Ir al contenido principal

Albert Hammond - It never rains in southern California (1972, Epic Records)

 


Es posible que empieces a leer esta entrada creyendo no conocer a Albert Hammond. Pero pronto te darás cuenta de que, a menos que hayas pasado los últimos 50 años en coma, has escuchado en más de una ocasión una canción suya. Interpretada por él o por cualquier otro artista, eso da igual. Hace diez años los cálculos eran que se habían vendido más de 360 millones de discos que llevasen títulos en los que estuviese implicado. Han cantado sus composiciones gente como Johnny Cash, Elton John, Steppenwolf, Sony & Cher, José Feliciano, Olivia Newton-John, Aretha Franklin, Whitney Houston, Chicago(“I don´t wanna life without your love”), Starship(“Nothing's gonna stop us now”), Joe Cocker, Tina Turner(“I don´t wanna lose you”), Roy Orbison, Rod Stewart, Celine Dion (“Just walk away”), Julio Iglesias(“Por un poco de tu amor”), Willie Nelson(“To all the girls I love before”), The Hollies, Diana Ross, Bonnie Tyler, Aswad (“Don´t turn around”), Hermanos, aquella versión hispana del USA for Africa con los 50 artistas más top del momento (“Cantaré, cantarás”), nuestras Luz(“Entre mis recuerdos”) y Karina… O quizás seas de esa gente que sólo lo conoce por ser el padre de Albert Hammond Jr., guitarrista de The Strokes (uno de esos grupos sobrevalorados del nuevo rock del siglo XXI, que no quiere decir que sean malos pero...) y quizás, sólo quizás, por un lio de plagio que le hace ser coautor de uno de los temas más conocidos de Radiohead. Luego volveremos a eso.

Posiblemente, Hammond es el gibraltareño más universal junto al diseñador John Galliano. El bilingüismo propio de haber crecido en ese enclave del sur de la península ibérica ha sido fundamental para que haya podido realizar su carrera tanto en el mundo anglosajón (inducido en el Songwriters´ Hall Of Fame, el mismo año que Desmond Child, guiño-codazo a los rockeros del blog) como en el latino (premio Latino de Honor de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música en España). Yo le conocía desde pequeño porque algún 45rpm había por casa de sus aventuras en español, como Albert Louis Hammond, por cierto. En concreto, recuerdo el single de “Luna de miel” (esta no la compuso él, que conste). Con el tiempo, conscientemente, fui escuchando más temas suyos, sobre todo como intérprete. Pero hasta que no me he puesto a investigar en más profundidad para esta entrada, se me habían pasado por alto muchas de sus colaboraciones/composiciones. A muy grandes rasgos, podríamos dejarle encuadrado en la categoría de canciones románticas. Sin embargo, si analizas un poco más es fácil llegar a la conclusión de que su espectro es bastante más amplio. Sólo hay que ver que ha colaborado con artistas del mundo del country, del rock, del rhythm and blues y del soul, además de los románticos. Por ejemplo, Hammond cuenta que el “One moment in time” cantado por Whitney Houston para los Juegos Olímpicos de Seúl, lo compuso pensando en que lo interpretaba el malogrado Elvis Presley. También colaboró en el LP de reflote de Roy Orbison, el Mistery girl, trabajando junto a Diane Warren en el tema producido por Mike Campbell que cerraba el disco, “Careless Heart”. Con Diane Warren hizo muchas canciones para Tina Turner a principios de los 90. O componiendo y produciendo para Johnny Cash, aunque para ello tuviese que dejarse medio estómago comiendo el chile con carne extra picante que le cocinaba el hombre de negro mientras vivía en su casa de Nashville.

