Ir al contenido principal

Twisted Sister – Stay hungry (Atlantic-1984)


Creo que puedo decir sin temor a equivocarme que la primera canción que escuché con atención de Twisted Sister fue Stay hungry, el tema título de este elepé. Es por eso que ya tocaba que os hablase del álbum en cuestión en la que se convierte en mi tercera entrada dedicada a estos tipos con más peligro que un Gremlin en el Aquapark. Así, tras sacar al mercado dos imprescindibles discos –por cierto, en mi colección vinílica me falta el segundo–, con este tercero consiguieron su trabajo más completo y el que más fama les proporcionó a nivel internacional. Por desgracia, su siguiente trabajo no conseguiría tanto éxito y las fricciones internas llevarían a la banda a su desaparición, no sin antes lanzar con su nombre –pese a no ser en realidad un trabajo en grupo– lo que sería el último álbum oficial de Twisted Sister, un fracaso inmerecido como punto final a una carrera que creo que merece una gran consideración y reconocimiento. Pero voy a centrarme en el vinilo de este viernes. 
 

Grabado entre The Record Plant, los Westlake audio studios y los Cherokee studios con Tom Werman a los controles y la formación clásica de sus cuatro primeros álbumes compuesta por Dee Snider a las voces, Jay Jay French y Eddie Ojeda a las guitarras, Mark Mendoza al bajo y A.J. Pero a la batería, el disco salió al mercado con una icónica e inolvidable portada de Mark Weiss y el siguiente track list
 
A 
Stay hungry 
We’re not gonna take it 
Burn in hell 
Horror-teria (The beginning) 
a)Captain Howdy 
b)Street justice 
 
B 
I wanna rock 
The price 
Don’t let me down 
The beast 
S.M.F. 
 
La cara se inaugura con Stay hungry, que da título al álbum y es un temazo con un riff poderoso, coros resultones, una batería y bajo machacones y un solo estupendo, toda una arriesgada elección para comenzar un disco ya que lo normal es que a partir de ese punto el oyente no quiera que el nivel decaiga. Pues ya os digo que no hay nada que temer, porque la continuación con We’re not gonna take it consigue mantener la atención sin duda con una fantástica canción que se benefició de un hilarante videoclip sin olvidar la anécdota de los huevos con aceite –si la leyenda es cierta, todo comenzó en el mítico programa radiofónico DiscoCross– que llevó incluso a la banda a cantarla de esa manera en diversos conciertos en países de habla hispana. La oscuridad llega con Burn in hell, puro heavy metal con otro solo muy acertado y que incluso llegaron a versionar los blackmetaleros noruegos Dimmu Borgir. Y si con todo esto no había bastante, llega Horror-teria, otro temazo enorme dividido en dos secciones, la primera un medio tiempo de riff pesado titulado Captain Howdy, con un Mark ‘The Animal’ Mendoza golpeando su bajo y un buen solo de guitarra; la segunda parte es Street justice, un hard rock alegre y pegadizo con otro gran solo de guitarra en el que se turnan Ojeda y French. En resumen, una pasada de cara A que vale por si sola la compra del álbum. 
 

Ya en la cara B, I wanna rock es un himno del que se rodó otro vídeo que ayudó a aumentar la fama de los Sister con su mezcla de estribillos repetitivos, una base rítmica machacona y unas guitarras afiladas, además de la extraordinaria voz de Snider. La balada del vinilo –sí, balada, en todo disco de heavy metal debía haber una– es la siguiente The price, con una producción –sobre todo cuando se oye únicamente la guitarra acústica- que recuerda un montón a los Scorpions de la época. Aún así o por eso mismo, es un TEMAZO. Pero por suerte para los amantes de melodías más enérgicas, para continuar nos regalan Don’t let me down, donde pese a cierta comercialidad, los guitarrazos de Ojeda y French suenan atronadores junto al bajo grueso de Mendoza, que otorga a la canción un sonido más parejo al de sus dos primeros discos. Los solos son también fantásticos aquí y la interpretación vocal de Snider es sublime. Es momento de escuchar The beast, otro medio tiempo bastante parejo a Captain Howdy y que me recuerda en su riff a los Judas Priest de British Steel. Y finaliza el disco con una S.M.F. –iniciales del club de fans de la banda, Sick Mother Fuckers– que se inicia a lo AC/DC y que es otro pedazo de canción de hard’n heavy sucio que parece la hermana gemela de Street justice, también con unas estupendas guitarras. 
 







