Escribir una reseña de “Rumours” sin que parezca que se está contando el capítulo de un culebrón o lo que pasó en el último Sálvame Deluxe es tarea complicada. Los temas personales pueden parecer irrelevantes, y diréis, pues céntrate en la música. Ya, pero es que todo lo que sucedió en las vidas de los integrantes del grupo antes, durante y casi que después de la composición y grabación de este disco es importante para entender el resultado musical. El resultado debería haber sido un desastre total, pero sin embargo resultó ser una obra maestra, contra toda lógica y sentido común. Empezaremos, pues, por el principio.
Como ya vimos cuando hablamos de “Then Play On”, Fleetwood Mac nació como una banda de blues puro porque Peter Green, su fundador deseaba poder expresarse libremente en este estilo musical. Tras su salida del grupo por sus problemas mentales en 1970 la banda pasó cuatro años convulsos, en los que estuvieron al borde de partir peras varias veces. Kirwan y Spencer también se fueron: al primero lo echaron por las discusiones que tenía con otros miembros del grupo, y Spencer se despidió a la francesa, sin más.
Pero Mick Fleetwood y John McVie están hechos de uralita, especialmente el primero, que ha dicho que la llegada de la pianista de blues Christine Perfect, casada con McVie desde 1968, fue “el pegamento que los unió”. Buscaron a otro guitarrista (en sus cincuenta y tres años de historia han tenido la friolera de once) y continuaron haciendo música, pero desviando su camino definitivamente del blues de los comienzos y empezando ya a tomar el camino que les llevaría al soft-rock.
Los discos publicados desde 1970 a 1974 fueron más bien reguleros, con excepción, en mi opinión, de “Bare Trees” (1972) pero claro, estando las cosas tan revueltas entre ellos y con tanto cambio en la formación del grupo, es lógico. No se comieron una rosca, ni en ventas ni en críticas, y en esas estaban cuando, en 1975, Mick Fleetwood -cómo no- escuchó a una pareja de novios que acababan de sacar un disco. Los tortolitos eran Stevie Nicks y Lindsay Buckingham, y revolucionarían la historia de la banda y de la música, para bien y para mal. Para bien, porque sin su talento jamás hubieran llegado donde lo hicieron y para mal porque sus discusiones y “calentones” han influido en muchos de los bandazos que han dado.
Sacaron un primer disco, ya con la formación que se ha dado en llamar “clásica” de Fleetwood Mac, aunque más bien se trata de la que ha aguantado más tiempo: Mick Fleetwood a la batería, John McVie con el bajo, Christine McVie en los teclados, Lindsay Buckingham a la guitarra y Stevie Nicks como vocalista y compositora. También componían Buckingham y Christine McVie. Puede parecer extraño que Stevie no tocara ningún instrumento, pero tiene tal talento para componer, una voz tan especial y un carisma tan enorme que el hecho de que “solo” cantara pasó desapercibido. Stevie fue una hada mágica para el grupo, como la Rhiannon de su canción. Un soplo de aire fresco que les dio el empujón definitivo. Y eso que la admitieron en el grupo porque Lindsay se puso farruco y dijo que si le querían como guitarrista, su chica iba con él en pack sí o sí.
Durante dos años, de 1975 a principios de 1977, las cosas estaban bien en el grupo, al menos en lo que a la música se refiere. Pero (ay) en lo personal todo se empezó a enredar. Veamos: John McVie bebía como un cosaco y esto afectó a su matrimonio con Christine, que no estaba por la labor de aguantarle (aunque ella tampoco se quedaba corta bebiendo y drogándose) y empezó a verse con otros hombres, mientras él hacía lo mismo con otras mujeres. Buckingham y Nicks, uf, aquello era una bomba, las barbaridades que se soltaban taladraban las paredes y los oídos de todos. El hombre feliz (Mick Fleetwood) también tomaba de todo, se liaba con cuanta groupie se le cruzaba en el camino y se quejaba amargamente porque su mujer, Jenny Boyd (hermana de Pattie Boyd, la famosa “Layla” de Clapton) le había sido infiel con Bob Weston, su mejor amigo, que también había sido guitarrista del grupo antes de fichar a Buckingham, y al que echaron del grupo por este motivo. Un drama total.
