Ir al contenido principal

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)



Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez, os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos.

Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel momento Ramoncín estaba saturado del mundo de la música y nos quería dejar este directo como legado. Se grabaron las sesiones de Portugalete, Madrid y Barcelona. Y se recogieron en un poderoso directo editado en un vinilo doble que llegó a vender más 400.000 copias, una barbaridad para un disco de rock, en directo y doble. Unas cifras sólo al alcance de Loquillo con su “A por ellos que son pocos y cobardes”. Precisamente, creo que estos dos directos más el “Rock and Ríos” de Miguel Ríos copan el pódium de mejor directo de rock español. Cada uno por una razón diferente. Y la diferencia de este de Ramoncín con todos los demás es que se consiguió captar toda la esencia del público: se siente su calor, se oyen sus gritos y cánticos, se notan sus saltos. En definitiva, la basca es parte del disco, es tan protagonista como los artistas. Y aún así, la calidad de la grabación es fantástica y se escucha perfectamente la música y la voz. Los músicos que arroparon a Ramoncín fueron los guitarristas Basilio Montes, Antonio “Zurdo” Molina y Max Sunyer, el bajista Luis “Rookie” Escribano, en los teclados Richi Fuentes y Cristóbal “Ciendedos” Delgado, batería Luis “Muecas” García y en el saxo, Gary “Salido” Barnacle, recogidos como “El Grupo Salvaje” en la info del vinilo. La armónica, como todos sabemos, para Ramoncín. En la producción, Vic Coppersmith-Heaven, productor e ingeniero británico que también produjo “La vida en el filo” y que había trabajado con coleguillas como The Jam e incluso Rolling Stones.

Al lío.

Por casa andaba el “La vida en el filo” cuya doble portada me gustaba, por lo raro de una portada doble en un disco sencillo y por el descaro que rezumaba. La portada de este “Al límite vivo y salvaje” es una ilustración de Pascal Chardin (no he conseguido encontrar nada sobre él) y me fascinaba aún más. No desentonaría enmarcada y expuesta encima de la cadena musical y siempre la imaginé hecha con neón. Tiene un estilo parecido al “A kind of magic” de Queen, que también teníamos en casa. Transmite emoción y movimiento.

Cuando escuchaba este disco en mi radiocassette (sí, yo era de esos que le quitaba el plástico protector al cartón, sacaba el vinilo tocando sólo los bordes como si fuera una bomba que desactivar y lo grababa en cinta TDK. No lo ponía mucho más para conservarlo lo mejor posible) me encantaba la introducción, los “oe oe oe” de la gente y esa melodía de una serie de televisión muy famosa en aquellos tiempos: Canción triste de Hill Street. Sin embargo, hoy en día, creo que es lo que peor ha envejecido del disco. Quizás era una moda porque en aquellos momentos porque, por ejemplo, Marillion comenzaba su directo “The thieving magpie” con una intro que era la obertura de la ópera de Rosini,La gazza ladra”. No contento con esta extraña apertura del directo, Ramoncín dobló la apuesta metiendo como primera canción una balada. Decidme si habéis ido a algún concierto de rock que empiece con una balada. Eso sí, vaya temazo que es “Como un susurro”, prestando el micro a la peña durante el estribillo. Y a pesar de ello, queda bien. Ramoncín demuestra con esta canción que cuando se pone ñoño también lo hace a mucho nivel. La mayoría de los artistas matarían por ser recordados sólo por un tema así. Para este señor, sólo es otro himno más en su haber. Porque sí, es una frase manida, pero es que Ramoncín acuñó en una década y pico más himnos que canciones. Pocos a su altura.





