Ir al contenido principal

Picture - Marathon (1987)

Aún recuerdo la BID...
Esa pequeña revista que repartía DiscoPlay. Recuerdo que me la mandaban mensualmente. Yo era un crío y no tenia posibilidad de comprar música, pero me encantaba llegar a casa y poder perderme en el mundo de las portadas de discos. Era el catálogo de lo que había que comprar, escuchar y comparar. Sin haber oído nada, por supuesto. Ahí encontrabas la inspiración para hacerte la mejor carpeta de la clase, a base de microportadas y logos.
Gracias a las revistas especializadas y la BID, me hice unas cuantas carpetas épicas. Lástima no conservarlas, porque hicieron las delicias de mucha gente. Conservo la última de todas: la que usaba en el instituto, pero las demás se quedaron por el camino. Y hubo unas cuantas.

El caso es que una de estas revistas de DiscoPlay vi una portada de Picture que me llamó la atención: era el disco Eternal Dark. La portada era el dibujo de una calavera. Nada fuera de lo común, sin duda, pero a mi me llamó poderosamente la atención. Yo no tenía más de once o doce años y aquello era estar con contacto directo con algo muy heavy. No había escuchado el grupo, pero la portada se me quedó en la retina. Yo no sabía prácticamente nada de música, de discos, portadas, ni nada de nada. En aquella época había vídeos de canciones que estaban de moda y solían repetir constantemente los mismos vídeos una y otra vez. Era otra época, claro. Ahora...

Un domingo me fui al Rastro con mi padre y, como era de rigor, me paraba en los puestos de las cintas. Sólo curioseaba, a ver si conseguía encontrar alguna cinta que coincidiese con las pequeñas portadas que aparecían en la revista BID.
Siempre me topaba con los mismos grupos: Accept, Motorhead, Venom, Raven, Vengeance... Eran los dueños del cotarro y los reyes de las cintas a 300 pesetas. Como no tenía acceso al mercado de estraperlo, no podía saber si los discos que tenía ante mi eran de mi agrado, por lo que no solía prestar demasiada atención ni malgastaba mi esfuerzo en pedir nada.
Pero hubo un día que cambió mi rutina. Me topé con una cinta que tenía un logo que me sonaba. Yo había visto el nombre de ese grupo pocos días antes en la revista. Picture. La única diferencia es que la portada sólo tenía el logotipo del grupo en la parte superior y el rótulo del nombre del disco en la parte inferior. Nada más. No había calavera. Yo pensé que, o bien se les había olvidado poner la calavera o era otro disco... Rogué y rogué, argumentando que seguro que me iba a gustar ese disco porque había visto una portada en una revista que me había gustado mucho y, aunque no era igual... a la fuerza tenía que gustarme.
Evidentemente, tuve que insistir mucho para convencer de que me compraran la cinta. Mis argumentos tenían el peso de una pluma tratando de mantener en tierra un globo de helio.

Al final lo conseguí.

Desgraciadamente, no se cuál ha sido el destino de aquella cinta. Pudiera ser que se rompiese de tanto escucharla. Lo cierto es que musicalmente no era lo que me esperaba, pero acabó gustándome mucho. De vez en cuando me pongo el disco (en mp3) y me pregunto si a día de hoy le habría dedicado más de una escucha. En cualquier caso, le tengo un cariño indescriptible.




  1. Breakaway
  2. Vampire of the New Age
  3. Money
  4. Desperate Call
  5. I'm On My Way
  6. We Just Can't Lose
  7. Don't Keep Me Waiting
  8. Get Out of My Sight
  9. S.O.S.
  10. Sarah
 


  • Bajo – Rinus Vreugdenhil
  • Batería – Jacques Van Oefelen
  • Guitarra – Rob Van Enkhuizen
  • Teclado – Ronald de Grouw
  • Voz – Bert Heerink

El mismo lineup que el anterior Every story needs another picture y precisamente con cambio de cantante. Pete Lovell había sido sustituído por Bert Heerink y con él la banda había cambiado su estilo hacia derroteros algo más suaves.
La reunión que se produjo en 2008 fue precisamente con Pete Lovell y el estilo ha vuelto a decantarse por un Heavy más clásico.

Este Marathon nos ha dejado unas canciones muy entretenidas, pero un par de auténticos hits que creo que tienen una calidad excepcional.



We just can´t loose




Sarah



Comentarios

  1. A todos con esa edad nos pasaba más o menos lo mismo, yo entonces vivía en un pueblo y tenía un acceso casi nulo a la música, me tragaba lo que echaban por la tele -que siempre era lo mismo-, por suerte el hermano mayor de un amiguito del cole tenía buena colección de rock y las grabaciones que me hacía en las cassettes eran las que me nutrían musicálmente, el primer disco heavy que compré en mi vida fue el directo de los Helloween "Live in U.K" -yo tenía 15 tacos-, que no sé de que manera fue a parar a la tienducha del pueblo. En fin, el grupo que presentas, ni flowers, no lo había escuchado en la vida. Saludos y buen finde!!