En resumen, un disco sin mácula, redondo de inicio a fin, con esa mezcla de comercialidad bien entendida y energía que resulta imprescindible para todo amante de la banda y del heavy metal ochentero. 
 
¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. Este lo tenía mi hermano en su colección heviorra. Buenos recuerdos y las canciones que más me gustan de ellos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Ves como de tanto en tanto también acierto contigo? Un abrazo y feliz fin de semana.

      Eliminar
  2. No hay muchas bandas que consigan ese sonido personal que les identifique en cualquier lugar del planeta, y Twisted Sister, gracias sobre todo a Dee, lo tienen. Crearon su Hard&Dee&Metal particular. Y, como bien dices, este sea el mejor representante, donde lograron equilibrar su versión más sucia y salvaje con la más melódica y, digamos, sentimental. Ninguno de sus discos es malo, al contrario, todos se disfrutan, con Stay hungry un paso por encima de los demás. Un abrazo dominguero.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No puedo añadir más, estoy de acuerdo contigo. Este y Under the blade, por lo crudo y lleno de fuerza, son mis preferidos. Aunque, como Groucho Marx con sus principios, depende del día podría cambiar mis preferencias jejeje. Abrazo de vuelta.
      KING

      Eliminar
  3. Wow, qué pasada de disco, me encanta. Estos sonidos heavies ochenteros me suelen entrar muy bien, será que soy un vendido a las masas. Lo cierto es que We're Not Gonna Take It es una de las canciones que más me piden los chavales en el cole cuando ponemos música mientras trabajan, lo que me da cierta esperanza en el futuro. Y, como no se podía saber, me gusta mucho también la balada. Lo que no entiendo es cómo no tengo todavía este disco, habrá que remediarlo pronto. Un abrazo de un heavy de hacendado!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me ha hecho gracia lo de heavy de Hacendado jajajaja. ¿En serio los chavales de tu clase conocen We're not gonna take it?, eso aporta una luz de esperanza sin duda. Saludos y gracias por leer y comentar. Ah, y remedia pronto ese agujero en tu colección.
      KING

      Eliminar
  4. Pes eso, heavy ochentero, divertido y cañero. LP que no debe faltar en una colección heavy que se preste. Me lo pincho ahora mismo. Buena recomendación King, saludos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...

Medina Azahara - En directo (Avispa, 1990)

  Ya lo he escrito en este blog: a veces no escucho música, escucho recuerdos. Las canciones se pegan a los momentos en los que vivimos y al volver a ellas es inevitable revisar las imágenes y las emociones que las acompañaron. En otras ocasiones, uno se siente hasta protagonista, como si el músico las hubiera compuesto para nosotros, pensando en "eso" que nos sucede. Y en otras, literalmente, sin tocar ningún instrumento, somos esa canción. Esto último sucede con este Medina Azahara en directo : yo estuve en ese concierto, por lo que, de algún modo, cuando escucho el disco, ahí al fondo, está mi voz. Fan de "los Medina" ni fui ni me considero, pero un concierto de ruido al lado de casa había que disfrutarlo. El álbum se grabó un 30 de junio de 1990 en el anfiteatro Egáleo de Leganés, Madrid, escenario al aire libre mítico aquellos años; allí vi también a Panzer, Burning, Sangre Azul y alguno más. Por cierto, a la banda la presentó aquella noche José Carlos Molina (...

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero ...

Los Relámpagos – Nit de llampecs (Novola-1965)

Y tras el hiato estival y la visita de Hetfield & co . de hace quince días, hoy toca reseña de la serie “ Los singles de mami ” en la que, como ya sabéis los habituales, aúno mi amor a la música en formato vinílico con el recuerdo a mi madre –fallecida hace poco más de un año– y a su gusto por la música pop de su juventud. Los protagonistas de hoy son Los Relámpagos , un grupo de rock instrumental que –como muchas bandas e intérpretes en aquella época– surgieron a raíz de un concurso musical en el que coincidieron José Luis Armenteros (guitarra), Pablo Herrero (órgano), Ricardo López Fuster (batería) y los hermanos Ignacio y Juan José Sánchez-Campins (guitarra y bajo, respectivamente). Los cinco darían forma a Dick y los relámpagos , que no tardaron en perder de su nombre a Dick , fuese quien fuese el tipo.    En 1962 comienzan a tocar en un club a cambio de vales de consumición y propinas y dedican los domin...