Ir al contenido principal

Status Quo - Quo+Live! (Vertigo, 1977)



Cuando alcancé a escuchar a Status Quo a mediados de los ochenta, con esa laxitud musical y autocomplacencia, nunca creí que poseería algún disco de ellos. Sin embargo, por la tozudez de un amigo, me acerqué a este álbum. Descubrí que estos británicos fueron una máquina de mover cuellos y pelvis a lo largo de los setenta, quizá la banda que mejor haya transformado la esencia del rock and roll primitivo y el boogie en una carrera musical prolífica y lucrativa.  

Por que en este Quo + Live! tenemos, sobre todo, mucha caña, mucha guitarra y mucho sudor. Uno de esos mágicos discos dobles en directo de los setenta. Recogen tres conciertos en el Apollo Theatre de Glasgow, los de las noches del 27 al 29 de octubre de 1976, para ser exactos, citas que grabaron con la Rolling Stone Mobile Studio (si os interesa saber la historia de esta maravilla rodante, le dediqué una entrada en mi blog, pinchad aquí). La propia banda seleccionó las canciones y las produjo. 

No esperes otra cosa que rocanrol de vieja escuela tocado con pasión blues y una pizca de hard, con riffs estupendos y una máquina de ritmo. Versiones estratosféricas de Caroline, Roll over lay down o Little lady, de mis favoritas. La extendida Forty-Five hundred times (hasta los catorce minutos) no aburre, como el final con Don't waste my time y una Roadhouse blues fenomenal.



John Coghlan a la batería y Alan Lancaster al bajo no frenan en ningún momento, con Francis Rossi y Richard Parfitt a las guitarras y las voces. Bob Young toca la armónica y Andy Bown los teclados.

Álbum doble con carpeta gatefold, inerior con fotos del concierto sobre una grande de la fachada del Apollo. Versión nacional de la época.

Pasad un fin de semana lleno de rock y dadle al boogie como sea, que son dos días. Salud!!

Status Quo - Caroline/Bye bye Johnny


Status Quo - Roadhouse blues


Comentarios

  1. Yo los descubrí con unas obras posteriores a este directo, Whatever you want y If you can't stand the heat. Han tenido algunos temazos que me encantan aún hoy, pero en general han tenido siempre un sonido a puro classic blues rock que, de tan repetitivo, se me hacía aburrido.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ambos discos que comentas me parecen bastante buenos también. Yo soy más de canciones con Status Quo, creo que siempre les faltó un disco fetiche, que otras bandas de la época sí consiguieron. En cualquier caso este directo es una gozada de principio a fin.

      Eliminar
  2. Contundente Live de estos muchachos ! desde que la voz del anunciador proclama el inicio del concierto hasta el final con el clasico de los Doors es un deleite como bien lo describes .
    Un abrazo !

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Cactus - One way...or another (ATCO, 1971)

  El grupo que traigo hoy es uno de esos que, a pesar de su calidad, no logró el éxito comercial que merecieron durante su existencia, y creo que hoy en día tampoco han adquirido el nivel de reconocimiento que merecen. Aunque hace años el amigo  Rockología  ya se encargó de avisaros con la reseña de su tercer disco (“ Restrictions ”), yo no me canso de hablar de este a grupo a todos los aficionados al hard rock setentero, o al rock guitarrero en general. Ya sé que esto se dice de muchos grupos, pero es que éste era un supergrupo. Esta palabra, que generalmente se utiliza muy a la ligera, aquí cobra todo su sentido, y, si no, fijaos qué plantel. Camine Appice à la bateria. Tim Bogert al bajo, Rusty Day a la voz y la armónica, y Jim McCarty a la guitarra. Carmine Appice es uno de los mejores y más influyentes bateristas de la historia del rock. Fue el primero en comenzar a tocar la batería con una contundencia inusual. Según el propio Appice, se vio obligado a hacerlo porque debía ha

KISS-ASYLUM (1985-Mercury)

  A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue.  Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono.  Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero

President - Have a nice trip (1993 - Barrabás)

Si alguien me hubiera preguntado, oye Paco ¿dime tres ciudades de España en la que no haya bandas de heavy/thrash metal? Una de ellas, no por nada en especial, por desconocimiento total de la escena metálica salmantina, o por ser una ciudad universitaria, de pequeño tamaño y poco industrial, seguramente hubiera sido Salamanca. Pues, me hubiera equivocado.

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.