Ir al contenido principal

Mike Oldfield - Five miles out (Virgin - 1982)




En una época de mi vida escuché con insistencia a Mike Oldfield por culpa de un amigo adicto al británico y a la película El Exorcista. De esas derivas tengo por casa este vinilo (y Crises anda por ahí también) que llevaba sin escuchar años. La verdad, debo reconocer mi alegría al volver a pinchar la cara B (siempre empiezo por ella) y resonar las primeras notas de Family man, exitazo en los primeros ochenta en la versión de Hall&Oates, en este caso con la voz de Maggie Reilly. La extensa Orabidoo (quizá lo que menos me gusta del álbum) da paso a Mount Teide, compuesta tras un viaje al Teide, claro, y otra joyita pop tituladaFive miles out donde Mike narra la historia real de cómo escapó de un accidente aéreo pilotando un aeroplano cerca de Bilbao. La cara A contiene un complejo y largo tema de título Taurus II de aroma más roquero que el resto, una batería potente y muchos cambios, gaitas incluidas. 


En definitiva una mezcla de sus paranoias instrumentales con temas cortos de electro-pop bien armados, melódicos, facilones.

El propio Oldfield produce el disco grabado casi por entero en su propia casa de campo cerca de Londres, toca guitarras, teclados, programaciones, el bajo y canta. Entre los músicos colaboradores a destacar lalabor de Carl Parker o Rick Fenn.



La versión que traigo es la original de Ariola Eurodisc, vaya, la versión patria del álbum. Carpeta doble, un poco machacada.

Buen fin de semana, pandilla.

Mike Oldfield - Family man


Mike Oldfield - Five miles out


Comentarios

  1. Aún teniendo temas notables, siempre se me ha atragantado este tipo... Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No me extraña, la mayoría de su discografía es bastante difícil de digerir. Como cuento, tuve esa época, me quedé con dos o tres discos de mi gusto y el resto lo deseché. Merece la pena darle una escucha de vez en cuando. Un abrazo.

      Eliminar
  2. La voz de Maggie y temas como los que adjuntas en vídeo forman parte de esa capa indeleble -si el Alzheimer lo permite- que pervive en nuestro cerebro ochentero. Un sonido rejuvenecedor. Gran regalo para este viernes. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues me alegro, crack. El disco tiene sus grandes momentos. Más por obligación que por gusto Oldfield compuso varias grandes canciones pop con un sonido muy característico. A él le iban más las largas composiciones llenas de cambios y algún desvarío. Abrazo de vuelta.

      Eliminar
  3. No soy muy seguidora de Mike Olfield pero sí que me mola escucharle y siempre me ha parecido que tiene muy buen guesto para escoger a las voces femeninas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aunque creo que carezco de conocimientos musicales suficientes para entender todo lo que hace, me gustan ciertos discos y ciertas canciones, desde luego. Su buen gusto se extendió a la hora de elegir cantantes, por supuesto, y, además, con canciones donde podían lucir sus virtudes. Un saludo.

      Eliminar
  4. Respuestas
    1. Pues la verdad, tienes razón. Debería haberla destacado en el texto. La encargó Oldfield a un pintor que dedicaba su obra a la aeronáutica. Quería emular ese momento de salvación en pleno vuelo. Un saludo.

      Eliminar
  5. Este disco me hizo descubrir a Paddy Moloney, líder de The Chieftains. Esa gaita, irlandesa, fue vital en mi experiencia musical posterior...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto, es el responsable de las gaitas en Taurus II.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Boikot - Los ojos de la calle (Discos Barrabás, 1990)

