Ir al contenido principal

Desperados - Motel Martin (1992-2019, Warner Music)

 



Los Guairless era el cachondo nombre del grupo de unos compañeros de trabajo. En la guitarra y líder, Mauri. El Pollo en las voces, David al bajo y Paco a la batería. Creo que había un guitarra rítmico, pero no me acuerdo de su nombre. Hacían versiones tanto de temas en español como en inglés. Siempre rock. En la época preniñas fui a tres o cuatro bolos, con muchas cervezas y copas de por medio. No sonaban nada mal y Mauri destacaba con sus solos. En uno de esos conciertos mi compi y amigo Paco no pudo ir. Y le sustituyó su profesor de batería, al tiempo que hermano de Mauri: Ezequiel. Todo un profesional, la verdad. Qué tiempos aquellos de juventud treintañera, cuando la vida era más fácil y despreocupada.

¿Por qué os cuento esto? Ya lo veréis más adelante. Por ahora empiezo diciendo que hoy, 18 de agosto del 2023, además de 87 aniversario del fusilamiento de Lorca y del 37 aniversario de la publicación del Slippery when wet de los Bon Jovi, se cumplen 17 años del fallecimiento de Guille Martín, el alma mater de Desperados y el músico más destacado, por trayectoria, de aquel grupo.

Desperados se forma a mediados de los 80 con la fusión de dos “bandas”. Por un lado, los integrantes de Octubre (Amando Cifuetes al bajo, Juan Luis Vizcaya a la batería, Javi Encinas “El Moro” a la armónica y saxo y el exfundador de La Frontera, Rafa Hernández a la guitarra). Por el otro, los hermanos carabancheleros Martín, Guille y Fernando, que venían de Números Rojos. Una corriente un poco más country con otra stoniana más macarra. Y el cóctel les salió muy potable. En el 85 un mini Lp  titulado Desperados con un single, “Molly” del que se llegó a grabar un videoclip en el madrileño Parque de Atracciones. El sonido de este single y la procedencia de la mayoría de sus integrantes, hizo que el grupo fuese, injustamente, metido en el saco del sonido vaquero cuando, en realidad, el sonido de aquel EP estaba mucho más cerca de Keith, Mike y los suyos que del lejano oeste: guitarras afiladas y un poso rockero, a veces también cercano a los Stray Cats y otras a Tom Petty. De aquel disco también destacan “Poker & bourbon” y “Dr. Fleming”, una historia sórdida de prostitución y clubs que retomaron más adelante en su discografía.  Sin apenas descanso, al año siguiente publicaron su primer larga duración, ¿Qué hay de nuevo viejo?  de catorce temas en versión cassette y doce en vinilo. Para la portada fusilan la foto del Gloria de Shadows of Knight, y en la contraportada hacen lo propio con el Aftermath de sus adorados Rolling Stones, mientras que en directo homenajean a The Kinks, vistiendo americanas rojas con solapas negras. Todos aportan canciones. Rafa rescata su versión de Boris Vian, incluso se atreve a cantarla –“Aullarla” según él- en “Escupiré sobre vuestra tumba. Pero es el tándem Fernando-Amando el que aporta las mejores composiciones. Como “Esto no es América“, el hit “La llave maestra”, o la extraña Baile (Sólo parejas)”, en la que cuentan la surrealista experiencia de un jovencito Fer, recién llegado de la mili, en un erotic-club teletransportado a los años 50.

