Ir al contenido principal

Capsula - Phantasmaville (2021)


...una nueva remesa de temas de fuerte impacto rockero, con febril carga de esencias glam, post-punk, psicodelia, lírica underground, garage-rock e incluso hard-rock.

Por Jorge García.


Dos años después de “Bestiarium” y con una pandemia de por medio, la banda vasco-argentina Capsula volvía con un nuevo disco titulado “Phantasmaville”, que a pesar de las circunstancias impuestas durante tantos meses, resulta más luminoso y diáfano que otras opciones discográficas precedentes.

Para la gestación de esta nueva colección de canciones, el terceto recurrió una vez más a su propio estudio, Silver Recording, alrededor del cual han creado su propio sello discográfico con el mismo nombre y en el que ya están empezando a trabajar otras formaciones, que en varios casos, pintan ciertamente bien y confío en que pronto puedan dar alegrías a la parroquia rockera.

Pero a lo que vamos ahora es a diseccionar el último trabajo de Capsula publicado el pasado año y titulado, como decía más arriba “Phantasmaville”. Capsula es una formación que tiene claro cuál es la idiosincrasia de su música, el núcleo de su propuesta y la procedencia antropológica de su sonido; esto no impide que siempre se aprecien en sus discos nuevos detalles, aportes y propuestas novedosas que ensanchan sus pretensiones, lo que se traduce en discos que no resultan repetitivos o tópicos dentro de una discografía ya extensa en grabaciones y años en activo.

Capsula

A la pareja seminal formada por Coni y Martín, se une en esta ocasión el batería Álvaro Olaetxea. Juntos fabrican una nueva remesa de temas de fuerte impacto rockero, con febril carga de esencias glam, post-punk, psicodelia, lírica underground, garage-rock e incluso hard-rock.

Con esa capacidad furiosa y visceral para amotinar emoción, actitud y fe en torno a un espacio musical pletórico de magnetismo y atmósfera, el grupo ofrece once cortes que se extienden a lo largo de menos de media hora, uniendo urgencia y frenesí a la ecuación empezada al comienzo de este párrafo.

Pero no me apetece nada andarme por las ramas, así que seré directo: pocos discos me han atrapado como “Phantasmaville” en los últimos meses. Su discurso sónico es trepidante y feroz, las canciones parecen a punto de explotar sin dejar rastro de indiferencia y ese espíritu lacerante y penetrante propio de Capsula se hace notar durante todo el metraje.

Si alguien necesita un botón de muestra a propósito de lo que pueden encontrar en “Phantasmaville”, atrévanse con el hardrockero single de presentación titulado “Behind the trees” y que abre el disco.


Pero tras este demoledor corte, la banda nos dispara dos poderosas bolas de cañón más como son “You won’t believe it” y la desatada y de esencia glam (con un saxo impenitente) “The Möbius strip”, para certificar una apertura en base a este triunvirato musical ciertamente contundente.

Apertura triunfal decía, que continúa con la garagera “All my friends”, seguida de la psicodelia hippy de “Into the sun” y un tema en castellano titulado “El camino de La Plata” difícil de describir y que cierra la primera parte del vinilo.

La continuación empieza con un farragoso y lóbrego “I don’t mind” y la frenética y afilada “(Don’t be afraid and play) Rock’n Roll”

Según se suceden las canciones se alternan (y mezclan) Coni y Martín en las labores de solista, ambos rugen en una de mis favoritas: la vehemente “Melting down”. Se cierra el disco con dos cortes en español (o argentino), como la de esencia latina “ciudad fantasma” y la más extensa del elepé y de influjo post-punk, “Esferas”.

Capsula volvía hace un año por sus fueros, con otro disco preparado para deflagrar toda su energía en sus aplastantes directos, donde no les quepa duda de que estas canciones crecen aún más. Si tienen la oportunidad de acercarse a alguna de sus ceremonias rockeras no se lo piensen. Mientras tanto seguireos rockeando y disfrutando con este excelente disco.

Comentarios

  1. No conocía para nada, o si los había escuchdo ni me acordaba, a esta banda que hoy traes. Como ya comentas en la introducción, se advierten numerosas influencias en su música y me han parecido muy entretenidos de escuchar. Me ha encantado I don't mind, por ejemplo. En fin un álbum más para enriquecer el abanico de estilos de este blog. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Buena recomendación, no dudes que estaré atento a su gira... Gran aporte. Saludos

    ResponderEliminar
  3. Pues no los conocía y me han gustado. Van a la lista de reproducción directos. A estudiarlos un poco, que merecen la pena. Un saludo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...

Medina Azahara - En directo (Avispa, 1990)

  Ya lo he escrito en este blog: a veces no escucho música, escucho recuerdos. Las canciones se pegan a los momentos en los que vivimos y al volver a ellas es inevitable revisar las imágenes y las emociones que las acompañaron. En otras ocasiones, uno se siente hasta protagonista, como si el músico las hubiera compuesto para nosotros, pensando en "eso" que nos sucede. Y en otras, literalmente, sin tocar ningún instrumento, somos esa canción. Esto último sucede con este Medina Azahara en directo : yo estuve en ese concierto, por lo que, de algún modo, cuando escucho el disco, ahí al fondo, está mi voz. Fan de "los Medina" ni fui ni me considero, pero un concierto de ruido al lado de casa había que disfrutarlo. El álbum se grabó un 30 de junio de 1990 en el anfiteatro Egáleo de Leganés, Madrid, escenario al aire libre mítico aquellos años; allí vi también a Panzer, Burning, Sangre Azul y alguno más. Por cierto, a la banda la presentó aquella noche José Carlos Molina (...

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero ...

Los Relámpagos – Nit de llampecs (Novola-1965)

Y tras el hiato estival y la visita de Hetfield & co . de hace quince días, hoy toca reseña de la serie “ Los singles de mami ” en la que, como ya sabéis los habituales, aúno mi amor a la música en formato vinílico con el recuerdo a mi madre –fallecida hace poco más de un año– y a su gusto por la música pop de su juventud. Los protagonistas de hoy son Los Relámpagos , un grupo de rock instrumental que –como muchas bandas e intérpretes en aquella época– surgieron a raíz de un concurso musical en el que coincidieron José Luis Armenteros (guitarra), Pablo Herrero (órgano), Ricardo López Fuster (batería) y los hermanos Ignacio y Juan José Sánchez-Campins (guitarra y bajo, respectivamente). Los cinco darían forma a Dick y los relámpagos , que no tardaron en perder de su nombre a Dick , fuese quien fuese el tipo.    En 1962 comienzan a tocar en un club a cambio de vales de consumición y propinas y dedican los domin...