Así que en 1976 Fleetwood Mac era un polvorín: los McVie no se hablaban (se divorciarían al año siguiente) Stevie y Lindsay sí, pero para decirse de todo menos guapos y Mick Fleetwood estaba fatal con su mujer. En fin. Con este trasfondo, y ya entendiendo lo que les pasó ahora podemos entrar en materia y empezar a hablar de “el disco”. La mayoría de los grupos lo habrían mandado todo al garete y se habrían separado ¿pero qué hicieron los Mac? Meterse durante siete meses (de febrero a agosto de 1976) en el Record Plant de Sausalito en California, viviendo en dos casas cerca de la playa (las dos chicas en una y los tres chicos en otra) a componer y grabar un disco. Claro que sí.
Pudo salir un desastre total o una obra maestra. Y fue lo segundo.
Se publicó el 4 de febrero de 1977. “Rumours” no es un disco cualquiera dentro de la carrera de Fleetwood Mac. Es el que les consagró, el más conocido y el que fue mejor acogido por el público (con más de 40 millones de discos vendidos hasta 2013). En lo que se refiere a la segunda etapa del grupo (de 1975 a la actualidad) es sin duda el mejor, musicalmente hablando, y el hecho de que tuvieran esa tensión y ese 'mal rollito' también contribuyó a ello, por extraño que pueda parecer.
Habíamos dejado al grupo en pie de guerra. De los cinco miembros, posiblemente los dos que mejor se llevaban eran Mick Fleetwood y John McVie. Buckingham ya había tenido sus más y sus menos con todos, porque tiene mucho talento tocando la guitarra, pero digamos que le gusta que todo el mundo haga las cosas a su manera, hasta que McVie se plantó y le dijo que a él no le iba a decir cómo tenía que tocar, algo así como “mira chaval, este grupo se llama Fleetwood Mac. Yo soy el “Mac” y toco el bajo”. Un zasca en toda regla. Encima, el alcohol y las drogas corrían a tutiplén por el estudio, de tal modo que Mick Fleetwood propuso incluir a los camellos que se las proporcionaban en los créditos del disco. No, finalmente no lo hicieron.
De verdad, que pudieran terminar de grabar “Rumours” me parece tal proeza que es para levantarse, aplaudir y quitarse el sombrero. Acordaos de esto la próxima vez que tengáis una movida con los compañeros en la ofi.
Si queréis profundizar sobre todos estos apasionantes líos y movidas, os recomiendo que leáis estos dos artículos, uno más en clave de humor, con infografía incluida xD, y este otro, más serio, donde Héctor Sánchez cuenta los desamores entre Lindsay y Stevie hechos canción (más tarde la veremos)
Mi versión del disco es la española, de 1977, y está hechísima polvo, quiero conseguir una copia americana. Con carpeta sencilla y hoja interior con las letras ("en inglés", no sea que se nos ocurriera que pudieran estar en otro idioma, cosas de la España de los 70) que si se abre muestra en una de sus caras las letras maquetadas en las dos hojas y una foto en blanco y negro de los cinco integrantes, de izquierda a derecha, Christine McVie, Stevie Nicks, Lindsay Buckingham agachado, John McVie de pie, con look playero y un cigarro en la mano y Mick Fleetwood tumbado en el suelo todo lo largo que es, y lo es un rato. Al darle la vuelta se pueden ver un montón de fotos de la banda en diferentes poses y situaciones.
Lo sugirió John McVie, debido a que había todo tipo de rumores y cotilleos sobre ellos, algunos ciertos, otros no y algunas cosas que pasaron entonces ni siquiera se llegaron a saber. Decidieron reírse de ellos mismos y llamaron a su disco así, “rumores”. Ole por ellos. Solo los grandes hacen eso.