Entre este primer disco y el segundo, El Golpe, la formación tiene varios altibajos. Rafa tiene que hacer la mili, por lo que en los bolos es sustituido por otros músicos. Juan Luis abandona la banda para siempre por lo que Desperados queda como un grupo sin batería, al igual que Los Rodríguez fueron un grupo sin bajista (bueno, tenían que contratar a bateras para los conciertos y las grabaciones, pero ninguno fue integrante oficial de la banda) y “El moro” falleció. Una ilustración en rosa y negro de Fernando Vicente es el envoltorio del mejor disco grabado por Desperados, publicado en 1989. Diez golpes a la boca del estómago. Las mejores composiciones de Amando, Guille, Rafa, y Fernando, firmadas por toda la banda. Con una producción muy pausada por parte de Ángel Muñoz Alonso, más conocido como el Reverendo. Guille domestica su fender y limpia su sonido. Ese sonido que más adelante “compraron” otros artistas y grupos. Destaca especialmente la versión del “Dead flowers” de los Stones ,titulada “Flores muertas En 1990 publicaron su último Lp, Tan alto como nos dejen, tan fuerte como podamos. Y tras este disco, quedaron sólo los hermanos Martín al frente de la banda. Grabaron un nuevo disco en el 92, Motel Martin, que nadie publicó…hasta hace cuatro años.

Tras ello, se acabó Desperados: Guille fue un Rodríguez, colaboró con Jaime Urrutia y fue un Troglodita hasta su muerte en el 2006 por cáncer de pulmón. Y Fernando encabezó un par de proyectos además de dedicarse al periodismo musical.

Y tras el tocho que os he metido, vamos al disco. Lo encontré a un precio increíble en la Fnac: ni 57 euros por el vinilo y el cd, por lo que no pude resistirme. La portada es divertida y colorista y lleva un insert con las letras y dibujos, obra de José Pachucho. Fue grabado en el verano del 92 en los estudios Trak de Madrid con la producción de Juan Ignacio Cuadrado. Además de los hermanos Martin, Javier Martínez al bajo. Y a la batería, un jovencito de 17 años llamado Ezequiel Navas. Y sí, aquí enlazo con el primer párrafo de la entrada: este es el mismo Ezequiel, hermano de Mauri y profesor de Paco.

Ella tiene que ser” me tiene en el filo: la letra describiendo el típico flechazo, me parece un poco juvenil. Sin embargo, creo que musicalmente es una obra de orfebrería digna de los mejores grupos de rock españoles, con ese piano (que a veces me recuerda a Bruce Hornsby). “La rosa + pálida de la ciudad” es puro rock and roll, con esos guitarrazos de Guille y la convincente interpretación de Fernando. Hubiese sonado mucho en las radios de aquel entonces si hubiese sido publicada. “Señor policía” me recuerda más a Radio Futura con la limpieza de las guitarras. Pasamos de la denuncia social al honky vitaminado de “Corazón de fuego”. Y terminamos la primera cara con “Llama cuanto antes”, quizás la más power pop del disco y que es adaptación del clásico de The Records, “Starry Eyes”.

Damos la vuelta al vinilo y tenemos “El mundo patas arriba” que comienza con un riff fantástico para contarnos lo que de verdad es el rock and roll: nocturnidad, chulería y buen rollo. “Las puertas de la libertad”, que seguro que hubiese podido servir de inspiración a los M-Clan de Santiago Campillo. Y con ese "Guille!!"de Fernando introduciendo el solo de guitarra. Pasamos al frac y la elegancia con “Tiempo de perros”, un maravilloso blues cuya letra no desentona nada en los tiempos que corren. Volvemos a revitalizarnos con “Aún no he caído”, de temática boxística. Y terminan reivindicando la vida canalla, chulesca y rockera con “¡Y Qué!”. Y así hemos disfrutado de un disco de puro rock and roll. Si te gustan los Burning, esto te gustará.

Y si os quedáis con más ganas de rock del bueno, buscad en Spotify la banda HRNDZ y su disco homónimo publicado este año. Es el nuevo proyecto de Rafa Hernández, aullando en vez de cantando.

Ah, por cierto, lo de Motel Martin es un claro homenaje del Morrison Hotel de The Doors.

Para terminar, un par de reflexiones del propio Fernando Martin que vienen muy a colación con lo que hacemos en este blog.

“Escribir sobre música es siempre comentarla. Date cuenta de que estamos tratando de una materia de una profundidad distinta a las de la medicina, la economía o la tecnología, en donde sí son necesarios los datos cuantificables”.

