Ir al contenido principal

Coney Hatch – Outa hand (Vertigo, 1983)


A mediados del siglo XIX se construyó en el municipio londinense de Friern Barnet un hospital psiquiátrico llamado Colney Hatch Lunatic Asylum que tomó su denominación de una aldea cercana. Y a sólo tres horas a pie del lugar, en pleno SoHo londinense, se encuentra la tienda de discos Sister Ray en cuyo sótano encontré el vinilo que hoy os presento. El porqué del ligero cambio en el nombre y la razón por la que unos jóvenes canadienses lo adoptaron ya se me escapa. Sea como sea y viendo que este grupo aún no había aparecido por el blog, se impone una pequeña presentación. 
 

Formados en el Toronto de 1980, la formación que grabó su álbum de debut homónimo tenía a Andy Curran como cantante y bajista, a Dave Ketchum como batería, al guitarrista y cantante Carl Dixon –que había dejado a los Firefly en el 81 para unirse a ellos– y a Steve Shelski a la guitarra solista, que había sustituido al miembro original Ed Godlewski. Producido por Kim Mitchell –de la banda Max Webster– y Jack Richardson, la exposición en la MTV y que Aldo Nova les versionase un tema fueron determinantes para que consiguieran hacerse un nombre en su país e incluso firmasen para ir de gira con Triumph o Judas Priest. Y sin descanso, entraron a grabar su segundo disco, este Outa hand que hoy os traigo y que les otorgó la notoriedad necesaria para telonear en cuarenta fechas a Iron Maiden en su World Piece Tour
 

Así pues, con la formación mencionada, los Coney Hatch se metieron en los estudios United Media de Toronto con Max Norman –por entonces metido de lleno en el renacer de Ozzy Osbourne produciendo sus discos, que también había estado tras los controles en la grabación del estupendo Black Tiger de Y&T– y Jack Richardson para crear su segundo álbum, del que tengo la edición inglesa de la época. 
 
Con portada de Martin Soldat, su track list fue: 
 
A 
Don’t say make me 
Shake it 
First time for everything 
Some like it hot 
To feel the feeling again 
 
B 
Too far gone 
Love games 
Fallen angel 
Music of the night 
 

El álbum empieza con Don’t say make me, un hard rock americano ochentero de manual –lo sé, eran canadienses pero en ese aspecto como en otros las diferencias son etéreas y difusas– pegadizo y enérgico. Le sigue Shake it, con leves tintes hard blues y un solo estupendo, más arrastrada que la anterior aunque muy resultona. First time for everything es un medio tiempo de hard melódico cortado por el patrón de la época y Some like it hot regresa al terreno del hard rock aunque de revoluciones comedidas, con una producción algo cruda. La cara finaliza con To feel the feeling again, la típica baladita con acústica que sin embargo no resulta meliflua y a la que los pasajes eléctricos dotan de un sentimiento especial. 
 

Damos la vuelta al plástico –expresión viejuna donde las haya– y nos topamos con Too far gone, medio tiempo hard rockero y de tono más setentero que ochentero, al menos hasta esos coros del final. Luego encontramos la más rockera y cruda Love games, con un riff pegadizo y presencia eminente de Curran, tanto en las voces como en las líneas de bajo que se marca para darle color al tema. Fallen angel tiene más ritmo y pegada, con unos guitarrazos de mucha calidad y un tono general parejo al del disco, es decir, hard rock de calidad sin llegar del todo al sonido de las radiofórmulas heavy ochenteras y más cerca de un hard blues setentero con esteroides a punto de hacer el cambio. Pone el punto final una serena Music of the night, un medio tiempo resultón con un ritmo pausado, una buena base rítmica y unas guitarras muy bien puestas. 
 









En resumen, otra estupenda banda canadiense que se vio eclipsada por la maquinaria comercial del país vecino y sepultada por la ingente cantidad de grupos –no siempre de calidad superior– que aquella puso en circulación. Y aunque en teoría nunca desapareció y el grupo ha seguido activo en el presente siglo, la formación clásica sólo grabó un disco más y desapareció del panorama internacional. Una pena porque –no sé lo que opinaréis vosotros– Outa Hand me parece de lo más recomendable. 
 
¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. Coney Hatch me parecen una banda fantástica. El rock canadiense de la primera mitad de los ochenta me tiene enganchado: qué cantidad de discazos. Este tiene aún cierto poso seventies y suena tremendo. Y con Norman a los mandos tienes asegurada una buena producción. Me guardo el suguiente de estos tipos y último de aquella etapa para una futura entrada. A mí me gusta un poco más 😉 Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Anónimo1/2/25 10:01

      Pues el tercero lo tengo pendiente de escuchar. Iba a hacerlo este fin de semana aprovechando que el Pisuerga pasaba por Valladolid, pero me esperaré a que publiques tu entrada. Me alegra haber acertado. 😉 Abrazo de vuelta. KING

      Eliminar
  2. Pues estos disquitos que traéis de basurilla ochentera que no son heavy metal y se aproximan más al hard rock americano y al aor, me resultan muy agradables de escuchar y disfrutables. Estos me recuerdan a los Honey monn que tengo un disco.
    Para la próxima no se si traer uno de este rollo(bueno un poco blando) o traer mi adquisición en el último viaje de Londres... Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Anónimo2/2/25 10:04

      Lo ves, alma de cántaro, como tú también eres uno di noi. Eso sí, para la próxima publica lo que te venga en gana. Abrazo, chavalote. KING

      Eliminar
  3. Me ha gustado mucho como has hilado el nombre del grupo con el lugar en cuestión donde compraste el disco. Muy bueno. No conocía a este grupo, pero es verdad que tienen un toque hard-roquero que me gusta, aunque todo el disco no me ha gustado por igual. Lo he escuchado con gusto, aunque siendo sinceros, tampoco va a convertirse en mi grupo de cabecera. Pero buen descubrimiento, en cualquier caso. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Anónimo2/2/25 14:08

      No, no, tampoco es mi grupo favorito, pero tiene muchísima calidad en mi opinión. Y está bien reconocerla a grupos que se vieron eclipsados por otros con más suerte. Gracias por tus palabras y por comentar, como siempre. KING

      Eliminar
  4. Buah, una pasada de disco. Me lo apunto porque lo que he escuchado aquí me ha gustado, así que será uno de esos discos que volverán a sonar para comprobar si la cosa es lo suficientemente grave como para acabar en mi estantería. Debo decir que me has ganado ya desde el comienzo de la entrada, hablar de Sister Ray y de Londres me sabe a gloria. Pero el tema, gracias por descubrirme a estos tipos que no conocía de absolutamente nada. Demasiado poco valoramos el blog que tenemos. Abrazo, vamos a darle duro al domingo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Anónimo2/2/25 14:09

      Gracias. No puedo añadir nada más jejeje KING

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Rainbow – Down to earth (Polydor-1979)

Sin vinilos raros o exóticos para comentaros esta semana, echo mano de mi fondo de armario vinílico y como en mi anterior visita, dedico la reseña de hoy a otra de esas obras incontestables de finales del siglo XX de las que nadie quiere hablar porque todo cuanto pueda decirse, sobra o es redundante. Pero para eso estoy yo, para redundar en lo obvio. Y para dar a la reseña un enfoque diferente, más que del álbum –que también–, os hablaré de su vocalista. Total, que después de saber de él en Alcatrazz [ aquí ] o MSG [ aquí ], hoy os traigo de nuevo al incombustible Graham Bonnet para presentaros otro enorme disco en el que participó aportando su personalísimo estilo. Poneos cómodos.    Érase que se era el británico Graham Bonnet , un adolescente nacido en una localidad costera del condado de Lincolnshire que se ganaba unas libras cantando jingles para la radio. Su primo Trevor había emigrado con sus padres a Australi...

City Boy - The day the earth caught fire (Atlantic, 1979)

  Si puedes imaginar una reunión entre Jeff Lynne y Freddie Mercury un sábado a medio día con unos cócteles y un piano delante de ellos, puedes hacerte una idea de lo que vas a escuchar en este The day the earth caught fire . Ah, y se pasó por allí uno de los hermanos Gibb (no recuerdo cual, creo que el bajito) en algún momento para retocar algunas armonías y, tal vez, Jim Steinman metió algunas letras a la hora de la cena. Esta mezcolanza la consiguieron seis tipos, seis: Lol Mason a la voz principal, labor que comparte con Steve Broughton, también guitarrista, Mike Slamer, guitarrista principal, y Roy Ward, baterista a la sazón; “solo” hacen coros Chris Dunn, bajista, y Max Thomas, aporreando todo lo que tenga teclas. Hasta cuatro cantantes principales van intercambiando sus roles y todos los miembros, en mayor o menor medida, participando en las composiciones. Una obra muy coral esta. Aquí tienes a los muchachos. Formados como una banda de folk rock a principios de los setenta...