Aquí la foto que les hizo Annie Leibovitz para Rolling Stone, riéndose en la cara de todo el mundo
Si se piensa en portadas famosas en la historia de la música, una de las que viene a la cabeza de inmediato es la de este disco. Sobre fondo color crema Mick Fleetwood, vestido con un atuendo retro (pantalón y chaleco negros con camisa blanca y unas curiosas bolas colgando sobre sus partes nobles, más info sobre esto aquí) sostiene a Stevie Nicks, caracterizada como la “Rhiannon” de su canción (un personaje mitológico galés) y zapatillas de ballet negras. El nombre del grupo y el disco a la derecha, con una tipografía que recuerda a la del anterior trabajo, ("Fleetwood Mac") de 1975, sin ser la misma. La foto es de Herbert W. Worthington, que se llevaba muy bien con Stevie. Decidieron salir ellos dos, en lugar de todo el grupo, simplemente porque les apeteció. Hay muchas "tomas falsas" de esa sesión de fotos, y son todas maravillosas.
Y así, a lo tonto, se hizo otra portada icónica.
Los demás miembros del grupo salen en la contraportada, junto a los títulos de las canciones, también y en la hoja de las letras, donde hay una composición de fotos donde se les ve de todas las formas imaginables.
Hablaré de las canciones más importantes y que más me gustan del álbum.
Como toda una declaración de intenciones, Lindsay abre fuego y el disco con esta canción de tono alegre y guitarras afiladas, lo mismo que su letra: “One thing I think you should know/I ain't gonna miss you when you go.” (Una cosa tienes que saber: no te voy a echar de menos cuando te vayas). Ahí la llevas, Stevie.
Una de mis canciones favoritas. La respuesta de Stevie a los pullazos de Lindsay, mucho más metafórica y poética, con una letra que es, en sí misma, una obra de arte absoluta:
“Thunder only happens when it’s raining
Players only love you when they’re playing
Say… women… they will come and they will go
When the rain washes you clean you’ll know”
Los truenos solo aparecen cuando llueve
Los músicos solo te aman cuando tocan
Dicen “Mujeres. Ellas vienen y van”
Cuando la lluvia te limpie, lo sabrás
Por cierto que la batería en esta canción es espectacular. Va marcando y acompañando a la voz de Stevie de manera magistral. Un diez.
La compuso Christine McVie y la cantan ella misma y Lindsay Buckingham. Es una de las más conocidas del grupo, Bill Clinton la usó para su campaña de 1992. Esta es otra pullita, con ese “yesterday’s gone, yesterday’s gone”, bye bye, chau, pescau, esta vez de Christine a John. Menos mal que al bajista no le dio por ponerse a escribir letras, que si no hubiera sido un cruce de balas entre todos…
Lo bueno es que se lo decían, perdón, se lo cantaban a la cara. No se dejaban nada guardado.
Esta es la pullita mayor del reino. Lindsay se pasó siete pueblos, ya que Stevie le tenía que hacer los coros, él lo sabía y también sabía cómo darle donde más le dolía. Si vuestro/a ex, con la ruptura muy reciente, os escribe una canción que dice, entre otras cosas “Quererte no es lo mejor que se puede hacer”, “te puedes ir por tu propio camino” y la hubierais tenido que cantar con él/ella en el escenario ¿qué le hubierais hecho?
A ella le molestó especialmente esa frase que dice “Packing up, shacking up is all you wanna do” y que se puede interpretar como que él le echa en cara que quisiera estar con unos y con otros y no encontrar la estabilidad con él y ha declarado en varias entrevistas que durante muchos años, cada vez que estaba en el escenario con él y le escuchaba cantar esa parte, quería matarle. No me extraña, hija mía. Bendita paciencia. Aquí una actuación de aquella época donde se puede apreciar ese 'buen rollito'.
Sin embargo, veinte años después ya la interpretaban con miradas de complicidad y cachondeíto. Va a ser verdad eso de que el tiempo lo cura todo. Pedazo de solo que se marca el Sr. Buckingham al final de este vídeo, por cierto… Sin usar púa, ya que toca (casi siempre) con los dedos, fingerpicking style.
