Estamos ante uno de los discos en directo más grandes que se han grabado jamás. También ante uno de los intérpretes más virtuosos y con más alma que han tocado el instrumento de las seis cuerdas. Pocos hicieron hablar y llorar a la guitarra como Gary Moore. Pocos la hicieron expresarse igual de bien tocando rock y blues. Y pocos nos hacen sentir un escalofrío al escuchar su música. Cuando yo hablo de “guitarra con alma” siempre pienso en este norirlandés de Belfast, porque él la tenía como nadie. Su técnica, impecable, su rapidez, su maestría y esa facilidad para transmitir emociones no era de este mundo. Conseguía hacerlo de tal manera que este álbum se ha convertido en uno de los imprescindibles, en su discografía y me atrevo a decir que también en el ranking de los mejores discos en directo de todos los tiempos.
En esta nuestra Comunidad nos contamos unos cuantos rendidos admiradores suyos, pues es uno de los artistas que acapara más entradas. Gastamos buen gusto, sin duda 😉
Como ya conté cosas sobre él en la entrada que le dediqué a “Parisienne Walkways”, no me voy a extender. Pasaré directamente a hablar de este disco, que fue, por cierto, el primero que yo escuché suyo, y me quedé tan impactada y enganchada que a partir de ahí Gary se hizo necesario en mi vida, y lo escuché todo, desde su etapa rockera a la blusera, pasando por sus otras bandas, Skid Row, Colosseum II y, naturalmente, Thin Lizzy. Este disco, en concreto, le pedí como regalo de Navidad aquel año que salió, me lo regalaron en CD y no sé cómo sigue vivo, porque lo he oído tantas veces que me sé de memoria cada nota. Hace muy poco que lo he conseguido en vinilo y me hizo mucha ilusión, porque fue uno de esos hallazgos buenos, bonitos y baratos una tarde cualquiera de casualidad mirando discos en las tiendas del centro de Madrid.
Es una primera edición inglesa, limitada, y tenía muchísimas ganas de tenerlo, por razones obvias, pues es uno de mis discos favoritos de todos los tiempos. La pena (y supongo que por eso era barato) es que le falta una de las fundas y un póster que traía. A cambio, el estado general es muy bueno, tanto el del soporte como la carpeta, qué más se puede pedir.
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Contraportada |
Funda. Falta la otra 😓 |
Vinilos |
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En 1990 apareció “Still Got The Blues” y en 1992 “After Hours”, y es de estos dos discos de donde se extraen prácticamente todos los cortes del “Blues Alive”, grabados en vivo durante la gira de 1992 en el Hammersmith Odeon, el Royal Albert Hall de Londres y el Universal Amphitheatre de Los Ángeles.
“Blues Alive”
Abre fuego un tremendo cañonazo, “Cold Day in Hell” (del “After Hours”) con su guitarra afilada y esa letra… “hará frío en el infierno antes de que vuelva contigo”. Buf. Es uno de mis temas favoritos.
Sin dar tregua, continua “Walking By Myself”, versión del clásico de Jimmy Rogers con su tremenda intro de guitarra donde Gary hace hablar a ‘Greeny’ de tal manera que casi es un diálogo entre los dos y al que nosotros solo podemos asistir atónitos y rompernos las manos a aplaudir.
Una breve pausa para recuperar aliento y Gary nos cuenta la “Story of the Blues”, tema también incluido en “After Hours”. Ahora su guitarra fetiche se vuelve más melancólica, pero por poco tiempo.
La melancolía dura poco, de momento. “Oh Pretty Woman” vuelve a llevarnos al ritmo endiablado y a la guitarra afilada, y es que este tema original de A.C Williams e interpretado por Albert King es una maravilla, donde Gary se luce con sus característicos y rapidísimos trills (por ejemplo, en el 3:12 del vídeo, aunque se aprecian mucho mejor entre el 5:03 y el 5:18 de "Parisienne Walkways", lástima que no podamos ver cómo los toca, no he encontrado ningún vídeo donde salga esa parte) que te dejan anonadado mirando cómo sus dedos vuelan literalmente por el mástil de su Les Paul.
Oh, cómo me gustan esa rabia y esa chulería cuando canta “pretty woman, what’s the matter with you?”. Por Dios, es que lo adoro.
El siguiente tema es otro de mis grandes favoritos de Moore. También está incluido en “After Hours”. “Separate Ways” es una conversación entre la guitarra y su propia voz, que se pregunta si debe continuar con su relación o tomar “caminos separados”. ¿Quién no se ha encontrado en esa situación en algún momento de su vida? Es tan humana y descarnada la forma en que lo expresa, que “araña” y se mete dentro de ti. Atención, porque en el vídeo que se lanzó junto a este disco, “Live Blues”, aparece una intro de guitarra que no sale en el disco y que es una auténtica maravilla. Estremecedora. Luego enlaza con la canción propiamente dicha. Y es que él hacía estas cosas en directo. ‘Greeny’ aquí llora y nos muestra su característico tono fuera de fase que la hace única, y que él elevó (aún) más alto de lo que ya lo hizo Peter Green.