Pero empecemos un poco por el principio para llegar al vinilo que os traigo. A Hammond pronto se le quedó pequeño Gibraltar donde aprendió a tocar la guitarra muy joven mientras que en los veranos trabajaba en España como pastor en la sierra del campo de Gibraltar. Siempre tuvo muy claro a lo que iba a dedicarse: su primera canción la compuso a los 11 años: “Llegó a Gibraltar un barco con niños y niñas de colegios de Escocia y fui a cantarles. Me enamoré de una chica pelirroja y cuando el barco se fue se me saltaban las lágrimas, volví a casa y escribí “Blue boy”. Curiosamente, fue la primera canción que vendí, ya a los 18 años en Londres”. A los 16 formó la banda The Diamond Boys y emigraron a Madrid, donde en 1962 tocaron en las sesiones matinales del Circo Price junto a otros emergentes rockeros como Miguel Rios, Micky y los Tonys…Pero prefirió emigrar a Londres, infinitamente más propicia que Madrid para triunfar en la música. Y allí conoció a Mike Hazlewood, con el que formó un equipo compositivo de muchos quilates. Su primer éxito fue “Little arrows” en 1968 con el cantante de estilo folk/country Leapy Lee (en España conocemos la versión de Karina, “Las flechas del amor”). Llegó un momento en el que 3 de sus composiciones se situaron en el top 20 británico en la misma semana y le hizo plantearse un “y ahora, ¿qué?”. Pues el qué, fue hacer las maletas e irse a Estados Unidos, concretamente a California. Allí tras un par de años malos, consiguió auditar para Clive Davis, de CBS Records, en el Berverly Hills Hotel. Al magnate le gustaron las canciones que oyó. Sin embargo, antes de terminar le preguntó si tenía algún otro tema más. Albert, tímidamente, le contó que tenía una canción que había presentado a diversos artistas durante los 3 años anteriores pero que todos la habían rechazado por considerarla de baja calidad y bastante fea. Pues bien, lo que son las cosas, Davis cerró el contrato con aquella canción y augurando que sería el título del disco y un gran éxito. Y no se equivocó.

Así, a lo tonto, hemos llegado a 1972 cuando se publicó en Epic, subsidiario de CBS, este It never rains in southern California gracias al ojo clínico de Clive Davis. Todas las canciones fueron compuestas por la dupla Hammond/Hazlewood. Los arreglos y teclados corren a cargo del músico de sesión, Michael Omartian, el futuro productor del mega éxito en 1979-1980 de Christopher Cross, que ya os reseñé en otra ocasión. Otros grandes músicos de sesión como el batería Hal Blaine (el que más grabaciones ha hecho en la historia, 40 de ellas llegaron al número 1), el también batería de los Derek and The Dominos, Jim Gordon y el guitarrista de The Crusaders y Steely Dan, Larry Carlton, entre otros, aparecen en los créditos de mi versión española del álbum. Sí, esas versiones españolas que traducían a nuestro idioma los títulos de las canciones, en este caso, en la galleta del vinilo. A la producción el propio Hammond junto a Don Altfeld. La fotografía es de Henry Diltz, uno de los grandes en el mundo del rock, responsable de la icónica foto de la portada del Morrison Hotel de los Doors entre otros trabajos.

 


La cara A comienza con “Listen to the world”. Me recuerda bastante a Cat Stevens, tanto en las melodías como en la forma de cantar. La similitud con Stevens se hace más evidente en el siguiente corte, “If you gotta break another heart” cuyo empiece me evoca el “Wild world” aunque rápidamente toma otros derroteros y me parece un buen tema, con arreglos adecuados y cierta mala leche a la hora de cantar y contar.


 

Sin disimulos, nos cuenta su aventura de cruzar el charco desde Inglaterra a Los Angeles, con cierto deje beatlemaniaco, metiéndole un coro gospel que, la verdad, le da originalidad y funciona muy bien, en el tema “From Great Britain to L.A.


 

Brand new day” es mucho más folk, en la línea de Donovan y la más optimista del disco a pesar de ser una balada. Para cerrar la primera cara, “Anyone here in the audience”, que se podría catalogar como un country suave, a lo que ayuda ese sonido de steel guitar.


 

Abriendo la cara B y dando titulo al LP tenemos todo un clásico, “It never rains in southern California”. Escaló hasta el número 5 de la lista Billboard USA. Maravillosos arreglos de cuerda y vocales para esta canción de tintes autobiográficos. El propio Hammond ha contado que se inspiró en los momentos más duros de su aventura por hacerse un nombre en el mundo de la música. Por ejemplo, los versos “Will you tell the folks back home I nearly made it/Had offers, but I don´t know which one to take/Please don’t tell them how you found me/Don’t tell them how you found me/Gimme a break/Gimme a break” hacen referencia a cuando tocaba en el metro de Gran Vía de Madrid para ganarse la vida y se encontró con un primo que estaba de luna de miel. El primo le recriminó que debería darle vergüenza pedir limosna y Albert le rogó que no dijera nada a sus padres porque si no, irían a buscarlo y llevarlo de vuelta a casa. Es una de las pocas canciones que nunca ha querido adaptar al español.


