Ir al contenido principal

UFO – Phenomenon (1974)


Al fabuloso Michael Schenker ya le conocía de sus The Michael Schenker Group cuando me decidí por hacerme con la discografía de UFO. No recordaba haber escuchado nada de ellos por lo que si comencé por este Phenomenon no fue por nada más que por esa maravillosa portada, esa fotografía coloreada inconfundible en la que se puede advertir un pegote que la afea y que se corresponde con el polvo acumulado en los restos de adhesivo de una de esas pegatinas en las que ponía Oferta o Precio rebajado o cualquier cosa por el estilo. Quedaba tan mal que uno siempre pretendía quitarlas con sumo cuidado hasta que aprendió que, o se llevaba la primera capa de pintura de la portada o se dejaba al aire una engorrosa mancha de goma que atraía a la suciedad como un imán. Batallitas del abuelo aparte, el trabajo de los británicos –que justo resultó ser el primero con Schenker en sus filas, así que di en el clavo- me impactó. Acostumbrado al hard’n’heavy y al thrash ochentero, ese hard rock elegante setentero –más tarde me pasó lo mismo con Thin Lizzy- me aportó el conocimiento de nuevos e interesantes sonidos, melodías que me enamoraron desde el primer momento y que no tenían mucho que ver con lo que estaba acostumbrado a escuchar. 

Con Phil Mogg al frente –otro de esos vocalistas de timbre inconfundible y característico-, Pete Way al bajo –a quien recientemente han diagnosticado un cáncer de próstata-, Andy Parker a la batería y un jovencísimo Michael Schenker a las guitarras que con solo diecinueve años compuso la práctica totalidad de los temas junto a Mogg, la banda se encerró –es una manera de hablar- en los londinenses Morgan studios con Leo Lyons a los controles. Unos meses después, Chrysalis sacaba al mercado esta joya con portada de Maurice Tate diseñada por Hipgnosis

El track list era: 

A 
Oh my 
Crystal light 
Doctor doctor 
Space child 
Rock bottom 

B 
Too young to know 
Time on my hands 
Built for comfort 
Lipstick traces 
Queen of the deep 

Oh my es una canción impresionante con regusto a blues rock –de hecho, todo el álbum está impregnado de ese tipo de atmósfera, responsabilidad sin duda de Lyons-, y podría parecerlo incluso de no ser por que está tocado a mayor velocidad de la que sería de esperar. Schenker está inmenso, como en todo el disco y como en la siguiente Crystal light, que se inicia con acústica y la preciosa voz de Mogg. El solo es sencillamente genial. Entonces llega Doctor doctor. ¿Qué decir de ese tema a estas alturas?, se trata de una porción de la historia del rock, una canción mítica. Space child es otro de esos temas que le hipnotizan a uno y que podría haber estado perfectamente en un álbum de Scorpions. Contiene otra magistral interpretación del guitarrista ¡qué no tenía ni veinte años! Y si antes os decía que Doctor doctor es mítica, llega la no menos imprescindible y hard rockera Rock bottom, con ese inconfundible riff y –me repito, lo sé- otra lección de cómo tocar una guitarra a cargo del tormentoso Michael
La cara B se inicia con Too young to know, quizás el tema más repetitivo del disco y el que menos me emociona. Time on my hands es otro medio tiempo con acústicas, tranquilito, para degustar relajado dejándose llevar, en el que –como es habitual- destacan la voz de Mogg y el buen gusto de Schenker a las seis cuerdas. Le sigue Built for comfort, el pedazo de tema de Willie Dixon que ya no deja dudas de cual es la línea musical que discurre bajo la superfície de Phenomenon. Tras el blues puro de la canción anterior, Schenker nos regala una pequeña instrumental antes de despedirnos un maravilloso Queen of the deep que le convierte a uno irremisiblemente en adorador de UFO con solo tener un mínimo de sensibilidad musical (un tema que sin tener relación, me recuerda mucho al Caviar and meths de los Priest). 


En resumen, que este álbum es un compendio de verdaderos himnos del hard blues rock melódico –que no AOR- de todos los tiempos, pasajes de extraordinaria belleza, una sólida base rítmica sin grietas, la carismatica voz de Mogg y la excelsa guitarra de Schenker

Sí amigos, mi copia de Phenomenon tiene un pegote en la portada... pero no la cambio por nada. 


¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. UFO son inprescindibles..PHENOMENON es un discazo..SCHENKER es el puto amo de la Flying..y ROCK BOTTOM..lo peta, de mis temas preferidos..Saludos!!

