Ir al contenido principal

Creedence Clearwater Revival - "Green River" (1969)

 

Crítica: Creedence Clearwater Revival - "Green River"

Las canciones, conscientes de su pegada y su carácter de inmediatez, se liberan de artificios y apéndices instrumentales....

Por Jorge García.


Pocas bandas a lo largo de la historia han conseguido hacer tanto y tan bueno en menos tiempo que el que emplearon los cuatro componentes de la Creedence Clearwater Revival.

Aunque de los tres años que la formación empleó en grabar discos (con John Fogerty al frente), 1969 fue el que se llevó la palma con tres álbumes publicados en menos de doce meses.

Y para más inri, podemos afirmar que al menos hasta el tercer catálogo publicado por el grupo, el nivel fue a más, alcanzando con su tercera entrega, "Green River", su mejor trabajo hasta aquél momento.

Precisamente de esta tercera intentona discográfica vamos a hablar hoy. Un disco en el que el menor de los Fogerty alcanza un status como compositor y líder ciertamente demoledor, tomando el mando de la situación y construyendo un disco de apenas media hora de duración pero con todo el rock pantanoso y cobrizo que caracteriza a la banda comprimido en nueve canciones absolutamente incontestables desde cualquier punto de vista analizable.

Las canciones, conscientes de su pegada y su carácter de inmediatez, se liberan de artificios y apéndices instrumentales, y expanden en apenas tres minutos toda su esencia, logrando transmitir el germen del rock and roll más soleado, proletario, pantanoso y juvenil que se pueda imaginar. Siempre con las botas clavadas en la tierra y aludiendo a mujeres inalcanzables, carreteras solitarias, reflexiones nocturnas o lugares icónicos, estableciendo una especie de diálogo improvisado de igual a igual con el oyente que hizo de la Creedence la banda del momento, y desde entonces, la formación de cualquier momento independientemente de los guarismos del calendario, por supuesto hasta estos días.

El tracklist es de los que no dejan lugar a la especulación crítica: nueve temas pletóricos de inspiración y bendecidos por la diosa perfección que se sitúan entre lo más célebre que nos dejó la banda y el rock and roll americano.

Poco podemos decir a estas alturas de clásicos como "Green River""Tombstone Shadow""Bad moon rising" o "Lodi". O de un tema de carencia rockabilly como "Cross-the water", un pelotazo ácido como "Commotion", un tema robusto y férreo como "Sinister purpose" o la única versión del trabajo, "The night time is the right time" sobre el grandioso blues de Ray Charles.

Aunque el tema que me enamora de manera definitiva es la magnífica balada que John escribe sobre la cualidad innata de componer canciones titulada "Wrote a song for everyone".

En definitiva, que poco puedo contar sobre "Green River" que resulte novedoso o que ustedes no sepan sobradamente, simplemente me he reservado el capricho de escribir sobre él y así tener la escusa de volver a escucharlo una vez más.

Comentarios

  1. Cualquier momento es bueno para volver a escuchar a la Creedence. Absolutos clásicos. Personalmente me quedo con el “Willy and the Poor Boys” o el “Cosmo’s Factory”, pero, qué mas da. Este también es un discazo. Sobre todo por la canción "Wrote a song for everyone", una de sus mejores canciones. En realidad, todos sus discos son buenos, hasta el “Mardi Gras”, tan criticado. Precisamente la primera canción que escuché de ellos fue “Green River”. Ahí me enamoré de la voz y la guitarra de John Fogerty. Desde entonces es uno de mis mayores ídolos musicales. Este fin de semana le doy un repaso a este discazo. Qué buena idea traer por aquí a la Creedence. ¡Bravo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que coincidimos en preferencias con los dos discos que comentas, pero este fue el primero que tuve de ellos en una casete que me regalaron cuando estaba en el instituto y le tengo mucho cariño. También coincidimos en este "Wrote a song for everyone" una balada sublime. Quizás no coincidamos tanto con respecto a "Mardi Grass" porque siempre me ha parecido que tiene demasiado relleno, pero en cualquier caso hablamos de una banda absolutamente legendaria.
      Gracias y un saludo.