“Hablar de música es aplicar el filtro de tu sensibilidad artística a algo a niveles meramente apreciativos y con un componente subjetivo importante. Lo que ocurre es que, si lo haces en un medio de proyección masiva como es El País, tu opinión personal puede acabar convirtiéndose en una corriente, que a veces no tiene nada que ver con lo que el autor pretendía”.

Creo que son verdades como templos.

Comentarios

  1. Excelente texto por lo de didáctico que tiene y porque además de bien escrita e invitar a escuchar el disco, hace hincapié en una banda de rock con un talento en su line-up ciertamente notable. No he recordado lo de Guille, increíble que hayan pasado 17 años ya.
    En este disco es buena hasta la portada (aunque haya fusilamiento).
    Por cierto merece mucho la pena acercarse a HRNDZ y por lo que respecta a este vinilo me imagino que muy difícil de encontrar y caro. Yo tengo el CD que se reeditó en 2019.
    Gracias y un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que me hubiese gustado hacer la entrada un poco más reposada, hacerla más mía porque la hice a última hora, viendo que el viernes se iba a quedar vacío (bueno, y porque es casa pusimos La Sirenita y me aburría mucho así que, mientras que se terminaba me puse manos a la obra).Por tanto, abunda más la recopilación pura y dura de datos (copy-paste) que la redacción estilista.
      No consigo localizar a qué portada han fusilado con este disco.
      En cuanto a la música, es indudable que Desperados tenían algo y calidad de sobra. En su época les hice poco caso, es cierto. Precisamente recuperé sus canciones por seguir a Rafa en twitter y escuchar sus HRNDZ. Y cuando vi este vinilo al precio que lo vi, no pude evitarlo: no fue caro. De hecho, sin oferta la etiqueta marca 18 euros. Pero ya te digo que me lo llevé a casa por 5 u 7 euros, ya no me acuerdo..
      Un saludo.

      Eliminar
  2. Excelente entrada. Me alegro de que alguien se acuerde de Desperados, y de Guille Martin. El guitarrista con más clase del Rock español. Merecido el homenaje a Guille. Es un grupo que paso demasiado desapercibido en su época. Siempre es un placer volver a escucharlos. Lo de Guille fue una pena. Como guitarrista era un placer verle tocar en directo. No me extraña que los grupos se lo rifasen. Como decían en su tema mas famoso, "Molly": "Ráscale Guille!!".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, un grupo infravalorado aunque luego Guille sí fue valorado.

      Eliminar
  3. Lo siento, llego tarde, pero sabes que es por una buena razón. Pues sí, Señor policía me recuerda a Radio Futura también, sobre todo en la forma de entonar las palabras. La verdad es que no te extrañará si te digo que no conocía de nada a esta banda. Este tipo de rock clásico como el de los M-Clan no me tira demasiado, aunque el sonido del disco es estupendo y los temas son agradables de escuchar. Una canción destaca para mi gusto sobre las demás, esa cañera El mundo patas arriba me ha encantado. En fin, otro grupo más para la saca del blog y otra ración de música descubierta por este que te comenta. Feliz semana. KING

    ResponderEliminar
  4. Me ha encantado tu post. Primero, por traer un grupo extraño y desconocido para este blog, un grupo nacional para más inri. Después, por acompañarlo de una historia personal, hecho que da siempre una calidad extra a cualquier conjunto de palabras que juntes. Y, finalmente, por hacerlo un viernes de agosto 😁. Apunto la escucha. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias. Escúchalo que seguro que algo te gusta, ya verás. Y sí, lo hice porque se quedaba vacante el viernes jeje

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Boikot - Los ojos de la calle (Discos Barrabás, 1990)