 

Seguimos desgranando temas con “Names, Tags, Numbers & Labels”, más cercano a Al Stewart, gran amigo personal de Hammond, para pasar a “Down by the river”, que resulta que es una canción ecologista que narra un viaje bajando por el rio y cómo enferman por bañarse en él y ven peces muertos, describiendo el impacto medioambiental de las malas prácticas industriales: “The banks will soon be black and dead/and where the otter raised his head/ will be a clean white skull instead”. En español, hizo dos versiones.  En una de ellas, “Cerca del río” pasa a ser una canción romántica de amor y desamor edulcorada para ser radiada en la España franquista. En la otra, cuenta lo mismo, que la original: cómo el hollín de la fábrica echa a perder el río.


 

The road to understanding”, también con un sonido entre Beatles y Al Stewart, nos lleva al final del disco, “The air that I breathe”, otra famosa composición interpretada por distintos artistas a lo largo de la historia como The Hollies, Olivia Newton-John y Simply Red. De hecho, la versión de los Hollies publicada en 1974 llegó al número 2 y 6 de las listas de éxitos británica y americana, respectivamente. El ingeniero de aquella grabación fue Alan Parsons, que siempre ha contado que Eric Clapton le decía que sólo la primera nota de esta canción tenía más alma que todo lo que había escuchado en su vida. La versión de los Hollies está muy lograda, Allan Clark es mejor cantante que Hammond, con un aire a David Bowie. Y aquí es donde llegamos a la historia de plagio que os comenté al principio: la disquera dueña de los derechos de esta canción demandó en los años 90 al grupo británico Radiohead por plagio. Efectivamente, si os ponéis esta canción y el famoso “Creep”, podréis llegar a la conclusión de que Yorke y los suyos se inspiraron en este tema, como de hecho reconocieron. El resultado de aquel litigio es que Albert Hammond y Mike Hazlewood aparecen desde entonces como coautores del “Creep”, teniendo que compartir Radiohead el 40% de las ganancias en royalties con ellos. Me temo que no es exactamente así, es decir, los derechos deben ser de las discográficas y que los artistas se quedan un poco al margen. Más que nada, porque no tendría sentido que los Radiohead demandasen recientemente a Lana del Rey por plagiarles a su vez “Creep” en el tema “Get free”. Si os interesa esta historia, os dejo también un enlace del análisis de Jaime Altozano sobre este plagio de plagios al final de la entrada y una mezcla más que interesante de las dos canciones.

Para terminar, hay que decir que el amigo Hammond tuvo una década de los 70 de lo más movida, con discos propios tanto en inglés como en español, producción de otros artistas y giras interminables. A principios de los 80 prefirió dejar el escenario para pasar más tiempo con sus hijos y se dedicó a las labores de estudio para otros. Hace unos diez años decidió volver al ruedo, sacando dos trabajos con colaboraciones de lujo y dando de nuevo conciertos.

Gracias si habéis llegado hasta el final, porque me ha salido un tocho considerable. Yo he disfrutado escribiéndo porque las sensaciones que me produce este album, cuando lo pincho, son de recuerdos de infancia cuando sonaban en mi casa las canciones que ponía mi madre en el viejo tocadiscos. No puedo evitar verla bailar al ritmo de la "Luna de miel" o de "Échame a mi la culpa". Feliz y blandengue fin de semana.

Un crossover de "Creep" y "The Air that I breathe


El análisis de Jaime Altozano.


 


 

 

 

 

Comentarios

  1. Buff... has subido puntos hoy, amigo mío. Nunca hubiese pensado que alguien hablaría de Albert Hammond en este espacio. No me malinterpretes, no es santo de mi devoción, pero se le debe un respeto. Y eso se lo concedo. El tema título de este álbum es mítico y a la altura de hits norteamericanos más valorados. Y tienes razón, alguien que haya estado en la Tierra y en nuestro país rebasados los 50, tiene que haber escuchado por fuerza ni que sean los temas en castellano de este hombre si no es que ha vivido de espaldas a la música de cierta calidad. Lo dicho, no es mi palo pero ha sido muy entretenido de escuchar. Total respect para este llanito. Feliz finde.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La música es lenguaje universal y hay que reconocer y rendir pleitesía a quien ha hecho tanto por ella aunque no sea justo de nuestro estilo. Me alegro que te haya gustado. Un abrazo

      Eliminar
  2. Espectacular currada de entrada, me ha encantado, he aprendido cosas que ni imaginaba. Bravo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias. No te voy a negar que esta vez sí he buscado información, incluso me he visto una entrevista bastante larga que le hicieron en la TV autonómica andaluza. Pero oye, ha sido un placer porque también he aprendido cosas que no sabía. Y sí, el pelotazo de Ace of base del Don't turn around es una versión de un tema de este señor. Un abrazo.

