Amigos, este viernes recojo el guante que en la respuesta a uno de mis comentarios del año pasado me lanzó Paco y publico al fin una entrada dedicada al heavy patrio. Y como de Volumen brutal ya se ha hablado en este espacio –de sus dos versiones, además–, no me queda otra que traer al blog este Metalmorfosis que los madrileños Barón Rojo sacaron un año después. Además, este tiene una de las mejores portadas –tanto en el apartado artístico como conceptual– de todas cuanto conozco. Se trata de un trabajo estupendo de Ángel Ortiz al aerógrafo –¿qué habrá sido de ese hombre?– que en realidad fue la primera imagen que conocí de la banda. Canciones como Resistiré o Los rockeros van al infierno ya sonaban entre mi grupo de amigotes, pero fue este Von Richthofen de metal y su Casi me mato lo que me hizo ser consciente de la existencia de los barones. Luego conocí a Obús, Panzer, Santa y tantos otros que siempre han formado parte de la banda sonora de mi vida, aunque debo admitiros que a la hora de comprar discos tiré por lo internacional a lo bestia dejando atrás el metal hispano.
Total, que entre tanta obra norteamericana, británica, germana o japonesa, hoy os traigo este tercer álbum de Barón Rojo producido por la banda y Mariscal Romero en los Battery studios de Londres con el line up clásico y eterno formado por Armando de Castro a la guitarra y voces, su hermano Carlos a la guitarra y voces, José Luis Campuzano –el Sherpa– al bajo y voces y Hermes Calabria a la batería.
Como anécdota, dos temas quedaron fuera del vinilo por problemas de espacio y lejos de dejarse para otro álbum, se incluyeron en un single que se regalaba con el disco. Así, el track list total fue:
A
Casi me mato
Rockero indomable
Tierra de vándalos
¿Qué puedo hacer?
Siempre estás allí
B
Hiroshima
El malo
Diosa razón
Se escapa el tiempo
Single
Invulnerable
Herencia letal
El primer tema es Casi me mato, el tercero de Barón Rojo que tengo conciencia de haber escuchado en mi vida, así que podéis imaginar la importancia que tiene para mi este hard rock desenfadado que precede a Rockero indomable, otro de los himnos imprescindibles de la banda. Tierra de vándalos no es tan conocida pero resulta igual de fresca, con una notable producción –en eso destacaban entre el desolador panorama patrio– y unas letras trabajadas, algo que siempre fue distintivo en las canciones del grupo y que gozaban de un nivel superior en el caso de las de José Luis Campuzano y su pareja Carolina Cortés, a la que él se ha referido en alguna ocasión como el quinto barón. ¿Qué puedo hacer? es un tema crudo compuesto y cantado por Carlos de Castro con un marcado sonido setentero. Y la cara finaliza con Siempre estás allí, un temazo con una melodía que me recuerda en los momentos acústicos a Take me away together as one de Paul Stanley.
La cara B se inicia con Hiroshima, un hard rock estupendo en el que creo advertir influencias de un Michael Schenker que había editado su Assault Attack. Luego llega El malo, otro de los temas imprescindibles del Barón, con una melodía y arreglos que lo ponen entre lo mejorcito del hard hispano de todos los tiempos, que precede a Diosa Razón, también entre mis favoritas del disco. Se escapa el tiempo no es quizás de las más apreciadas de la banda pero es un tema con estribillo elegante que hasta tiene un duelo de guitarra/bajo, poca broma.
Y ya en el single, Invulnerable tiene un riff de lo más heavy del álbum y es un temazo poco valorado musicalmente que tendría que haber formado parte del Lp. Es fantástico, aunque no posea una letra que lo haya convertido en himno. Finaliza el álbum Herencia letal, que es otra cabalgada que no tiene nada que envidiar a cualquier grupo de la NWOBHM del momento.
En definitiva, un disco sin mácula que –si bien tiene las voces en la mezcla un poco sepultadas bajo la parte instrumental–, se benefició del trabajo del ingeniero Nigel Green, un tipo que a esas alturas ya había trabajado con Maiden o Leppard, lo que otorgó a la banda esa pátina a NWOBHM que tan bien le funcionó en Gran Bretaña. Imprescindible, amigos.
Buahhh el disco que estuvo a punto de cambiar la historia de barón rojo, tubo sorprendente y curioso éxito en japón querían ir al budokan del '83 a dar caña pero como esto es España no les dejaron por vete tu a saber que tontería, Barón Rojo en esos años aunque no lo parezca eran famosillos a nivel internacional ademas tienen el volumen brutal también en inglés.
Pues qué bien recogido el guante. Debo confesar que casi prefiero este al "Volumen Brutal": lo canté más, lo disfruté más. También lo tengo en vinilo. Respecto a la internacionalidad de la banda, estuvieron a punto de hacer una gira con (creo recordar) Schenker precisamente, pero la compañía no puso el dinero y se chafó. Igual que por pasta no acabaron grabando también en inglés. De todos modos, además de una minigira inglesa, tocaron en Reading en el 82. Crhis Tsangarides, fallecido estos días, les produjo el siguiente a este, el directo "Barón al rojo vivo". Un abrazo.
La típica falta de visión comercial. En los 80 aún éramos muy provincianos. Lo de Schenker ni idea pero es verósimil. Recuerda que por aquellos años se hicieron muy amigos e incluso el Sherpa aparece en los créditos de Red Sky, del Built to destroy. Abrazo de vuelta.
Este álbum y Barón al Rojo Vivo, deben ser remasterizados. La producción de ambos dejan mucho que desear. Hay varias canciónes remásterizadas de Metalmorfosis y una en vivo, (Campo de concentración) de Barón al Rojo Vivo, en la compilación de los 25 años del Barón, que suenan excelentes. Deberían de usar a ése mismo ingeniero/productor para remasterizar ambos, Metalmorfosis y Barón al Rojo Vivo.
El año pasado pasó por aquí un recopilatorio de Stevie Wonder ( The Original Musiquarium I ), donde el compañero “Rlguitarra” os hablaba de la “era clásica” de este musico. Hoy me quiero centrar en ese periodo, y os traigo uno de sus discos más memorables de esta época. Un absoluto clásico que en algún momento tenía que estar en este blog. Como para muchos de mis coetáneos, Stevie Wonder fue durante un tiempo el de “Si bebes no conduzcas”, o “I just called to say I love you”. Hasta que uno tiene curiosidad de saber por qué se le aclama como un genio. Es entonces cuando uno comienza a investigar si carrera y su discografía, y descubre la razón de tantos elogios. Exactamente por discos como éste que os traigo hoy. El contexto es el siguiente. Stevie Wonder ya era considerado un niño prodigio (cantaba, componía, y tocaba con destreza multitud de instrumentos, ya desde una edad muy temprana), lo que le hizo unirse a la Motown con solo 12 años. Fue incluso comparado con Ray Charles (no ...
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Hace poco me di cuenta de que increíblemente nadie había reseñado aún el disco de debut de Van Halen , por lo que me puse manos a la obra y decidí dedicarle una entrada como corresponde a una obra seminal en la historia del hard rock del siglo pasado. Y como también soy el que más álbumes de la banda ha traído por aquí, daré por finalizadas mis intervenciones relacionadas con el grupo de los hermanos Van Halen –que alguien traiga el Women and children first , que no tenga que hacerlo yo porlamordediós – con una extensa reseña en la que habrá más texto que otra cosa. Y es que mi copia es una reedición española de 1984. La inicial de Hispavox del 78 tenía la funda original interior aunque en blanco y negro, que no era cuestión de gastar demasiado por unos melenudos desconocidos. Pero esta de WEA S.A. era peor, una funda blanca de papel y tirando, que es gerundio. Así que como vinilo, tiene poca importancia. Es...
Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.
Buahhh el disco que estuvo a punto de cambiar la historia de barón rojo, tubo sorprendente y curioso éxito en japón querían ir al budokan del '83 a dar caña pero como esto es España no les dejaron por vete tu a saber que tontería, Barón Rojo en esos años aunque no lo parezca eran famosillos a nivel internacional ademas tienen el volumen brutal también en inglés.
ResponderEliminarNo sabía que entre sus planes había estado ir al Budokan. Sin duda, tenían nivel para eso y más. Pero tú lo has dicho, this is Spain.
EliminarPues qué bien recogido el guante. Debo confesar que casi prefiero este al "Volumen Brutal": lo canté más, lo disfruté más. También lo tengo en vinilo. Respecto a la internacionalidad de la banda, estuvieron a punto de hacer una gira con (creo recordar) Schenker precisamente, pero la compañía no puso el dinero y se chafó. Igual que por pasta no acabaron grabando también en inglés. De todos modos, además de una minigira inglesa, tocaron en Reading en el 82. Crhis Tsangarides, fallecido estos días, les produjo el siguiente a este, el directo "Barón al rojo vivo". Un abrazo.
ResponderEliminarLa típica falta de visión comercial. En los 80 aún éramos muy provincianos. Lo de Schenker ni idea pero es verósimil. Recuerda que por aquellos años se hicieron muy amigos e incluso el Sherpa aparece en los créditos de Red Sky, del Built to destroy. Abrazo de vuelta.
EliminarPara Mi, uno de los mejores grupos no de la época así no de siempre... Arkangel, con Paul Gilman es otro grupo tremendo...
ResponderEliminarEste álbum y Barón al Rojo Vivo, deben ser remasterizados. La producción de ambos dejan mucho que desear.
ResponderEliminarHay varias canciónes remásterizadas de Metalmorfosis y una en vivo, (Campo de concentración) de Barón al Rojo Vivo, en la compilación de los 25 años del Barón, que suenan excelentes. Deberían de usar a ése mismo ingeniero/productor para remasterizar ambos, Metalmorfosis y Barón al Rojo Vivo.