Ir al contenido principal

Black Sabbath – Never say die! (Warner Bros. records -1978)


Amigos, la grabación de Technical ecstasy en los Criteria sound studios de Miami había supuesto para Black Sabbath un agujero económico considerable, la banda estaba muy metida en drogas y alcohol, las ventas de sus álbumes estaban bajando, tenían deudas con el fisco estadounidense, se habían quedado sin manager –Ozzy, en su biografía, asegura que llegó un momento en el que Bill Ward atendía el teléfono– y las peleas estaban a la orden del día. Ese era el estado de la banda actualmente reverenciada y considerada una de las madres –si no LA madre– del heavy metal. Con Ozzy entrando y saliendo de instituciones psiquiátricas, el grupo tenía que editar YA otro disco para remontar su carrera. Y entonces falleció el padre del vocalista. Eso agravó todos sus problemas y propició que no tardase en abandonar a la banda, quienes contrataron a un tal Dave Walker para componer y grabar este Never say die! que hoy me ocupa. 


Por supuesto, Ozzy regresó al grupo. Nadie habló más del tema, se marcharon a Canadá por una cuestión de impuestos y regrabaron las partes trabajadas con Walker incluso reescribiendo algunos temas que ya estaban finalizados, pero la brecha entre Iommi y Osbourne era ya demasiado grande, tanto que dejaron de hablarse. Para el guitarrista, el disco fue un error y –aunque en la Gran Bretaña tuvo cierto éxito– un fracaso de ventas en los EEUU. Vamos, que el álbum con el dudoso honor de ser la última grabación de Ozzy con Black Sabbath antes de emprender su carrera en solitario era una mierda para todos los involucrados. Sin embargo –y sé que coincido con muchos seguidores de la banda–, a mi me gusta. Y no tengo claro si es porque me trago cualquier cosa que tenga esa voz, esos riffs o esas líneas de bajo o es que esos tipos eran geniales hasta a la hora de grabar basura. Sinceramente, opino que no es tan malo, si acaso algo irregular e incomprendido como su antecesor. Pero claro, también me encanta el Born again así que quizás no deberíais hacerme demasiado caso. Sea como sea, aquí tenéis otro de los vinilos que compré en Generation Records de New York City


Grabado en los Sound interchange studios de Toronto con producción de la banda –seguramente el ingeniero de sonido Dave Harris se ganó el cielo en esas sesiones–, los responsables del álbum fueron Ozzy Osbourne a las voces, Tony Iommi a la guitarra y coros, Geezer Butler al bajo y coros y Bill Ward a la batería, coros y voces en un tema. A los teclados, sin acreditar en la carátula, estaba el gran Don Airey

El track list que podemos encontrar es: 

A 
Never say die 
Johnny Blade 
Junior’s eyes 
A hard road 

B 
Shock wave 
Air dance 
Over to you 
Breakout 
Swinging the chain 


Se inicia la cara A y encontramos Never say die, un temazo enérgico y rápido que –pese a la negatividad que se cernía sobre el grupo– resulta alegre y positivo. Para nada tenemos ante nosotros una obra oscura y doom a lo Vol 4, lo que es de agradecer porque sino el resultado hubiese podido ser muy depresivo. Lo mismo sirve para una estupenda Johnny Blade y su inicio con teclados, que tiene un trabajo de guitarras interesante aunque ciertamente no suena al Iommi clásico. Junior’s eyes tiene un estribillo que me encanta y unas guitarras psicodélicas arropadas por las líneas de bajo de Butler que en el sonido siguen sin sonar a Iommi. De mis preferidas del disco también. Y la última de la cara es A hard road –mi copia es una primera edición norteamericana por lo que la mayoría de vosotros quizás la conozcáis como Hard road, que es como se llamó en Europa–, otro hard rock alegre en el que lo que más suena a Black Sabbath es la voz de Ozzy, precisamente quien estaba a punto de dejar de formar parte de la banda. Musicalmente me parece un hard blues rock psicodélico, si es que tal definición tiene algún sentido para vosotros. Vamos, una cosa rara. 


