1983 fue un gran año para el heavy metal, sólo hay que repasar los discos editados a uno y otro lado del Atlántico. El heavy estaba de moda y comenzó a evolucionar, a fusionarse, a mutar, surgiendo un puñado de subgéneros.
Muchas de las bandas que se movían dentro del rock progresivo, estaban influenciadas por el folk. Aprovechando el tirón, o simplemente evolucionando, decidieron endurecer sus creaciones pero sin perder totalmente la esencia del sonido que venían haciendo.
Este fue el caso de ÑU o, mejor dicho, de José Carlos Molina, que pasó gradualmente a hacer heavy sin renunciar a los matices folkies que caracterizaron sus primeros trabajos: Cuentos de ayer y de hoy (1979) y A golpe de látigo (1980).
Ñu y Molina, Molina y Ñu.
José Carlos Molina, compositor, cantante y flautista que aún sigue dando guerra. Uno de los personajes más prolíficos, con más carácter y carisma del rock español. ÑU, una de las bandas más admiradas, con sonido y espacio propio, y una cantera inagotable de hacer músicos, no hay banda por donde hayan pasado tantos y tan buenos.
José Carlos Molina, compositor, cantante y flautista que aún sigue dando guerra. Uno de los personajes más prolíficos, con más carácter y carisma del rock español. ÑU, una de las bandas más admiradas, con sonido y espacio propio, y una cantera inagotable de hacer músicos, no hay banda por donde hayan pasado tantos y tan buenos.
Tras dos años de continuos rifirrafes con la compañía, Molina consigue 200.000 pelas para hacer un single con dos temas y el tío se marca un álbum de nueve. Pero no uno cualquiera, uno brillante, lleno de buenas canciones, que podéis escuchar vía youtube aquí.
La grabación de Fuego tuvo lugar en los M.C. Estudios de Madrid en marzo, abril y mayo de 1983, siendo el técnico de la misma Guy Foessel. Por lo visto este estudio estaba preparado para grabar maquetas y no un LP con flautas, órganos, pianos, vibes, saxos, además de los instrumentos base, de ahí que el sonido del disco no sea bueno. Lástima que no se hubiera grabado en condiciones.
El caso es que José Carlos se hizo con una excelente banda, compuso todos los temas -sólo ayudado en “Más duro que nunca” y en “La Bailarina” por Eduardo G. Pinilla y Jerónimo Ramiro, respectivamente-, metió guitarras y teclados en ellos y cantó como nunca para la ocasión.
El disco, lanzado al mercado el 18 de julio del 83, se abre a lo grande con “Más duro que nunca”, un tema atemporal y todopoderoso, toda una declaración de intenciones que indicaba a las claras que corrían nuevos tiempos y que al Ñu no lo iba a parar nadie:
“He vivido largo tiempo sin mandar ningún mensaje.
He aguantado el frío, soledad y la frustración.
No he venido a batirme ni tampoco sólo.
He encontrado una razón para rebatir.
Y ahora dime quién te ha mentido,
¿quién te ha contado que esto se acabó?
He estado lejos pero tú en mi recuerdo.
Más duro que nunca tú me has hecho sentir.
Más duro que nunca, tú me haces vivir”
Le sigue otro clásico y el más heavy de todos “Fuego” donde Molina se deja literalmente la voz. Tras él, dos temas con aires medievales “El hombre de Fuego” donde destacan buenos riff de guitarra, y la “Revolución”, en el que la banda retoma sonidos más progresivos dejándose escuchar teclados y guitarras a gran nivel. Otro trallazo a ritmo y temática heavy “Lucifer” cierra la cara A del plástico con su inolvidable y pegadizo estribillo:
“Lucifer, Lucifer, muéstrales tu poder.
Lucifer, Lucifer, dales a tu mujer”
La cara B comienza con dos temas a la vieja usanza. La excelente “La bailarina” en la que Molina recupera y hace protagonista a su inseparable flauta. Esta canción gustó mucho a varios locutores de la radio de la capital provocando que Chapa la editara en single, el segundo del disco ya que anteriormente se había comercializado “Más duro que nunca”. Le sigue en la misma onda “Los caballeros de hierro” y otro clásico “La dama de la carroza negra”, más conocida por todos por “Nessa” una gozada de doce minutos de duración. El vinilo se cierra como mandan los cánones, con una balada “Flor de metal”, en la que se incluye el sonido del saxo de Pepe Moreno.
Un excelente trabajo con un estilo propio fácilmente reconocible, que fusionó metal, progresivo y folk, que bien acogido por crítica y público alcanzó buenas ventas y altas cuotas de popularidad, encumbrando a ÑU/José Carlos Molina a los puestos de honor del rock patrio.
Buen finde. Amaos los unos a los otros y sed felices.
En la grabación del disco, formaban ÑU:
- José Carlos Molina: voz, flauta, teclados y vibráfono.
- Jerónimo Ramiro (“el Jero”): guitarras.
- Miguel Ángel Collado: piano, órgano y sintetizadores.
- Chiqui Mariscal: bajo.
- Bob Thackway: batería.
Temas:
Cara A:
1. Más duro que nunca
2. Fuego
3. El hombre de fuego
4. La revolución
5. Lucifer
Cara B:
6. La bailarina
7. Los caballeros de hierro
8. La dama de la carroza negra (Nessa)
9. Flor de metal
Mi favorito de Ñu. Por ahí tengo un vinilo de la banda que antes o después tengo que traer por aquí (antes de que lo traigas tú, desde luego). Supo acerar el sonido a lo que se llevaba y juntó una buena banda (Jero, Chiqui Mariscal, Collado). Guapísimo.
ResponderEliminarTe doy un tiempo jajaja. En vinilo de Ñu solo dos más, pero este, sin duda, es el mejor.
Eliminar¡Cómo me pone el sello de Chapa! Molina es un artista y como todos los artistas es un tanto 'carismático' por llamarlo de alguna manera.
ResponderEliminarYa te digo. Tampoco quise entrar en esos berenjenales, que la verdad, ni me van ni me vienen. Con Chapa todo cristo que pasó por allí tuvo problemas de los gordos. Algo no se haría del todo bien. Monopolizar la escena heavy fue, a mi modo de entender, nefasto para la evolución del género ya que tenían a las bandas pilladas por los huevos. Pero bueno, así ocurrió y así se lo hemos contado ;D Saludos
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