El disco empezó a gestionarse a partir de To Be A Lover, una acelerada versión del I Forgot To Be Your Lover de William Bell. El tema recupera al Idol más rockero, con esa voz canallesca a lo Elvis bastardo que tan bien sabe hacer cuando se lo propone. Y es que es innegable que Billy Idol posee una gran voz.
Producido, de nuevo, por Keith Forsey (artífice del éxito americano de Billy Idol) Whiplash Smile suena un poco más directo que sus anteriores discos, aunque no se aleja mucho de la típica producción empalagosamente ochentera llena de sintetizadores.
Billy Idol siempre ha declarado que es su disco maldito, ya que le recuerda a un periodo muy duro de su vida. La canción Sweet Sixteen nace del dolor por la ruptura con Perri Lister. Una verdadera oda al amor que aun sentía por ella. Sin duda alguna, el mejor tema del disco. No en vano siempre se dice que las mejores canciones (u obras de arte) nacen del dolor más profundo.
El disco se abre con World Forgotten Boy, un tema 100% Idol con un acelerado riff del gran Steve Stevens repleto de armónicos marca de la casa. Con este tema se demuestra, una vez más, que el tándem Idol/Stevens cuando están inspirados es infalible. Se nota que Billy Idol le dejó cierta carta blanca a Steve Stevens en la composición de los temas ya que en general es un disco mucho más rockero que sus anteriores entregas.
El disco se abre con World Forgotten Boy, un tema 100% Idol con un acelerado riff del gran Steve Stevens repleto de armónicos marca de la casa. Con este tema se demuestra, una vez más, que el tándem Idol/Stevens cuando están inspirados es infalible. Se nota que Billy Idol le dejó cierta carta blanca a Steve Stevens en la composición de los temas ya que en general es un disco mucho más rockero que sus anteriores entregas.
En Man For All Season la guitarra de Steve Stevens está maravillosamente descontrolada con un riff trepidante que domina todo el tema. Además contiene un gran solo y unos brillantes arreglos acústicos en la parte central.
Soul Standing By es otro de los grandes momentos del disco. Un tema que se sustenta en el riff del virtuoso Steven respaldado sobre un colchón de sintetizadores. Un tema muy Idol que contiene unas guitarras espectaculares.
La cara B empieza con uno de los singles más famosos del disco, Don't Need A Gun. Es, sin duda, el mejor tema de esta segunda cara, todo y que los arreglos de sintetizadores suenan un tanto desfasados a día de hoy.
El resto de canciones son correctas, con la inimitable y sensual voz de Idol, pero ninguna destaca especialmente.
Cómo curiosidad el tema Fatal Charm formó parte de la cuarta entrega de la saga de Pesadilla En Elm Street.
Steve Stevens era un crack y Idol un icono de los ochenta. Siempre me pareció un macarra con poco talento musical (pero lo mismo pienso de Vince Neil, por ejemplo). Así que nunca fui fan ni comprador de su música. Con los años volví a escucharle y aprecio ese sonido de época y la magia de Stevens. Aprovecharé para ponerme al día. Un abrazo.
ResponderEliminarLa verdad es que Billy nunca llamó demasiado mi atención. Stevens era otra cosa. Y ya que Rockología menciona a Neil, os recomiendo el álbum en el que ambos colaboraron, además del imprescindible Atomic playboys. Le daremos una escucha... y creo que ya está.
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