La cara B comienza con Shock wave, otra de esas canciones que nadie acostumbra a nombrar de los Sabbath y a mi me parece estupenda. El solo de Iommi ya es más en su estilo. Otra que fuera de toda lógica me parece fantástica es Air dance, con ese inicio thinlizzyano, la voz inconfundible de Ozzy, unas guitarras preciosas de Iommi que tocan varios estilos –incluso hay un momento jazzy que me recuerda a Frank Zappa–, todo ello con una base rítmica impagable a cargo de Butler y Ward y unas florituras de piano que le dan elegancia. Over to you tiene un inicio que me recuerda a UFO, lo que para nada es malo pero que da como resultado una canción poco sabbathiana. La que tampoco es sabbathiana –y además sobra del todo en el disco– es la instrumental Breakout, con esas trompetas y saxos. Olvidable a más no poder. Y cierra este Never say die! la extraña y algo anodina Swinging the chain, cantada por Bill Ward porque –harto de la dirección musical que Iommi pretendía dar a la banda–, Ozzy abandonó las sesiones de grabación. 






Aún así, el resultado general es muy aceptable si tomamos conciencia del momento que vivía la banda cuando entró en el estudio para grabar el álbum por lo que creo que hay que reivindicar más este trabajo. En el fondo y con todo lo dicho, es más Sabbath que Seventh Star, estaréis de acuerdo. Pues eso. 

¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. Personalmente no me gusta este álbum. Ni el anterior. Claro, que tampoco soy muy fan de Born again. Pero no puede dudarse que estos tipos cagaban música. En especial Iommi. Con eso vengo a darte la razón; incluso en momentos tan bajos lograban canciones buenas. Nunca le di mucha bola a este disco así que me das el empujón para retomarlo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Anímate y conviértete en uno de los "elegidos" que somos capaces de disfrutar con él jajajaja. Abrazo de vuelta.

      Eliminar
  2. Supongo que será un pecado, pero lo cierto es que a mí Sabbath con Ozzy no me engancha como para comprarme el disco porque no me gusta su voz, me quedo con varias canciones sueltas pero no es lo mío. De este disco, por ejemplo, me gusta bastante Air Dance, pero no es como los discos con DIO que me encantan. Saludoss (y ten piedad de mí, jeje)

    ResponderEliminar
  3. Joooooder María, que el niño nos ha salido rarito jajajajaja

    ResponderEliminar
  4. Un disco muy odiado por muchos pero a mi me encanta, es simplemente distinto a los trabajos anteriores, más new wave, más metal incuso, más rock n rollero y con algunos toques envidiables de jazz rock y prog como en "Breakout". Johnny Blade es un alusión indirecta al Motorista fantasma! que estaba pegando fuerte por aquella época con los comics. Al igual que Iron Man en 1970 no trataba sobre el personaje peeero la gente lo relacionaba mucho, quizás por eso cambiaron blaze por blade. Yo por la letra creo que si se trata de él, aunque puede que le pusieran blade por temas de copyright y realmente si quisiesen hablar sobre este personaje tan METAL.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. y a hard road no veas, todo este elepé me recuerda mucho a ghost rider y a mad max por la portada aunque aún no había salido la película jajaj por cierto ¿qué tal se oye la re-edición?

      Eliminar
  5. es más sabbath que todos los trabajos que vinieron después empatando con "13" pero no esta NADA despreciable la etapa Dio ni siquiera la etapa Gillan.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ostia es verdad que es la original, que suerte ¿cuanto te costo? a mi un pavo me lo quiso colar por 30 pavazos o 35 en 2014.. y ahora la tienda esta cerrada normal..

      Eliminar
    2. Me costó 19,99$... y viajar hasta New York City, claro.

