Hace unos días encontré en un cajón de casa de mis padres un pequeño tesoro, el archivador de singles de mi madre. Los imberbes del lugar –¿hay alguno, en realidad?– quizás no sepan qué es eso, pero guarda relación con los guateques, fiestas caseras de gente joven que en los 60 estaban de moda y a las que cada invitado solía llevar su música, generalmente en singles que era el soporte en uso de la época. De hecho, para ser estrictos, el formato era de 7 pulgadas aunque también era común meter ahí tres o cuatro canciones por lo que hablaríamos de EPs. Así pues, si juntamos el amor que siento por la memoria de mi madre con el que profeso por el soporte vinílico, era obligado que su pequeña colección que tristemente he heredado –podía habérmela regalado en vida ya que ella hace décadas que no tenía tocadiscos– pasase a formar parte de las entradas de este blog. En resumen, que hoy inicio la serie “Los singles de mami” , q