Desde mediados de los 80 muchos teníamos hambre de un metal más veloz y agresivo. Aquí estaban surgiendo nuevas bandas que se enganchaban al tren del speed/thrash y aunque sabíamos que no podían toser a las de fuera apostábamos por ellas. Había que echarle un par para dedicarte en este país y en aquellos años a este género y además en inglés.
Hoy afortunadamente es un hecho que la escena thrash nacional está viviendo momentos de auge. Tenemos buenos grupos, con producciones de calidad y totalmente exportables, capaces de competir con los mejores trabajos internacionales.
Una de las pioneras junto a Muro, Legión o Crom, fueron los barceloneses Fuck Off formada allá por el 86 por unos tíos muy jóvenes: Miki (batería), Pep (guitarra), Ringeling (guitarra), Jackson (bajo) y Joe (voz).
Antes de grabar su primer álbum ya tenían en la calle, producido por el añorado Pedro Bruque, un single mítico que se vendió como la pólvora nada más salir -yo no pude pillarlo (toda una putada ya que hoy vale una pasta)-, con dos temas “People In War” y “Fuck Off”. Este single junto con sus directos demoledores hacían presagiar un debut de los de hacer historia, como así fue.
En septiembre de 1998, producido por la propia banda y por el sempiterno ingeniero de sonido Dennis Herman, graban y mezclan en los míticos Mediterranean Studios de Ibiza, Another Sacrifice.
Aunque a nivel de producción el disco no brilla lo que debiera (de hecho brilla poco) se suple con las ganas y autenticidad que le ponen los chavales y por una descarga salvaje y desenfrenada de guitarras que echan humo de la velocidad endiablada que pillan, bajo y batería suenan agresivos, cambios constantes de ritmo, junto con una voz y estribillos que lucen en todos los temas.
Un disco que empieza al grito de “Who plays tonight? Fuck Off… Who? FUCK OFF!!!”, y que tras una orgía de sonidos, que parece el final de un tema, da pie a “No return”, que hace un guiño a la peña con “Sueño maldito” el único tema en castellano del álbum, y que tras seis cortes más termina con el ”Black magic” de los Slayer, no se le puede poner pegas, a parte del sonido y de la nada llamativa portada en la que no luce la buena ilustración que se intuye bajo esa capa de un feo marrón oscuro.
Tras este disco, en el 90 vino el no menos celebrado Hell on Earth, con el que desaparecieron de mapa, hasta que Pep Casas se echa a sus espaldas a mediado del 2013 la banda con nuevos miembros y se edita de la mano de Xtremee Music Smile as you kill, compuesto por nueve temas: siete nuevos, el “People in war” de su primer single regrabado para la ocasión y una versión del “Long live R&R” de Rainbow.
Seguro que si los escuchas por primera a Fuck Off vez no te sorprenderán con todo lo bueno del género que habrá pasado por tus oídos, pero remóntate al 88 y creemé al decirte que la calidad que atesoraban los era una novedad en el panorama metálico estatal. El mismísimo Joey Belladona, vocalista de Anthrax, se sorprendió del nivel de la banda cuando los escuchó por primera vez e incluso críticos extranjeros no se creían que eran españoles.
Fuck A:
01 - No return
02 - Maniac
03 - The last flight
04 - Awaiting your death
05 - Blood in the night
Fuck B:
06 - Another sacrifice
07 - Sueño maldito
08 - Born to die
09 - Black magic
Si ya he comentado en varias ocasiones -y me has dado la razón- que los discos de grupos españoles estaban marcados en general por una pésima producción -sobre todo en las voces-, lo cierto es que en el caso de estos FuckOff -ignoro si porque el thrash no necesita de tantos cuidados como el heavy o el hard rock melódico- el resultado es más que digno, incluso superior a muchas producciones alemanas -por ejemplo- de la época, grupos de segunda que -quizás por ser extranjeros- nos parecían lo más.
ResponderEliminarEn resumen, otro ejemplo de arqueología a cargo del máster en jebi patrio.
Un abrazo Paco.
jaja Joder es que lo del sonido es casi una coletilla que pongo sin querer en cualquier entrada de un disco español de los ochenta. Tiene vd razón, será que este género no necesita de tantos cuidados. Aún así, un gran plástico. Un abrazo man.
ResponderEliminarCreo que lo comenté en otra ocasión. Un amiguete mío fanático del thrash me acribilló con este Another sacrifice día tras día durante semanas. Lo tengo grabado a fuego entre litronas y cigarros robados. A la altura de otros productos de la época, con caña y una ejecución más que buena, lo que tenía mucho mérito en aquellos años.
ResponderEliminarPrimera escucha, suenan bastante bien teniendo en cuenta la época y el lugar
ResponderEliminarPues yo conocí a esta banda con un legendario cassette de esos accesibles en aquella época y la verdad siguen siendo de mis bandas preferidas a la hora de soltar el METAL a todo volumen en mi estéreo. Ojalá pueda conseguirme en vinilo sus obras ya que me he enterado que vienen algunas reediciones de ellos.
ResponderEliminarSaludos amigos y como siempre gran entrada.