Ir al contenido principal

Goodbye June - Community INN (Earache Records, 2019)

 


Goodbye June nacieron en Nashville (Tennessee, Estados Unidos) a mitad de la década pasada. La banda está compuesta por los primos Landon Milvourn (cantante), Brandon Qualkenbush (guitarra) y Tyler Baker (guitarra), quienes se juntaron en homenaje al hermano de Baker, fallecido un mes de junio (de ahí la inspiración del nombre de la banda). Editaron un EP en 2016 (Danger in the morning) y un debut al año siguiente (Magic Valley) que llamó la atención de Earache Records. Este Comunity Inn es el segundo largo (a punto está de salir el tercero). Para grabarlo, contaron con Bobby Huff en la producción, quien, además, mete percusión, programación y coros. Cuentan con músicos de apoyo: Nathan Sexton se encarga de la percusión y la batería y The Hendersonville Strig Quartet meten los instrumentos de cuerda. Una banda sin batería ni bajista llama de por sí la atención.

En este álbum suenan a revival moderno (si esto existe) con un deje de southern rock  y sonidos con regusto a The Black Crowes, Free, Jefferson Airplane y, sobre todo, Led Zeppelin. Y, aunque no ofrecen nada nuevo, lo que ofrecen tiene frescura, inteligencia y buen gusto. Si se puede decir, resulta innovador dentro del estilo, aportando, en muchos puntos, una personalidad de la que otros grupos del mismo palo carecen. En cierto modo, el disco parece hecho en un garaje en mitad de la nada, en cualquier año, en un día sin nombre, donde llueve, hace sol, es de noche, amanece todo a la vez. Y hay bourbon, cerveza y una barbacoa al final de la sesión de trabajo. Milvourn suena a una mezcla de Tom Keifer con el Paul Rodgers más arenoso para girar con estilo al rollo Robert Plant de los medios tiempos.


Rolling off my tongue
es un boogie que te hace mover el culo con un riff muy Kossoff y el aroma a garito cerrado a media noche "the smoke rolling of my tongue". Universal Mega Love tiene un riff estupendo, donde Milvourn juega a ser Coverdale en aquel proyecto con Jimmy Page tan fantástico, incluso el sonido global me recuerda más a aquel álbum que a cualquier otro. Rezuma blues salvaje Secrets in the sunset, con una tensión mantenida a lo largo de todo el tema, una canción sobre secretos, mentiras y lo que sufrimos por guardar nuestras mierdas "the secret's in the suset/but I get tired of waiting/(...)/It's how they push you/right down in the ground". Enorme solo. Comienza acústico Be yourself para seguir con un crescendo de capas vocales y guitarreras hasta un sencillo y fantástico estribillo, con un toque gospel si me apuras; las acústicas y la voz cambiando entre agudos recuerda inevitablemente al Plant de LZIII. La tristeza asoma en Lonely beautiful people, canción sobre la soledad, el momento en que nos encontramos frente al espejo, en este caso después de "haber fumado unas flores". Contiene un ejemplo de magnífico slide que hace del solo una joya del álbum. Cierra la cara Natural roqueando al viejo estilo, incluyendo un cowbell sobre un ritmo cortado y la voz más rasgada del conjunto, casi desesperada cuando canta "Oh, baby, I need you/you always make me nervous". Os diría que la guitarra suena a Billy Duffy.


La cara B vive más orgánica, más ambiental y menos directa. Joan and Dyan pasaría por un single de finales de los ochenta, un medio tiempo brillante sobre fugarse con quien amas, huir del día a día y refugiarse en las viejas canciones, donde una guitarra al fondo de la voz marca la pauta especial del tema con su figura repetitiva ("I need you near me/and if you are willing/we can ride the open road"). Buen solo tambíen y gran final. Anywhere the wind blows rezuma, también, libertad, anima a no preocuparse por el mañana, a dejarse llevar de motel en motel "I'll go anywhere the wind blows". Canción de mecheros (perdón, móviles) al aire, brazos de derecha a izquierda y sonrisas en la cara. Otros tiempos. Switchblade heart es un poprock con toques funkies, chasquido de dedos y algo de introspección que cambia el paso al resto del disco. La gran labor de Landon y el puente/estribillo le dan un aroma agradable y bailongo, con un parte central donde guitarras y voz juegan gustosamente. Live in the now (de mis favoritas) vuelve a la senda zep manteniendo esa reivindicación del carpe diem, del no procuparse (mucho) por el pasado o por el futuro, del buscar el modo de disfrutar del "ahora" pase lo que pase. Bárbaro el trabajo de Brandon y Tyler. Bajan las pulsaciones en I don't mind, lo más parecido a una balada que hay en el disco, con percusión y guitarras, un slide puntual, todo con un rollo de noche alrededor de la hoguera y tener la vida por delante (puta juventud) para que te impore todo una mierda: "you know we can do this easy or/the hard way/when you turn on someone else/I don't mine/when you are putting me through hell/I don't mind". El cierre con Free child vuelve a tener cierta influencia The Cult para reincidir en la libertad, con un bonito solo: "I keep an open mind/it's fine if you die living free child".


La edición que traigo viene muy completa, diga de Earache. El detalle especial del vinilo rojo translúcido redondea una carpeta y una funda interior muy trabajadas, donde la mezcla de colores con el blanco y negro y el fotomontaje redondean una presentación destacable. Materiales excelentes y buen sonido. Editado en Europa, perdón UK, en el 2019. En la foto portada se observa una púa, que ahí dejo; da un aire chulo al conjunto y, total, no la voy a usar.

Saludos, buen fin de semana y feliz 2022.















