Ir al contenido principal

The Go-Go’s - Beauty and the Beat (IRS, 1981)


El post de hoy es un caso claro de “arqueología musical”, como decía hace poco el compañero @Alberto Iniesta en su entrada sobre Alamo, es decir, escuchar a un artista, indagar en su carrera y dar con sus inicios, su paso por bandas anteriores o posteriores, etc. En mi caso, podría decirse que fue un caso de “requetearqueología”. A mi me encanta Stevie Nicks, de siempre, y recuerdo que escuché una canción en la radio de una artista que no era Stevie pero, maldita sea, su voz era tan especial y personal como la suya y, además, muy parecida. Me enganchó, e hice todo lo posible por averiguar quién era aquella mujer. Años después me pasó lo exactamente lo mismo con Lana del Rey.

La canción era “Heaven Is A Place On Earth” y la artista Belinda Carlisle. En la radio (qué tiempos aquellos en los que la información no estaba al alcance de un par de clicks) decían que había formado parte a finales de los setenta de una mítica banda compuesta solo por mujeres, y no eran las típicas chicas monas que cantaban lo que otros escribían. No. Tocaban todos los instrumentos y componían sus canciones. Eso me gustó mucho, así que decidí tirar del hilo y averiguar más cosas sobre esa primera banda: The Go-Go’s.

Dar con este disco fue complicado en su momento, así que cuando lo conseguí sentí que tenía un tesoro. También estaba iniciándome en el coleccionismo discográfico y el proceso de búsqueda fue apasionante, supongo que todos vosotros me entenderéis perfectamente ;)



The Go-Go’s y sus comienzos


San Francisco, 1978, concierto de los Sex Pistols. Tres chicas en torno a la veintena, Belinda Carlisle, Jane Wiedlin y Margot Olivarria se conocen y les parece una buena idea formar un grupo. ¿El problema? Ninguna sabía tocar instrumentos, pero eso no las detuvo. Aprendieron rápidamente: Jane la guitarra rítmica, Margot el bajo y Belinda cantaba. Se les incorporó Elissa Bello como baterista y, por último, Charlotte Caffey como guitarra solista, que tenía algo de experiencia, además, componiendo en otros grupos. Primero se llamaron Misfits, pero pronto se rebautizaron como The Go-Go’s. En una entrevista en 2018 aclararon que decidieron ponerse ese nombre porque suena “divertido y refrescante”, y eso era lo que ellas querían hacer: divertirse.

Empezaron a tocar y se fueron haciendo una reputación por la escena punk de Hollywood, aunque a esas bandas que surgieron en aquel momento se las metería después dentro de la “new wave”. Llegaron a ser teloneras de Madness (aparecen en los agradecimientos del disco) e invitadas a hacer una gira con ellos por el Reino Unido. Pero las tensiones empezaron a hacer mella y la bajista y la baterista se fueron, así que buscaron reemplazo y encontraron a Kathy Valentine (bajo) y Gina Schock (batería). Charlotte y Jane asumieron el rol de compositoras de las canciones, y esta sería ya su formación definitiva. Gina era la que tenía más experiencia con su instrumento y les impuso, además, algo más de disciplina en los ensayos, por lo que pudieron mejorar y les vino muy bien que entrara al grupo.

Aunque su fama y reputación como banda seguía creciendo, las compañías discográficas no confiaban en lanzar un disco de un grupo “de chicas” y fueron rechazadas muchas veces, hasta que IRS, un sello modesto pero que decidió arriesgar, apostó por ellas y firmaron un contrato.

Y dieron en el clavo.

Dejo el link de un documental donde se cuentan con detalle los comienzos del grupo. Está en inglés y no tiene subtítulos, pero solo por ver los vídeos de los primeros tiempos y ese pasado punk merece mucho la pena.

