Este fin de semana os traigo a una de mis debilidades tanto como banda como de disco: los Hoodoo Gurus y su segundo trabajo, "Mars Needs Guitars", publicado hace 40 años en Australia y en el mundo entero (esta copia que tengo es canadiense original del 85)
El cuarteto afincado en Sydney tiene para su segunda entrega esta formación, Dave Faulkner nacido en Perth y ex miembro de los seminales The Victims como voz y guitarra rítmica, Brad Shepherd, natural de Sydney y ex Fun Things y HitMen a la guitarra solista, Clyde Bramley ex Hitmen a las cuatro cuerdas y Mark Kingsmill ex Hitmen, Screaming Tribesman o New Christs entre otros debutando con los Gurus a la batería.
Kingsmill le dará un toque más rotundo y rockero a unas canciones que arrancan máquinas con "Bittersweet", himno del grupo y amada por todos sus fans desde que empezó a sonar en las FM aussies en forma de single con su riff lento, la contenida voz de Faulkner in crescendo en cada estrofa y el explosivo pre chorus y estribillo que suena tan entusiasta y urgente como lo hacía cuatro décadas antes.
Una de las cosas enormes de este "Mars Needs Guitars" hoy en día, después de tantísimos años es el sonido atemporal que atesora, simplemente pinchas "Poison Pen" con su rollo Garage crepuscular o "In The Wild" con ese Power Pop Surf vertiginoso de reminiscencias Plimsouls y caes en la cuenta de que esa producción aguanta en 2025.
Charles Fisher y John Bee son los responsables de que el impetu garage de los Esaybeats, Fleshtones o The Cramps se suavice entre capas de Pop Rock 80's sin apenas reverb, ecos u otros efectos perniciosos tan de moda en la música comercial de la década 80's.
La puerta para el Pop de corte veraniego permanece abierta en dos cortes que exudan arpegios y melodías pegadizas en dos títulos difíciles de olvidar y quitarse de encima: "Death Defyng" y "Show Some Emotion", siendo la reina crupier del álbum en estos sonidos mas amigables la brutal "The Other Side Of Paradise".
Por contra "Like Wow-Wipeout" y "Hayride to Hell" ofrecen una versión más cercana al Garage canibalesco de sus primeros singles, con un viraje al rollo Cow-Punk en la segunda, donde los Gurus más bien parecen unos Lobos a los que se les ha roto la brújula en un desierto australiano.
Para terminar dos temazos más, el tema título cantado por el guitarrista solista Brad Shepherd con su timbre más bronco y radiobirmaniano cuya letra está cargada de referencias del cine Sy-Fy de los 50, y el crepuscular y musculoso medio tiempo "She", enorme final para este magnifico disco que sigue gritando que Marte necesita guitarras. Solo Marte las necesita?
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