Ir al contenido principal

The Jacobites - "God save us poor sinners" (1998)

 


 Entre vapores glam y tragos de recalcitrante rock claustrofóbico made in Thunders, más diversos vestigios de la ortodoxia rockera exportada desde su Inglaterra natal...
Por Jorge García.


Estaba a punto de iniciar esta reseña con una frase, no diría que desafortunada, pero sí incompleta: estaba dispuesto a decir que el último disco de los Jacobites"God save us poor sinners", es una joya que siempre ha permanecido oculta a los ojos de la multitud; pero lo cierto, y completo, es que los Jacobites (en general) es una banda que siempre ha permanecido oculta a los ojos de la multitud.

Así tenemos en 1998 al dúo titular de la banda, es decir Nikki Sudden y Dave Kusworth, en plena forma y al frente de todo, con un excelso ramillete de textos y músicas bajo el brazo prestos a poner las voces, guitarras, bajo y percusiones necesarias para crear su última obra de malditismo poético y romanticismo barroco, una alquimia sonora de tal magnitud que hubiese redimido al mismísimo Edgar Allan Poe.

Para crearla se encierran en los estudios W.S.R.S. en Leamington Spa (Inglaterra), y fabrican "God save us poor sinners", para dar carpetazo a una encrucijada más de alientos musicales que perfectamente podrían haber sido alumbrados en la recta final del siglo XIX por sus predecesores románticos, tan inflamados de reprobación social como los victorianos Jacobites.

Entre vapores glam y tragos de recalcitrante rock claustrofóbico made in Thunders, más diversos vestigios de la ortodoxia rockera exportada desde su Inglaterra natal, el dúo nos permite deshojar la margarita sobre qué canción es más bucólica, refinada en su decaimiento o vaporosa en su ascenso a las bóvedas del placer y el dolor.

Se permiten un comienzo con dos temas que marcan la diferencia: uno firmado por cada uno de ellos y que empieza con la pieza de Sudden, "God save us", humeante y al tiempo radiante, glam y rock stoniano fusionados en busca de la salvación (que desgraciadamente no llegó); toca pegar a Kusworth, y lo hace con un quejido de añoranza a la que fue su novia durante largo tiempo: Isabel, titulado "I miss you", sin más complejidades literarias.

A partir de ahí, todo es cuesta abajo, se suceden riffs, solos guitarreros al límite, pianos detonantes y gotas de aflicción, encanto y sibaritismo, todo traducido en canciones de densa y flamígera espiral como "Heartbreaks", la Dylaniana "The wishing well" o la turbadora y grandiosa "Second time around" que firmase Nikki Sudden; se trata de una proclama política, con el punto de mira en la situación de Croacia en aquella época.

También destaca un tema compuesto por ambos protagonistas, "So unkind", en el que hablan de las adicciones. El influjo de Dylan se vuelve a hacer presente en "Never apart" y un electrizante muro sónico inflama la irónica "Border angel". Sentimos la influencia del Bowie más hierático y de los Faces más desatados en la estupenda "Cramping my own style" así como al Elliott Murphy de sus primeras obras en el extraordinario colofón "Elisabethan Balladeer".

Testamento musical de Jacobites, una banda que tiene tanto de maldita como de suntuosa y delicada, de oscura como de vivificante y que ocupa un recóndito lugar de privilegio en la historia de la música, y cuyo último trabajo supone una obra a la altura de tan insignes e inigualables protagonistas.


Comentarios

  1. Pues a mí me ha gustado. Es cierto que los dos primeros cortes están por encima del resto. Pero será que siempre he sido más de grupos ingleses, en ciertas partes me han recordado a los Inmaculate Fools, a los Del Amitri incluso Godfathers. Hasta algo de Mike Scott. Me imagino que en su momento se me escaparon por el auge del Britpop y el grungue. Muy buen aporte que no todo en el rock y la guitarra se circunscribe a melenudos cardados, jeje

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Celebro que te haya gustado, a mi me gusta mucho el último corte. Efectivamente hay algo de los grupos que mencionas. La verdad es que nunca consiguieron demasiada repercusión mediática, aunque hoy son un grupo de culto.
      Lo que sí debo decirte es que eran ingleses.
      Gracias y un saludo.

