Amigos del vinilo, ya os he hablado en este espacio alguna vez de Black Sabbath, la banda en la que figuró Ozzy Osbourne como vocalista hasta que sus compañeros le echaron y contrataron al añorado Ronnie James Dio. Sin embargo, este no fue el único cambio de vocalista que sufriría la banda, no señor. Así pues, a finales de 1982, Iommi y Butler deciden poner en marcha un grupo que no debía dar continuidad a la banda pero que –como ocurrirá de nuevo con futuros proyectos del guitarrista- por imposición de la discográfica se verán obligados a editar una vez más bajo el nombre de Black Sabbath. Y el resultado será Born again, el undécimo elepé oficial de los de Birmingham, que contará a las voces con –ni más ni menos- Ian Gillan y verá la luz el año en el que el mad man, por su parte, edite su fantástico Bark at the moon.
La obra -en mi opinión, un fantástico álbum- suponía una mezcla de estilos que significaba un nuevo paso adelante en el sonido de la banda, una evolución que cosechó críticas negativas por parte de puristas que en su día toleraron el fichaje de Dio pero que debieron exclamar un “por ahí no paso” con la llegada de Gillan. Por el contrario, los seguidores de la banda se mostraron encantados con la nueva formación, convirtiendo al disco en un éxito de ventas. Born again también supuso el regreso al estudio de Bill Ward, restablecido –o eso decía- de sus adicciones y problemas psicológicos. Eso sí, no estaba dispuesto a salir de gira. Supongo que en la carretera, las tentaciones eran demasiado fuertes para su carácter débil. Es por eso que en los clips que se rodaron para algunos de los singles del álbum se puede ver a Bev Bevan encargándose de la batería.
Pero si por algo es famoso Born again es por su impresionante portada, una inconfundible obra de arte diseñada por Steve Joule. Casi todos en la banda declararon odiarla, diversos magazines la pusieron a caer de un burro y ha aparecido en listas dedicadas a las peores carátulas de la historia. Incomprensible, amigos. A mi me encanta esa portada, me parece fabulosa. Es de esas en las que solo con ver una pequeña porción de la misma cualquiera identifica en seguida de qué álbum se trata. Además, es impactante, lo que la convierte en inolvidable. Todo el mundo reconoce esa portada... que es de lo que se trata. En resumen, es genial.
Total, que en el otoño de 1983, producido por Black Sabbath y Robin Black en The Manor studio, con Ian Gillan a las voces, Tony Iommi a la guitarra y flauta, Geezer Butler al bajo, Bill Ward a la batería y Geoff Nicholls a los teclados, Born again salió al mercado con el siguiente track list:
A
Trashed
Stonehenge
Disturbing the priest
The dark
Zero the hero
B
Digital bitch
Born again
Hot line
Keep it warm
El álbum se inicia con la rapidísima Trashed, quizás la canción más conocida de Borna again a la que sigue Stonehenge, una instrumental de teclados y efectos de sonido que supone una ruptura radical con el sonido heavy del tema que acabamos de escuchar y nos introduce –vía latidos de corazón- en Disturbing the priest, un mundo de risas psicóticas y riffs típicamente Iommi style, con una interpretación vocal de Gillan –qué alaridos- excelente. The dark es otra instrumental de teclados que sirve de preámbulo a Zero the hero, otro de los temas más reconocidos del álbum, un poco más de Sabbath en estado puro que hiela la sangre.
La cara B se inicia con Digital bitch, Purple más que Sabbath y que me recuerda en varios pasajes a Highway star, pareciéndome en varios momentos que Gillan va a soltar aquello de Ooooooh, she’s a killing machine. El inicio de Born again –la canción- es inconfundible, con esa guitarra distorsionada, el bajo de Butler, los teclados de fondo y la bateria entrando antes de que la voz del gran Gillan tome el mando de un tema entre melancólico y suplicante, con diversos momentos en los que se crece arropado por la potente guitarra de Iommi que nos regala un solo precioso para finalizar la canción. Genial. A estas alturas, amigos, no hay resquicio para la duda y uno está seguro de que no ha tirado el dinero a la hora de hacerse con este vinilo. Y entonces llega Hot line, un trallazo de puro heavy metal en el que los alaridos de Mr. Gillan casi alcanzan la perfección y obtienen el protagonismo de la canción junto al eterno bajo de Butler y la batería de Ward en un tema en el que Iommi nos deleita nuevamente con varios riffs marca de la casa. Cierra el listado de temas Keep it warm, una bonita canción que vocalmente es Gillan puro pero en mi opinion tiene poco que ver con el sonido Sabbath. Y aunque no es de las que más recuerda uno de todo el disco, tiene un bonito solo.
¡Feliz viernes!
@KingPiltrafilla
Imposible negar que Iommi siempre se rodeó de geniales cantantes: Dio, Martin, Hughes, Gillan y Ozzy. Este Born again lo tengo olvidado... ¡a recuperarlo!
ResponderEliminarNo podía salir nada malo de juntar a Iommi y a Gillan. Ah, y a mí la portada también me gusta, no se por qué pero siempre me ha recordado a La semilla del diablo.
ResponderEliminarSaludos
Un gran disco que necesita de varias escuchas para acabar de entrar. Gran e icónica portada, si señor...reconoces el disco entre un millón.
ResponderEliminarDisco que con el paso de los años me ha ido gustando más y más ….aunque los temas Born Again y Hot Line me parecieron espectaculares desde el primer momento.Vi la gira ….Gillan algo cascado o cansado ….no estuvo muy brillante
ResponderEliminarLo mejor es que me encontré a la banda al completo en el aeropuerto
También descubrimos el hotel y ahí estuvimos esperando a que salieran
Toni Iommi me regaló una púa …pero alguien se apropió de ella un día en mi casa