Ir al contenido principal

KISS - Hot in the shade (PolyGram, 1989)


Sinceramente, hoy tenía preparado otro vinilo que nada tiene que ver con el universo KISS, pero al leer que hoy se cumplía el 25 aniversario de la publicación de Hot in the shade... no he podido resistirlo. 

Muchos de los álbumes de KISS de la década de los ochenta han pasado por aquí, con sus cosas buenas y sus cosas malas. Lo único incontestable fueron las ventas y la popularidad de la banda, que mantenía largas giras por Estados Unidos con llenos en pabellones y despachaban el millón largo de copias de lo que editaran. Al final de los ochenta renovaron su contrato discográfico con PolyGram y era imprescindible sacar un disco sí o sí, por lo que en el verano de 1989 Gene Simmons (voz y bajo) y Paul Stanley (voz y guitarra) se metieron en los estudios The Fortress (California, Estados Unidos) a grabar canciones. El estudio no era más que un espacio donde Gene solía grabar maquetas con los grupos de su filial (Simmons Records), y así se lo tomó el gupo.

Enlataron en un 24 pistas todo lo que tenían.

El presupuesto era reducido, no sabían a quién llamar como productor y las canciones no funcionaban bien. Gene y Paul trabajaban por separado llamando a Eric Carr (batería y voz) y a Bruce Kulick (guitarra) cuando los necesitaban. Por los estudios se pasaron también músicos amigos como Tommy Thayer (hoy guitarrista de Kiss) o Kevin Valentine (batería, con el que contarían en discos posteriores), siguiendo con la tradición en el grupo de meter músicos a sueldo sin acreditarlos.

Llamaron a Vini Poncia (responsable de los álbumes Dynasty y Unmasked) para que les ayudara. Al final el bueno de Vini no fue acreditado como tal, pero le reservaron una"special thanks". Colaboró en la composición (rehízo, básicamente) cinco canciones, por las que sí recibió crédito. 

Además de Poncia, echaron una mano en la composición varios "amigos" de la banda. El más sonado, Michael Bolton, quien con Paul pergeñó el segundo single del álbum, la balada Forever. Tommy Thayer ayudó a Gene a terminar dos temas (Betrayed y The street giveth and the street taketh away). El habitual Desmond Child deja su impronta en Hide your heart y  You love me to hate you y el por entonces de moda Bob Halligan Jr. les regaló Rise to it y Read my body. Bruce Kulick pincha en dos y Eric Carr se lanza con su primera y única canción como solista, compuesta a pachas con Gene y Adam Mitchell.

Al final del verano se encontraron con un montón de maquetas, sin presupuesto y sin productor, por lo que decidieron encargar una mezcla de las quince demos terminadas a Dave Whitman. El resultado satisfizo a la banda y acabó siendo Hot in the shade. El sonido final no agradó a la compañía que se preocupó de remezclar los singles, en especial Forever, que encargó a Steve Thomson y Michael Barbiero.

Como resultado de todo esto, y la dudosa portada (idea de Eric Carr), se convirtió en el disco menos vendido desde "The Elder". Editaron tres singles: Forever (único en llegar al top 10), Rise to it y Hide your heart.

Aparte de estas tres, pocos temas hay rescatables. Silver spoon, Betrayed, Prisoner of love o Love's a slap in the face, todas en la cara A. La cara B se atraganta un poco, aunque Little Caesar (con Eric a la voz) y The street giveth and the street taketh away están bastante bien.

El vinilo de hoy es la edición española de la época imprimida en Alemania (por eso no tiene las dos SS del rayo). Trae las letras y una curiosa nota sobre el SIDA y cómo evitar contagiarse.

Disfrutad el fin de semana.

Kiss - Forever

Kiss - Hide your heart

Kiss - Rise to it 

Kiss - Silver spoon



Comentarios

  1. Estoy de acuerdo contigo. Después de asylum y Crazy nights, este cambio de sonido se me hizo extraño. Y los temas tampoco acabaron de engancharme. En cierta manera fue el principio del fin. Con Revenge intentaron petarlo de nuevo... y casi lo consiguen. Pero la magia había desaparecido y lo del Carnival ya fue patético.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, fue una especie de quiero y no puedo. Necesitaban un cambio, eso estaba claro, y creo que hubiera sido un buen momento para parar y replantearse las cosas. Aun así, lo pincho de vez en cuando, le tengo cariño, como a tantos.

      Eliminar
  2. Revenge era un discazo. A mí no me gustó nada este cedé salvo Forever. Mal cierre, para mi gusto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El disco flojea, como digo, pero alguna canción rescatable hay. Estos tipos tenían mucho oficio y canciones mediocres se salvan en su interpretación. De todos modos, no es un imprescindible, desde luego.

      Eliminar
  3. Pues yo pongo el corte algo más arriba con Lick it up, todo un discazo completo para enmarcar. Tampoco quito mérito a Animalize, Asylum o Crazy Nights, de los que se sacan algunos temas muy buenos...pero sobre gustos... Pero me pasa, que es escuchar a estos tipos y me suben la moral. Larga vida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí de KISS me gustan hasta los descartes. Sin duda. Pero si comparo, este disco es flojete. Ahora, que no me lo toquen ;))

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...

Medina Azahara - En directo (Avispa, 1990)

  Ya lo he escrito en este blog: a veces no escucho música, escucho recuerdos. Las canciones se pegan a los momentos en los que vivimos y al volver a ellas es inevitable revisar las imágenes y las emociones que las acompañaron. En otras ocasiones, uno se siente hasta protagonista, como si el músico las hubiera compuesto para nosotros, pensando en "eso" que nos sucede. Y en otras, literalmente, sin tocar ningún instrumento, somos esa canción. Esto último sucede con este Medina Azahara en directo : yo estuve en ese concierto, por lo que, de algún modo, cuando escucho el disco, ahí al fondo, está mi voz. Fan de "los Medina" ni fui ni me considero, pero un concierto de ruido al lado de casa había que disfrutarlo. El álbum se grabó un 30 de junio de 1990 en el anfiteatro Egáleo de Leganés, Madrid, escenario al aire libre mítico aquellos años; allí vi también a Panzer, Burning, Sangre Azul y alguno más. Por cierto, a la banda la presentó aquella noche José Carlos Molina (...

Los Relámpagos – Nit de llampecs (Novola-1965)

Y tras el hiato estival y la visita de Hetfield & co . de hace quince días, hoy toca reseña de la serie “ Los singles de mami ” en la que, como ya sabéis los habituales, aúno mi amor a la música en formato vinílico con el recuerdo a mi madre –fallecida hace poco más de un año– y a su gusto por la música pop de su juventud. Los protagonistas de hoy son Los Relámpagos , un grupo de rock instrumental que –como muchas bandas e intérpretes en aquella época– surgieron a raíz de un concurso musical en el que coincidieron José Luis Armenteros (guitarra), Pablo Herrero (órgano), Ricardo López Fuster (batería) y los hermanos Ignacio y Juan José Sánchez-Campins (guitarra y bajo, respectivamente). Los cinco darían forma a Dick y los relámpagos , que no tardaron en perder de su nombre a Dick , fuese quien fuese el tipo.    En 1962 comienzan a tocar en un club a cambio de vales de consumición y propinas y dedican los domin...

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero ...