Tenía pensadas varias entradas en el blog para este verano, discos sin pretensiones, refrescantes, fáciles y entretenidos de relatar y escuchar. Pero, como siempre, la procrastinación ha hecho mella en mí y no ha habido manera de terminar ningún texto de forma aceptable según mis criterios. Por tanto, voy a tirar de un comodín y traeros un disco y un grupo del que hay que hablar poco porque ya está todo dicho y poco vamos a aportar nuevo. Así que, como hice cuando traje el Hotel California, pido perdón si ya conocíais algo de lo que viene a continuación, pero es imposible no repetir lo dicho mil veces con ciertos discos y artistas.
Empezamos con la banda, su primera historia y tal. Estamos hablando de un disco recopilatorio que abarca los cuatro primeros trabajos de los Eagles, justo antes del Hotel California.
Venga, los Eagles se formaron en L.A. allá por 1971. Los miembros fundadores fueron Glenn Frey (guitarra y voz), Don Henley (batería y voz), Bernie Leadon (guitarra y voz) y Randy Meisner (bajo y voz), todos reclutados por Linda Ronstadt como miembros de su banda, algunos de gira con ella y todos tocando en su tercer álbum en solitario ("Linda Ronstadt), antes de aventurarse por su cuenta. Como os conté en la entrada del Hotel California aquí, en 1975, Bernie Leadon fue reemplazado por el guitarrista y cantante Joe Walsh. El año anterior había entrado en la banda otro guitarrista, Don Felder. Luego, Randy Meisner, que falleció en 2023, fue reemplazado por Timothy B. Schmit en 1977. Glenn Frey murió el 18 de enero de 2016, a la edad de 67 años. En la época que nos ocupa, del 72 al 75, despacharon cuatro LPs, uno por año: Eagles, Desperado, On the border y One of these nights, reseñado en el blog por Jorge García aquí. En aquellos años, la etiqueta que se les ponía era la del country rock y folk rock, influenciados por bandas de rhythm and blues, soul, bluegrass y rock de la década de 1960 como Byrds y Buffalo Springfield, aunque más tarde se les ha englobado en el saco del soft rock. Como ya en su último álbum, el One of these nights empezaron a escorarse hacia ese rock para atacarlo del todo con el Hotel California, decidieron sacar, a regañadientes, este grandes éxitos a principios de 1976. Ellos no lo sabían, pero este disco que no querían publicar se convertiría con el paso de los años en el álbum recopilatorio más vendido en el mundo (más de 45 millones hasta el 2020) y el Lp que más copias ha despachado en los USA: 38 millones. Se estima que en USA hay 125 millones de hogares. Pues casi en uno de cada tres hay una copia de este álbum. No es de extrañar que en 2017, la "Biblioteca del Congreso" seleccionó el álbum para su conservación en el "Registro Nacional de Grabaciones" por ser "cultural, histórica o artísticamente significativo".
Vamos a entrar en materia con lo primero que nos encontramos, la portada que es una imagen de una obra de arte creada por el artista Boyd Elder (también conocido como "El Chingadero"), cuyo trabajo también se utilizó para la portada del One of These Nights. La pieza consiste en un molde de plástico pintado de un cráneo de águila sobre un fondo azul claro hecho de mylar plateado. La apariencia irregular del fondo dio lugar al mito de que estaba cubierto de polvo de cocaína que la banda esnifó después de la sesión de fotos. La banda optó por no desacreditar ese mito, aunque según los rumores, Glenn Frey también notó el parecido y le dijo a Elder que el fondo le recordaba a "a field of blow" (un término de la jerga para la cocaína). Dicho esto, no hay pruebas que respalden esta historia-leyenda.
Pasamos a la música. Por ahí he leído una opinión que viene a explicar el porqué de que estas canciones hayan funcionado mucho mejor en este recopilatorio que en sus discos de origen: hay una consistencia lírica en las canciones, que a menudo se refieren a incertidumbres románticas que se entienden universalmente y las convierte en una colección de canciones consistentes en el estado de ánimo y la identidad. Musicalmente tenemos una colección de temas de country-rock que ayudaron a que el sur de California pareciera el paisaje más mítico de los años 70. Las canciones son melódicas, y los arreglos llenos de rasgueos de guitarras acústicas sobre una sección rítmica de rock que son inmediatamente atractivos.
