Ir al contenido principal

Manic Street Preachers - Resistance is futile (2018, Columbia)

 




 

"Sí, pero..." Este es uno de esos discos. De esos discos de una innegable calidad. De esos en que las canciones enganchan y que podrían convertirse en himnos en directo. Incluso con letras reivindicativas, nada de ñoñerías. Una cuidada producción con unos excelentes músicos. Incluso con una portada maravillosa. En definitiva, un trabajo que casi cualquier banda mataría por firmar. Sí, pero...El pero es que no es un Everything Must go on, ni un The Holy Bible ni un This is my truth tell me yours. Y eso que está más en esa línea que ningún otro de sus múltiples lanzamientos en estos años. El pero es que a estos tipos de los Manic Street Preachers se les exige más porque la calidad, como el valor en los legionarios, se les presupone. Y creo que caemos en un craso error. Este trabajo hay que escucharlo y disfrutarlo individualmente, descontextualizando lo que ya conocemos de estos galeses. Porque, aunque he escrito por ahí arriba que está en la línea de sus grandes trabajos de los 90, tampoco es exactamente lo mismo. Es cierto que tampoco es que hayan dado un cambio radical. Es otro de los problemas de estos discos de “sí, pero…”, que queremos que esos grupos hagan super discos pero que no sean iguales que los pasados. Y, sin embargo, cuando hacen algo así, volvemos a decir que es que no se parece a lo que hacían antes. En definitiva, queremos que todos sean como AC/DC, que hacen discos casi clavados. Pero no es posible porque eso sólo se lo permitimos a ellos, no entiendo muy bien la razón.

En fin, si lo escuchas de esa manera individual, con los oídos abiertos y sin prejuicios, podrás disfrutarlo mucho más allá de lo que lo harías si lo comparas con el pasado.

Todos sabemos la historia de estos galeses: eran un cuarteto, pero resulta que su guitarrista y principal compositor, Richey James Edwards, desapareció sin dejar rastro allá por el año 95, tras los tres primeros discos del grupo. Tras ello los otros tres integrantes, James Dean Bradfield, Nicky Wire y Sean Moore tuvieron que reinventarse y superar aquello. Lo consiguieron y de qué manera: Everything must go con su himno “A design for a life” los llevó al estrellato en el 96. Y con This is my truth tell me yours del 98, fabricaron un LP al alcance de muy pocos. Para mí ess disco tiene una secuencia inicial de canciones insuperable, todas de un altísimo nivel, destacando la preciosa balada “The everlasting” y el “If you tolerate this your children Will be next” escrito sobre la Guerra Civil y el fascismo.

ACTUALIZACIÓN DE ÚLTIMA HORA: podéis buscas en twitter a @HistorietaLa y este hilo sobre los Manic.

Este Resistance is Futile comienza con una canción bastante popera que habla del malestar social (¿posiblemente por el brexit?) en “People give in”, con un gran riff y arreglos de cuerdas adornando la grandilocuente interpretación de James Dean Bradfield. Vale, subámosle de categoría pop a categoría power pop.

El primer single fue “International blues” más rockera, fantástica como sencillo porque te genera muy buenas sensaciones y tiene ese gancho que necesita todo single. El international blue es un color “inventado" por Yves Klein, artista francés fundador del Nuevo Realismo.

El tercer corte fue el segundo sencillo adelantado extraído de este trabajo: “Distant colours” un medio tiempo donde recuperan la sección de cuerda. Un himno que está diseñado para funcionar en los directos, un rock arena de esos que ya le gustaría a los Coldplay poder hacer de forma tan honesta como los Manics. Nos hablan de la confusión política en nuestro mundo que “no distingue ya la izquierda de la derecha, ni las esperanzas de los miedos” (“I no longer know/My left from my right/Between your hopes and fears/And my choice to decide”). Estos tipos no saben no meterse en líos ideológicos.

Vivian” es un homenaje a la fotógrafa callejera de Chicago, Vivian Meier: ¿os suena la historia de la niñera que hacía fotografías de modo compulsivo durante la segunda mitad del siglo XX, nunca publicó y fue conocida gracias a que un historiador se hizo en una subasta en 2008 con fotografías procedentes de un guardamuebles donde Meier tuvo parte de su archivo? No, pues buscad la historia, es interesante a la par que triste. “Vivian, ¿alguna vez te diste cuenta de todo el misterio que dejabas detrás?