Beauty and the Beat


Salió al mercado el 8 de julio de 1981. Fue un gran éxito (ay esos productores discográficos cobardes…) y vendió más de dos millones de copias, además de estar en el número uno durante muchas semanas. Por primera vez un grupo de chicas tocaba, componía sus canciones, llegaba al número uno de las listas, vendía como churros y demostraba que las chicas también saben hacer rock y tener éxito. Las cosas estaban cambiando, y ellas abrieron el camino a muchas otras que llegarían después.

Tuvo una buena crítica en "Rolling Stone", pero a pesar de eso no lo tuvieron fácil ni faltaron los críticos que dijeron que su sonido era facilón, por otro lado la prensa, que en lugar de hablar sobre su música lo hizo sobre su vida amorosa, su forma de vestir, su físico y el hecho de que eran novatas.

Annie Leibowitz las convenció para que se dejaran fotografiar en ropa interior (en lugar de la que ellas habían escogido) para la portada de “Rolling Stone”. Leibowitz era un icono y “Rolling Stone”… era “Rolling Stone”. Se sintieron engañadas y odiaron siempre esa portada. La foto en sí no fue el problema, sino el titular, “Go-Go’s put out” (Las Go-Go’s se lo quitan, se desnudan) un claro doble sentido que probablemente no hubieran hecho de haberse tratado de una banda masculina y con más experiencia. Les sentó fatal.


Portada de "Rolling Stone" agosto 1982


Dos años después lo arreglaron saliendo de nuevo, esta vez bajo el titular “Woman on top” (Mujeres en la cima). Bien por ellos, rectificar es de sabios.


Portada de "Rolling Stone" julio de 1984


El título


Obviamente se trata de un juego de palabras que hace referencia al cuento infantil “La bella y la bestia” (beauty and the beast), pero eliminando la “s” del “beast” queda beat, ritmo, término que también formaba parte del título de una de las canciones del disco y uno de sus mayores éxitos, “We got the beat

La portada


En estilo pop-art azul y rosa se ve una foto de las cinco integrantes del grupo con toallas blancas enrolladas alrededor del cuerpo y como turbantes en la cabeza, mascarilla en la cara, y una de ellas se pinta las uñas de los pies como si estuvieran en un centro de belleza o en un spa. El nombre del grupo arriba a la izquierda en mayúsculas  y el título del disco en cursiva en el centro a la derecha. La foto es de George Du Bose.


Portada

Como anécdota curiosa, para la sesión de fotos pidieron prestadas las toallas a Macy’s (unos conocidos grandes almacenes estadounidenses) y en producción estuvieron muy preocupados y ojo avizor para que no se mancharan, devolverlas y poder pagar la comida para todo el equipo. En fin. Entre otros sitios, lo contaron en Twitter, en palabras de su antigua manager, Ginger Canzoneri:



En la contraportada, de nuevo salen las cinco componentes del grupo, en una composición simétrica de nueve cuadros. De izquierda a derecha, Belinda Carlisle (voz), con una rosa en la mano, Jane Wiedlin (guitarra rítmica) hablando por teléfono, Gina Schock (batería) en el centro con cascos escuchando música, abajo a la izquierda, Kathy Valentine (bajo y guitarra) sirviéndose una copa de champán y a la derecha, Charlotte Caffey (guitarra solista y teclados) lee un libro y come bombones, toda ellas en la bañera y cubiertas de espuma, ahora ya maquilladas y sonrientes.

En los cuadros centrales están los títulos de las canciones en orden, seguidos, sin especificar si están en la cara A o B, sobre fondo rosa-azul, siguiendo el patrón de colores de la imagen de portada.

En el cuadro central abajo, los nombres de los productores, Richard Gottehrer y Rob Freeman, el logo de la discográfica y el año, 1981.


Contraportada

Mi edición es la americana de 1981.

La funda del disco y las letras


En uno de los lados se repite el mismo patrón de la contraportada, con el diseño de nueve cuadros y salen ellas, de nuevo, en el mismo orden que en la contra, esta vez con un texto con su nombre y el instrumento que tocaban. Los créditos del disco están en los cuadros superior e inferior.