Pullas y malos rollos aparte, la canción tiene una guitarra súper potente y una batería increíble, con el sonriente Fleetwood en estado de gracia. Es una de esas canciones, que pese a esa letra con tan ‘mala follá’ da subidón cuando la escuchas. Otro diez.
Es la única canción firmada por los cinco miembros del grupo. Se compuso de una forma curiosa, cada uno por su lado, con diversos materiales que habían descartado. Los juntaron todos y les quedó bien, oye. Es muy famosa por la línea de bajo que hace de puente al solo de guitarra del final, pero tiene más momentos brillantes. El comienzo a base de batería y unos sencillos acordes de guitarra dan paso a las voces de Stevie, Christine y Lindsay que cantan juntos la primera estrofa, luego canta él solo con coros de las chicas, que se turnan y superponen las voces. El famoso bajo de McVie da paso a un solo potentísimo de Buckingham que encadena (nunca mejor dicho) con la batería de Fleetwood mientras la línea de bajo se va repitiendo hasta el final. Exhibición total. Terminan cantando todos “Chain keep us together (running in the shadow)”. En directo, uno de sus clásicos, y un cañonazo. Más dieces.
Atención a McVie en esta interpretación en directo de 1979, se sale. De los estilismos mejor no comentar nada. Los 70 fueron una época gloriosa musicalmente hablando, pero en lo demás...
Esta otra es de la grabación del directo "The Chain" para conmemorar los 25 años de la banda
En este vídeo (en inglés) se dan más detalles sobre la composición y la historia de la canción.
O sea, “Tú haces que el amor sea divertido”. Christine se lo dejó bien clarito (otra vez) al sosaina de McVie. El que hacía que el amor fuera divertido era Curry Grant, el técnico de iluminación que trabajaba con la banda, pero tuvo que contarle una milonga al bajista y decirle que la canción era sobre su perro (¿?¿?). Ni borracho (que lo estaba, y a menudo) se lo hubiera creído, pero total, ya estaban cada uno por su lado… Es una canción animada y divertida, aunque a mí la voz de Christine me gusta mucho menos que la de Stevie.
Como conclusión, "Rumours" es un gran disco, de los de quitarse el sombrero. Hay mucho material sobre él, desde libros o vídeos donde se cuentan los entresijos de la grabación, uno de ellos lo escribió el productor del disco, Ken Caillat (Making Rumours). Es lógico, si pensamos que ha sido uno de los álbumes más vendidos de la historia de la música. Pero, independientemente de eso, no debemos olvidar que es bueno, muy bueno. Absolutamente recomendable.
La segunda etapa de Fleetwood Mac
Como ya vimos cuando hablamos de “Then Play On”, Fleetwood Mac nació como una banda de blues puro porque Peter Green, su fundador deseaba poder expresarse libremente en este estilo musical. Tras su salida del grupo por sus problemas mentales en 1970 la banda pasó cuatro años convulsos, en los que estuvieron al borde de partir peras varias veces. Kirwan y Spencer también se fueron: al primero lo echaron por las discusiones que tenía con otros miembros del grupo, y Spencer se despidió a la francesa, sin más.
Pero Mick Fleetwood y John McVie están hechos de uralita, especialmente el primero, que ha dicho que la llegada de la pianista de blues Christine Perfect, casada con McVie desde 1968, fue “el pegamento que los unió”. Buscaron a otro guitarrista (en sus cincuenta y tres años de historia han tenido la friolera de once) y continuaron haciendo música, pero desviando su camino definitivamente del blues de los comienzos y empezando ya a tomar el camino que les llevaría al soft-rock.
Los discos publicados desde 1970 a 1974 fueron más bien reguleros, con excepción, en mi opinión, de “Bare Trees” (1972) pero claro, estando las cosas tan revueltas entre ellos y con tanto cambio en la formación del grupo, es lógico. No se comieron una rosca, ni en ventas ni en críticas, y en esas estaban cuando, en 1975, Mick Fleetwood -cómo no- escuchó a una pareja de novios que acababan de sacar un disco. Los tortolitos eran Stevie Nicks y Lindsay Buckingham, y revolucionarían la historia de la banda y de la música, para bien y para mal. Para bien, porque sin su talento jamás hubieran llegado donde lo hicieron y para mal porque sus discusiones y “calentones” han influido en muchos de los bandazos que han dado.