Y comienza la caña con “¡Déjame!” muy al estilo de E Street Band y donde Ramón lo deja claro a todo el público: “sólo esperamos una cosa de vosotros: que cantéis claro y fuerte y con sentimiento. Sois lo más importante de este disco”. Sin más dilación, empuña su armónica para contarnos que “Estamos desesperados”. En mi opinión, es el tema del disco en el que se notan más sus limitaciones como cantante. Ojo, que eso no significa que diga que es un mal cantante, todo lo contrario. Un tipo que mantiene la voz durante tres horas de concierto no puede ser un mal cantante. Tuve un pequeño encontronazo con su manager cuando compartí en la página de Facebook de Ramoncín una pequeña crónica que hice de un concierto suyo (aquí si te interesa), precisamente por esta opinión. Mi sorpresa fue mayúscula cuando el propio artista me contestó por privado con un audio para calmar los ánimos, en un tono amistoso, como si estuviésemos hablando delante de unos botijos. Ahí me di cuenta de lo que Ramoncín valora a su público, cuida y escucha. Un gesto que le honra y dice mucho de él: me sentí hasta importante, fíjate qué tontería.

Y llega uno de los mejores momentos. La historia de Mercedes, la niña que no le dejaba estudiar en la academia. Se lo cuenta el cantante al público en modo confesión íntima para introducir la maravillosa “La chica de la puerta 16”, compuesta a medias con ese otro genio que se llamaba Pepe Risi.



Le damos la vuelta al primer plástico y seguimos con la pasión desenfrenada que nos transmite “Canciones desnudas” con ese saxo al inicio y con ese “estoy loco por comerte el chochito” censurado en el disco original. Pura adrenalina y saliva. “Por ti me he vuelto loco” de nuevo nos devuelve la armónica de Ramoncín y las venas de las sienes siguen dilatadas para que nos llegue el oxígeno al cerebro como si estuviésemos a punto de hacer cumbre (interprétalo en modo literal o menos casto)

Toca bajar un poco las revoluciones y recuperar el aliento con “Marica de terciopelo”. Esa canción que tuvo la osadía de cantar en el año 78 en directo a toda España en TVE, con un rombo pintado en el ojo, para escandalizar a media sociedad española y encandilar a la otra media con su actitud punk. Me podría tirar el pisto e ir de guay (ahí, metiendo de clavo más jerga de los 80-90s, y no será lo último) diciendo que de joven flipaba también con esta canción. Pero no era así. De hecho, los tres últimos cortes de esta cara son los que solía saltarme. Tened en cuenta que aún tenía la cara llena de espinillas apurando los últimos años en el instituto. Con la edad he sabido apreciar el lirismo que esconden estos versos y contextualizarlo con el momento en el que se publicó y saber darle la importancia que tiene y se merece.



Con “Reina de la noche” me pasa algo parecido a lo que os he contado antes. Me gusta mucho más ahora que entonces. Ramoncín sigue prestando su micro al público para que le ayude a completar en alternancia la letra de la canción. A pesar de que nos cuenta que está subyugado por una mujer, nos lo hace con su chulería propia. Qué raro, llevo más de un folio escrito y es la primera vez que nombro la chulería hablando de Ramoncín. Según Jorge Ilegal, el rock es un ejercicio de arrogancia y chulería. Y Ramón es uno de sus mayores y mejores ejemplos. Y lo que para algunos es un defecto, a mí me mola.

Termina el primer vinilo con “Chuli”. Como si fuera una película de Eloy de la Iglesia nos enteramos de la última noche de un personaje de la calle, que se mueve fuera de la ley. Un retrato de parte de la sociedad de comienzos de la década de los ochenta, cuando las drogas hicieron tanto daño a una juventud que equivocó la libertad con el exceso y la perdición. Esos makoys y kinkis que te pedían las pelas. Qué eufemismo más gracioso ese de pedir.

Nos levantamos del sofá para sacar de la funda el segundo vinilo de este directo. Y que comienza con actitud rock & roll de libro: “Rock & roll dudua”. Fíjate que este tema si me dicen que es de Burning, me encajaría completamente. Y, afortunadamente, hemos llegado a tiempo a “La cita” para cantar uno de los estribillos más conocidos y disfrutar de otra historia de amor y sexo. De nuevo volvemos a relajarnos con “Ángel de cuero” otra de esas canciones con una letra distinta y compleja acompañada a las mil maravillas por el saxo de Mr.Barnacle.



