. Por algo sería, claro. Jack formó su propia banda, que acabó llamándose Surgin, y consiguió editar este disco que hoy comparto por aquí, When midnight comes , en 1985. Compuso, produjo y tocó en él con la esperanza de alcanzar el estrellato roquero, objetivo que, obviamente, no logró. ¿Por
A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue. Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono. Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda
Me he llevado una pequeña sorpresa al bucear en el blog buscando este disco, por aquello de no repetir entrada, y comprobar que aun nadie ha reseñado el tercer largo de los ingleses. Imagino que mi predilección por Clapton hace que la mayoría de los clásicos del guitarrista se me antojen imprescindibles, de ahí la sorpresa. Pero bueno, aprovecho yo para dejar aquí mis impresiones sobre este Wheels of fire , además de unas fotos de la edición en vinilo, que me parece espectacular. Antes de entrar en materia, me gustaría aclarar algo: pese a que conocí a Cream por Clapton, la realidad es que los dos gallos del gallinero eran sin duda Jack Bruce (bajo y voz) y Ginger Baker (batería), hasta el punto que en este disco el guitarrista no aparece acreditado como compositor. Sin duda su mano y su característica voz fueron imprescindibles para el sonido de la banda, pero las fuertes personalidades de los dos personajes mantenían el equilibrio y hacían que Clapton, que podría estar soleando dura
¡Cómo molan! No sabía lo de que eran los mismos productores de Sweet. Lo cierto es que tienen sin duda un sonido muy similar. Por cierto....qué edición italiana tan chula, recordar viajes con vinilos.
ResponderEliminarSí, a mi no me da por imanes de la nevera ni ropa. Yo busco vinilos. Un abrazo.
EliminarNo siendo de mi devoción, de vez en cuando pincho a esa señora. Y The Sweet también. Buen disco y buena memoria en el futuro relacionarlo con un viaje. Una pasada. Saludaco.
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