      Eliminar
  6. me gustaría saber qué avión usaron para la portada trasera parece la cabina de un caza bombardero doublas SBD de la segunda guerra mundial aunque también usado por aquella época en Vietnam. Por esos años pasaban más tiempo en USA que en UK.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Loquillo y Trogloditas - Mientras Respiremos (Hispavox, 1993)

  Revisando los discos de los que he hablado en este blog me he dado cuenta de que aún no he reseñado ninguno de mi artista español favorito. Así que esta entrada va a servir para saldar esta deuda con una de las grandes leyendas en la historia del rock en España, y uno de los grupos que más alegrías musicales me ha dado a lo largo de mi vida: Loquillo y Trogloditas. Con una carrera de más de 40 años, puede que se antoje difícil la elección de un solo disco. En este mismo blog ya tenéis algunas reseñas de otros discos de Loquillo, pero, paradójicamente, tenía muy claro a qué disco dedicar mi primera entrada sobre “Loquillo y Trogloditas”. Al que considero el disco más importante de su carrera: “Mientras respiremos”. Es también probablemente mi disco favorito. Es difícil elegir entre su abundante discografía, tanto con Trogloditas, como en solitario, pero cada vez que hago mentalmente una lista de mis discos favoritos de Loquillo, éste nunca baja del pódium. Si, puedo afirmar sin mied

Triumph - Just a game (RCA, 1979)

  Mi adoración por este trío canadiense es relativamente reciente. De hecho, la adquisición de sus vinilos ha ido a la par con la evolución de este blog. Y hoy me apetecía compartir y reivindicar este tercer largo para completar el magnífico repaso que el compañero de barrio KingPiltrafilla ya ha hecho anteriormente. En mi opinión, Triumph atravesó tres etapas: la primera, la inicial, como casi todas las bandas, buscando el éxito, que consiguieron a partir de este Just a game (alcanzaron el platino en su país natal y el disco de oro en Estados Unidos) y certificaron con el siguiente Progression of power (1980); encadenaron varios excelentes discos hasta cerrar su segunda etapa con Thunder seven (1984); los últimos discos les llevaron a una deriva más AOR aún, y a la pérdida progresiva de ventas y fama que acabó con la formación tras Surveillance (1987). Escuchar estas tres obras seguidas es un manual de evolución del hard rock en los ochenta, por cierto. Hoy comparto Just a game ,

Ciclonautas - Bienvenidos los muertos (2015, El Dromedario Records)

Hoy hacemos hueco en nuestro blog del vinilo al power trío formado por el argentino Mariano “Mai” Medina ( Calaña ), Javiertxo Pintor ( Ja Ta Já ) y Alén Ayerdi ( Marea ). O lo que es lo mismo, Ciclonautas . Este grupo navarro debutó en el 2014 con un doble LP titulado ¿Qué tal? , con muy buenas críticas, y en el 2016 se marcaron este Bienvenidos los muertos . ¿Sabéis de esos días que termináis refugiándoos en la sección de música de un gran centro comercial mientras vuestros acompañantes están a otra cosa? En este caso, llevé a ver la peli de Barbie a mis chicas y mi cuñada y me fui a hacer otros encargos. Luego resulta que no calculé bien el tiempo a la hora de ir a recogerlas y llegué demasiado pronto. Entonces biengasté mi tiempo y mi dinero curioseando entre los estantes de los vinilos, pues encontré de oferta este que os traigo: ni me he molestado en quitarle la etiqueta de descuento que podéis ver en la foto. Lógicamente, había escuchado el grupo, pues me lo puse alguna vez e

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

UFO - Strangers in the night (Chrysalis, 1979)

Si tuviera que elegir un único álbum de  UFO  sin duda pincharía este. Tiene  todo lo que una gran banda de hard and heavy debe poseer : fuerza, técnica, estilo, buenas composiciones, una interpretación soberbia y buen sonido. La característica combinación de melodía, ritmo y fuerza te empapa en cada canción y cada miembro tiene su momento de gloria: las líneas de bajo de  Pete Way , la distintiva guitarra de Michael Schenker, la especial voz de  Phil Mogg , el característico feeling del batería  Andy Parker  y la brillante aportación melódica de  Paul Raymond  en los teclados y como segundo guitarrista. Cualquier banda grande tiene un gran álbum en directo, y UFO no podía ser menos, uno doble, como Thin Lizzy (Live and dangerous), Kiss (Alive!), Deep Purple (Made in Japan) o Queen (Live Killers). Durante aquella gira presentado  Obsession  tocaron en pabellones ante miles de personas (15000 en Chicago, la ciudad más "UFOrica"), bien solos o acompañados de bandas de éxito