Volvemos a la crítica social con “Forjas y aceros” que relata la lucha y el sufrimiento de una ciudad, Reinosa, afectada por la reconversión industrial que vivió nuestro país en los ochenta. Reinosa como ejemplo, porque aquello pasó en muchos más sitios. Como la canción está grabada en Portugalete, comete el pequeño gran error (hablo como cántabro de adopción y sabiendo de las típicas peleas de vecinos) de cambiar la letra de “sangre en las calles” a “sangre de Euskadi”, por eso de agradar a la audiencia. Lucha de clases. Lo triste es que el tema aún sigue teniendo vigencia. Quizás sea porque hoy es un día muy señalado, pero este tipo de canciones me recuerdan a mi padre, que siempre nos decía que él era un obrero y sólo podía estar de lado del que apoyase al obrero.

Y otra historia más que nos canta Ramoncín, la del último punk de “Putney Bridge”, con la letra, que pervive en el tiempo, “si muere el rock/¿cómo vas a disfrutar?/si muere el punk/¿con quién vas a pelear?/si vuelven los de siempre/es que algo anda mal, fatal” (la original es “si vuelve el pop/es que algo anda mal”). Debuten, tío. Otro himno más para terminar la cara A del segundo disco.



Abre la última cara una prescindible versión del “Cold Turkey” de Lennon que poco aporta al resto del directo. Pero nos desquitamos con la chulería y el morro que destila por los cuatro costados el “¡Hola, muñeca!”. Joder, tronko, cómo molaría ir así por la vida.

Llegamos a la intro de armónica más famosa de nuestra música. Llegamos al himno indestructible que nos ha regalado Ramoncín. A esa canción que si tienes más de 30 años has berreado en garitos y antros, con unos minis rulando entre los colegas o fumándote y pasándote un fly, mientras que te enrollabas como una persiana y le comías el tarro a alguna pibi para intentar ligártela (todo contado desde mi óptica de maromo). Esa canción que el 80 por ciento de la peña llama “Litros de alcohol”. Esa canción. ESA CANCIÓN. “Hormigón, mujeres y alcohol”. Todos esos momentos, esas vivencias, esas sensaciones te vienen sí o sí a la cabeza cada vez que escuchas esta melodía. Y si no es así, no has tenido juventud o estás muerto o estás mintiendo.



Termina la canción vacilando con el personal para encarar el último corte. Otro himno más, “Al límite”. Fin de fiesta perfecto. Alargando la canción, metiendo acordes del “Birthday” de los Beatles. Y cediendo el protagonismo a los que son los más importantes de este disco: a la gente: “Sabía que no nos ibais a defraudar. Me gusta esta ciudad porque me puedo encontrar con vosotros en la calle. Os quiero mucho, muchísimo”



Siento si me ha salido un tocho considerable. Pero, por circunstancias, llevaba un tiempo apartado de los teclados y creo que me he quitado el mono con esta entrada. Gracias por leerlo hasta el final y perdonadme por meter tanta jerga de cuando tenía el pelo largo pero la ocasión merecía enrollarse tope guay.





Comentarios

  1. Pues tienes razón. Su sobreexposición mediática le pasó factura y se hizo cargante como personaje haciendo olvidar que es un gran músico y artista. No es, obviamente, mi cantante favorito pero se me hac muy fácil de escuchar y disfrutar puntualmente. Además, la banda de este disco era estupenda. Una entrada muy entretenida que no se ha hecho nada pesada, tranquilo. Lo de la jerga resulta simpático... y muy viejuno a estas alturas jajaja. Saludos y buen fin de semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por leer, King. Lo de la jerga era como homenaje a aquellos lejanos años y por el libro que editó el aludido jeje.

      Eliminar
  2. Muy buen entrada, a la que queda poco que añadir. Considero que Ramoncín llevaba, hasta este directo, una de las carreras más serias, curradas, sólidas y coherentes del rock español, que no es poco. Por cierto, yo también estaré esta noche en la Joy como estuve en la grabación de este directo en su parte de Madrid en el 90. Apunto "Al rojo Vivo" de los barones como otro de los mejores directos del rock español. Un fuerte abrazo y nos veos esta noche.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Paco. Me extrañó que no hubiese nada en el blog de este disco. Según el buscador, sólo tú y Tina habéis escrito de Ramoncin. Yo no era un súper fan porque aún me pillo adolescente Con el tiempo lo he sabido apreciar mejor. Pues sería un placer conocerte, la verdad.

