Ir al contenido principal

Kreator - Phantom Antichrist (Nuclear Blast, 2012)


Uno de los mejores trabajos de Kreator (y del mundo heavy-thrash) en años: completo, bronco, agresivo, pero no carente de buenos arreglos y melodías, con un ritmo bestial. 

Mille Petrozza (cantante y alma del grupo desde sus inicios hace treinta años) se sentó un día a escribir una historia ¡Y vaya historia! Una rebelión contra los atavismos arcaicos, contra lo opresión, contra las religiones, contra los poderosos. Una rebelión encarnada en el Phantom Antichrist, en cuya canción adviene al mundo como un nuevo rey en una espiral de guitarras y ritmo brutal: la única solución, la destrucción del mundo (Death to the world). En From flood into fire nos invitan a unirnos, a ser parte del cambio (let us be part of the cure, never part of the plague) para destronar la podrida civilización (Civilization collapse): un arrebato de lucha, de unión de los débiles y los esclavos contra los tiranos, de los poderosos, eso traerá la salvación (United in hate).

Si olvidamos el holocausto de las palabras y la provocación de las imágenes, lo que queda, en realidad, nos entrega otro capítulo de la repetida lucha por la salvación de los oprimidos, a través, en este caso, de un ente mitológico, el proverbial salvador, el Phantom Antichrist

La batalla no tiene vuelta atrás, en The few, the proud, the broken (literalmente: los pocos, los orgullosos, los rotos) nos dice "they are marching into violence, they are killing for the tyrants". Y en Your heaven my hell lo justifica (recordando a Nietzsche): el paraíso que habéis creado se sustenta en la culpa, en el calvario, en el sufrimiento; nuestro infierno; celebremos el Apocalipsis; matemos a todos los dioses. Porque la victoria vendrá con la emancipación de los justos (Victory will come), resulta inevitable en esta unión. El capítulo final, tras el logro, nos deja la historia abierta: Until our paths cross again finaliza cantando todos pasamos, solo las almas sobreviven, puede que en el futuro nos unamos de nuevo.


En lo musical, además de Mille a las voces y la guitarra, Kreator lo forman Sami Uli-Sirniö como guitarrista, Christian Giesler al bajo y Juger "Ventor" Reil a la batería (miembro original del grupo con numerosas idas y venidas). La producción la realizó Jens Brogen en sus estudios suecos (Fascination Street) y lo masterizó divinamente el genial Ted Jensen (Sterling Sound, Nueva York).

El álbum, en general, está a buen nivel, pero me gustaría destacar From flood into fire, Civilization CollapseUnited in hate, The few, the proud, the broken, Your heaven my hell y Victory will come.



Phantom Antichrist, decimotercer trabajo en estudio de Kreator, se lanzó en junio de 2012 a través de Nuclear Blast. La edición en vinilo que traigo hoy es una preciosidad de doble vinilo amarillo a 45 revoluciones por minuto en carpeta gatefold. El artwork corre a cargo de Wes Benscotter y Jan Meininghaus, carga gore y algo sangrienta para dar un poco de terror visual al producto. 

Una experiencia metalera no apta para no iniciados. ¡¡Buen fin de semana!!

Kreator - Phantom Antichrist


Kreator - From flood into fire


Kreator - Your heaven, my hell



Comentarios

  1. Qué bonita edición. Me encanta y me pone los dientes largos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una pasada. Llevaba tiempo detrás de ella pero subía de precio. Los Reyes Magos han sido sumamente generosos, desde luego.

      Eliminar
  2. Gusta usted de buenas ediciones, eso es que se las merece. En su día consideré este disco como el mejor del 2012, no te digo ná. Entrada de 10 amigo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los Reyes Magos han sido generosos, desde luego. Una obra musical y gráfica extraordinaria, creo yo.