      Eliminar
  2. Otros desconocidos para mí. Y lo que he escuchado tiene una pinta estupenda, con mucho deje Bowie del bueno. A la lista de escuchas de la semana. Saludazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro, es un conglomerado de glam, rock e incluso new wave. Los considero una de las mejores formaciones de las últimas décadas y sus discos, hoy muy cotizados y buscados, son absolutamente imprescindibles.
      Saludos.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Paice Ashton Lord - Malice in Wonderland (Polydor, 1977)

Esto no estaba previsto. Este disco no estaba en la lista de títulos para reseñar en #FFVinilo. Pero es que el fin de semana pasado por fin pude hacerme con él, y tenía ganas de compartirlo. Los que leéis esto ya conocéis esa sensación de ir pasando discos y encontrar de repente esa portada que tienes en la cabeza desde hace tiempo. Qué sensación. Se que vosotros me entendéis, así que no encuentro mejor foro para compartir ese momento que este blog, lleno de melómanos “vinileros”. Lo curioso es que no solo encontré una, sino dos copias, una francesa (“gatefold”) y una inglesa (sencilla). Con buen criterio, me quedé con la inglesa. Y claro, eso se nota en el sonido. ¡Como suena esta maravilla! Si os gustan esas producciones típicas de los 70 con mucha profundidad y dinámica lo vais a disfrutar (nada que ver con las producciones actuales, cada vez más “planas”). A la producción, la leyenda, Martin Birch (Deep Purple, Whitesnake, Black Sabbath, Iron Maiden, …). ¿De dónde sale este grupo?

Transvision Vamp - Velveteen (MCA, 1989)

    Os voy a hablar de un plástico que ya apareció por el blog allá por el año 2012. Pero visto que se le dedicaron escasamente 10 renglones y no tiene comentarios, creo que pasó sin pena ni gloria, por lo que no creo que haya problema en que lo traiga un viernes de forma rápida y con alevosía casi nocturna. Disco publicado en 1989 que se vendió como una mezcla de pop (mucho), rock (poco) y punk (pinceladas) y que tuvo buenas cifras de venta, sobre todo gracias a su canción bandera, el “ Baby I don´t care ”. Producido el alemán Zeus B. Held y el británico Duncan Bridgeman de forma bastante aséptica.    A mitad de los 80 el guitarrista Nick Sayer se encontró con Wendy James y vio en ella la canalizadora perfecta para sus letras: comprendió que el sex appeal de Wendy y sus berridos casaban perfectamente con sus gamberras composiciones. De Brighton se mudaron a Londres y allí reclutaron al batería Pol Burton (en este segundo disco no forma parte de la banda) y a dos músicos

Scorpions – Love at first sting (Harvest-EMI, 1984)

Y si hace unas semanas os hablé aquí del inmenso 1984 de Van Halen , hoy toca comentar el no menos imprescindible Love at first sting de los alemanes Scorpions , otro que este año también celebra su 40º aniversario. La banda venía de una gira internacional presentando Blackout , el pedazo de disco que finalmente los había puesto en el mapa –yo mismo los descubrí gracias a él, os lo conté aquí – y tenían la misión de superarse, algo nada fácil no sólo en el aspecto creativo. Una de las razones era la mala relación entre el bajista Francis Buchholz y Dieter Dierks , dueño de su compañía de discos y productor del grupo desde 1975. Por eso, cuando la banda –que empezaba a tener dinerito del bueno– pidió grabar el nuevo álbum en un estudio que no fuese el del productor, Dierks se los llevó a los Polar studios de Estocolmo –exacto, los de Björn y Benny de ABBA – pero dejó en Hannover al bajista, contratando como músico d

Varios - Rock Del Manzanares. Visca El Rollo Vol. 2 (Chapa Discos, 1978)

Si no conocéis el significado de la palabra “tronco”, “pasota”, o no sabéis lo que es ser un “enrollao”, quiere decir que sois insultantemente jóvenes. No solo la generaci ó n "Z"  tiene su propio lenguaje. Cada generación ha tenido también una manera de expresarse, y hoy nos acercamos con este disco a finales de los años 70. Una época marcada musicalmente en España por una corriente que se denominó “Rock Urbano”. Aunque, como con cualquier tipo de etiqueta, nos podemos encontrar dentro de este saco grupos de muy distinta índole o con diferentes influencias, por lo general compartían una estética (musical y visual) muy particular, y sobre todo, una actitud vital marcada por las circunstancias sociales de la España de finales de los 70. Como con cualquier etiqueta que se otorga a un movimiento musical, donde muchas veces el mero hecho de nacer en una determinada época o cuidad te hace merecedor de esta etiqueta, se pueden encontrar dentro de este saco una mezcla de estilos q