      Eliminar
    2. Mi filosofía era subir un LP por autor/banda y así divulgar el mayor número posible de ellos. La primera vez que vi a Ramoncín allá por el 78 era el "Rey del Pollo Frito"... muy punk. Lo mismo.

      Eliminar
    3. Al próximo concierto tienen que caer unas cañejas jejejeje

      Eliminar
  3. Ramoncín es una asignatura pendiente para mí. Después de leer esto me han entrado ganas de escucharle, ¿me recomendáis que empiece por este directo o por algún LP en particular?
    Me ha flipado bastante lo que has comentado de su manager, menuda historia... enhorabuena por la entrada, una gozada. Saludoss

    ResponderEliminar
  4. Hola Alberto, independientemente de lo que te indique dmatuteb, léete las otras dos entradas que hay en el blog con "Corta" y "Arañando la ciudad" dos buenos trabajos y comienza por ellos. Si te animas a algo más tienes sus dos primeros WC? y "Barriobajero" que es más del estilo de los anteriores. A partir de aquí, aunque con trabajos muy notables, dio un giro a un tono más comercial y menos rockero. Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Totalmente de acuerdo con Paco. Este directo aún recoge su esencia primera, a pesar de que ya era una estrella consagrada. Para conocer por encima su obra, escucharía este disco y el último recopilatorio que ha sacado. Pero si tienes interés, los pasos que te ha dado Paco están muy bien. Te podría decir, como ejemplo, que mí chica, un poco más joven, no conocía más que la parte mala de Ramoncin y luego ha flipado con la cantidad de canciones que había escuchado y que no sabía que eran de él. Y le vino genial conocer un poco la época en la que surgió parte entender su música un poco mejor. Gracias por leer, Alberto.

    ResponderEliminar
  6. Muchas gracias por las recomendaciones, da gusto aprender de música en este blog. Empezaré escuchando Corta, porque los recopilatorios y yo (casi) nunca nos hemos llevado bien.
    Lo dicho, mil gracias!!

    ResponderEliminar
  7. Pues aquí tienes a otro soldado de "Hormigón, mujeres y alcohol". Que no decaiga. Un abrazo. Por cierto, fantástica y amena entrada.

    ResponderEliminar
  8. Ahora te leo...no lo había visto (os tengo un poquito abandonados tanto como lectora así como escribiente). Este es un directo mítico, yo también lo tengo. Fue como bien dices un doble LP que vendió muchísimas copias, una magnífica despedida con los músicos de siempre y con unas interacciones con el público muy cercanas. Muchos de los cambios en las letras de las canciones que suenan en este directo, forman parte de la memoria musical de mucha gente (más de la que lo reconocería). Me ha encantado eso de "Con la edad he sabido apreciar el lirismo que esconden estos versos..." Siempre he dicho y defendido que Ramoncín es un de los mejores letristas de este país y lo seguiré haciendo, a veces incluso, con fe ciega.
    Un saludo y un abrazo, Dani.

    ResponderEliminar
  9. Respuestas
    1. Cada vez me gusta más. Gracias por leer y comentar

      Eliminar
  10. Fantástica reseña del disco con el que me acerqué a Ramoncín y a día de hoy me sigue acompañando. Muy buena disección de los temas y comparto todas tus opiniones. Enhorabuena!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias. El otro día estuve en un mini concierto suyo. Se tropezó y casi se mata y dijo que no se le ocurría mejor forma, en un escenario. Un abrazo

      Eliminar
  11. "begoña gerpe se va de españa" "ramoncin se ha operado la nariz"

    ResponderEliminar
  12. Anónimo3/5/25 09:26

    la doctora barbara balanzoni....¿se ha operado la nariz?

