Ir al contenido principal

Steeler – Steeler (Shrapnel-1983)


Regreso a este espacio dedicándole una nueva entrada a uno de los álbumes adquiridos en mi viaje de Semana Santa a Japón. Que me gusta Yngwie Malmsteen no es un secreto, durante quince años fui seguidor incondicional suyo y en este blog hay pruebas de ello ya que podéis encontrar mis entradas dedicadas tanto a su primer álbum en solitario como a su presentación internacional de la mano de Alcatrazz. Y precisamente en la primera entrada que os menciono ya os hablaba de Steeler –no confundir con los alemanes del mismo nombre, a los que también os presenté aquí–, la banda por la que el sueco tuvo un paso breve –apenas cuatro meses– pero que dejó huella. Nunca pensé que podría conseguir este vinilo –no era cuestión tampoco de dejarme una pasta en ello–, por lo que por afán completista lo descargué en mp3 e incluso lo llevo en el coche. Sin embargo, por cortesía de Disk Union (Udagawacho, 30−7, アンテナ21 2F/3F, por si alguno tiene intención de ir)... ¡tachánnn! me lo he traído a casa por unos 8 euros y pico. Eso sí, la versión americana, sin funda interior ni grandes alardes de creatividad. Qué le vamos a hacer. 

Total, que en 1982 tenemos al jovencísimo Lars Johan Yngve Lannerbäck en su Estocolmo natal, sonando en emisoras de institutos y enviando una cinta con tres singles a las oficinas de CBS Sweden. El cómo llegó esa cinta a manos de Mike Varney –un periodista norteamericano de veintidós años que tenía una columna en el magazine Guitar Player dedicada a descubrir nuevos valores, y que dos años antes había fundado Shrapnel records– es un misterio que cambió para siempre el futuro del hard rock y la vida de ese chico. Varney se puso en contacto con él y la cosa acabó con Yngwie en la Bay area uniéndose a Steeler –lo cierto es que la totalidad del álbum estaba ya compuesta, aunque pudo aportar un par de ideas– para grabar su debut homónimo en los Prairie Sun studios de Cotati con un aún inexperto Mike Varney a la producción. 


Un Malmsteen primerizo, la producción simplona de Varney y un Ron Keel con un gran potencial vocal pero algo irregular hacen que esta obra no sea perfecta, pero en su conjunto es altamente recomendable y –por lo que supone para la historia del género– del todo imprescindible. Así pues, acompañando a Keel a las voces y guitarra rítmica y a Yngwie Malmsteen a la guitarra solista, completaban Steeler un tal Rik Fox al bajo y Mark Edwards a la batería y labores de composición junto a Ron. En un par de temas, como músico de estudio, encontramos también a Peter Marrino haciendo coros, otro de los fichajes de Varney, que era vocalista de Le Mans y acabaría poniendo voces en los álbumes para Shrapnel records de los Cacophony de Friedman y Becker

Con portada diseñada por Bret H. Linford con fotografías de Mark Workman y Liz Kimmel, el track list de este seminal disco compuesto casi en su totalidad por Keel y Edwards fue: 

A 
Cold day in hell 
Backseat driver 
No way out 
Hot on your heels 

B 
Abduction 
On the Rox 
Down to the wire 
Born to rock 
Serenade 


La primera cara se inicia con Cold day in hell, con unas voces de Keel que suenan poderosas aunque algo forzadas y una producción algo pobre –por desgracia, eso lastra todo el álbum– aunque con un solo de Yngwie impresionante. Realmente puedo imaginar la primera vez que los metalheads de la Bay area escucharon su manera de tocar y seguramente se les desencajó la mandíbula por tener la boca abierta tanto rato. Backseat driver es otro hard rock típico con sonido angelino aunque Malmsteen pasa algo de puntillas por él. No way out tiene una bonita intro acústica y una melodía de guitarra muy parecida a lo que encontraríamos ese mismo año en el primer álbum del sueco con Alcatrazz. En este hard rock, incluso tirando a melódico –el único tema coescrito por Malmsteen, obviando la instrumental que inicia la cara B–, se intuyen las bases de los derroteros por los que Yngwie conducirá su carrera años después. Evidentemente el trabajo de guitarras es estupendo y es una de mis canciones favoritas del álbum. Y si por si no hubiese quedado claro, el siguiente Hot on your heels tiene una larga intro instrumental de un Malmsteen desatado –el típico solo de concierto– en la que manifiesta su maestría y rapidez con las seis cuerdas. En serio Ron, ¿de verdad creías que ese muchachito europeo iba a conformarse con tocar la guitarra en tus canciones? El resto del tema es un estupendo hard rock firmado en solitario por Keel, adornado por los guitarrazos de Yngwie

La segunda cara comienza con On the RoxAbduction es sólo una introducción muy simple, con menos entidad que la de Hot on your heels pero a la que se decidió dar título–, otro estupendo hard rock a cargo del dúo Ron/Mark, simple pero efectivo. Mucho mejor y más elaborada melódicamente es Down to the wire, con un estribillo y un solo matadores, otro de los highlights del disco en mi opinión. Born to rock es otro temazo en la línea general de este Steeler, con un aire festivo y seguramente un momento álgido en las descargas en directo de la banda, en el que Malmsteen también se luce. Y para terminar, Ron se saca de la manga una balada titulada Serenade –las voces de Keel conteniéndose en este tema no me gustan nada, pero nada– en la que Yngwie vuelve a coger la acústica y acaba regalándonos un emotivo trabajo con la eléctrica, con un final de los que le gustan al sueco. 