      Eliminar
  3. Yo también lo he tenido en el punto de mira durante un tiempo, pero la puta crisis... Bueno al menos que lo compartas con nosotros nos hace sentir que es también un poco nuestro (quién no se consuela es porque no quiere)

    Saludos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Power Trip - Nightmare Logic (2017)

  El disco de esta semana es uno de mis favoritos de los últimos años. No es un género que actualmente escuche demasiado pero sí que me gusta reescuchar los mejores trabajos que se han sacado en el mismo. Es por ello por lo que desde hace tiempo estaba pendiente de incorporar a mi colección. Power Trip no se anda con rodeos. Nightmare Logic es una descarga de thrash moderno con actitud hardcore, que toma las raíces del género y las machaca con rabia y contundencia. Ocho temas, poco más de media hora, y ni un momento de tregua.                                                   La fórmula es simple, pero funciona como un mazo: riffs afilados, ritmos implacables y una producción que potencia el golpe sin necesidad de embellecerlo. "Executioner's Tax (Swing of the Axe)" se ha convertido en un himno por méritos propios: groove pegajoso, mensaje directo y una ej...

Georgia Satellites - Georgia Satellites (Elektra, 1986)

  Este podría ser uno de los mejores discos debut de los ochenta si fuera de verdad un disco primerizo. Según como se mire, porque la historia que llevó al parto de esta joya que hoy nos ocupa tiene mucha miga. Remontémonos al inicio de 1983 cuando unos muchachos de Georgia consiguen grabar una maqueta de seis canciones en unos pequeños estudios de Atlanta con Jeff Glixman a los mandos. ¿Y por qué un productor tan afamado se fijó en estos desconocidos? Jeff era un tipo de Atlanta que gustaba de tomar cervezas en los garitos de la zona, allá donde hubiera actuaciones, y coincidió varias veces con “The Satellites” (que así se llamaban por entonces). Congeniaron y les hizo de celestina para aquella primera maqueta. Cuando las fechas para grabar un disco “de verdad” estaban a punto de llegar el verano siguiente, los muchachos partieron peras: adiós banda, adiós oportunidad.  Ya sabemos en este blog que la suerte aparece en el camino de muchos de nuestros músicos favoritos. Y en es...

Magnum - The eleventh hour (Jet Records, 1983)

Todas las bandas alcanzan en algún momento un “punto final”: si sobreviven a esa crisis el futuro del grupo está asegurado; de lo contrario, ¡adiós, amigos! En el caso de Magnum , este es el álbum que cambió la historia de la banda, el que pudo haber sido el final y se convirtió en la puerta al futuro.   Porque, cuando los muchachos estuvieron listos para grabar el que sería su cuarto disco de estudio, se encontraron con un “pequeño” contratiempo: la compañía (Jet Records) se negó a poner dinero para un productor o un estudio decente. Y, eso, teniendo en cuenta que su anterior Chase the dragon había alcanzado un decente puesto 17 en las listas de ventas británicas. Tony Clarkin se vio en la obligación de encargarse de la parte técnica por primera vez (en el futuro lo haría numerosas veces) y en unos estudios que, según sus palabras, “tenían un nivel tecnológico de 1930”. Bob Catley hizo de ayudante de producción y Dave Garland de ingeniero. "¡Vamos a hacer una tortilla de pat...

Grand Prix - Samurai (Chrysalis, 1983)

Si quieres cardarte las melenas, ajustarte los pantalones y trasladarte a un garito británico de principios de los ochenta, súbete a este Samurai, no solo por las canciones con un toque de pomposo AOR con guitarras heavies, también por la producción y la mezcla: esas baterías, esos coros, esos tecladitos. Y ten en cuenta que la masterización reciente (la que escuchas en redes y plataformas), ha limpiado un poco el efecto final. Love it or leave it, no hay otra. Y aquí, lo amamos. En Grand Prix se reunieron talentosos músicos jóvenes. En su primera versión, allá por 1980, contaban con Bernie Shaw a las voces, Michael O’Donoghue a las guitarras, Ralph Hood al bajo, Andy Beirne a las baterías y Phil Lanzon a los teclados. Todos se encargaban de cantar y hacer coros. Tras la edición de su primer largo, llamado como la propia banda, Shaw dejó el grupo y fue sustituido por Robin McAuley, quien grabaría los dos siguientes: There for none to lose (82) y este que hoy os traigo. La banda se sepa...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.