Sacaron un primer disco, ya con la formación que se ha dado en llamar “clásica” de Fleetwood Mac, aunque más bien se trata de la que ha aguantado más tiempo: Mick Fleetwood a la batería, John McVie con el bajo, Christine McVie en los teclados, Lindsay Buckingham a la guitarra y Stevie Nicks como vocalista y compositora. También componían Buckingham y Christine McVie. Puede parecer extraño que Stevie no tocara ningún instrumento, pero tiene tal talento para componer, una voz tan especial y un carisma tan enorme que el hecho de que “solo” cantara pasó desapercibido. Stevie fue una hada mágica para el grupo, como la Rhiannon de su canción. Un soplo de aire fresco que les dio el empujón definitivo. Y eso que la admitieron en el grupo porque Lindsay se puso farruco y dijo que si le querían como guitarrista, su chica iba con él en pack sí o sí.
Durante dos años, de 1975 a principios de 1977, las cosas estaban bien en el grupo, al menos en lo que a la música se refiere. Pero (ay) en lo personal todo se empezó a enredar. Veamos: John McVie bebía como un cosaco y esto afectó a su matrimonio con Christine, que no estaba por la labor de aguantarle (aunque ella tampoco se quedaba corta bebiendo y drogándose) y empezó a verse con otros hombres, mientras él hacía lo mismo con otras mujeres. Buckingham y Nicks, uf, aquello era una bomba, las barbaridades que se soltaban taladraban las paredes y los oídos de todos. El hombre feliz (Mick Fleetwood) también tomaba de todo, se liaba con cuanta groupie se le cruzaba en el camino y se quejaba amargamente porque su mujer, Jenny Boyd (hermana de Pattie Boyd, la famosa “Layla” de Clapton) le había sido infiel con Bob Weston, su mejor amigo, que también había sido guitarrista del grupo antes de fichar a Buckingham, y al que echaron del grupo por este motivo. Un drama total.
Así que en 1976 Fleetwood Mac era un polvorín: los McVie no se hablaban (se divorciarían al año siguiente) Stevie y Lindsay sí, pero para decirse de todo menos guapos y Mick Fleetwood estaba fatal con su mujer. En fin. Con este trasfondo, y ya entendiendo lo que les pasó ahora podemos entrar en materia y empezar a hablar de “el disco”. La mayoría de los grupos lo habrían mandado todo al garete y se habrían separado ¿pero qué hicieron los Mac? Meterse durante siete meses (de febrero a agosto de 1976) en el Record Plant de Sausalito en California, viviendo en dos casas cerca de la playa (las dos chicas en una y los tres chicos en otra) a componer y grabar un disco. Claro que sí.
Pudo salir un desastre total o una obra maestra. Y fue lo segundo.
Rumours
Se publicó el 4 de febrero de 1977. “Rumours” no es un disco cualquiera dentro de la carrera de Fleetwood Mac. Es el que les consagró, el más conocido y el que fue mejor acogido por el público (con más de 40 millones de discos vendidos hasta 2013). En lo que se refiere a la segunda etapa del grupo (de 1975 a la actualidad) es sin duda el mejor, musicalmente hablando, y el hecho de que tuvieran esa tensión y ese 'mal rollito' también contribuyó a ello, por extraño que pueda parecer.
Habíamos dejado al grupo en pie de guerra. De los cinco miembros, posiblemente los dos que mejor se llevaban eran Mick Fleetwood y John McVie. Buckingham ya había tenido sus más y sus menos con todos, porque tiene mucho talento tocando la guitarra, pero digamos que le gusta que todo el mundo haga las cosas a su manera, hasta que McVie se plantó y le dijo que a él no le iba a decir cómo tenía que tocar, algo así como “mira chaval, este grupo se llama Fleetwood Mac. Yo soy el “Mac” y toco el bajo”. Un zasca en toda regla. Encima, el alcohol y las drogas corrían a tutiplén por el estudio, de tal modo que Mick Fleetwood propuso incluir a los camellos que se las proporcionaban en los créditos del disco. No, finalmente no lo hicieron.
