Ir al contenido principal

UFO – Obsession (1978)


Amigos del vinilo, con esta será la segunda vez que os hable de uno de mis discos de los británicos UFO. Y si la otra vez os presenté el que fue el primer álbum del grupo en el que tocó Michael Schenker, el que os traigo hoy supuso el último de estudio en el que el guitarrista alemán formó parte de la banda, al menos hasta su regreso en los 90. Y es que me perdonaréis si no compartís mi opinión, pero creo firmemente que la formación clásica con Schenker a la guitarra fue la mejor desde el punto de vista compositivo e instrumental de toda la historia de UFO. El tándem Mogg-Schenker era fantástico y esos elepés de los 70 no tienen parangón entre el resto de su discografía. Sin embargo, el carácter errático y explosivo del -acaso demasiado joven para digerir el estrellato- genio de las seis cuerdas a quien tampoco ayudaron sus excesos con la bebida, provocó serios encontronazos con el resto del grupo que desgraciadamente le llevaron a abandonar a la banda a la que ayudó a conseguir el éxito internacional tras la gira de presentación de este Obsession que fue inmortalizada en el directo Strangers in the night

El line up en esos momentos lo formaban Phil Mogg a las voces, Michael Schenker a las guitarras, Paul Raymond a la guitarra, teclados y coros, Pete Way al bajo y Andy Parker a la batería, con la colaboración en los arreglos de cuerda y dirección orquestal de Alan McMillan

Producido por Ron Nevison para Chrysalis, la banda recaló inicialmente en los C.P. McGregor studios pero Nevison tuvo que buscar pronto una alternativa al negarse el grupo a grabar ahí por culpa de un mobiliario que parecía comido por las carcomas y sacado de la época de la recesión. Así pues, se alquiló la unidad móvil de los Record Plant studios y los UFO acabaron en el West 3rd Carrier Station de Beverly Hills, una antigua oficina de correos abandonada en la que había un almacén enorme en el que plantar los instrumentos y los micrófonos. 

El track list fue: 

A 
Only you can rock me 
Pack it up (and go) 
Arbory hill 
Ain’t no baby 
Lookin’ out for No.1 

B 
Hot’n’ready 
Cherry 
You don’t fool me 
Lookin’ out for No.1 (Reprise) 
One more for the rodeo 
Born to lose 


Tras colocar la aguja al principio del vinilo, Obsession se inicia con la preciosa Only you can rock me, a la que siguen Pack it up (and go) –cuyas líneas de batería iniciales me recuerdan la Immigrant song de Led Zeppelin- y Arbory Hill, otra de esas joyas que paría Schenker en solitario, aquí con una flauta y una acústica. Ain’t no baby es otra estupenda muestra de lo grandes que eran estos tipos en los 70, con esa voz, esa guitarra excelsa, la base rítmica Way-Parker y esos coros marca de la casa. Grandes. La cara finaliza con Lookin’ out for No. 1, un tema con arreglos orquestales y toda una preciosa canción que como la anterior compusieron al alimón Mogg y Paul Raymond

La caña vuelve inaugurando la cara B con Hot’n’ready, un típico hard rock setentero al que sigue Cherry, otro hard rock estupendo con predominio del bajo –no es casualidad, la compuso Way- que posee un fabuloso solo cortito pero rápido, típicamente Schenker. You don’t fool me es un medio tiempo que en el riff y melodías vocales vuelve a traerme reminiscencias de Led Zeppelin. Tras ella, Lookin’ out for No.1 (Reprise) es la melodía del tema ya escuchado antes que se nos ofrece ahora en formato píldora instrumental, con piano, arreglos de cuerda y la guitarra genial del alemán, una breve joyita que sirve de preámbulo al estupendo One more for the rodeo, otro de esos temas casi perfectos en los que se sale la banda en pleno. Para acabar, Born to lose es un melancólico tema, otra balada con teclados y arreglos de cuerda, triste y que –a falta del directo posterior- supuso la despedida de un Schenker que musicalmente estaba en un momento inmejorable –su solo en esta canción es de los que emociona- aunque la relación personal con sus compañeros hacía insoportable la tensión en el seno del grupo. Era un héroe de la guitarra, alcohólico... y sólo tenía veintitrés años. 


En resumen un vinilo imprescindible en lo musical que, además, tenía una impresionante portada de Hipgnosis en la que un desvalido Schenker vestido con una bata de blanco inmaculado está rodeado de cuatro tipos de pelo engominado con sus sentidos taponados por bolas de metal. ¿Casualidad o alegoría? En fin amigos, no nos quedemos en lo accesorio y centrémonos en lo que importa. Así pues, os acompaño la grabación completa del disco para que la disfrutéis y veneréis como merece. 


¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. Discazo, como todos lo que grabaron con Schenker.

    ResponderEliminar
  2. Desde luego, aquellos años de UFO fueron crema roquera. Este lo tengo menos trillado que los demás, pero le pongo remedio sí o sí este fin de semana. Gran recuerdo a uno de mis alemanes favoritos (ah, sí, y uno de mis guitarristas favoritos también). Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya no se hacen discos como los de antes #ranciofact

      Eliminar
  3. Decia que no hay duda de que el tandem Mogg/Schenker fue el que facilito los mejores momentos de la banda, la portada me parece cuando menos inquietante.
    Saludos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Paice Ashton Lord - Malice in Wonderland (Polydor, 1977)

Esto no estaba previsto. Este disco no estaba en la lista de títulos para reseñar en #FFVinilo. Pero es que el fin de semana pasado por fin pude hacerme con él, y tenía ganas de compartirlo. Los que leéis esto ya conocéis esa sensación de ir pasando discos y encontrar de repente esa portada que tienes en la cabeza desde hace tiempo. Qué sensación. Se que vosotros me entendéis, así que no encuentro mejor foro para compartir ese momento que este blog, lleno de melómanos “vinileros”. Lo curioso es que no solo encontré una, sino dos copias, una francesa (“gatefold”) y una inglesa (sencilla). Con buen criterio, me quedé con la inglesa. Y claro, eso se nota en el sonido. ¡Como suena esta maravilla! Si os gustan esas producciones típicas de los 70 con mucha profundidad y dinámica lo vais a disfrutar (nada que ver con las producciones actuales, cada vez más “planas”). A la producción, la leyenda, Martin Birch (Deep Purple, Whitesnake, Black Sabbath, Iron Maiden, …). ¿De dónde sale este grupo?

Scorpions – Love at first sting (Harvest-EMI, 1984)

Y si hace unas semanas os hablé aquí del inmenso 1984 de Van Halen , hoy toca comentar el no menos imprescindible Love at first sting de los alemanes Scorpions , otro que este año también celebra su 40º aniversario. La banda venía de una gira internacional presentando Blackout , el pedazo de disco que finalmente los había puesto en el mapa –yo mismo los descubrí gracias a él, os lo conté aquí – y tenían la misión de superarse, algo nada fácil no sólo en el aspecto creativo. Una de las razones era la mala relación entre el bajista Francis Buchholz y Dieter Dierks , dueño de su compañía de discos y productor del grupo desde 1975. Por eso, cuando la banda –que empezaba a tener dinerito del bueno– pidió grabar el nuevo álbum en un estudio que no fuese el del productor, Dierks se los llevó a los Polar studios de Estocolmo –exacto, los de Björn y Benny de ABBA – pero dejó en Hannover al bajista, contratando como músico d

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Boikot - Los ojos de la calle (Discos Barrabás, 1990)

  Hay música que corresponde a un momento concreto de nuestra vida y que, por edad usualmente, por cuestiones personales a veces, queda ahí anclada, como un bonito recuerdo. Música a la que no suelo volver casi nunca. Y ese caso lo representa perfectamente el debut de Boikot. En el devenir de la cultura rock madrileña se conformó, en la segunda mitad de los ochenta, un grupo de bandas jóvenes con unas sonoridades muy particulares, emparejadas con eso del rock urbano, pero tintado de una manera particular en la que escuchábamos las raíces de Leño o Burning junto con ramalazos unas veces punk, otras más metaleras, otras más seventies, incluso algo de blues. Ahí puedes meter a Esturión, Casablanca, Porretas o los mismos Boikot.  En medio de ese “fregao” musical cobró protagonismo Mariano García, polémico personaje, especialmente en sus últimos años. Generó negocio, oportunidades y ayudó a crear y mantener “la escena” madrileña a través de varias salas (Canciller, Barrabás), su labor promo

CJ Ramone "Last Chance To dance" (2014)

En 1989 poco después de la publicación de   Brain Drain ,  Ramones  se encontraban en un momento de crisis interna. El bajista y principal compositor del grupo, el carismático  Dee Dee Ramone , abandonaba el combo definitivamente. Para cubrir su plaza  Johnny  reclutó al joven  Chris Ward , rebautizado para la ocasión como  CJ Ramone . Al principio, como es normal, costó que los fans del grupo lo aceptasen pero a lo largo de los siguientes siete años  CJ  llegó a tener un fuerte rol dentro del grupo, llegando a grabar hasta cuatro temas en  Adiós Amigos  (1995), el disco póstumo de  Ramones.