      Eliminar
    2. Una de las cosas mejores de escribir sobre música es aprender sobre música. Bien documentado uno encuentras siempre mil historias que desconocía. Saludazo again.

      Eliminar
    3. Efectivamente, porque es imposible conocer todo.

      Eliminar
  3. buah pedazo de post, no conocía a este cantautor de la época pese a ser más famoso e importante de lo que cualquiera puede pensar

    por su nombre cualquiera pensaría que tiene mucho que ver con el órgano hammond haha peor lo cierto es que es un apellido muy común

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues qué raro que un experto de los 70 como tú no lo conociera. Un saludo.

      Eliminar
  4. No tengo el gusto de que me guste este señor, seré poco mayor aún. Enorme documentación y análisis el tuyo que siempre da gusto leer. Un saludazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estás llamando viejo al King? Jeje

      Eliminar
    2. Mola sembrar cizaña. Además, es un método infalible para que las críticas de desvíen hacia otro jeje

      Eliminar
  5. Maravilloso artículo. Y por si no fuese suficiente esa lista de intérpretes que han cantado sus canciones, no estaría de más añadir que la eurofestivalera Rosa López cantó en español "Cuando digas que me amas", versión de la deliciosa "When you tell me that you love me" que antes habían cantado Diana Ross primero y Julio Iglesias con Dolly Parton después.
    En otro orden de cosas, hace muuuuuuchos años que intento averiguar cuando se publicó la versión ecologista de "Cerca del río" en español, pero sin éxito ¿Tienes la respuesta?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues creo que habremos buceado en los mismos sitios para buscar información por lo que no crea que pueda aportarte nada. Seguro que sabes que en inglés también "modificó" la versión original en 1975. Pero las versiones en español, se me escapan. En discogs encontré que se publicó un single en 1975 de cara B "Rebeca". Y en Colombia, en 1976 apareció el single "Échame a mi la culpa" y en la cara B va "Cerca del río". Además del LP de 1976 "Canta sus grandes éxitos en español". Pero no tengo ni idea cuáles son las versiones que van en cada una. Quizás la clave pueda estar en buscar si existe alguna versión en la que no figure Oscar Gomez en los créditos. En el single de 1975 en España, aparece Oscar Gómez (por lo que leí, él fué el que adaptó al español varios temas de Albert Hammond) y posiblemente fue el que decidió cambiar totalmente la letra. Tira por ahí, pregúntale a él (https://www.oscargomezmusic.com/). Ya me dirás si consigues al final averiguar algo.
      Ah, y gracias por el cumplido.

      Eliminar
    2. Muchas gracias por tu respuesta. Siguiendo tus instrucciones puse un mensaje en el blog de Óscar Gómez, a ver si hay una solución al enigma. Pos si fuese de interés, la semana pasada le dedicamos un ratillo a este tema en "El Guateque " de Sol Radio Madrid:
      https://centoleira02.blogspot.com/2021/05/cerca-del-rio-down-by-river.html

      Eliminar
    3. Creía que Sol Radio la habían chapado pero ya veo que se han reinventado. Guay la grabación de dos colegas charlando de música. Yo no aguantaría un asalto con gente de tan grandes conocimientos jeje. Si por algún casual encontrase información relativa a este tema, te lo hago saber, Alberto, que yo también le escribí pero no ha contestado nada. Un abrazo y gracias por escribir.

      Eliminar
    4. Gracias por tu comentario. Cerró Radio Sol XXI y abrió hace poco más de un mes Sol Radio Madrid. "Eso" que pudiste escuchar en ese enlace lo venimos haciendo desde hace siete años primero en Radio Inter, después en Radio Sol XXI y ahora en Sol Radio Madrid. Quedamos a la espera de la posible respuesta de Óscar Gómez. Hay un dato que no di antes. La canción está en el recopilatorio de Albert Hammond publicado por Ramalama Music, pero claro, se trata de saber la publicación original en los años 70's.