Para equilibrar la energía tras esto, que nos deja con el alma rota, viene la versión de “Too Tired”, que en el disco “Still Got The Blues” hacía a dúo con Albert Collins, recordemos el vídeo de la canción, donde ambos iban persiguiéndose por la calle con las guitarras. En el escenario hace ese “diálogo” con una Telecaster azul y blanca y los teclados, y también queda muy divertido. ¿Quién dijo que el blues es solo melancolía? De eso nada.
Aquí la interpretan juntos en 1990 en el festival de Jazz de Montreaux.
Llega el turno de una de las canciones más conocidas de Gary, y me estoy refiriendo, por supuesto, a “Still Got The Blues (For You)”, que en directo se hace increíble. De nuevo, los dedos de Moore vuelan por el mástil de ‘Greeny’ para hacerla llorar y expresar esa tristeza que, ahora sí, nos muestra la parte más descarnada del blues. El escalofrío comienza en los primeros acordes y no termina hasta la última nota. Se me han caído las lágrimas muchas veces escuchando el solo de guitarra de esta canción, y quien puede arrancar ese sentimiento es que tiene un don. Y Gary lo tenía, sin duda.
“Since I Met You Baby" nos devuelve al desenfado, una vez más, algo que me gusta mucho de este directo es que alterna muy bien los temas melancólicos y otros que lo son menos, una de cal y otra de arena. Es el caso de este tema, donde, en el vídeo, comparte escenario con mismísimo B.B King, en el disco no, pero vamos a disfrutar de estos dos monstruos sobre el escenario. Los dos “armados” con sendas Gibson nos hacen volar. Es una gozada para cualquier amante del blues. Y aunque no aparece en el disco, sí que lo hace en el concierto “Live Blues”, os dejo esta versión que se marcan ambos del clásico de B.B King “The Thrill Is Gone”. Por favor, atención al diálogo entre las guitarras entre el 7:11 y el 7:48. ¡Wow!
“The Sky Is Crying", una versión de Elmore James, y “Further On Up The Road” otro blues clásico y tono animado, nos van preparando para los platos fuertes. De nuevo con su Telecaster azul y blanca.
Dejo por aquí también esta versión de “Stop Messin' Around”, de mis queridos Fleetwood Mac y que él hace suya de manera magistral. Peter supo a quien dejarle su guitarra, sin duda.
Volvemos a los temas propios con “King of the Blues”, de su disco “Still Got The Blues”, pero que no deja de ser un homenaje a los clásicos a los que tanto admiraba.
Y llega el temazo. El regalo que le hizo su amigo Phil Lynott para su primer disco en solitario de 1978 “Back On the Streets”, del que ya hablé mucho en su correspondiente entrada, y que solía tocar al final de casi todos sus conciertos. Para este disco alarga su característica nota sostenida hasta 27 segundos (2:23 a 2:50 en el vídeo) lo que conseguía marcando el lugar del escenario donde le salía mejor y desplazándose hasta allí en el momento justo. A veces la hacía más larga y otras menos, en este caso es una de las que más. También fue el sencillo que escogió para promocionar este disco.
Después de semejante cañonazo viene el broche de oro al disco. Otra versión de Duster Bennet que también fue magníficamente versionada por Fleetwood Mac, “Jumpin' at Shadows" y que también borda, por supuesto.
Conclusión
Este disco es imprescindible, oro puro. Maravilla tras maravilla, para gozarlo mucho y bien. Quién hubiera podido hacerlo en su momento viéndole sobre el escenario, pero, por suerte, nos ha quedado para siempre.
Gary Moore que estás en los cielos… cómo te echamos de menos.
Gran directo de blues. El concierto con BB King lo tenía por ahí grabado en VHS y lo desgasté.
ResponderEliminarYo le tengo en un altar, junto al "Made in Japan", el "101" y el "We Want Moore", entre otros. ¡Un disco que debería estar en todas las casas!
EliminarMe encanta Gary... pero soy de los fans de su etapa hard rockera. Aun y así, prometo escuchar este trabajo que seguramente rebosará calidad, pese a que el estilo no sea el que más me atrae del de Belfast. Feliz finde!
ResponderEliminarCuando escribí el párrafo que dice “algunos de sus fans rockeros no le perdonaron jamás que volviera al blues” pensaba en ti, entre otros, que conozco a alguno más. Yo ya lo he dicho muchas veces, me gusta tocándolo todo, desde lo más duro a lo más blues. Yo creo que te va a gustar, pero si lo escuchas ya dirás qué te pareció. ¡Feliz domingo!
EliminarPor supuesto que lo he escuchado y no me ha parecido en absoluto una pérdida de tiempo, pero como imaginabas, escucharía mil veces más el Victims, el Run for cover e incluso el Dirty fingers antes que este.
EliminarSi es que ya nos vamos conociendo 😉
EliminarTremendos discos esos que mencionas también, si es que este señor era muy muy bueno.
Un disco imprescindible. Moore en su mejor momento. Adoro su etapa roquera, adoro su etapa blues. Y lo cuentas muy bien. Un gustazo que hayas traído este vinilo por aquí. Un saludo.
ResponderEliminarLa alegría que me dio encontrarlo en vinilo, y como dices, imprescindible. Tenía que estar aquí 😉
EliminarJoder que detalle...que maravilla...que bien escrito y documentado...
ResponderEliminarImpresionante!!
Este album es parte de mi vida desde ese 1993...se me clavo en el alma para siempre...
Mas gracias
LoveOfLesbian 😘😍😍