Funda

Al darle la vuelta nos encontramos con las letras, en el orden en que aparecen en el disco, con la atribución de cada una de las autoras en cada una, y en la parte de abajo a la derecha, de nuevo vuelven a remarcar “All selections written by The Go-Go’s” (todas las canciones escritas por The Go-Go’s).

Debajo, los agradecimientos. El primero, para el influyente disc-jockey de Los Ángeles Rodney Bingenheimer, que las apoyó difundiendo su música en su emisora, el segundo para Madness, que se las llevó de gira con ellos, dándoles así una de sus primeras oportunidades, y por último, a The Specials, porque su cantante, Terry Hall escribió junto a Jane Wiedlin el éxito “Our Lips Are Sealed”.


Vinilo


Detalle de etiquetas

Las canciones


Prácticamente todas son de tono alegre y ese sonido surfero California que a ratos trae a la mente el de los Beach Boys. Trata sobre lo que hay bajo la superficie de la música pop y recuerdan a su ciudad, Los Ángeles, donde el punk gobernaba las calles por la noche.

"Tonite" captura la euforia de navegar por Hollywood Boulevard, donde la banda "se viste de gala / y se equivoca / deja atrás nuestras preocupaciones". "This Town" profundiza en el glamour de la ciudad. "Todos somos soñadores, somos todas putas / estrellas descartadas, como autos gastados", canta Belinda, justo antes de un solo de guitarra de Kathy: "Apuesto a que vivirías aquí si pudieras / Y ser uno de nosotros", se burla, ofreciendo una emocionante muestra de su libertad.

En "Lust to Love" (una de mis canciones favoritas de ellas) Belinda muestra sus vulnerabilidades para hacer una crónica de la transformación de un coqueteo casual a un prisionero enamorado. Más tarde, en "Fading Fast" (otra que me encanta), el hechizo de amor se rompe después de demasiadas mentiras. Mientras sus compañeras de banda amortiguan su devastación con armonías tristes, Carlisle sostiene su corazón roto en las manos y mira hacia adelante con firmeza y resolución.

El disco concluye con un mantra: "No se puede detener el mundo / No dejes que te detenga". Esta canción fue escrita por Kathy Valentine para un grupo anterior, The Textones,  y la canción no trata tanto del optimismo como de comprender su propio potencial, un recordatorio de la determinación que impulsó la creación de la banda.

Cuenta Belinda en sus memorias Lips unsealed: a memoir que cuando escucharon el resultado final todas juntas lloraron porque “nos pareció muy pop y en el estudio pensamos que estábamos haciendo un gran disco punk”. Les preocupaba perder sus raíces punk por la nueva corriente pop, pero cuando leyeron buenas críticas se les pasó un poco el disgusto.

Los sencillos que extrajeron fueron “Our Lips Are Sealed”, “We Got the Beat” y “Automatic”.

Our Lips Are Sealed



Single "Our Lips Are Sealed"

Fue el primer single y uno de sus grandes éxitos. Escrita por Jane Wiedlin y el cantante de The Specials, Terry Hall, que estaban teniendo un lío en aquel momento y se hablaba, se rumoreaban cosas… así que decidieron escribir una canción haciendo un corte de mangas a todos los cotillas con un mensaje clarísimo: nuestros labios están sellados.

"¿Puedes oírlos? / Hablan de nosotros / Cuentan mentiras / Bueno, eso no es una sorpresa/¿Puedes verles? Mírales de frente/No tienen defensa/Ni secretos que revelar"

A mí me encanta, es una canción que me da un subidón tremendo, y es ideal para dedicársela a todas esas personas tan aficionadas a criticar y cotillear… doesn't matter what they say, in the jealous games people play (no importa lo que digan, son los celos de la gente)




We Got The Beat



Single "We Got the Beat"

Si hay una canción de las Go-Go’s conocida, junto con la anterior, es esta. Comienza con un solo de batería de Gina muy potente, que da paso al bajo de Kathy y a la guitarra de Charlotte, con un aire playero-surfero de los 60 irresistible. Es sonar las primeras notas y entrarme ganas de estar en la playa haciendo surf (a pesar de que jamás lo he hecho xD). Tiene un ritmo contagioso y en los escenarios las liaban buenas cuando la interpretaban. Da buen rollo y positivismo, lo tiene todo. No hay nada como ponerse esta canción por la mañana e irse a trabajar con las pilas bien cargadas.