De verdad, que pudieran terminar de grabar “Rumours” me parece tal proeza que es para levantarse, aplaudir y quitarse el sombrero. Acordaos de esto la próxima vez que tengáis una movida con los compañeros en la ofi.
Si queréis profundizar sobre todos estos apasionantes líos y movidas, os recomiendo que leáis estos dos artículos, uno más en clave de humor, con infografía incluida xD, y este otro, más serio, donde Héctor Sánchez cuenta los desamores entre Lindsay y Stevie hechos canción (más tarde la veremos)
El disco
Mi versión del disco es la española, de 1977, y está hechísima polvo, quiero conseguir una copia americana. Con carpeta sencilla y hoja interior con las letras ("en inglés", no sea que se nos ocurriera que pudieran estar en otro idioma, cosas de la España de los 70) que si se abre muestra en una de sus caras las letras maquetadas en las dos hojas y una foto en blanco y negro de los cinco integrantes, de izquierda a derecha, Christine McVie, Stevie Nicks, Lindsay Buckingham agachado, John McVie de pie, con look playero y un cigarro en la mano y Mick Fleetwood tumbado en el suelo todo lo largo que es, y lo es un rato. Al darle la vuelta se pueden ver un montón de fotos de la banda en diferentes poses y situaciones.
El título
Lo sugirió John McVie, debido a que había todo tipo de rumores y cotilleos sobre ellos, algunos ciertos, otros no y algunas cosas que pasaron entonces ni siquiera se llegaron a saber. Decidieron reírse de ellos mismos y llamaron a su disco así, “rumores”. Ole por ellos. Solo los grandes hacen eso.
Aquí la foto que les hizo Annie Leibovitz para Rolling Stone, riéndose en la cara de todo el mundo
La portada
Si se piensa en portadas famosas en la historia de la música, una de las que viene a la cabeza de inmediato es la de este disco. Sobre fondo color crema Mick Fleetwood, vestido con un atuendo retro (pantalón y chaleco negros con camisa blanca y unas curiosas bolas colgando sobre sus partes nobles, más info sobre esto aquí) sostiene a Stevie Nicks, caracterizada como la “Rhiannon” de su canción (un personaje mitológico galés) y zapatillas de ballet negras. El nombre del grupo y el disco a la derecha, con una tipografía que recuerda a la del anterior trabajo, ("Fleetwood Mac") de 1975, sin ser la misma. La foto es de Herbert W. Worthington, que se llevaba muy bien con Stevie. Decidieron salir ellos dos, en lugar de todo el grupo, simplemente porque les apeteció. Hay muchas "tomas falsas" de esa sesión de fotos, y son todas maravillosas.
Y así, a lo tonto, se hizo otra portada icónica.
Los demás miembros del grupo salen en la contraportada, junto a los títulos de las canciones, también y en la hoja de las letras, donde hay una composición de fotos donde se les ve de todas las formas imaginables.
Vinilo y detalle de las etiquetas
En las etiquetas, como es la edición española, tienen el 'detallazo' de traducir los títulos de las canciones. Cosas de la España de los 70...
Las canciones
Hablaré de las canciones más importantes y que más me gustan del álbum.
“Second Hand News”
Como toda una declaración de intenciones, Lindsay abre fuego y el disco con esta canción de tono alegre y guitarras afiladas, lo mismo que su letra: “One thing I think you should know/I ain't gonna miss you when you go.” (Una cosa tienes que saber: no te voy a echar de menos cuando te vayas). Ahí la llevas, Stevie.
