Ir al contenido principal

Sátira - El mundo de los sueños (1991 - Avispa)



Os propongo para este fin de semana uno de los mejores trabajos del hard rock melódico español. Un disco que al igual que su banda creadora han sido inmerecidamente e incomprensiblemente olvidados. Se trata de los navarros SÁTIRA y su primer LP de título El mundo de los sueños. Diréis que soy un exagerado y que lo de "mejores trabajos de..." lo escribo muy a la ligera, pero os comento que es uno de los vinilos que más pincho.

El periplo de la banda comienza en 1985 en la localidad navarra de Esparza del Galar. Tras varios años grabando maquetas con temas propios, cambiando de personal y tocando por la zona, su gran oportunidad les llega en 1990 cuando ganan la V Muestra de Música Pop –Rock organizado por el Departamento de Educación y Cultura del Gobierno de Navarra. Habían presentado dos temas “Si estás allí” y “Sin mirar hacia atrás”.




Con los dos temas de la última maqueta y con un buen puñado de temas propios, de los que alguno se quedaron fuera, y con las pelas que les dieron por ganar el concurso, graban en los estudios madrileños M-20 para Avispa su primer trabajo que lleva el título de El mundo de los sueños, que contiene ocho temas compuestos y arreglados por la propia banda que la forman Javier San Martín (voz y guitarra), su hermano Juanan (teclados), Eduardo Zamora (guitarra), Josetxo Martínez, bajo, y Miguel Jaso, batería.


Este vinilo tuvo muy buen acogida por parte del público que lo adquirió y por parte de la prensa especializada que lo calificó como uno de los mejores del año, así que los conciertos no tardaron en lloverles por toda la geografía ibérica.

Una banda sincronizada donde todo encaja y todo brilla: guitarras, base rítmica, teclados, letras, estribillos, coros y una gran y personal voz.






Un trabajo elegante que suena de vicio en el plato. De hecho dio, hablamos de 1991, para dos singles promocionales, el primero con “El mundo de los sueños”/”El cielo puede arder” y el segundo con los temas “Si estás allí”/”Días de sol”. Sin duda dos caras A muy bien elegidas por su calidad y ritmos pegadizos, casualmente los cortes que abre y cierra el vinilo, respectivamente. No desmerecen, ni mucho menos, las caras B, con dos temas muy guitarreros con unos riff y solos que se salen, como ocurre también con “Veinte años” e  “Imaginación” en la que también destacan sus estribillos y coros. En otros registros, no perderse “Desterrado” con un ritmo cadencioso y agónico que te pone los pelos de punta como los pensamientos del protagonista de la historia que se relata, o “Sin mirar atrás” un medio tiempo acelerado que no te permitirá estarte quieto.






La entrada de un nuevo miembro, las tensiones en el grupo, los inesperado cambio de compañía, las discrepancias en la grabación de su segundo LP, que salió al mercado en 1993 bajo el título de Tiempos duros,  y la falta de promoción de este trabajo, supusieron, como me imagino que estáis adivinando, la disolución del Sátira. Pero esta es otra historia que más tarde o temprano merecerá otro capítulo.

Os recomiendo unos de mis discos preferidos dentro de rock patrio más melódico. Espero que lo disfrutéis tanto o más que el fin de semana. Sed felices, es una orden.












Comentarios

  1. Pues de este grupo no tenía ni idea. Voy a ponerle remedio. Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con poco que pongas de tu parte, ya verás como este te va a gustar... un poco, que para mí ya sería mucho... Saludos

      Eliminar
  2. Buenísimo Paco...otro al saco.

    abrazo

    Ángel

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este si que es bueno. Buenos teclados, guitarras, base rítmica, hard rock con estiolo. Otro para tí Ángel

      Eliminar
  3. La movida madrileña seguía con fuerza en los 90s aunque no lo parezca!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Power Trip - Nightmare Logic (2017)

