Aunque en la máquina de discos del bar donde la peña pasábamos media vida estaban cargada de singles de buen rock de los setenta, eran “Another one bite the dust” y su cara B “Dragon attack”, los temas que poníamos una y otra vez, hasta el punto de que todos los días el camarero, por otro lado amigo, juraba en arameo con romper el disco, desenchufar o, peor aún, retirar la máquina del local, amenazas que por suerte nunca cumplió.
Como por aquel entonces no gastaba tocadiscos, logré comprar, en lugar de la cinta del álbum, cuestión que hoy no logro entender, una cassette-single que tenía estos dos temas repetidos en ambas caras, y que, por supuesto, destrocé de tanto escucharla, siendo remplazado por ansiado vinilo.
Habían llegado los ochenta y las bandas y sonidos se adaptaban a las nuevas corrientes y tendencias. Había que innovar. Ya sabéis el dicho “renovarse o … morir”, y a Queen, un grupo que basaba gran parte de su éxito en su originalidad, en la variedad de sus registros sonoros y en su constante evolución, no les costó mucho.
“The Game” marca una nueva dirección musical en la banda, introduciendo el sintetizador en algunas canciones, dando un impulso al sonido del bajo y de la batería, componiendo temas más sencillos, menos rockeros, y adoptando estéticamente la moda ochentera, incluidos los comentados cortes de pelo y la aparición de bigote de Freddie Mercury. La excepción fue el carismático Brian May que decidió no cambiar de look.
Antes de publicarse el LP, producido por la propia banda, ya se habían lanzado tres singles en vinilo. El primero fue “Crazy little thing called love”, canción de inspiración rockabilly que ya con sus primeros acordes no puedes controlar los pies, y que puso su granito de arena al resurgimiento del género en Estados Unidos. El segundo single de adelanto fue la balada “Save me”, y el tercero un tema marca de la casa “Play the game” que en principio iba a ser el nombre del álbum pero que fue cambiado a última hora. Curiosamente en las fotografías utilizada en la portada de los dos primeros singles, el de Crazy la misma que el disco, Freddie aparece sin bigote, en el tercero ya lo luce.
Pero la canción que más éxito tuvo, la que a mí más me gusta de todas las de Queen, ¡qué se le va a hacer!, fue curiosamente el cuatro single “Another one bites the dust” (“Que otro muerda el polvo” como me gusta recordarla) compuesto por John Deacon que basó el tema en los irresistibles riffs de su bajo. Parece ser que la canción iba a ser eliminada del LP pero fue el mismísimo Michael Jackson quién sugirió su inclusión. Gracias Jacko.
Y aunque todo el disco me gusta, la cara A es insuperable, destaco otros dos temazos: “Dragon attack”, que dicen fue el inicio del funk metal -¡que alguien me lo explique!- o “Rock It (prime jive)” compuesto y cantado en el disco por Roger Tayler, excepto la introducción de Freddie, quién la canta completa en directo.
Parece que el finde viene lluvioso y gris, como el color de las tapas de este álbum. Sed felices.
Temas
Cara A:
1. Play the Game
2. Dragon Attack
3. Another One Bites the Dust
4. Need Your Loving Tonight
5. Crazy Little Thing Called Love
1. Play the Game
2. Dragon Attack
3. Another One Bites the Dust
4. Need Your Loving Tonight
5. Crazy Little Thing Called Love
Cara B:
6. Rock It (prime jive)
7. Don't Try Suicide
8. Sail Away Sweet Sister
9. Coming Soon
10. Save Me
¿Qué más decir? Es un álbum de Queen. Con eso está todo dicho.
ResponderEliminarDe Queen me gustan hasta los andares. En fin, una entrada estupenda.
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios. God save Queen
ResponderEliminar