La cara A comienza con "Take It Easy", canción clásica de Eagles y una excelente manera de comenzar. Ejemplo perfecto de las excelentes armonías, riffs de guitarra pegadizos y coro memorable. Es una canción para sentirse bien que establece el tono para el resto del álbum con un fantástico Frey de protagonista. “Witchy Woman”, con la voz de Henley y una inquietante melodía, para mí, una de las joyas del disco. "Lyin' Eyes" otro de los mayores éxitos de la banda, tiene una melodía pegadiza, steel pedal y una historia conmovedora. Pasamos al alegre rock de "Already Gone", perfecta para ser radiada y escuchada mientras conduces un Cadillac por una recta sin fin entre Nevada y California y berrear acompañando a Frey. Y termina este lado del plástico con una de las más icónicas canciones del grupo: “Desperado”, donde Henley, acompañado por un piano, pone emotiva voz para cantarnos una balada lenta y triste pero poderosa al mismo tiempo.
Pasamos a la cara B, que comienza con la beegeera “One of these nights”. Fue su segundo número 1. Voz principal de Henley pero con unas armonías vocales en el estilo de los hermanos Gibb, incluso Al Green. Un funky rock con poso de música disco. Fantástico el solo de Felder. De nuevo otra balada emotiva con “Tequila Sunrise” esta vez con Frey en las voces principales. El siguiente corte es el único que no está cantado por la dupla Henley/Frey. La responsabilidad del “Take it to the limit” cae en Meisner. Y aunque sólo llegó al 4 en la lista de singles, es uno de los temas más conocidos del grupo. Sinceramente, a mí se me hace un poco cansino. La esencia de los primeros Eagles se derrama en “Peaceful easy feeling”, country rock pegadizo y con grandes armonías. Y terminamos con su primer número 1 en Estados Unidos, aunque fuera el tercer single extraído de su LP de origen, el On the border: la fantástica balada “Best of my love”. Ey, me he dado cuenta que no he especificado a qué disco pertenecía cada canción. Del Eagles, tenemos “Take it easy”, “Witchy woman” y “Peaceful easy feeling”. Del Desperado, “Desperado” y “Tequila Sunrise”. Del On the border, “Alredy gone” y “Best of my love”. Y del One of these nights, “Lyin’ eyes”, “One of these nights” y “Take it to the limit”.
Termino hablando de mi vinilo. Es una edición española de la época, ya sabéis, de las que, graciosamente, traducían los títulos de las canciones en la galleta.
Saludos calurosos a todos.
Has hecho una propuesta veraniega, como los telediarios buscando noticias fresquitas 😉 Nunca es mal momento para un recopilatorio y si tiene la enjundia de este, bienvenido. Qué joyas esas ediciones nacionales cutres con los títulos traducidos; si las encuentro a buen precio, suelo comprarlas; me dan cierta nostalgia. Sobre todo las que vienen con la funda interior de plástico transparente o, mejor, con la publicidad de la compañía de discos. De "los igels" suelo pinchar canciones sueltas y este recopilatorio cae de vez en cuando; aún faltan en la colección. Un abrazo.
ResponderEliminarUno puede ser muy jebi, muy thrasher o muy blackmetalero, pero si te gusta la música tienes que amar a Boston, ABBA o los Beatles, por poner varios ejemplos. Pues lo mismo con esos tipos. Con esta producción, estas melodías, estos arreglos y esta atmósfera ¿cómo puede uno decir que no ha disfrutado un ratito con este recopilatorio aunque poco antes haya decidido bucear en la discografía de Benediction? Por supuesto, algunos temas me han parecido melifluos y me han gustado más unos que otros (Desperado es para dormirse de pie), pero en general, un disco estupendo para cualquier amante de la música. Hoy no puedo tirarte por tierra, blandenguer. Un abrazo. KING.
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