“Dreams”
Una de mis canciones favoritas. La respuesta de Stevie a los pullazos de Lindsay, mucho más metafórica y poética, con una letra que es, en sí misma, una obra de arte absoluta:
“Thunder only happens when it’s raining
Players only love you when they’re playing
Say… women… they will come and they will go
When the rain washes you clean you’ll know”
Los truenos solo aparecen cuando llueve
Los músicos solo te aman cuando tocan
Dicen “Mujeres. Ellas vienen y van”
Cuando la lluvia te limpie, lo sabrás
Por cierto que la batería en esta canción es espectacular. Va marcando y acompañando a la voz de Stevie de manera magistral. Un diez.
Don’t Stop
La compuso Christine McVie y la cantan ella misma y Lindsay Buckingham. Es una de las más conocidas del grupo, Bill Clinton la usó para su campaña de 1992. Esta es otra pullita, con ese “yesterday’s gone, yesterday’s gone”, bye bye, chau, pescau, esta vez de Christine a John. Menos mal que al bajista no le dio por ponerse a escribir letras, que si no hubiera sido un cruce de balas entre todos…
Lo bueno es que se lo decían, perdón, se lo cantaban a la cara. No se dejaban nada guardado.
Go Your Own Way
Esta es la pullita mayor del reino. Lindsay se pasó siete pueblos, ya que Stevie le tenía que hacer los coros, él lo sabía y también sabía cómo darle donde más le dolía. Si vuestro/a ex, con la ruptura muy reciente, os escribe una canción que dice, entre otras cosas “Quererte no es lo mejor que se puede hacer”, “te puedes ir por tu propio camino” y la hubierais tenido que cantar con él/ella en el escenario ¿qué le hubierais hecho?
A ella le molestó especialmente esa frase que dice “Packing up, shacking up is all you wanna do” y que se puede interpretar como que él le echa en cara que quisiera estar con unos y con otros y no encontrar la estabilidad con él y ha declarado en varias entrevistas que durante muchos años, cada vez que estaba en el escenario con él y le escuchaba cantar esa parte, quería matarle. No me extraña, hija mía. Bendita paciencia. Aquí una actuación de aquella época donde se puede apreciar ese 'buen rollito'.
Sin embargo, veinte años después ya la interpretaban con miradas de complicidad y cachondeíto. Va a ser verdad eso de que el tiempo lo cura todo. Pedazo de solo que se marca el Sr. Buckingham al final de este vídeo, por cierto… Sin usar púa, ya que toca (casi siempre) con los dedos, fingerpicking style.
Pullas y malos rollos aparte, la canción tiene una guitarra súper potente y una batería increíble, con el sonriente Fleetwood en estado de gracia. Es una de esas canciones, que pese a esa letra con tan ‘mala follá’ da subidón cuando la escuchas. Otro diez.
The Chain
Es la única canción firmada por los cinco miembros del grupo. Se compuso de una forma curiosa, cada uno por su lado, con diversos materiales que habían descartado. Los juntaron todos y les quedó bien, oye. Es muy famosa por la línea de bajo que hace de puente al solo de guitarra del final, pero tiene más momentos brillantes. El comienzo a base de batería y unos sencillos acordes de guitarra dan paso a las voces de Stevie, Christine y Lindsay que cantan juntos la primera estrofa, luego canta él solo con coros de las chicas, que se turnan y superponen las voces. El famoso bajo de McVie da paso a un solo potentísimo de Buckingham que encadena (nunca mejor dicho) con la batería de Fleetwood mientras la línea de bajo se va repitiendo hasta el final. Exhibición total. Terminan cantando todos “Chain keep us together (running in the shadow)”. En directo, uno de sus clásicos, y un cañonazo. Más dieces.
Atención a McVie en esta interpretación en directo de 1979, se sale. De los estilismos mejor no comentar nada. Los 70 fueron una época gloriosa musicalmente hablando, pero en lo demás...
Esta otra es de la grabación del directo "The Chain" para conmemorar los 25 años de la banda
En este vídeo (en inglés) se dan más detalles sobre la composición y la historia de la canción.
