En este revival rescatador del fondo de armario vinílico ochentero que llevo este mes (Hurricane, Meat Loaf) tenía que traer Shout at the devil. Que el (quizá) mejor álbum de una de mis bandas preferidas no esté por aquí es imperdonable. El cancionero que puso a Mötley Crüe en primera línea, el que le llevó a los festivales multitudinarios, a ser el terror de las nenas, a girar como locos y a ganar un poco de dinero. El segundo de los más viciosos (o casi) de la época. Y uno de mis favoritos de los ochenta, aunque solo sea por la cantidad de horas que les dediqué. Además, vienen días santos y qué mejor para llamar la atención que nombrar al diablo, ¿verdad?
A veces resulta curioso volver la vista atrás. Cuando se editó en septiembre de 1983 la crítica lo vapuleó. Sin contemplaciones: lleno de clichés de Kiss y Aerosmith pasados por el filtro del heavy metal, su punto fuerte es no necesitar mucho esfuerzo para la escucha, flojo incluso para los estándares del heavy metal y lindezas por el estilo. Ahora resulta que es uno de los mejores álbumes de todos los tiempos o de los ochenta o del heavy metal o el hard rock, incluso en listas sin sentido que realizan publicaciones que ya les dieron caña en su época.
Tom Werman se encargó de producir un pequeño puñado de canciones que unos chavales algo pirados y excéntricos le presentaron, mezclando sus vicios y cierta tendencia al falso satanismo de medio pelo, más por imagen y llamar la atención que por convicción (lo que hoy serían unos possers), pues en los textos apenas hay referencias más allá del tema título (que, además, invita a "gritar" y "combatir" al diablo). Ocho canciones compuestas por Nikki Sixx (bajista) a lo que sumaron dos instrumentales breves (apenas sobrepasan el minuto) y una cover de The Beatles. Treinta y cinco minutos escasos de música.
Pero qué música. Tan simple como bestial. Shout at the devil, Looks that kill, Bastard y Helter skelter formaban una cara A bestial, con la pausa de un instrumental breve de Mick Mars (guitarra) titulado God bless the children of the beast. A estas alturas, tanto Tommy Lee (batería) como Vince Neil (cantante) han tomado posesión de nuestro cerebro con el machaqueo repetitivo del primero y la voz aguda y gritona del segundo.
La cara B deparaba dos clasicazos, Too young to fall in love (quizá la más elaborada) y Ten secons to love (¿puede ser una canción más simple?), que junto a la rápida Red hot y su doble bombo, Danger (algo más imaginativa) y Knock 'em dead, kid completaban un disco que, con los años, ha ganado en leyenda.
Hay varias ediciones ochenteras con diferentes portadas y acabados. La portada negra con un pentagrama (la estrella de David invertida en el círculo), con acabado gatefold y sencillo, la portada con las cuatro fotos de "los Motley" para evitar el corte de la censura ante la imagen demoníaca, que me compré en casé, y la que traigo, una insulsa portada en negro sin estrella y sin fotos de los demonios para el mercado español. La editó Wea España en 1987. Ni encartes ni información, todo con poco amor, qué les costaría. Además, alteran el orden de los temas, colocando en la cara A Knock 'em dead, kid y Danger y llevando a la cara B Helter Skelter y God bless the children of the beast. Eso sí, el vinilo suena aún muy bien. Igual tengo un "incunable".
Pasad buen fin de semana y cuidadito con alterar al demonio que se las gasta muy malas en celebraciones santas.
Estupendo álbum, sí señor. Mi versión es la de Elektra, hecho en Alemania, con la portada mate con el pentagrama satinado y carpeta doble. Looks that kill, Bastard, Too young to fall in love o Red hot... imprescindibles para todo jebi ochentero que se precie. ¡Saludos!
ResponderEliminarEsa es precisamente la versión que busco. O bien la encuentro demasiado cara para mis presupuestos o demasiado estropeada. La re-edición acabará cayendo, supongo. Me encanta volver a este disco, que machaqué en cinta vuelta y vuelta, me flipaba el sonido básico y sucio de aquella casé en mi viejo reproductor. Y hoy nos quejamos de si el mp3 suena mal o comprimido. Escuchar una casé barata en un reproductor barato o un walkman sí que era "calidad". Y más si lo hacías con una grabación en TDK o similar. En fin, que, como bien dices, un estupendo álbum. Abrazo.
EliminarA mi me gusta más esta, pero la otra la verdad es que es más satanista jaja
EliminarDiscarro, que aunque no mi preferido de estos 4 locos personajes (a los que amo profundamente y sin reservas), le he pegado también "cienes y cienes" de escuchas. Para mí las mejores Looks that kill y Too young to fall in love
ResponderEliminarAbrazo
Unos cracks
EliminarToo young to fall in love.. para los millenians que se dejen caer por las sendas de la buena musica como dijo king piltrafilla un clasico del Vice City Stories jajaja que gran juego.
ResponderEliminarEs un disco formidable el diseño de la caratula es simple pero me encanta es como si reflejara a la perfección los colores de la movida heavy glam de motley es casi eroticamente sublime, el tema que da nombre al album es un contundente clásico que no puede faltar en cualquier bareto heavy que se precie.
Siempre preferir a los Motley antes que metallica, mucho más.
ResponderEliminarMe han marcado mucho más en general pero también es que los gta's que quieres que te diga jajajaja mítica su aparición en ellos.
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