En fin amigos, os acompaño la grabación completa para que los que aún no le habíais echado el oído a este álbum podáis disfrutarlo ahora. A modo de ampliación de datos, deciros que de este disco existen dos prensajes, uno con galleta negra y letras plateadas y otro –esa es la versión que tengo yo– con número SHRAPNEL1007, con galleta plateada y letras negras. 

En quince días, más recuerdos de Japón. 

¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. Suenan pero que muy bien. No tenía de ellos y si hay que ir a Japón para que nos instruyas con estos sonidos, pues se hace una colecta y sino da para volver, te pagamos el billete a un polígono de naves chinas para ver si hay vinilos hard rockeros ;D. Buen aporte, como siempre. Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo de la colecta me suena muy pero que muy bien. Resulta que me dejé bastantes vinilos en las cubetas de Disk Union. Por mi, vuelvo mañana jajajaja
      Si alguien quiere ir a Japón con un guía particular, ya sabe jajajaja

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Joe Satriani - Flying in a Blue Dream (1989)

Joe Satriani - Big Bad Moon - Live Expo 92 (Sevilla) ¿ Vaya presentación la del Tio Joe eh?, mira que plantarse en Sevilla, en medio de la Expo92 y vomitar el Big Bad Moon acompañado del gran Brian May, no había visto nada igual hasta la fecha y creo que a día de hoy, tampoco.  ¿Quién se esperaba ese Slide con la propia armonica? Bueno, que me dejo llevar por la emoción, Joe Satriani forma parte de la banda sonora de mi infancia.  Sin ningún tipo de duda, soy quien soy, musicalmente hablando, por mi primo, el cual me encamino hacia que escuchar y que instrumento tocar, a través de cintas como esta descubrí al profesor y a muchos mas.  En esta cinta destacan Joe Satriani, un tal Jason Becker, Steve Vai o el mismísimo Paul Gilbert con Racer-X, anda que no le di vueltas a esa cinta, aun la conservo.  Una cosa que llama mucho la atención de esta clase de músicos, es que las canciones, la gran mayoría de veces carecen de letras y eso no suele gustarle a todo el mundo. Hablar de un disco de

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero

Surgin' – When midnight comes (Music For Nations, 1985)

  Hoy traigo el único álbum (oficial) de la efímera banda neoyorquina Surgin , una joya escondida en el resto de saldo que fue el rock melódico de los ochenta, con un protagonista especial: Jack Ponti. Igual no tienes ni idea de quién es este personaje. Fíjate en la foto de abajo, es el de la izquierda, tocando con su colega de instituto John Bongiovi en un concierto del grupo que montaron juntos, Rest. Su poco éxito en aquellos primeros ochenta disolvió la historia, pero no así la amistad que ambos se profesaron. Aunque habría que revisar esas “amistades” de Mr. Bongiovi: para el puesto de guitarrista de su banda eligió a un desconocido Richie Sambora antes que a sus colegas Ponti o Snake Sabo. Por algo sería, claro. Jack formó su propia banda, que acabó llamándose Surgin, y consiguió editar este disco que hoy comparto por aquí, When midnight comes , en 1985. Compuso, produjo y tocó en él con la esperanza de alcanzar el estrellato roquero, objetivo que, obviamente, no logró. ¿Por

KISS-ASYLUM (1985-Mercury)

  A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue.  Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono.  Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda

Cream - Wheels of Fire (Polygram Records, 1968)

Me he llevado una pequeña sorpresa al bucear en el blog buscando este disco, por aquello de no repetir entrada, y comprobar que aun nadie ha reseñado el tercer largo de los ingleses. Imagino que mi predilección por Clapton hace que la mayoría de los clásicos del guitarrista se me antojen imprescindibles, de ahí la sorpresa. Pero bueno, aprovecho yo para dejar aquí mis impresiones sobre este Wheels of fire , además de unas fotos de la edición en vinilo, que me parece espectacular.  Antes de entrar en materia, me gustaría aclarar algo: pese a que conocí a Cream por Clapton, la realidad es que los dos gallos del gallinero eran sin duda Jack Bruce (bajo y voz) y Ginger Baker (batería), hasta el punto que en este disco el guitarrista no aparece acreditado como compositor. Sin duda su mano y su característica voz fueron imprescindibles para el sonido de la banda, pero las fuertes personalidades de los dos personajes mantenían el equilibrio y hacían que Clapton, que podría estar soleando dura