    ResponderEliminar
  2. Un gran disco, como prácticamente toda la discografia de UFO con Schenker. La voz de Phil Mogg es otra de esas voces exquisitas del rock, una voz melancólica y especial que siempre he relacionado con la de Lynott. Enigmática y genial portada...respecto a lo del pegote, quizás si le da con un trapito de algodón con un poco de alcohol logre deshacerse de ello. Claro que, a estas alturas, ya forma parte del encanto del artwork.

    ResponderEliminar
  3. A mí me tiene Schenker en su nómina de fans cerrados. Un crack. Rock bottom, Doctor doctor, Queen of the deep... Un grande.

    ResponderEliminar
  4. Gracias a los tres por los comentarios. Definitivamente, no se puede hacer otra cosa que alabar y amar este álbum. Probaré lo del alcohol, Rafel.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero que no acabe destrozandote del todo la portada!! Si es así...yo no se nada!! XD

      Eliminar
  5. Discazo! Yo los conocí gracias a Doctor Doctor, un auténtico temazo! De sus comentarios, que decir, de 10 como siempre!
    Saludos

    ResponderEliminar
  6. Con alcohol se elimina esos restos de pegatina. Discaso!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Joe Satriani - Flying in a Blue Dream (1989)

Joe Satriani - Big Bad Moon - Live Expo 92 (Sevilla) ¿ Vaya presentación la del Tio Joe eh?, mira que plantarse en Sevilla, en medio de la Expo92 y vomitar el Big Bad Moon acompañado del gran Brian May, no había visto nada igual hasta la fecha y creo que a día de hoy, tampoco.  ¿Quién se esperaba ese Slide con la propia armonica? Bueno, que me dejo llevar por la emoción, Joe Satriani forma parte de la banda sonora de mi infancia.  Sin ningún tipo de duda, soy quien soy, musicalmente hablando, por mi primo, el cual me encamino hacia que escuchar y que instrumento tocar, a través de cintas como esta descubrí al profesor y a muchos mas.  En esta cinta destacan Joe Satriani, un tal Jason Becker, Steve Vai o el mismísimo Paul Gilbert con Racer-X, anda que no le di vueltas a esa cinta, aun la conservo.  Una cosa que llama mucho la atención de esta clase de músicos, es que las canciones, la gran mayoría de veces carecen de letras y eso no suele gustarle a todo el mundo. Hablar de un disco de

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero

Surgin' – When midnight comes (Music For Nations, 1985)

  Hoy traigo el único álbum (oficial) de la efímera banda neoyorquina Surgin , una joya escondida en el resto de saldo que fue el rock melódico de los ochenta, con un protagonista especial: Jack Ponti. Igual no tienes ni idea de quién es este personaje. Fíjate en la foto de abajo, es el de la izquierda, tocando con su colega de instituto John Bongiovi en un concierto del grupo que montaron juntos, Rest. Su poco éxito en aquellos primeros ochenta disolvió la historia, pero no así la amistad que ambos se profesaron. Aunque habría que revisar esas “amistades” de Mr. Bongiovi: para el puesto de guitarrista de su banda eligió a un desconocido Richie Sambora antes que a sus colegas Ponti o Snake Sabo. Por algo sería, claro. Jack formó su propia banda, que acabó llamándose Surgin, y consiguió editar este disco que hoy comparto por aquí, When midnight comes , en 1985. Compuso, produjo y tocó en él con la esperanza de alcanzar el estrellato roquero, objetivo que, obviamente, no logró. ¿Por

KISS-ASYLUM (1985-Mercury)

  A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue.  Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono.  Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda

Cream - Wheels of Fire (Polygram Records, 1968)

Me he llevado una pequeña sorpresa al bucear en el blog buscando este disco, por aquello de no repetir entrada, y comprobar que aun nadie ha reseñado el tercer largo de los ingleses. Imagino que mi predilección por Clapton hace que la mayoría de los clásicos del guitarrista se me antojen imprescindibles, de ahí la sorpresa. Pero bueno, aprovecho yo para dejar aquí mis impresiones sobre este Wheels of fire , además de unas fotos de la edición en vinilo, que me parece espectacular.  Antes de entrar en materia, me gustaría aclarar algo: pese a que conocí a Cream por Clapton, la realidad es que los dos gallos del gallinero eran sin duda Jack Bruce (bajo y voz) y Ginger Baker (batería), hasta el punto que en este disco el guitarrista no aparece acreditado como compositor. Sin duda su mano y su característica voz fueron imprescindibles para el sonido de la banda, pero las fuertes personalidades de los dos personajes mantenían el equilibrio y hacían que Clapton, que podría estar soleando dura