Ir al contenido principal

DESIRE – Desire (1989 - Justine Records)






DESIRE fueron otro de los numerosos intentos por parte de bandas hispanas de hacer el hard rock melódico que tanto éxito tenía por aquel entonces de la mano de grandes bandas anglosajonas como Bon Jovi o Def Leppard y aquí, en menor medida,  por parte de Sangre Azul.

El primer contacto que tuve con los de Tarragona, que también constituye su primer registro sonoro, fue en 1988 cuando por medio de la Metal Hammer y del sello catalán Justine Record se edita un vinilo recopilatorio con temas de nuevas bandas del metal nacional como Bruque, Últimos de Cuba, Fuck Off, ADN, Nexis, Excess y ZeusDesiré abren la cara B con dos temas: “King of the Universo” y “Princess of the dark”.




Anteriormente, tres de sus miembros, J.A. Tomas (bajo), Javi Gómez (guitarra) y J. Gómez (batería), junto con  J. Martos (voz) y C. Ruiz (guitarra) habían formado un grupo heavy bajo el nombre  de Viuda Negra, logrando editar en 1985 un single con dos temas muy cañero: “Colgar los hábitos” y “El poder del dinero”, que seguro recordarás si te has topado con él por la impactante portada en la que un gladiador heavy armado de su guitarra se las tiene con un pedazo araña.

La araña les debió dar caza y hacerles un siete, ya que al poco cambian de nombre, de imagen, de sonido desprendiéndose de la guitarra de Ruiz incorporando los teclado de Jaume Moscusi, y de voz cambiando a Martos por Nick Llorach.

En 1989 y de la mano de Justine, entran en los Ibiza Sound Studios, para grabar su primer y único LP de la mano del omnipresente Denis Herman. Siete temas nuevos más los dos que ya se conocía del compilatorio todos ellos cantados en inglés. Un trabajo que nació con polémica al utilizar la compañía, a parte del lema “Tu deseo es música. Tu música es … Desire”, el falso reclamo publicitario de ser “Nº 1 in Belgium & Holland”. En el material gráfico se hizo a través de un llamativo globo naranja que llegó a aparecer en carteles y anuncios promocionales, y, parece ser -yo no he visto ninguno-, que en la primeras portadas, que fueron sustituidas por otras con el mensaje de “Grupo revelación”, como es el caso del que yo tengo, y que no digo que no sea verdad.






En lo estrictamente musical, temas guitarreros, muy elaborados y pegadizos, que se merecen una oportunidad a pesar de su sonido en el vinilo. El caso que este rock hecho por bandas nacionales y cantado en inglés, ni su imagen, nunca llegó a cuajar entre los fans y tras unos meses de gira la banda se disolvió. No obstante, ahí queda un puñado de temas que merecen la pena y que sobre todo me traen muy buenos recuerdos como el medio tiempo “I wanna be a child”, que fue el single promocional de lanzamiento, o el pegadizo “We want to feel” que abre el álbum.

Buen fin de semana amig@s.

Cara A:
1. We want to feel

Cara B:
7. I wanna be a child








Comentarios

  1. Ha sido ver esas fotos y hacer un Marty McFly. Recordaba perfectamente esos retratos promocionales -ese look americanizado sobre rasgos hispanos nunca me cuadraron- aunque no el nombre de la banda. La verdad es que esta vez la producción no resulta tan patética como en otras ocasiones para ser un álbum de hard rock patrio. Y los temas no suenan nada mal, aunque les falta personalidad. Es decir, como un grupo del montón en el estilo que imperaba en la época pero que al menos se podían escuchar. Vaya colección que tienes, macho. Feliz fin de semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nada que alegar. Tengo un fondo de armario apañao, como diría un castizo. Igualmente King

      Eliminar
  2. ¡Me acuerdo de la historia de la etiqueta! Me suena haberla visto en algún cartel o en la publicidad de una revista o algo así. Y la portada también la recuerdo. Esas fotos no se pueden olvidar. Qué pintacas, man. Denis Herman es otro tipo al que habría que dedicarle un libro. Un saludo toledano.