Aquí en 1982


Y aquí unos cuantos años después, tocando en Central Park en 2001, divinas ellas


Automatic


Compuesta por Jane Wiedlin, tiene un tono algo menos alegre que las anteriores, aunque el mismo ritmo y estilo surfero. La letra habla sobre el sexo casual, automático, (It's all automatic/No thought/Automatic; Todo es automático/Sin pensar/Automático)

Aquí una interpretación de esta canción de 1981 en Los Ángeles:


Conclusión


Estas chicas abrieron el camino a muchas otras mujeres que querían dedicarse a la música y que las tomaran en serio. Demostraron que podían hacerlo bien y tener éxito, con tesón y ganas. Sacaron otros dos discos de estudio, en 1982 y 1984, para después separarse unos años y centrarse cada una en sus carreras en solitario o con otras formaciones, pero en 1990 volvieron a reunirse. Después han tenido encuentros y desencuentros, movidas y líos (¿qué grupo no los tiene?) pero lo más importante es que nunca han dejado de hacer lo que más les gusta: música.

Por cierto, que Stevie Nicks estuvo relacionada en cierto modo con Belinda, ya que su productor, Rick Nowells, estuvo a punto de ofrecerle que cantara uno de los temas de aquel segundo disco que yo escuché en el 88 y me llevó a investigar sus orígenes en la música. También es el productor de Lana del Rey, y curiosamente las tres tienen una voz que suena similar, muy característica y con una gran personalidad. ¿Casualidad? No lo creo. Rick tiene muy buen ojo ;)

Comentarios

  1. Me lo apunto. Lo escribes todo tan bien que dan ganas de comprar el disco sin tan siquiera haberlo escuchado. A ver qué tal le sientan estas chicas a mis neuronas. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias! Jajaja, antes comprábamos los discos casi a ciegas, habiendo escuchado, como mucho, los sencillos que habían sonado en la radio, ahora eso es imposible, con tanta plataforma digital, que creo que es algo muy positivo, pero tenía su encanto llevarte a casa un disco, ponerlo y encontrarte con alguno de esos que decías “es que no le sobra ni una nota”.

      Este disco es, en mi opinión, el mejor del grupo, aunque ellas por separado han hecho cosas muy interesantes, todas ellas. ¡Buen fin de semana!

      Eliminar
  2. Da gusto aprender de música en este sitio, siempre lo digo aún a riesgo de sonar brasas, pero es que es verdad. Consigues que entren ganas de escuchar al grupo sin haber oído nunca hablar de ellas. Les daré una oportunidad a ver si me sorprenden, y un lujazo tu entrada como viene siendo habitual. Saludoss!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Alberto. Lo que es un lujazo es poder aprender tanto de tantas personas que aportan a este blog. Espero que te sorprendan estas chicas ;) ¡Un saludo!

      Eliminar
  3. Qué bien escribes cabrona.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desde el amor más sincero y la envidia más cochina posible, ojo.

