Y después de las navidades y el cambio de año, regreso con vosotros para hablaros una vez más de uno de mis vinilos. A algunos de vosotros quizás os sorprenda esta entrada. ¿El jebi de King Piltrafilla recordando los días en los que una y otra vez escuchaba este álbum? Muy raro. Sin embargo, los que ya me conocéis de hace tiempo, habréis leído cómo en numerosas ocasiones –cual abuelo cebolleta- he explicado que mi primer contacto con una tienda de discos y –por consiguiente- la primera música que compré en mi lejana adolescencia fueron cuatro cintas de –respectivamente- Donna Summer, Kiss, AC/DC y... Status Quo. La casette en cuestión de estos últimos fue Whatever you want pero no tardó en caer la de su predecesor, este If you can’t stand the heat de 1978.
Concretamente, se trata del undécimo disco de esta banda británica formada en el instituto por unos jovencísimos Francis Rossi y Alan Lancaster, a la que se reconoce mayoritariamente por ser la abanderada más popular de lo que se dio en llamar boogie rock. Con portada de John Shaw y diseño de doble cubierta de Shoot that tiger!, If you can’t stand the heat se grabó en los neerlandeses Wisseloord studios producido por Pip Williams.
El line up para el álbum estaba formado por Francis Rossi a la guitarra, voces, pantalones acampanados, patillas y chalecos, Alan Lancaster al bajo y voces, Rick Parfitt a la guitarra y voces y John Coghlan a la batería, con la colaboración de Andy Bown a los teclados, Frank Ricotti a la percusión y una sección de metales a cargo de The David Katz Horns.
El track list era:
A
Again and again
I'm giving up my worryin'
Gonna teach you to love me
Someone show me home
Long legged Linda
B
Oh, what a night
Accident prone
Stones
Let me fly
Like a good girl
Al disco en cuestión no lo nombra ni el tato en ninguna de las reseñas que he podido leer. Ni Rossi cuando le preguntan los temas favoritos de toda su carrera, ni los periodistas musicales cuando hacen la consabida lista de discos imperdibles de la banda. Y, sin embargo -llamadme ignorante-, a mi me parece superior a su posterior obra. Es cierto que aquella tenía temas como el homónimo Whatever you want o la bonita Living on an island... pero en este If you can’t stand the heat están Oh, what a night, Again and again, I’m giving up my worryin, la estupenda Stones, Long legged Linda y –sobre todo- la pegadiza Accident prone, para mi, una canción imprescindible del todo en la historia de los Quo.
Musicalmente, mis gustos derivaron hacia otro tipo de sonidos. Pero nunca he olvidado estas canciones grabadas a fuego –como el de su portada- en mis neuronas. Así pues, casi cuarenta años más tarde y gracias al stock polvoriento de @vinilorockodium, he recuperado esta grabación –esta vez en vinilo- que utilizo hoy, como si de un DeLorean se tratase, para regresar a un pasado confortable, lleno de sueños, ilusiones y una vida por delante, tiempos que -camino ya de la cincuentena-, evoco con nostalgia.
¡Feliz viernes!
@KingPiltrafilla
Es curioso como la música que escuchamos de jóvenes se nos queda para siempre, incluso, como me ocurre a mí a veces, llegando a reconocer que alguno es (objetivamente) un truño sigo adorando ciertos discos. Este de los Quo no lo tengo ni creo haberlo escuchado nunca, así que me pongo a ello. Un abrazo.
ResponderEliminarYo en cambio he ido a la inversa, según han pasado los años me he ido acercando al sonido Quo, hoy me parecen claves y este disco es uno de los culpables de esto.
ResponderEliminarFantástica reseña.
Salud.