    ResponderEliminar
  2. Recuerdo la portada que comenta. Jajaja, yo en su día ni me fijé en ellos. Pero esa We just can't loose tiene un sonido tan eighties que ya ha ido directamente al mp3 converter.

    ResponderEliminar
  3. Como dice King, suenan ochenteros a más no poder.
    En general, a mi gusto, los 80 hicieron mucho daño al rock, sobre todo a las grandes bandas de rock de los 60-70 que no supieron asimilar los nuevos tiempos, quedando muchas por el camino.
    Si bien es cierto que aparecieron otras muchas, de las que se habla a menudo en este blog, pero para mi, ya no era lo mismo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Triumph - Just a game (RCA, 1979)

  Mi adoración por este trío canadiense es relativamente reciente. De hecho, la adquisición de sus vinilos ha ido a la par con la evolución de este blog. Y hoy me apetecía compartir y reivindicar este tercer largo para completar el magnífico repaso que el compañero de barrio KingPiltrafilla ya ha hecho anteriormente. En mi opinión, Triumph atravesó tres etapas: la primera, la inicial, como casi todas las bandas, buscando el éxito, que consiguieron a partir de este Just a game (alcanzaron el platino en su país natal y el disco de oro en Estados Unidos) y certificaron con el siguiente Progression of power (1980); encadenaron varios excelentes discos hasta cerrar su segunda etapa con Thunder seven (1984); los últimos discos les llevaron a una deriva más AOR aún, y a la pérdida progresiva de ventas y fama que acabó con la formación tras Surveillance (1987). Escuchar estas tres obras seguidas es un manual de evolución del hard rock en los ochenta, por cierto. Hoy comparto Just a game ,

Loquillo y Trogloditas - Mientras Respiremos (Hispavox, 1993)

  Revisando los discos de los que he hablado en este blog me he dado cuenta de que aún no he reseñado ninguno de mi artista español favorito. Así que esta entrada va a servir para saldar esta deuda con una de las grandes leyendas en la historia del rock en España, y uno de los grupos que más alegrías musicales me ha dado a lo largo de mi vida: Loquillo y Trogloditas. Con una carrera de más de 40 años, puede que se antoje difícil la elección de un solo disco. En este mismo blog ya tenéis algunas reseñas de otros discos de Loquillo, pero, paradójicamente, tenía muy claro a qué disco dedicar mi primera entrada sobre “Loquillo y Trogloditas”. Al que considero el disco más importante de su carrera: “Mientras respiremos”. Es también probablemente mi disco favorito. Es difícil elegir entre su abundante discografía, tanto con Trogloditas, como en solitario, pero cada vez que hago mentalmente una lista de mis discos favoritos de Loquillo, éste nunca baja del pódium. Si, puedo afirmar sin mied

Ciclonautas - Bienvenidos los muertos (2015, El Dromedario Records)

Hoy hacemos hueco en nuestro blog del vinilo al power trío formado por el argentino Mariano “Mai” Medina ( Calaña ), Javiertxo Pintor ( Ja Ta Já ) y Alén Ayerdi ( Marea ). O lo que es lo mismo, Ciclonautas . Este grupo navarro debutó en el 2014 con un doble LP titulado ¿Qué tal? , con muy buenas críticas, y en el 2016 se marcaron este Bienvenidos los muertos . ¿Sabéis de esos días que termináis refugiándoos en la sección de música de un gran centro comercial mientras vuestros acompañantes están a otra cosa? En este caso, llevé a ver la peli de Barbie a mis chicas y mi cuñada y me fui a hacer otros encargos. Luego resulta que no calculé bien el tiempo a la hora de ir a recogerlas y llegué demasiado pronto. Entonces biengasté mi tiempo y mi dinero curioseando entre los estantes de los vinilos, pues encontré de oferta este que os traigo: ni me he molestado en quitarle la etiqueta de descuento que podéis ver en la foto. Lógicamente, había escuchado el grupo, pues me lo puse alguna vez e

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

UFO - Strangers in the night (Chrysalis, 1979)

Si tuviera que elegir un único álbum de  UFO  sin duda pincharía este. Tiene  todo lo que una gran banda de hard and heavy debe poseer : fuerza, técnica, estilo, buenas composiciones, una interpretación soberbia y buen sonido. La característica combinación de melodía, ritmo y fuerza te empapa en cada canción y cada miembro tiene su momento de gloria: las líneas de bajo de  Pete Way , la distintiva guitarra de Michael Schenker, la especial voz de  Phil Mogg , el característico feeling del batería  Andy Parker  y la brillante aportación melódica de  Paul Raymond  en los teclados y como segundo guitarrista. Cualquier banda grande tiene un gran álbum en directo, y UFO no podía ser menos, uno doble, como Thin Lizzy (Live and dangerous), Kiss (Alive!), Deep Purple (Made in Japan) o Queen (Live Killers). Durante aquella gira presentado  Obsession  tocaron en pabellones ante miles de personas (15000 en Chicago, la ciudad más "UFOrica"), bien solos o acompañados de bandas de éxito