  El disco de esta semana es uno de mis favoritos de los últimos años. No es un género que actualmente escuche demasiado pero sí que me gusta reescuchar los mejores trabajos que se han sacado en el mismo. Es por ello por lo que desde hace tiempo estaba pendiente de incorporar a mi colección. Power Trip no se anda con rodeos. Nightmare Logic es una descarga de thrash moderno con actitud hardcore, que toma las raíces del género y las machaca con rabia y contundencia. Ocho temas, poco más de media hora, y ni un momento de tregua.                                                   La fórmula es simple, pero funciona como un mazo: riffs afilados, ritmos implacables y una producción que potencia el golpe sin necesidad de embellecerlo. "Executioner's Tax (Swing of the Axe)" se ha convertido en un himno por méritos propios: groove pegajoso, mensaje directo y una ej...

Georgia Satellites - Georgia Satellites (Elektra, 1986)

  Este podría ser uno de los mejores discos debut de los ochenta si fuera de verdad un disco primerizo. Según como se mire, porque la historia que llevó al parto de esta joya que hoy nos ocupa tiene mucha miga. Remontémonos al inicio de 1983 cuando unos muchachos de Georgia consiguen grabar una maqueta de seis canciones en unos pequeños estudios de Atlanta con Jeff Glixman a los mandos. ¿Y por qué un productor tan afamado se fijó en estos desconocidos? Jeff era un tipo de Atlanta que gustaba de tomar cervezas en los garitos de la zona, allá donde hubiera actuaciones, y coincidió varias veces con “The Satellites” (que así se llamaban por entonces). Congeniaron y les hizo de celestina para aquella primera maqueta. Cuando las fechas para grabar un disco “de verdad” estaban a punto de llegar el verano siguiente, los muchachos partieron peras: adiós banda, adiós oportunidad.  Ya sabemos en este blog que la suerte aparece en el camino de muchos de nuestros músicos favoritos. Y en es...

Magnum - The eleventh hour (Jet Records, 1983)

Todas las bandas alcanzan en algún momento un “punto final”: si sobreviven a esa crisis el futuro del grupo está asegurado; de lo contrario, ¡adiós, amigos! En el caso de Magnum , este es el álbum que cambió la historia de la banda, el que pudo haber sido el final y se convirtió en la puerta al futuro.   Porque, cuando los muchachos estuvieron listos para grabar el que sería su cuarto disco de estudio, se encontraron con un “pequeño” contratiempo: la compañía (Jet Records) se negó a poner dinero para un productor o un estudio decente. Y, eso, teniendo en cuenta que su anterior Chase the dragon había alcanzado un decente puesto 17 en las listas de ventas británicas. Tony Clarkin se vio en la obligación de encargarse de la parte técnica por primera vez (en el futuro lo haría numerosas veces) y en unos estudios que, según sus palabras, “tenían un nivel tecnológico de 1930”. Bob Catley hizo de ayudante de producción y Dave Garland de ingeniero. "¡Vamos a hacer una tortilla de pat...

Grand Prix - Samurai (Chrysalis, 1983)

Si quieres cardarte las melenas, ajustarte los pantalones y trasladarte a un garito británico de principios de los ochenta, súbete a este Samurai, no solo por las canciones con un toque de pomposo AOR con guitarras heavies, también por la producción y la mezcla: esas baterías, esos coros, esos tecladitos. Y ten en cuenta que la masterización reciente (la que escuchas en redes y plataformas), ha limpiado un poco el efecto final. Love it or leave it, no hay otra. Y aquí, lo amamos. En Grand Prix se reunieron talentosos músicos jóvenes. En su primera versión, allá por 1980, contaban con Bernie Shaw a las voces, Michael O’Donoghue a las guitarras, Ralph Hood al bajo, Andy Beirne a las baterías y Phil Lanzon a los teclados. Todos se encargaban de cantar y hacer coros. Tras la edición de su primer largo, llamado como la propia banda, Shaw dejó el grupo y fue sustituido por Robin McAuley, quien grabaría los dos siguientes: There for none to lose (82) y este que hoy os traigo. La banda se sepa...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.