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Georgia Satellites - Georgia Satellites (Elektra, 1986)

  Este podría ser uno de los mejores discos debut de los ochenta si fuera de verdad un disco primerizo. Según como se mire, porque la historia que llevó al parto de esta joya que hoy nos ocupa tiene mucha miga. Remontémonos al inicio de 1983 cuando unos muchachos de Georgia consiguen grabar una maqueta de seis canciones en unos pequeños estudios de Atlanta con Jeff Glixman a los mandos. ¿Y por qué un productor tan afamado se fijó en estos desconocidos? Jeff era un tipo de Atlanta que gustaba de tomar cervezas en los garitos de la zona, allá donde hubiera actuaciones, y coincidió varias veces con “The Satellites” (que así se llamaban por entonces). Congeniaron y les hizo de celestina para aquella primera maqueta. Cuando las fechas para grabar un disco “de verdad” estaban a punto de llegar el verano siguiente, los muchachos partieron peras: adiós banda, adiós oportunidad.  Ya sabemos en este blog que la suerte aparece en el camino de muchos de nuestros músicos favoritos. Y en es...

Ozzy Osbourne - Blizzard of Ozz (Jet records, 1980)

Hoy traigo al blog uno de los discos más importantes de la historia del hard’n’heavy de todos los tiempos, el inicio de la carrera en solitario de un mito, el gran John Michael Osbourne , conocido mundialmente como Ozzy . Y aunque las circunstancias que rodearon al artista en ese momento vital son harto conocidas y se puede encontrar por la red información en abundancia, (creo que) no está de más que haga un pequeño resumen muy condensado en esta entrada.    Estamos en 1970, Black Sabbath han editado su primer disco y el infame manager Don Arden se ofrece para llevar la carrera del grupo. Ozzy Osbourne , el cantante de la banda, tiene 22 años y en las oficinas de Arden conoce a la hija de este, Sharon , de 18. Ellos aún no lo saben pero en unos años la joven se convertirá en una figura imprescindible para el alocado vocalista.    El tiempo pasa y los Sabbath con...

Grand Prix - Samurai (Chrysalis, 1983)

Si quieres cardarte las melenas, ajustarte los pantalones y trasladarte a un garito británico de principios de los ochenta, súbete a este Samurai, no solo por las canciones con un toque de pomposo AOR con guitarras heavies, también por la producción y la mezcla: esas baterías, esos coros, esos tecladitos. Y ten en cuenta que la masterización reciente (la que escuchas en redes y plataformas), ha limpiado un poco el efecto final. Love it or leave it, no hay otra. Y aquí, lo amamos. En Grand Prix se reunieron talentosos músicos jóvenes. En su primera versión, allá por 1980, contaban con Bernie Shaw a las voces, Michael O’Donoghue a las guitarras, Ralph Hood al bajo, Andy Beirne a las baterías y Phil Lanzon a los teclados. Todos se encargaban de cantar y hacer coros. Tras la edición de su primer largo, llamado como la propia banda, Shaw dejó el grupo y fue sustituido por Robin McAuley, quien grabaría los dos siguientes: There for none to lose (82) y este que hoy os traigo. La banda se sepa...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Sumerlands – Dreamkiller (2022)

El segundo disco de Sumerlands, Dreamkiller , es una reafirmación de principios: heavy metal melódico, con raíces en los años ochenta, pero producido y ejecutado con herramientas actuales. No es un ejercicio de nostalgia, sino una relectura sobria y bien enfocada de una fórmula clásica. Con una duración de apenas 31 minutos, el álbum va al grano, con composiciones cañeras, un sonido equilibrado y una ejecución limpia. La banda ha establecido una firma sonora reconocible en los últimos años y aquí continúa con ese enfoque: guitarras con presencia, sin adornos y sin eclipsar al resto de los elementos. El cambio más notable respecto al debut de 2016 es la incorporación de Brendan Radigan como vocalista. Su desempeño es sólido y contiene un timbre adecuado para este estilo. Radigan no intenta deslumbrar, sino integrarse al conjunto, y lo logra con solvencia. Su fraseo es preciso, su dinámica vocal clara, y sabe cuándo sostener una línea y cuándo dejar que la instrumentación respire. ...