Os traigo un grupo que debuta en el blog con su álbum de
debut del 2001. También creo que es la primera vez que aparece un vinilo con sólo
tres caras: A, B y C (edito: el amigo @KingPintrafilla ya subió uno así, lo podéis ver en los comentarios). Podría tirarme el rollo y dármelas de previsor y que con
esta entrada cierro un pequeño triángulo junto con las dos anteriores. Pero ha
salido sobre la marcha. Hace dos semanas os traje un disco de los The Call.
Anteriormente, os protagonistas habían sido Nudozurdo. Me dije que estaría bien
buscar algo en común entre los dos. Y, señoras, aquí os traigo a los Black Rebel
Motorcycle Club. La afinidad con The Call está clara: relación padre/hijo de
Michael Been y Robert Levon Been. Con los Nudozurdo comparten la oscuridad en
su música. Tanto que creo que los españoles tienen a esta banda entre sus
grupos de referencia. Además, en este caso, este LP fue uno de los tres que
adquirí de super oferta junto con el Sintética de Nudozurdo, como os conté en
la entrada dedicada al mismo, aquí.
Este grupo, que huele a chupa de cuero y whisky, y que tomó
tanto nombre como logo del grupo motero que encabezaba Marlon Brando en la
película The Wild One (Salvaje, para los que sabéis inglés), surgieron a finales
de los 90 principios del 2000 en California. Por ahí leeréis que pertenecen al
mismo movimiento de nuevo rock americano, junto a grupos como Strokes. Pero
vamos, ¿para qué conformarse con Strokes teniendo a BRMC? Además, ellos
rápidamente se desmarcaron. Por ejemplo, su tercer y maravilloso LP, Howl es un
giro al folk. Y en el cuarto, Baby 81, volvieron a dar una vuelta de tuerca
para integrar también el blues. Y así cada nuevo trabajo. Aunque eran y son un
trio, los máximos responsables de BRMC son su bajista y vocalista, Robert Levon
Been y el guitarrista y vocalista, Peter Hayes. En sus primeros discos, en la
batería estaba Nick Jago al cual reemplazaría, allá por el 2008, la maravillosa
Leah Shapiro, que se mantiene en el grupo a pesar de su operación en la cabeza.
En este disco de debut, Robert Levon Been utilizó el
seudónimo de Robert Turner, porque no quería aprovecharse de la relación con su
padre, líder de los The Call, Michael Been. Sin embargo, en el vinilo que tengo
yo, aparece un agradecimiento especial a Michael Been. Más adelante, Robert
empezó a firmar con su nombre verdadero. Además, su padre pasó a ser ingeniero
de sonido del grupo. Y como contaba en mi anterior entrada del blog (aquí os la dejo), murió en pleno concierto en Bélgica de un ataque al corazón. En los créditos vemos que el disco está íntegramente
compuesto, interpretado y producido por los mismos BRMC. La versión que yo
tengo es una reedición hecha por Music on Vinyl en 2014, portada doble, vinilos
de 180 gr que incluyen el disco original publicado en 2001 y un nuevo plástico
con una cara C y cuatro canciones. La otra cara es un grabado láser o algo
parecido que no puede reproducirse. Muy bonito y mucha calidad. Y más por el
precio que pagué.
Tras hablar del envoltorio, vamos al contenido. En mi
opinión es un gran disco debut. Al igual que a Nudozurdo los descubrí buscando
alternativas a Vetusta Morla y demás grupos de moda, llegué a los BRMC
intentando conocer algo sobre los grupos que yo denominaba “de modernillos”. De
hecho, de esa manera tengo rotulados varios CDs que me grabé en su momento. El
caso es que no me convencían demasiado los Strokes, Kasabian, Chaiser chiefs, Arctic
Monkeys…Y terminé conquistado por estos californianos y por los escoceses Franz
Ferdinand. Los Franz son mucho más luminosos. Estos BRMC son más oscuros, de
atmósfera densa como los garitos antes de la prohibición de fumar. A mi me recuerdan
a los Love & Rockets, Jesus and Mary Chain. A veces incluso Stone Roses. La
verdad es que parecen británicos más que americanos. Y del rock, es posible que
beban más del grunge que del rock clásico, al revés de las bandas con las que
se les relacionó al principio. Yo recomiendo escuchar el disco entero, de un
tirón, para sumergirse en su desolación, en la distorsión y en la oscura
psicodelia que a veces poseen. Eso sí,
los que se aventuren a este círculo del infierno que abandonen la esperanza y no
busquen estribillos fáciles y alegres melodías en general. En algún artículo
leí una frase sobre ellos que se me grabó: “el oscuro atractivo de BRMC”.
Se abre la cara A con “Love Burns”, uno de sus himnos.
Comienzo atmosférico con intro de guitarra acústica a la que sucede una base
rítmica de lujo: batería y, sobre todo, bajo, muy bien ejecutados. La distorsión
suficiente y necesaria de guitarra. A mi me recuerda a un grupo de los 80 no
muy famoso, Love & Rockets. Una de mis canciones preferidas de ellos.