  Hay música que corresponde a un momento concreto de nuestra vida y que, por edad usualmente, por cuestiones personales a veces, queda ahí anclada, como un bonito recuerdo. Música a la que no suelo volver casi nunca. Y ese caso lo representa perfectamente el debut de Boikot. En el devenir de la cultura rock madrileña se conformó, en la segunda mitad de los ochenta, un grupo de bandas jóvenes con unas sonoridades muy particulares, emparejadas con eso del rock urbano, pero tintado de una manera particular en la que escuchábamos las raíces de Leño o Burning junto con ramalazos unas veces punk, otras más metaleras, otras más seventies, incluso algo de blues. Ahí puedes meter a Esturión, Casablanca, Porretas o los mismos Boikot.  En medio de ese “fregao” musical cobró protagonismo Mariano García, polémico personaje, especialmente en sus últimos años. Generó negocio, oportunidades y ayudó a crear y mantener “la escena” madrileña a través de varias salas (Canciller, Barrabás), su labor promo

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Paice Ashton Lord - Malice in Wonderland (Polydor, 1977)

Esto no estaba previsto. Este disco no estaba en la lista de títulos para reseñar en #FFVinilo. Pero es que el fin de semana pasado por fin pude hacerme con él, y tenía ganas de compartirlo. Los que leéis esto ya conocéis esa sensación de ir pasando discos y encontrar de repente esa portada que tienes en la cabeza desde hace tiempo. Qué sensación. Se que vosotros me entendéis, así que no encuentro mejor foro para compartir ese momento que este blog, lleno de melómanos “vinileros”. Lo curioso es que no solo encontré una, sino dos copias, una francesa (“gatefold”) y una inglesa (sencilla). Con buen criterio, me quedé con la inglesa. Y claro, eso se nota en el sonido. ¡Como suena esta maravilla! Si os gustan esas producciones típicas de los 70 con mucha profundidad y dinámica lo vais a disfrutar (nada que ver con las producciones actuales, cada vez más “planas”). A la producción, la leyenda, Martin Birch (Deep Purple, Whitesnake, Black Sabbath, Iron Maiden, …). ¿De dónde sale este grupo?

Scorpions – Love at first sting (Harvest-EMI, 1984)

Y si hace unas semanas os hablé aquí del inmenso 1984 de Van Halen , hoy toca comentar el no menos imprescindible Love at first sting de los alemanes Scorpions , otro que este año también celebra su 40º aniversario. La banda venía de una gira internacional presentando Blackout , el pedazo de disco que finalmente los había puesto en el mapa –yo mismo los descubrí gracias a él, os lo conté aquí – y tenían la misión de superarse, algo nada fácil no sólo en el aspecto creativo. Una de las razones era la mala relación entre el bajista Francis Buchholz y Dieter Dierks , dueño de su compañía de discos y productor del grupo desde 1975. Por eso, cuando la banda –que empezaba a tener dinerito del bueno– pidió grabar el nuevo álbum en un estudio que no fuese el del productor, Dierks se los llevó a los Polar studios de Estocolmo –exacto, los de Björn y Benny de ABBA – pero dejó en Hannover al bajista, contratando como músico d

Creedence Clearwater Revival - "Green River" (1969)

  Las canciones, conscientes de su pegada y su carácter de inmediatez, se liberan de artificios y apéndices instrumentales.... Por Jorge García . Pocas bandas a lo largo de la historia han conseguido hacer tanto y tan bueno en menos tiempo que el que emplearon los cuatro componentes de la  Creedence Clearwater Revival . Aunque de los tres años que la formación empleó en grabar discos (con John Fogerty al frente), 1969 fue el que se llevó la palma con tres álbumes publicados en menos de doce meses. Y para más inri, podemos afirmar que al menos hasta el tercer catálogo publicado por el grupo, el nivel fue a más, alcanzando con su tercera entrega,  "Green River",  su mejor trabajo hasta aquél momento. Precisamente de esta tercera intentona discográfica vamos a hablar hoy. Un disco en el que el menor de los Fogerty alcanza un status como compositor y líder ciertamente demoledor, tomando el mando de la situación y construyendo un disco de apenas media hora de duración pero con tod