      Eliminar
  2. Anónimo5/4/24 17:49

    Bueno amigos, lo primero que diré es que soy consciente de que hay grupos de los que no queda bien decir que no te gustan. Es decir, no puedes ser un amante del heavy y decir que Maiden o Priest son guano. Demuestras no tener ni idea ni criterio. Es más, seguro que eres un replicante sin pizca de humanidad. Pues lo mismo si dices que te gusta el rock en su amplio espectro o la música en general y afirmas que la cridens –porque se les llama así, la cridens– ni fú ni fá. Así que, declaro mi ineptitud e ignorancia y os digo que en general me parecen un grupo con algunos temas interesantes –supongo que por archiconocidos, como Bad moon rising– y otros que, pese a resultarme cómodos de escuchar, no me provocan nada especial. Total, a mi dadme King Diamond, Van Halen, Thin Lizzy o Accept antes que esto. Lo siento Jorge. KING

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi me gusta mucho en heavy y el Hard Rock, si pasas por mi blog verás muchas reseñas de los Maiden, Motörhead, Deep Purple o Thin Lizzy, le pego un poco a todo. En cuanto a lo de La Cridens, tienes razón y no sé porqué, igual pasa con La Velvet... Solo pasa con ellos. A mi me gusta llamarlos los cridens porque así se lo oí en cierta ocasión a Quique Sierra de Radio Futura y desde entonces lo digo así.
      No creo en eso de que por narices tenga que gustar cierto grupo, yo no aguanto a Pink Floyd por poner un ejemplo, qué se le va a hacer.
      Un saludo.

      Eliminar
  3. Yo soy procreedence siempre. Mi favorito, quizás porque lo tengo en vinilo es el Bayou Country, y que ya traje por aquí, pero todos me gustan, y este que es la continuación de aquel, especialmente. Qué suerte que tengas este plástico, enhorabuena.
    Por cierto, lo de que no te gusten grupos míticos y tal, lo entiendo perfectamente. A mi no me da feeling the who, o van halen o Kiss,
    aunque haya canciones suyas me gusten, pero me da pereza enfrentarme a su obra, no se cómo explicarlo de otra manera. Afortunadamente, en esto de la música hay una increíble variedad para elegir y disfrutar. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En realidad menos "Mardi Gras" los tengo todos en vinilo, hace unos años los reeditaron a muy buen precio y pude adquirir y este y precisamente "Bayou Country" que me faltaban, voy a leer tu reseña de este último.
      Gracias por tus palabras, es cierto, no puede ni debe gustar todo, no sería normal.
      Saludos.

      Eliminar
  4. Es increíble la capacidad compositiva de Fogerty en aquellos los, la calidad de canciones casi perfectas e himnos que han trascendido las décadas. Yo soy muy de la banda (al menos de esos discos) y me alegra que hayas traído este en concreto. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Fueron pocos años pero condensó gran parte de su creatividad en ellos, además es un cantante y guitarrista excepcional.
      Gracias y un saludo.

      Eliminar
  5. Aunque poco fan de los CCR, sus temas principales, por aquí nombrados y en rockFM ;D, siempre están ahí y como dices ya tengo escusa para sacar algún cd de los que ellos tengo en la estantería. Me uno a que "Wrote a song for everyone" es uno de sus mejores temas. Un abrazo Jorge. P

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Seguro que pasas un rato genial con esos cds. Es un tema que no suele aparecer en las antologías pero que es grandioso.
      Un abrazo.

