Ir al contenido principal

Badlands - Badlands (1989)

El mes de mayo es un mes ideal para reivindicar a una banda como Badlands por varios motivos: el disco se editó un 11 de mayo de 1989, Ray Gillen nació un 12 de mayo de 1959 y Eric Singer también nació un 12 de mayo, pero de 1958. Así pues es el momento ideal para volver a escuchar este disco y dedicarle unas cuantas líneas…aunque bien es cierto que un gran disco como este no necesita de ninguna excusa para volver a ser escuchado.





Este fue el proyecto del guitarrista Jake E .Lee que, tras su marcha del grupo de Ozzy Osbourne, decidió arrancar junto al batería Eric Singer, el bajista Greg Chaisson y el carismático y malogrado Ray Gillen a las voces. 
Eric Singer y Ray Gillen habian dejado por su parte y de no muy buenas maneras a unos Black Sabbath en horas bajas. Ray Gillen llegó a grabar junto a Black Sabbath el magnífico The Eternal Idol (1987) que luego fue re-grabado por nada más y nada menos que Tony Martin
Con tal elenco de buenos músicos enseguida se les metió en el saco de "súper banda”, con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva.

En este disco de debut no hay ni rastro del glam rock (casi pop) que inundaba las FMs americanas y al que muchas bandas coetáneas se habían sumado.
Badlands se alejaban de futiles modas y bebían del blues, del hard rock y de las grandes bandas de los 70s.

High Wire, con el espectacular riff de Jake E.Lee, abre el disco acompañado por la sólida base rítmica formada por Eric Singer y Greg Chaisson. Cuando entra la voz de Gillen no hay duda de que este no es un grupo cualquiera y aquí la química entre los músicos funciona sin fisuras. Grandes estrofas y solos incendiarios son las grandes bazas a lo largo de todo el disco: el primer single Dreams In The Dark sirve de buen ejemplo.


Dancing On The Edge es uno de mis temas preferidos que podría haberse incluido sin ningún problema en el Appetite For Destruction de Guns’N’Roses. Un tema furioso y macarra con un inspiradísimo solo de Jake E.Lee.
Hard Drive, que abre la segunda cara del disco, es un gran himno que, pese a que no se editó como single, nunca falta en los conciertos actuales de Jake E.Lee.

La voz de Gillen roza la perfección y recuerda a ratos al Robert Plant más furioso y otros al David Coverdale más sensual: Devil’s Stomp  es un tema que podría haber encajado perfectamente en cualquier disco de los primeros Whitesnake.

Así pues el disco es una puesta al día de los grandes estándars del hard rock más setentero donde el espíritu de Led Zeppelin se deja entrever en más de una ocasión: buena muestra de ello es Winter’s Call (precedida por la breve y delicada instrumental Jude’s Song) o Seasons, el tema que cierra magistralmente este gran disco.

El binomio Jake E.Lee / Ray Gillen consiguió crear un buen puñado de canciones atemporales que, de no ser por la prematura muerte de Gillen y por las siempre consabidas “diferencias musicales”, nos podrían haber dado muchas más alegrías en forma de buena música. 





Comentarios

  1. Magnifico disco, aunque como comente en mi anterior FFVinilo, Voodoo Highway no se queda atrás pero parece eclipsado por este trabajo.
    Que bueno era Ray Gillen.
    Comentario friki. Ian Gillan, Ray Gillen, Sala Guillen jejejeje, ese soy yo

    ResponderEliminar
  2. Completamente de acuerdo. Un disco muy logrado, lleno de buenos temas y algunas interpretaciones soberbias. Gran aporte.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Cactus - One way...or another (ATCO, 1971)

  El grupo que traigo hoy es uno de esos que, a pesar de su calidad, no logró el éxito comercial que merecieron durante su existencia, y creo que hoy en día tampoco han adquirido el nivel de reconocimiento que merecen. Aunque hace años el amigo  Rockología  ya se encargó de avisaros con la reseña de su tercer disco (“ Restrictions ”), yo no me canso de hablar de este a grupo a todos los aficionados al hard rock setentero, o al rock guitarrero en general. Ya sé que esto se dice de muchos grupos, pero es que éste era un supergrupo. Esta palabra, que generalmente se utiliza muy a la ligera, aquí cobra todo su sentido, y, si no, fijaos qué plantel. Camine Appice à la bateria. Tim Bogert al bajo, Rusty Day a la voz y la armónica, y Jim McCarty a la guitarra. Carmine Appice es uno de los mejores y más influyentes bateristas de la historia del rock. Fue el primero en comenzar a tocar la batería con una contundencia inusual. Según el propio Appice, se vio obligado a hacerlo porque debía ha

KISS-ASYLUM (1985-Mercury)

  A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue.  Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono.  Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero

President - Have a nice trip (1993 - Barrabás)

Si alguien me hubiera preguntado, oye Paco ¿dime tres ciudades de España en la que no haya bandas de heavy/thrash metal? Una de ellas, no por nada en especial, por desconocimiento total de la escena metálica salmantina, o por ser una ciudad universitaria, de pequeño tamaño y poco industrial, seguramente hubiera sido Salamanca. Pues, me hubiera equivocado.

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.