De nuevo apoyándose en un maravilloso trabajo al bajo de
Robert Levon Been y con un riff de guitarra sucio pero, al mismo,
identificable, de nuevo el bestial bajo, otro riff, el solo de guitarra, otro
riff. Es “Red Eyes And Tears”. Empiezas a sumergirte en su sonido oscuro, que
no es garage. Ya te ha atrapado.
El tercer corte es el que más se desmarca de la idea global
del disco. Quizás por esta canción les metieron en ese grupo de new rock o post
punk o como se diga. Claro, el titulo de por si da pistas : “Whatever happened
to my rock ‘N’ Roll (punk song)”. Efectivamente, miramos hacia la ventana para
ver un poco de claridad. Como reza el título, un tema muy cercano al punk.
Indicado para hacer saltar a la peña en los conciertos y demostrar que saben
dar caña si quieren…
Pero no quieren. Prefieren regalarnos un temazo como “Awake”
donde capa sobre capa de guitarra elaboran una canción sobresaliente, quizás el
punto álgido del disco. Algún día me suena a The Verve. Pero vamos, que si en
la anterior canción se apoyan en ritmos conocidos y manidos, en esta ocasión utilizan
sus propios cimientos para construir “Awake”
En “White palms” me vuelve a cautivar el bajo. ¿He dicho ya
que me encanta el trabajo al bajo de Robert Levon Been?
Para cerrar una sobresaliente cara A, tenemos “As sure as
the sun”. Una especie de balada donde más suenan a los Jesus and Mary Chain.
La cara B abre de forma peculiar. “Rifles” es un tema de
muchos quilates. Una intro acapela repetitiva para comenzar siete minutos al
más puro estilo Stone Roses. Como siempre que me refiero a los de Manchester o
hago paralelismo, suele ser por un ritmo hipnótico o que a mi me lo parece.
“Too real” me suena a Beatles. Y seguimos con las
referencias británicas.
Otra pequeña obra maestra es “Spread your love”, en el
tercer corte de esta cara. De nuevo ese
fantástico bajo al inicio, cómo se le suma la batería y luego esa guitarra.
Incluso armónica. Quizás la más hard rockera del disco. Al igual que la tercera
de la primera cara, se desvía un poco del estilo general del álbum. Pero me
encanta.
Terminamos el álbum con las dos canciones mas flojas del
disco. “Head up High” es más intimista y con guitarras más limpias.
“Salvation” es un poco aburrida para terminar.
Y ahora llegamos a la cara C. Tenemos cuatro canciones
extra, todas de corte más acústico que provienen de la reedición que hicieron
en 2008 en CD.
“At my door”, con guitarra acústica y pandereta.
“Screaming Gun”, más blusera, con armónica incluida. Quizás
la que más se parece a lo que luego hicieron en su disco Howl, mucho más folk y
sonido americano.
“Tonight’s with you” al estilo de la primera canción de esta
cara, quizás se me hace un poco larga.
Y cerramos con “Loaded gun” de nuevo electrificada y en la
senda de los Stone Roses. Un buen cierre.
En definitiva, un disco sólido que sin ser rockero, lo es.
Sin ser psicodélico, lo es. Y que queréis que os diga, me encantan los discos
que son muchos disco en su interior.
Pues nada, aunque a priori no me llaman nada la atención, tendré que escucharlo como es preceptivo.
ResponderEliminarPor cierto, respecto a lo de “También creo que es la primera vez que aparece un vinilo con sólo tres caras: A, B y C” Uuuuuuy... casi.
https://ffvinilo.blogspot.com/2018/10/the-night-flight-orchestra-sometimes.html
Bueno, pues no mata... pero es agradable de escuchar. Música de ascensor, que le digo yo jejeje
EliminarBueno, algo es algo, jeje. Culturilla musical. Creo que en el fondo tienes un corazón oscuro de siniestro de esos de los años 80/90, pero te puede el glam.
EliminarPero ese no tiene cuatro caras? No lo veo claro, Rick.
EliminarQue me he equivocau, coño!
Eliminarhttps://ffvinilo.blogspot.com/2017/06/the-night-flight-orchestra-amber.html
Qué guapao. Me lo tengo que escuchar.
EliminarMe gusta el cuero, Marlon Brando en “Salvaje” y Love and Rockets, así que voy a escuchar este disco porque estoy segura de que me va a gustar. Y un disco curioso, con una sola cara, nunca había visto uno así.
ResponderEliminarLa voz del cantante me recuerda muchísimo a la del de L&R, creo que voy a pasar un rato bueno escuchando esto 😎
¡Saludos!
Espero que cumpla tus expectativas.
EliminarNo está mal, la verdad, aunque me pilla con el día igual demasiado rudo. Pero entiendo que te gusten y que les dediques esta excelente entrada. El crecimiento del blog está siendo alucinante últimamente, abriendo puertas a todos los jardines musicales del reino. Un abrazo.
ResponderEliminarSeguro que el Howl te hubiese entrado mucho mejor. Apúntatelo para otro día. Por cierto, la canción "Rifle" entraría en la categoría de intro acapela?
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