Comentarios

  1. Una entrada currada, como es habitual en ti, para un grupo del todo desconocido para mi y que -pese a ser de escucha agradable- no soy capaz de que me transmita emoción alguna. Al menos no se me hace bola. Un abrazo y a continuar con nuestra pasión, entre musicófilia y síndrome de Diógenes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las emociones son muy personales (y más a nuestra edad). Si ha servido para que escuches música "nueva" y pases un rato agradable, me conformo. Como puedes observar, aquí seguimos los dos mano a mano. Al menos en los comentarios. Espero que este año sea más participativo el blog. Yo, durante un tiempo, seguiré dando caña con mis cosas. Algunas más de tu agrado que otras. Un abrazo diogénico.

      Eliminar
  2. Pues a mí me ha gustado. A veces, me ha parecido que mezclaban el rock con el soul, sobre todo en algunos dejes a la hora de cantar, además del más obvio blues. Tendré que seguir escuchando. Aunque no sé, que parece que no queréis a nadie en vuestro pisito del amor, jaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tú puedes venir al pisito cuando quieras, que nos hace falta sangre fresca. El disco está muy bien. Por eso lo traigo y lo tengo en vinilo. Es cuestión de que aprecies el estilo, supongo. Sí tiene dejes soul en algunos momentos, sí, no creo que destacables en cuanto a que marquen algún tema, pero dejan cierta querencia de vez en cuando. Buen oído. Un abrazo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Transvision Vamp - Velveteen (MCA, 1989)

    Os voy a hablar de un plástico que ya apareció por el blog allá por el año 2012. Pero visto que se le dedicaron escasamente 10 renglones y no tiene comentarios, creo que pasó sin pena ni gloria, por lo que no creo que haya problema en que lo traiga un viernes de forma rápida y con alevosía casi nocturna. Disco publicado en 1989 que se vendió como una mezcla de pop (mucho), rock (poco) y punk (pinceladas) y que tuvo buenas cifras de venta, sobre todo gracias a su canción bandera, el “ Baby I don´t care ”. Producido el alemán Zeus B. Held y el británico Duncan Bridgeman de forma bastante aséptica.    A mitad de los 80 el guitarrista Nick Sayer se encontró con Wendy James y vio en ella la canalizadora perfecta para sus letras: comprendió que el sex appeal de Wendy y sus berridos casaban perfectamente con sus gamberras composiciones. De Brighton se mudaron a Londres y allí reclutaron al batería Pol Burton (en este segundo disco no forma parte de la banda) y a dos músicos

KISS, Ace Frehley – Ace Frehley (Casablanca-1978)

En el pueblo de Sharon, ubicado en el condado de Litchfield, al noroeste del estado de Connecticut, se levanta una imponente construcción de estilo renacentista italiano conocida como la mansión Colgate. Se trata de un capricho de Romulus Riggs Colgate –nieto del creador de la empresa de perfumes y jabones que todo el mundo relaciona con la pasta de dientes–, su esposa Susan y el prestigioso arquitecto J. William Cromwell Jr . Y aunque algunos os preguntaréis qué tiene que ver eso con el álbum que hoy os traigo, si seguís leyendo – clickbait de campeonato– veréis que fue determinante.    Lo primero será justificar esta entrada. Hace algunas semanas ya os hablé del primer disco en solitario de Paul Stanley y Manu lo hizo incluso antes del de Gene Simmons . Pero, como veo que nadie se anima, hoy os traigo el primer álbum en solitario de Paul Daniel Frehley –también conocido como Ace Frehley

Varios - Rock Del Manzanares. Visca El Rollo Vol. 2 (Chapa Discos, 1978)

Si no conocéis el significado de la palabra “tronco”, “pasota”, o no sabéis lo que es ser un “enrollao”, quiere decir que sois insultantemente jóvenes. No solo la generaci ó n "Z"  tiene su propio lenguaje. Cada generación ha tenido también una manera de expresarse, y hoy nos acercamos con este disco a finales de los años 70. Una época marcada musicalmente en España por una corriente que se denominó “Rock Urbano”. Aunque, como con cualquier tipo de etiqueta, nos podemos encontrar dentro de este saco grupos de muy distinta índole o con diferentes influencias, por lo general compartían una estética (musical y visual) muy particular, y sobre todo, una actitud vital marcada por las circunstancias sociales de la España de finales de los 70. Como con cualquier etiqueta que se otorga a un movimiento musical, donde muchas veces el mero hecho de nacer en una determinada época o cuidad te hace merecedor de esta etiqueta, se pueden encontrar dentro de este saco una mezcla de estilos q

Yes - Close to the edge (Atlantic, 1972)

Esta semana traigo el  Close to the edge del grupo británico Yes, quizá mi álbum favorito de la banda. Porque una obra maestra así debe formar parte de nuestra Comunidad. Complejo, diverso, inspirado, con ejecuciones instrumentales casi perfectas, con una historia que contar. Uno de esos discos, a mi gusto, imprescindibles, por calidad y por ese espíritu de superación constante, minuto a minuto, esa capacidad de sorprender. Quinto de Yes , editado en 1972, con Steve Howe a las guitarras, Jon Anderson a las voces, Bill Bruford a la percusión, Chris Squire al bajo y Rick Wakeman a los teclados. La mayor parte del trabajo compositivo recae en Anderson y Howe, pero toda la banda pone su sello en los apenas tres cortes que conforman el álbum. Poco después de terminar las grabaciones, el baterista Bill Bruford abandonó la banda obligando a los demás integrantes a encontrar un suplente antes de comenzar su nueva gira en los Estados Unidos. La que ocupa toda la cara A, la propia Clos