You make loving fun
O sea, “Tú haces que el amor sea divertido”. Christine se lo dejó bien clarito (otra vez) al sosaina de McVie. El que hacía que el amor fuera divertido era Curry Grant, el técnico de iluminación que trabajaba con la banda, pero tuvo que contarle una milonga al bajista y decirle que la canción era sobre su perro (¿?¿?). Ni borracho (que lo estaba, y a menudo) se lo hubiera creído, pero total, ya estaban cada uno por su lado… Es una canción animada y divertida, aunque a mí la voz de Christine me gusta mucho menos que la de Stevie.
Como conclusión, "Rumours" es un gran disco, de los de quitarse el sombrero. Hay mucho material sobre él, desde libros o vídeos donde se cuentan los entresijos de la grabación, uno de ellos lo escribió el productor del disco, Ken Caillat (Making Rumours). Es lógico, si pensamos que ha sido uno de los álbumes más vendidos de la historia de la música. Pero, independientemente de eso, no debemos olvidar que es bueno, muy bueno. Absolutamente recomendable.
Una entrada cojonuda y entretenida sobre un disco cojonudo. La verdad es que la banda da para ello. No hace mucho vi un documental sobre la grabación de este Rumours y es lo que tú dices, el milagro es que saliese como salió poque podía haber sido todo lo contrario. Es más, tenía todos los números para salir mal. Felicidades y buen fin de semana.
ResponderEliminarMuchas gracias, King. La historia de Fleetwood Mac es apasionante, y aún nos queda hacer la reseña de "Tusk", que también tuvo su aquel, jajaja.
EliminarTenían todas las papeletas para que saliera mal, pero como son grandes, hicieron lo que hacen los grandes en las peores circunstancias: una maravilla. ¡Buen fin de semana!
Currada espectacular.
ResponderEliminarSi con Peter Green no podía comentar nada porque no iba a ser objetivo, como alguno de los que pululan por este blog, si sale Stevie Nickes, tampoco puedo serlo.
Muchas gracias. Pues no lo seas, oye... Con Stevie es muy difícil ser objetivos. La muy puñetera nos lo pone difícil ;))
EliminarMe ha cambiado el usuario. Ahora sí aparece el mío de aquí jeje
EliminarGuau, entradaza con mayúsculas de nuevo. Soy más del Then Play On que subiste la semana pasada que este, pero eso ya son opiniones y ahí cada cual tira por lo suyo. No tenía ni idea de todos los problemas que habían tenido estos tipos para grabar este discazo, y mola mucho cómo los cuentas y cómo explicas todas las pullas que se soltaron en las canciones. Una gozada. Saludoss
ResponderEliminarMuchas gracias Alberto. No tengo ni idea de cómo hicieron para poder terminar de grabar sin matarse entre sí. Cosas de músicos... Saludos y buen finde.
EliminarEse primer párrafo me gusta. En plan "a mí no me gusta cotillear, pero escucha de lo que me he enterado..." y punto. Qué bien contado todo, un gustazo leerte. Es cierto que, a veces, las historias detrás de los discos sorprenden: ¿cómo es posible que salgan adelante? ¿Y que tengan éxito? Nos sorprendería la cantidad de grupos que no se hablaban y grababan sus partes sin juntarse en el estudio. ¿Alguien dijo Lennon y McCartney? Será un mito. También entiendo eso de hacerse con una edición mejor de un disco que gusta; cuando el presupuesto flojea a veces he comprado ediciones económicas que con el tiempo he podido cambiar. Hay pocos, pero de alguna obra tengo dos vinilos. En fin, que aquí queda otro ladrillo más en la vinilopedia que montamos entre todos y todas. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias ;) Imagino que historietas del estilo de lo que les pasó a los Mac habrá unas pocas detrás de la grabación de unos cuantos discos, pero claro, la cosa es que no muchos han vendido lo que este, y se sabe todo (o casi) lo que sucedió. Un saludo, ¡y buen finde!
EliminarPero que pasada de reseña te has marcado! Completa, llena de anécdotas. Bien contada y se nota que con cariño por el disco. Una colecta para un vinilo nuevo para Seis cuerdas!!
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