  Hay música que corresponde a un momento concreto de nuestra vida y que, por edad usualmente, por cuestiones personales a veces, queda ahí anclada, como un bonito recuerdo. Música a la que no suelo volver casi nunca. Y ese caso lo representa perfectamente el debut de Boikot. En el devenir de la cultura rock madrileña se conformó, en la segunda mitad de los ochenta, un grupo de bandas jóvenes con unas sonoridades muy particulares, emparejadas con eso del rock urbano, pero tintado de una manera particular en la que escuchábamos las raíces de Leño o Burning junto con ramalazos unas veces punk, otras más metaleras, otras más seventies, incluso algo de blues. Ahí puedes meter a Esturión, Casablanca, Porretas o los mismos Boikot.  En medio de ese “fregao” musical cobró protagonismo Mariano García, polémico personaje, especialmente en sus últimos años. Generó negocio, oportunidades y ayudó a crear y mantener “la escena” madrileña a través de varias salas (Canciller, Barrabás), su labor promo

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Paice Ashton Lord - Malice in Wonderland (Polydor, 1977)

Esto no estaba previsto. Este disco no estaba en la lista de títulos para reseñar en #FFVinilo. Pero es que el fin de semana pasado por fin pude hacerme con él, y tenía ganas de compartirlo. Los que leéis esto ya conocéis esa sensación de ir pasando discos y encontrar de repente esa portada que tienes en la cabeza desde hace tiempo. Qué sensación. Se que vosotros me entendéis, así que no encuentro mejor foro para compartir ese momento que este blog, lleno de melómanos “vinileros”. Lo curioso es que no solo encontré una, sino dos copias, una francesa (“gatefold”) y una inglesa (sencilla). Con buen criterio, me quedé con la inglesa. Y claro, eso se nota en el sonido. ¡Como suena esta maravilla! Si os gustan esas producciones típicas de los 70 con mucha profundidad y dinámica lo vais a disfrutar (nada que ver con las producciones actuales, cada vez más “planas”). A la producción, la leyenda, Martin Birch (Deep Purple, Whitesnake, Black Sabbath, Iron Maiden, …). ¿De dónde sale este grupo?

Scorpions – Love at first sting (Harvest-EMI, 1984)

Y si hace unas semanas os hablé aquí del inmenso 1984 de Van Halen , hoy toca comentar el no menos imprescindible Love at first sting de los alemanes Scorpions , otro que este año también celebra su 40º aniversario. La banda venía de una gira internacional presentando Blackout , el pedazo de disco que finalmente los había puesto en el mapa –yo mismo los descubrí gracias a él, os lo conté aquí – y tenían la misión de superarse, algo nada fácil no sólo en el aspecto creativo. Una de las razones era la mala relación entre el bajista Francis Buchholz y Dieter Dierks , dueño de su compañía de discos y productor del grupo desde 1975. Por eso, cuando la banda –que empezaba a tener dinerito del bueno– pidió grabar el nuevo álbum en un estudio que no fuese el del productor, Dierks se los llevó a los Polar studios de Estocolmo –exacto, los de Björn y Benny de ABBA – pero dejó en Hannover al bajista, contratando como músico d

Creedence Clearwater Revival - "Green River" (1969)

  Las canciones, conscientes de su pegada y su carácter de inmediatez, se liberan de artificios y apéndices instrumentales.... Por Jorge García . Pocas bandas a lo largo de la historia han conseguido hacer tanto y tan bueno en menos tiempo que el que emplearon los cuatro componentes de la  Creedence Clearwater Revival . Aunque de los tres años que la formación empleó en grabar discos (con John Fogerty al frente), 1969 fue el que se llevó la palma con tres álbumes publicados en menos de doce meses. Y para más inri, podemos afirmar que al menos hasta el tercer catálogo publicado por el grupo, el nivel fue a más, alcanzando con su tercera entrega,  "Green River",  su mejor trabajo hasta aquél momento. Precisamente de esta tercera intentona discográfica vamos a hablar hoy. Un disco en el que el menor de los Fogerty alcanza un status como compositor y líder ciertamente demoledor, tomando el mando de la situación y construyendo un disco de apenas media hora de duración pero con tod