Amantes del vinilo y el heavy rock, hoy os quiero hablar de Sign of the Hammer, cuarto álbum de los norteamericanos Manowar y el primero de la banda que me compré en vinilo. El resto cayeron más tarde, aunque todos en CD –incluyendo el single Defender- mientras seguí cada lanzamiento de los neoyorquinos, lo que se prolongó hasta el Warriors of the World. A punto de entrar en la universidad, ya había leído en Metal Hammer sobre la destreza al bajo de Joey DeMaio y la extraordinaria voz de un tal Eric Adams. Así que me fui hasta mi tienda de discos habitual y me compré el último, supongo que por eso mismo, porque era el último... o porque en las cubetas aún no habían llegado de importación los anteriores, ya que desde el punto de vista estético seguro que me hubiese llamado mucho más la atención el Hail to England que la sosa portada de Simon Fowler para este Sign of the Hammer. El primer tema del disco era All men play on 10, que tenía un estribillo facilón que rápidamente se metió en mi cerebro pero que tenía un solo que no me convenció –sigue sin parecerme especialmente bueno-, algo en lo que en esa época estaba muy obsesionado. Con Animals se alegraba la cosa. Era un tema mucho más rápido, se mascaba el sonido del bajo, los grititos de Adams demostraban que podía llegar a unos agudos impresionantes y el solo desbocado del final, aunque breve, ya reflejaba un poco mejor el espíritu de estos guerreros del metal. Entonces llegaba Thor, con esa intro de bajo y batería al galope, la voz de Martin, unos grandes coros y ese solo alucinante –ahora sí- de Ross The Boss que me recuerda el por qué Manowar son una de las bandas a las que seguí con devoción pese a tener una imagen algo ridícula en ocasiones. La cara finalizaba con Mountains, que parecía una... ¿balada? Pues sí, quizás sí, pero eso en el lenguaje Manowar significaba tema épico con teclados, melodías, base rítmica aplastante y un solo cargado de sentimiento.
La cara B se inauguraba con Sign of the Hammer, el tema título de la obra, una andanada bestial, un tema rápido que ofrecía nuevas cabalgadas de bajo y batería, la voz impresionante de Eric y los guitarrazos de Ross con otro solo marca de la casa y efectos de sonido –campanas incluídas- que siguen pareciéndome de lo mejorcito del álbum, uno de esos temas que te deja sin aliento si se te ocurre hacer air guitar por la habitación. Sin descanso, la banda ataca con The Oath. Más caña amigos, otra bestialidad compuesta para saltar y correr a través del campo de batalla soltando mandobles –lo sé, es pomposo, pero puro Manowar Style- o hacer cuernos y sudar imitando a Ross The Boss con una guitarra española de El Corte Inglés –ese era yo amigos- gritando death to false metal!
Entonces DeMaio demuestra el porqué de su fama como bajista técnico y rápido con un fabuloso Thunderpick instrumental, un tema con regusto a tonada medieval tocada por un bardo con dedos infiltrados de speed. Y por último, los neoyorquinos nos dejan un nuevo baladón manowariano de más de siete minutos titulado Guyana (Cult of the damned) dedicado al suicidio en masa de la secta Templo del Pueblo liderada por el cabrón de Jim Jones –yo aún recuerdo las imágenes aéreas que se emitieron en los telediarios- que le deja a uno exhausto aunque con ganas de volver a escuchar el álbum desde el principio.
En fin amigos, un vinilo que en mi opinión sirve como inmejorable muestra de la obra ochentera de una banda que a lo largo de su historia ha sufrido diversos cambios de formación –en el puesto de guitarra y batería- pero que si se caracterizan por algo es por haber sido fieles un sonido y un estilo, incluso podría decirse que a una filosofía de vida. En este Sign of the Hammer teníamos a Eric Adams en las voces, Joe DeMaio en el bajo, Ross The Boss en las guitarras y teclados y Scott Columbus en la batería y percusión. La portada era obra de la mente de Rian Hughes y la cámara de Simon Fowler –quizás le dedique una entrada en el futuro en mi blog- y estaba editado por 10 Records, aunque fabricado y distribuido por Virgin UK. De hecho –como podéis ver en ese adhesivo que nunca quité-, el álbum estaba importado en nuestro país por Virgin España S.A.
Para ilustraros, os acompaño las grabaciones de Animals, Thor (The powerhead) y The Oath. Disfrutadlas sin prejuicios.
Feliz viernes.
@KingPiltrafilla
Me gustaba la fuerza de esta banda, pero nunca llegué a interesarme del todo con ellos, por la imagen que mostraban. No obstante, buen heavy metal.
ResponderEliminarManowar, tan fieles a su estilo que han acabado por autoplagiarse. Sus discos de los ochenta me encantan, definieron un estilo único que nadie a conseguido igualar. Other bands play, Manowar kill!
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