Con la colaboración de la también galesa Catherine Anne Davies (The Anchoress), nos regalan “Dylan & Caitlin” sobre el amor entre el poeta Dylan Thomas y su esposa, Caitlin Thomas, en plan opereta country o algo así con toques beatlemaniacos. Fantástico dúo que, no os digo más, me ha obligado a buscar más de The Anchoress.

Y cerramos la cara A con un homenaje dedicado a los 97 aficionados del Liverpool fallecidos por una avalancha en el estadio de Hillsborough  en 1989, durante las semifinales de la copa de Inglaterra entre el Liverpool y el Nottingham Forest (recordemos que cuatro años antes se había producido la tragedia de Heysel en Bruselas:  Liverpool revisited”.

Este primer lado del plástico sinceramente me parece de muy alta calidad, disfrutable y ninguna canción desmerece. La cara B es mucho más floja. “Sequels of forgotten wars” abre el fuego con una ácida crítica al histerismo digital. Un sonido más de rock clásico, con vestigios de The Who. Podría ser mucho más dura. Seguimos con “Hold me like a heaven” es una de las más flojitas del disco, tanto en calidad como en sustancia. Vamos, blandengue sin más. “In Eternety” recupera un poco del típico nivel Manics, más enérgica, un buen riff y coro pegadizo. Con “Broken algorithms” derivamos a guitarrazos más duros y con una gran intro de batería de Sean Moore que nos lleva al riff de Bradfield. Llegamos a la mejor canción de este lado, “A song for the sadness”, una carta de amor a todas las canciones que con el paso de los años se han vuelto más importante de lo esperado, canciones que curan, que te ayudan a superar momentos difíciles y te transportan a un pasado dorado. De hecho se nombran unas cuantas en el estribillo: "Islands in the Stream" de Barry Gibb y Barbra Streisand, "One More Time" de The Clash, "I Walk the Line" de Johnny Cash y "Luck is the Residue of Design" de Strawberry Whiplas. Para terminar el disco, “The left behind” cierra el disco con un oscuro manto de melancolía que fluye en una exquisita progresión de acordes liderada por el piano, al más puro pinkfloydiano.

Ah, que se me olvidaba, la música está acreditadad a los tres integrantes y las letras son casi íntegras de Wire, como siempre. Mi edición creo que era especial para el Record Store Day, en vinilo blanco y doble portada. La impactante fotografía  del album es de Franz von Stillfried-Ratenicz, "Samurai Warrior 1881": es una instantánea de uno de los ñultimos guerreros de su especie. En algunos sitios he leído que el título del disco y la fotografía quieren ahondar en la llamada a las armas frente a la marea cambiante...¿o quizás es una aceptación de la derrota? La reconstrucción digital de la foto se puede ver aquí


¿Es un álbum de notable? Sí, pero…

 

Comentarios

  1. "Sí, pero..." Los MSP tienen un nombre en la historia de la la música popular, tu entrada es interesante incluso para un no fan y la edición que tienes en color blanco es bonita. Por otra parte, los temas son muy agradables de escuchar. Sin ir más lejos, The left behind podría ser perfectamente –con otra producción– un tema de Ghost. Sí, pero... para mi es como música de ascensor. Hoy no me han venido ganas de bucear en la discografía del grupo como me ha ocurrido en otras ocasiones. Culpa mía, lo sé. No obstante, como dicta la ley del King, lo he escuchado con atención de pe a pa, que la música, música es y sé lo que cuesta dar a luz una entrada de estas. Gracias por mantener la llama encendida este viernes y por tener gustos algo diferentes a los míos que enriquecen este blog. Si es que en el fondo te aprecio, chaval jajajajaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por leer, escuchar y comentar. Seguimos.
      Un saludo

      Eliminar
  2. A mi me parece un muy buen disco, superior a Rewind The Film y Futurology .... pero he de reconocer que todos los discos de MSP, em mayor o menor medida me encantan, tienen temas disfrutables y agradables de escuchar .... lástima que no se vengan más por estas tierras....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, sí,a mi también me gusta y le doy un notable. Muchas bandas matarían por un disco de este nivel. Gracias por leer y comentar

