Amigos del vinilo, la verdad es que las cosas empezaron a funcionar gracias a Metallica. ¿Que de qué os hablo? Tenéis razón, quizás deba comenzar por el principio. Iron Maiden habían editado su Killers en la vieja Europa cuando en la costa oeste de los Estados Unidos, Billy Gould y Mike Bordin formaban una primeriza versión de FNM que por entonces se denominó Faith no Man. Un año después cambiaron de nombre y tras diversos cambios de formación –sobre todo en el puesto de vocalista-, Faith no More editaron We care a lot, un disco autofinanciado que no tuvo demasiado éxito, pero sirvió para llamar la atención de un joven sello independiente que les ofreció grabar su primer elepé, Introduce yourself. Sin embargo, ¿fue ese sello realmente el culpable de que Faith no More, una banda con sonido inclasificable, consiguiesen un contrato, el conocimiento del público y los medios y –por consiguiente- la oportunidad de aparecer incluso en la MTV?
James y su camiseta de FNM
Pues yo creo que no. Si nos remontamos a finales de los 70, veremos que Jim Martin –guitarra-, Mike Bordin –batería- y un tal Cliff Burton habían formado un grupo llamado EZ Street que tuvo un corto recorrido antes de que Bordin formase Faith no Man y Burton se uniese a Metallica. Así pues, ignoro si fue porque el sonido de la banda llamó la atención del por entonces punkarra James Hetfield o si fue por recomendación de Cliff Burton, pero resulta que el frontman de los Metallica apareció un día en una sesión de fotos con una sencilla camiseta de FNM. De todos era conocida la pasión de Ulrich y los suyos por grupos de la NWOBHM, pero ¿quiénes eran esos Faith no More que además eran de la zona?
Total, que tras el discreto éxito de Introduce yourself y tras un cambio de vocalista, el line up de la banda quedó definitivamente compuesto por Mike Patton a las voces, Billy Gould al bajo, Jim Martin a la guitarra, Mike Bordin a la batería y percusión y Roddy Bottum a los teclados. Y con Matt Wallace ayudándoles a la producción como había hecho en los álbumes precedentes, se encerraron en el Studio D de Sausalito para poner en las tiendas The real thing con el siguiente track list:
A
From out of nowhere
Epic
Falling to pieces
Surprise! You’re dead!
Zombie eaters
B
The real thing
Underwater love
The morning after
Woodpecker from Mars
Se inicia esta joya con una guitarra cruda, un bajo con vida propia, una batería potente y unos teclados con ese sonido Camela, de cabra y silla que incomprensiblemente encaja de perilla en esta mezcla ecléctica de estilos. Y si le añadimos la inclasificable voz de Patton, bueno, cosas como el comienzo con From out of nowhere no pueden ser más alucinantes. Llega entonces el tema del clip que pegó el pelotazo en la MTV, el estupendo Epic, esa mescolanza de riffs, teclados preeminentes, hard rock, funk metal y hip-hop que tras el subidón adrenalínico finaliza con ese piano melancólico. Pero ¿qué es eso que acabamos de escuchar?, pues sí, fanáticos de Priest, Scorpions o Anthrax, hay otras cosas interesantes en el vasto y complejo mundo del metal. Sigue Falling to pieces –nada que ver con la de Velvet Revolver-, algo floja para mi gusto, y la genial Surprise! You’re dead! –cortesía de Jim Martin- que te golpea en la cara justo cuando piensas que quizás te has precipitado comprando ese vinilo. Thrash puro, amigos. La cara A finaliza con Zombie eaters, un tema que comienza con acústicas y la voz de Patton, a la que se unen los teclados de Bottum. Hasta ese instante podría incluso precernos una canción de Pink Floyd... de nos ser porque el tema anterior ya nos ha dado un aviso de lo que puede acontecer en los surcos de The real thing y porque ese título de comedores de zombies no presagia precisamente un remanso de tranquilidad. Aun así, tenemos la duda hasta que el bajo distorsionado de Gould nos golpea en la cara a mitad de la canción y muestra la verdadera personalidad de otro de los fantásticos temas que contiene el álbum.
The real thing es otra mezcla de teclados, potente base rítmica con predominancia del bajo, melodías thrash, juegos vocales por parte de Patton e interludios en los que se aprecian –llamadme loco- notas jazzy a lo The Police, en resumen, otra fabulosa andanada dificil de etiquetar, un estupendo tema que precede a Underwater love, una canción que comienza pareciendo menor pero que se convierte en otra pequeña e inesperada joyita. Batería y bajo dan comienzo a otro temazo, The morning after –nada que ver con el de Ratt- que sigue con la tónica general de base rítmica más teclados, guitarras afladas y voces entre el virtuosismo y la psicosis. No está nada mal, pero suena a lo que ya llevamos escuchado en el álbum e incluso a su antiguo hit We care a lot. En ese sentido es -en mi humilde opinión- una canción sin entidad propia, aunque caracteristica de la banda. Cierra The real thing el pajaro carpintero de Marte, Woodpecker from Mars, una extraña instrumental con tintes arábigos compuesta –a saber si proviene de sus EZ Street- por guitarrista y batería. Una gozada. Y es que este álbum, con Angel dust –genial- y King for a day me parecen la Santísima Trinidad de los FNM.
Os acompaño los clips de Surprise! You’re dead! –hilarante grabación de Billy Gould en la que, entre otras lindezas, podemos ver a Jim Martin hacha en mano persiguiendo a una gallina- y de Epic, el pelotazo que reventó la MTV y les plantó en el panorama del metal mundial y en el que podemos ver a Jim Martin llevando una camiseta de tributo a su amigo Cliff Burton.
¡Feliz viernes!
@KingPiltrafilla
A finales de los 80 hastiado del mal rumbo que seguia el heavy metal me decanté por escuchar nuevos sonidos. Cuando oí Epic me quedé flipado. Como no, corrí a la tienda a por el disco pero luego no me dijo demasiado. Lo tengo que recuperar, tal vez con el tiempo me entre mejor.
ResponderEliminarCurioso. Este viernes hemos coincidido en el año de nuestro vinilo, 1989, pero con propuestas totalmente diferentes. Faith No More nunca han entrado en mis favoritos, pero Angel Dust me lo he pinchado hasta aburrirme. Buena época para la música...
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