Helloween - Pink bubbles go ape (1991, EMI)

  Aprovecho la reciente visita a nuestro país de la banda multigermánica Helloween para compartir aquí contigo, lector con orejas inquietas, otro de esos discos que me gusta catalogar con la etiqueta de “síndrome del disco de después”: aquella obra musical editada tras un pelotazo, éxito o gloria en forma de DISCARRAL y que palidece a su sombra independientemente de su calidad o éxito. Discos que han sido “un fracaso” porque vendieron la mitad que su predecesor o porque, simplemente, no respondió a las expectativas. En este contexto, queda claro que casi cualquier cosa que nuestros protagonistas hubieran editado después de “Keeper of the seven keys II” (más aún si lo consideramos un solo disco con su primera parte) iba a ser valorado con el rasero de una(s) obra(s) catalogadas aún hoy como Obras Maestras del Discarralismo (OMD para los entendidos). Si añadimos que las acciones (o inacciones) de algunos de los protagonistas de la banda y alrededores contribuyeron a dificultar la pr...

Megadeth – Peace sells... but who’s buying? (Capitol records-1986) [Resubido]

Hay álbumes que se resisten a aparecer por estos pagos porque son obras tan incontestables y sobre las que se ha dicho y escrito tanto que parece que sobra regresar a ellas. Pero hoy me siento en la necesidad de que eso no me afecte y he venido a expresar obviedades. Creo que no miento si os digo que descubrí a los Megadeth con el So far, so good... so what! [ aquí ] y es un disco que adoro, como otros de la banda. Sin embargo, creo que es en este Peace sells... but who’s buying? en el que se sientan las bases de la carrera de Dave Mustaine y sus Megadeth . Y sí, desde un punto de vista comercial o de calidad compositiva o de sonido, quizás otros álbumes están por encima... pero la importancia de esta obra es capital (sí, yo también utilizo mucho los tres puntos), desde su icónica portada hasta su última nota. Por eso, aunque Omar Sandoval ya comentó [ aquí ] hace más de una década este disco desde una apro...

Asteroid B-612 - "Roads, Stars" (2025)

…guitarras distorsionadas, más sutiles y cromáticas creando un paisaje más amable que el poderoso y furibundo bramido de antaño… Por  Jorge García . Cuatro discos como cuatro soles en la década de los noventa, cuatro toques de queda indispensables para aquellos que gustan del rock de fuerte pegada con ascendentes de Detroit y de su Australia natal. Un cuarto de siglo de silencio discográfico, y ahora podemos  decir con pruebas físicas y sonoras en la mano, que  Asteroid B-612   ha vuelto.   Para este retorno, que según palabras de la propia banda  ha nacido del simple deseo de subirse a un escenario con viejos amigos , publican un nuevo álbum titulado  "Roads, Stars"  que ha sido grabado en Australia y España durante el año 2024 y que ha mezclado  Pepe Gomar  y  Mike Mariconda . Por supesto  Johnny Spittless  en la guitarra y el vocalista  Grant McIver  continuan capitaneando la nave junto al batería  Ben Fo...

Genesis- Live (Charisma, 1973)

 Hace once años tuve la suerte de ver en la Sala La Riviera a The Musical Box , la banda tributo canadiense a los Genesis de la época clásica.  Hablo de los Genesis de Peter Gabriel, los del  " Trespass a The Lamb Lies Down on Broadway ".  The Musical Box están reconocidos por la propia banda a la que tributan, llevan hasta los atuendos originales y recrean aquellas maravillosas perfomances a la perfección, llevándonos precisamente hasta este momento que tenéis en pantallas, el del "Genesis Live " de 1973. En ese año la banda estaba en un estado de Gracia total. Acaban de publicar una nueva obra maestra ("Selling England By The Pound"), seguramente la tercera consecutiva si contamos como tal (yo si lo hago) al " Nursery Crime ", publicado en 1971. Entre esos dos discos otro clásico total, " Foxtrot ", y del " Foxtrot" , el  " Nursery Crime " y del todavía más vetusto " Trespass ", sale el repertorio de ...