      Eliminar
    2. Pues muchas gracias, desde el amor más cab... esto sincero :P

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Boikot - Los ojos de la calle (Discos Barrabás, 1990)

  Hay música que corresponde a un momento concreto de nuestra vida y que, por edad usualmente, por cuestiones personales a veces, queda ahí anclada, como un bonito recuerdo. Música a la que no suelo volver casi nunca. Y ese caso lo representa perfectamente el debut de Boikot. En el devenir de la cultura rock madrileña se conformó, en la segunda mitad de los ochenta, un grupo de bandas jóvenes con unas sonoridades muy particulares, emparejadas con eso del rock urbano, pero tintado de una manera particular en la que escuchábamos las raíces de Leño o Burning junto con ramalazos unas veces punk, otras más metaleras, otras más seventies, incluso algo de blues. Ahí puedes meter a Esturión, Casablanca, Porretas o los mismos Boikot.  En medio de ese “fregao” musical cobró protagonismo Mariano García, polémico personaje, especialmente en sus últimos años. Generó negocio, oportunidades y ayudó a crear y mantener “la escena” madrileña a través de varias salas (Canciller, Barrabás), su labor promo

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Paice Ashton Lord - Malice in Wonderland (Polydor, 1977)

Esto no estaba previsto. Este disco no estaba en la lista de títulos para reseñar en #FFVinilo. Pero es que el fin de semana pasado por fin pude hacerme con él, y tenía ganas de compartirlo. Los que leéis esto ya conocéis esa sensación de ir pasando discos y encontrar de repente esa portada que tienes en la cabeza desde hace tiempo. Qué sensación. Se que vosotros me entendéis, así que no encuentro mejor foro para compartir ese momento que este blog, lleno de melómanos “vinileros”. Lo curioso es que no solo encontré una, sino dos copias, una francesa (“gatefold”) y una inglesa (sencilla). Con buen criterio, me quedé con la inglesa. Y claro, eso se nota en el sonido. ¡Como suena esta maravilla! Si os gustan esas producciones típicas de los 70 con mucha profundidad y dinámica lo vais a disfrutar (nada que ver con las producciones actuales, cada vez más “planas”). A la producción, la leyenda, Martin Birch (Deep Purple, Whitesnake, Black Sabbath, Iron Maiden, …). ¿De dónde sale este grupo?

Scorpions – Love at first sting (Harvest-EMI, 1984)

Y si hace unas semanas os hablé aquí del inmenso 1984 de Van Halen , hoy toca comentar el no menos imprescindible Love at first sting de los alemanes Scorpions , otro que este año también celebra su 40º aniversario. La banda venía de una gira internacional presentando Blackout , el pedazo de disco que finalmente los había puesto en el mapa –yo mismo los descubrí gracias a él, os lo conté aquí – y tenían la misión de superarse, algo nada fácil no sólo en el aspecto creativo. Una de las razones era la mala relación entre el bajista Francis Buchholz y Dieter Dierks , dueño de su compañía de discos y productor del grupo desde 1975. Por eso, cuando la banda –que empezaba a tener dinerito del bueno– pidió grabar el nuevo álbum en un estudio que no fuese el del productor, Dierks se los llevó a los Polar studios de Estocolmo –exacto, los de Björn y Benny de ABBA – pero dejó en Hannover al bajista, contratando como músico d

Creedence Clearwater Revival - "Green River" (1969)

  Las canciones, conscientes de su pegada y su carácter de inmediatez, se liberan de artificios y apéndices instrumentales.... Por Jorge García . Pocas bandas a lo largo de la historia han conseguido hacer tanto y tan bueno en menos tiempo que el que emplearon los cuatro componentes de la  Creedence Clearwater Revival . Aunque de los tres años que la formación empleó en grabar discos (con John Fogerty al frente), 1969 fue el que se llevó la palma con tres álbumes publicados en menos de doce meses. Y para más inri, podemos afirmar que al menos hasta el tercer catálogo publicado por el grupo, el nivel fue a más, alcanzando con su tercera entrega,  "Green River",  su mejor trabajo hasta aquél momento. Precisamente de esta tercera intentona discográfica vamos a hablar hoy. Un disco en el que el menor de los Fogerty alcanza un status como compositor y líder ciertamente demoledor, tomando el mando de la situación y construyendo un disco de apenas media hora de duración pero con tod