      Eliminar
  6. Traer a la Creedence es jugar a ganar!!
    Este no es mi disco favorito de ellos, pero es un discazo. Realmente todos lo fueron hasta la marcha de Tom Fogerty ("Mardi Gras" nunca ha sido considerado un disco de la CCR por algunos de sus miembros, John Fogerty reniega de el). Lo de grabar 3 discos en un año es espectacular, pero algo impensable hoy en día. Y si, "Wrote a song for everyone" es el temazo del disco aunque otras canciones como "Bad Moon Rising" se llevaran la gloria. No me canso de escucharla.
    Gran entrada.
    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por supuesto que es tirar y acertar seguro. Tampoco sería mi favorito, aunque si al que más cariño tengo. "Mardi Gras" en realidad se grabó para cumplir con la discográfica, como "Islands" en el caso de The Band.
      Celebro ver unanimidad con el tema "Wrote a Song for Everyone". Gracias por tu comentario.
      Un abrazo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Boikot - Los ojos de la calle (Discos Barrabás, 1990)

  Hay música que corresponde a un momento concreto de nuestra vida y que, por edad usualmente, por cuestiones personales a veces, queda ahí anclada, como un bonito recuerdo. Música a la que no suelo volver casi nunca. Y ese caso lo representa perfectamente el debut de Boikot. En el devenir de la cultura rock madrileña se conformó, en la segunda mitad de los ochenta, un grupo de bandas jóvenes con unas sonoridades muy particulares, emparejadas con eso del rock urbano, pero tintado de una manera particular en la que escuchábamos las raíces de Leño o Burning junto con ramalazos unas veces punk, otras más metaleras, otras más seventies, incluso algo de blues. Ahí puedes meter a Esturión, Casablanca, Porretas o los mismos Boikot.  En medio de ese “fregao” musical cobró protagonismo Mariano García, polémico personaje, especialmente en sus últimos años. Generó negocio, oportunidades y ayudó a crear y mantener “la escena” madrileña a través de varias salas (Canciller, Barrabás), su labor promo

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Paice Ashton Lord - Malice in Wonderland (Polydor, 1977)

Esto no estaba previsto. Este disco no estaba en la lista de títulos para reseñar en #FFVinilo. Pero es que el fin de semana pasado por fin pude hacerme con él, y tenía ganas de compartirlo. Los que leéis esto ya conocéis esa sensación de ir pasando discos y encontrar de repente esa portada que tienes en la cabeza desde hace tiempo. Qué sensación. Se que vosotros me entendéis, así que no encuentro mejor foro para compartir ese momento que este blog, lleno de melómanos “vinileros”. Lo curioso es que no solo encontré una, sino dos copias, una francesa (“gatefold”) y una inglesa (sencilla). Con buen criterio, me quedé con la inglesa. Y claro, eso se nota en el sonido. ¡Como suena esta maravilla! Si os gustan esas producciones típicas de los 70 con mucha profundidad y dinámica lo vais a disfrutar (nada que ver con las producciones actuales, cada vez más “planas”). A la producción, la leyenda, Martin Birch (Deep Purple, Whitesnake, Black Sabbath, Iron Maiden, …). ¿De dónde sale este grupo?

Scorpions – Love at first sting (Harvest-EMI, 1984)

Y si hace unas semanas os hablé aquí del inmenso 1984 de Van Halen , hoy toca comentar el no menos imprescindible Love at first sting de los alemanes Scorpions , otro que este año también celebra su 40º aniversario. La banda venía de una gira internacional presentando Blackout , el pedazo de disco que finalmente los había puesto en el mapa –yo mismo los descubrí gracias a él, os lo conté aquí – y tenían la misión de superarse, algo nada fácil no sólo en el aspecto creativo. Una de las razones era la mala relación entre el bajista Francis Buchholz y Dieter Dierks , dueño de su compañía de discos y productor del grupo desde 1975. Por eso, cuando la banda –que empezaba a tener dinerito del bueno– pidió grabar el nuevo álbum en un estudio que no fuese el del productor, Dierks se los llevó a los Polar studios de Estocolmo –exacto, los de Björn y Benny de ABBA – pero dejó en Hannover al bajista, contratando como músico d