      Eliminar
    5. Pues me alegro que hayan/hayáis podido seguir con el sueño de la radio. Un saludo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Varios - Rock Del Manzanares. Visca El Rollo Vol. 2 (Chapa Discos, 1978)

Si no conocéis el significado de la palabra “tronco”, “pasota”, o no sabéis lo que es ser un “enrollao”, quiere decir que sois insultantemente jóvenes. No solo la generaci ó n "Z"  tiene su propio lenguaje. Cada generación ha tenido también una manera de expresarse, y hoy nos acercamos con este disco a finales de los años 70. Una época marcada musicalmente en España por una corriente que se denominó “Rock Urbano”. Aunque, como con cualquier tipo de etiqueta, nos podemos encontrar dentro de este saco grupos de muy distinta índole o con diferentes influencias, por lo general compartían una estética (musical y visual) muy particular, y sobre todo, una actitud vital marcada por las circunstancias sociales de la España de finales de los 70. Como con cualquier etiqueta que se otorga a un movimiento musical, donde muchas veces el mero hecho de nacer en una determinada época o cuidad te hace merecedor de esta etiqueta, se pueden encontrar dentro de este saco una mezcla de estilos q

Transvision Vamp - Velveteen (MCA, 1989)

    Os voy a hablar de un plástico que ya apareció por el blog allá por el año 2012. Pero visto que se le dedicaron escasamente 10 renglones y no tiene comentarios, creo que pasó sin pena ni gloria, por lo que no creo que haya problema en que lo traiga un viernes de forma rápida y con alevosía casi nocturna. Disco publicado en 1989 que se vendió como una mezcla de pop (mucho), rock (poco) y punk (pinceladas) y que tuvo buenas cifras de venta, sobre todo gracias a su canción bandera, el “ Baby I don´t care ”. Producido el alemán Zeus B. Held y el británico Duncan Bridgeman de forma bastante aséptica.    A mitad de los 80 el guitarrista Nick Sayer se encontró con Wendy James y vio en ella la canalizadora perfecta para sus letras: comprendió que el sex appeal de Wendy y sus berridos casaban perfectamente con sus gamberras composiciones. De Brighton se mudaron a Londres y allí reclutaron al batería Pol Burton (en este segundo disco no forma parte de la banda) y a dos músicos

Storm – Storm (Capitol records, 1983)

Pues nada, ya estoy aquí con un nuevo caso de compra a ciegas.    Lo primero que me llamó la atención del disco fue la colorida y enérgica portada de Gary Ruddell –autor también de la del Battle hymns de Manowar según supe luego–, con lo que parece un avión de combate rompiendo los cristales de una casa, destrozando el tendido eléctrico y haciendo volar las hojas de los árboles con su vuelo rasante. O sea, portada molona, años 80 y melenudos en la contraportada con el añadido de frontwoman liderando el cotarro... Y lo segundo que me llamó la atención es que se trataba de una edición venezolana. No recuerdo tener ninguna de ese país en mi colección, así que se trataba de otro punto a favor. ¿Cuánto es, amable vendedor de vinilos mallorquín? Pues, por nueve euritos, a la saca. Y así es como ha llegado a casa un nuevo plástico con el que me dispongo a escribir esta reseña en modo unboxing total. Vais a

Scorpions – Love at first sting (Harvest-EMI, 1984)

Y si hace unas semanas os hablé aquí del inmenso 1984 de Van Halen , hoy toca comentar el no menos imprescindible Love at first sting de los alemanes Scorpions , otro que este año también celebra su 40º aniversario. La banda venía de una gira internacional presentando Blackout , el pedazo de disco que finalmente los había puesto en el mapa –yo mismo los descubrí gracias a él, os lo conté aquí – y tenían la misión de superarse, algo nada fácil no sólo en el aspecto creativo. Una de las razones era la mala relación entre el bajista Francis Buchholz y Dieter Dierks , dueño de su compañía de discos y productor del grupo desde 1975. Por eso, cuando la banda –que empezaba a tener dinerito del bueno– pidió grabar el nuevo álbum en un estudio que no fuese el del productor, Dierks se los llevó a los Polar studios de Estocolmo –exacto, los de Björn y Benny de ABBA – pero dejó en Hannover al bajista, contratando como músico d