    ResponderEliminar
  3. Confieso que de estos no había oido ni hablar, pero los cortes suenan muy vitaminicos y molan, una rareza encantadora.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. La dichosa pegatina fue muy polémica en su momento, de hecho Carlos Pina entrevistó al grupo y a su mánager en su programa Rompehielos, y éste dijo que había sido una equivocación de la imprenta, que ellos no tenían nada que ver con eso... Por h o por b, el caso es que el grupo no se comió un colín. Saludos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Power Trip - Nightmare Logic (2017)

  El disco de esta semana es uno de mis favoritos de los últimos años. No es un género que actualmente escuche demasiado pero sí que me gusta reescuchar los mejores trabajos que se han sacado en el mismo. Es por ello por lo que desde hace tiempo estaba pendiente de incorporar a mi colección. Power Trip no se anda con rodeos. Nightmare Logic es una descarga de thrash moderno con actitud hardcore, que toma las raíces del género y las machaca con rabia y contundencia. Ocho temas, poco más de media hora, y ni un momento de tregua.                                                   La fórmula es simple, pero funciona como un mazo: riffs afilados, ritmos implacables y una producción que potencia el golpe sin necesidad de embellecerlo. "Executioner's Tax (Swing of the Axe)" se ha convertido en un himno por méritos propios: groove pegajoso, mensaje directo y una ej...

Georgia Satellites - Georgia Satellites (Elektra, 1986)

  Este podría ser uno de los mejores discos debut de los ochenta si fuera de verdad un disco primerizo. Según como se mire, porque la historia que llevó al parto de esta joya que hoy nos ocupa tiene mucha miga. Remontémonos al inicio de 1983 cuando unos muchachos de Georgia consiguen grabar una maqueta de seis canciones en unos pequeños estudios de Atlanta con Jeff Glixman a los mandos. ¿Y por qué un productor tan afamado se fijó en estos desconocidos? Jeff era un tipo de Atlanta que gustaba de tomar cervezas en los garitos de la zona, allá donde hubiera actuaciones, y coincidió varias veces con “The Satellites” (que así se llamaban por entonces). Congeniaron y les hizo de celestina para aquella primera maqueta. Cuando las fechas para grabar un disco “de verdad” estaban a punto de llegar el verano siguiente, los muchachos partieron peras: adiós banda, adiós oportunidad.  Ya sabemos en este blog que la suerte aparece en el camino de muchos de nuestros músicos favoritos. Y en es...

Magnum - The eleventh hour (Jet Records, 1983)

Todas las bandas alcanzan en algún momento un “punto final”: si sobreviven a esa crisis el futuro del grupo está asegurado; de lo contrario, ¡adiós, amigos! En el caso de Magnum , este es el álbum que cambió la historia de la banda, el que pudo haber sido el final y se convirtió en la puerta al futuro.   Porque, cuando los muchachos estuvieron listos para grabar el que sería su cuarto disco de estudio, se encontraron con un “pequeño” contratiempo: la compañía (Jet Records) se negó a poner dinero para un productor o un estudio decente. Y, eso, teniendo en cuenta que su anterior Chase the dragon había alcanzado un decente puesto 17 en las listas de ventas británicas. Tony Clarkin se vio en la obligación de encargarse de la parte técnica por primera vez (en el futuro lo haría numerosas veces) y en unos estudios que, según sus palabras, “tenían un nivel tecnológico de 1930”. Bob Catley hizo de ayudante de producción y Dave Garland de ingeniero. "¡Vamos a hacer una tortilla de pat...

Grand Prix - Samurai (Chrysalis, 1983)

Si quieres cardarte las melenas, ajustarte los pantalones y trasladarte a un garito británico de principios de los ochenta, súbete a este Samurai, no solo por las canciones con un toque de pomposo AOR con guitarras heavies, también por la producción y la mezcla: esas baterías, esos coros, esos tecladitos. Y ten en cuenta que la masterización reciente (la que escuchas en redes y plataformas), ha limpiado un poco el efecto final. Love it or leave it, no hay otra. Y aquí, lo amamos. En Grand Prix se reunieron talentosos músicos jóvenes. En su primera versión, allá por 1980, contaban con Bernie Shaw a las voces, Michael O’Donoghue a las guitarras, Ralph Hood al bajo, Andy Beirne a las baterías y Phil Lanzon a los teclados. Todos se encargaban de cantar y hacer coros. Tras la edición de su primer largo, llamado como la propia banda, Shaw dejó el grupo y fue sustituido por Robin McAuley, quien grabaría los dos siguientes: There for none to lose (82) y este que hoy os traigo. La banda se sepa...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.