      Eliminar
  3. Excelente elección. Me encantan los discos que ya nombras en la entrada de estos tipos. Y comparto tu impresión: bueno, pero... Es lo que tiene llevar muchos años en esto, que tus grandes logros seguramente ya han pasado. Aun así, muy disfrutable. Y quizá su mejor de estos últimos años. Preciosa edición, por cierto. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Estoy escuchando el disco y me esta gustando bastante. Calidad y buena composición en los temas no falta, buena producción, la edición que nos presentas está muy currada, pero.... jaja, siempre hay un pero. Como buen amante de la fotografía y coleccionista, jamás de los jamases les hubiera dejando la fotografía para que la retocaran y colorearan para la portada. Se hizo en blanco y negro, según veo en el vídeo, -quedaba muy poco para la llegada del color- y así debió de publicarse, los puretas somos asín. Sin esa anécdota te hubiera dado un 10 ;D. Aún así, buena entrada chaval. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Juas juas. Siempre hay un pero en este tipo de discos. Al menos me alegro de que te guste. Nos vemos.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Scorpions – Love at first sting (Harvest-EMI, 1984)

Y si hace unas semanas os hablé aquí del inmenso 1984 de Van Halen , hoy toca comentar el no menos imprescindible Love at first sting de los alemanes Scorpions , otro que este año también celebra su 40º aniversario. La banda venía de una gira internacional presentando Blackout , el pedazo de disco que finalmente los había puesto en el mapa –yo mismo los descubrí gracias a él, os lo conté aquí – y tenían la misión de superarse, algo nada fácil no sólo en el aspecto creativo. Una de las razones era la mala relación entre el bajista Francis Buchholz y Dieter Dierks , dueño de su compañía de discos y productor del grupo desde 1975. Por eso, cuando la banda –que empezaba a tener dinerito del bueno– pidió grabar el nuevo álbum en un estudio que no fuese el del productor, Dierks se los llevó a los Polar studios de Estocolmo –exacto, los de Björn y Benny de ABBA – pero dejó en Hannover al bajista, contratando como músico d

Varios - Rock Del Manzanares. Visca El Rollo Vol. 2 (Chapa Discos, 1978)

Si no conocéis el significado de la palabra “tronco”, “pasota”, o no sabéis lo que es ser un “enrollao”, quiere decir que sois insultantemente jóvenes. No solo la generaci ó n "Z"  tiene su propio lenguaje. Cada generación ha tenido también una manera de expresarse, y hoy nos acercamos con este disco a finales de los años 70. Una época marcada musicalmente en España por una corriente que se denominó “Rock Urbano”. Aunque, como con cualquier tipo de etiqueta, nos podemos encontrar dentro de este saco grupos de muy distinta índole o con diferentes influencias, por lo general compartían una estética (musical y visual) muy particular, y sobre todo, una actitud vital marcada por las circunstancias sociales de la España de finales de los 70. Como con cualquier etiqueta que se otorga a un movimiento musical, donde muchas veces el mero hecho de nacer en una determinada época o cuidad te hace merecedor de esta etiqueta, se pueden encontrar dentro de este saco una mezcla de estilos q

Storm – Storm (Capitol records, 1983)

Pues nada, ya estoy aquí con un nuevo caso de compra a ciegas.    Lo primero que me llamó la atención del disco fue la colorida y enérgica portada de Gary Ruddell –autor también de la del Battle hymns de Manowar según supe luego–, con lo que parece un avión de combate rompiendo los cristales de una casa, destrozando el tendido eléctrico y haciendo volar las hojas de los árboles con su vuelo rasante. O sea, portada molona, años 80 y melenudos en la contraportada con el añadido de frontwoman liderando el cotarro... Y lo segundo que me llamó la atención es que se trataba de una edición venezolana. No recuerdo tener ninguna de ese país en mi colección, así que se trataba de otro punto a favor. ¿Cuánto es, amable vendedor de vinilos mallorquín? Pues, por nueve euritos, a la saca. Y así es como ha llegado a casa un nuevo plástico con el que me dispongo a escribir esta reseña en modo unboxing total. Vais a

CJ Ramone "Last Chance To dance" (2014)

En 1989 poco después de la publicación de   Brain Drain ,  Ramones  se encontraban en un momento de crisis interna. El bajista y principal compositor del grupo, el carismático  Dee Dee Ramone , abandonaba el combo definitivamente. Para cubrir su plaza  Johnny  reclutó al joven  Chris Ward , rebautizado para la ocasión como  CJ Ramone . Al principio, como es normal, costó que los fans del grupo lo aceptasen pero a lo largo de los siguientes siete años  CJ  llegó a tener un fuerte rol dentro del grupo, llegando a grabar hasta cuatro temas en  Adiós Amigos  (1995), el disco póstumo de  Ramones.