Ir al contenido principal

LANCELOT - DESDE LA GRADA 1989


Hola amigos, algunos ya ni me recordeis, otros simplemente no me conozcais, soy uno de los colgados que dió vida a este blog de amantes del vinilo hace muchas lunas, casi tantas como las que, por desidia a veces, por olvido otras, dejé de aparecer por aqui. Veo muchas caras nuevas (si lo comparamos con los cuatro gatos que decidimos montar esto) y me alegro, de que las cosas cambién y sigan su rumbo hacia delante, como debe de ser. Y es que todo cambia, muchas veces pienso, que las nueva generaciones, que gracias a la tecnología, tienen muchas cosas al alcance de la mano, nunca sabrán lo que era tener que desplazarte a otra ciudad en busca de un disco, esperar con impaciencia a que el cartero dejase el catálogo de turno en tu buzón, estar en la cama, con los auriculares puestos, intentando escuchar ese programa de radio que daba rock, y que casi no podias distinguir las canciones de las interferencias, o consultar el reloj cada noche para escuchar la Emisión Pirata.


Precisamente, en dicho programa de radio, ponian muy a menudo, una canción de unos gallegos que habian llevado al rock, los famosos versos de La canción del pirata, de Espronceda, que nos habian hecho aprender en el colegio, cuando la E.G.B. Estos gallegos, de Orense para ser más exactos,  eran una banda llamada Lancelot, que andaba a medio camino entre el hard rock de corte melódico, y ese rock de sello netamente nacional. Lancelot se formó a raiz de la salida de Juan Carlos Costoya de la banda orensana por excelencia, Los Suaves, que tras varios intentos en otras movidas, decidió formar su propia banda, junto a José Antonio Gonzalez, José Luis Cid y Ernesto L. Viñuales. Tras varias demos, decidieron tirar para Madrid, meterse en los Estudios Quarzo con Javier Vacas, y grabar este "Desde la grada", para Virgin.


12 canciones, seis por cada cara, que comenzaba con otro de los temas más conocidos de este disco, "Policia (pon un rock en tu sirena)". Su sonido fresco y sus estribillos pegadizos, me conquistaron desde la primera vez que puse la aguja de mi tocadiscos sobre la negra superficie del vinilo. El archiconocido, "Solo tu, solo yo (Canción del pirata)" seguia abriendo camino, para un disco, donde era (y sigue siendo), complicado, destacar canciones, más allá del empuje mediático que se les dió a las más conocidas y radiadas. Te encontrabas con temas como "Una solución", bañada en ecos pop rock, el sonido clásico del hard ochentero hispano mezclado con toques a.o.r de "Negra noche" o "No dejo de pensar en ti", con esas guitarras hard rockeras y esa melodia heredera de Los Suaves.

Se cerraba la cara A, con "Desde la grada" donde volvian a sonidos mas hard rock y un potente estribillo. La cara B, se abria con "No te escondas (da la cara)", que posee unas fabulosas guitarras y en la voz, siempre me ha recordado un poco a Obús. De nuevo sonidos mas accesibles, con "Hasta el culo", mucha melodia y muy pegadiza, al igual que "Quiero vivir", donde le sacan mucho partido a la voz y a esas guitarras, que suenan mucho al rock que se hacia en los USA. Canciones como "Tira P'alante", con ese fabuloso teclado, podria haber sonado en las radios más comerciales, junto a bandas como El Norte o La Trampa, sin  problemas alguno, pero claro, en aquellos dias, era muy complicado que el rock llegase a los 40 principales, excepto casos contados.


"Anda que no" tira hacia sonidos heredados de Rosendo, Barricada o incluso Ramoncín, alejandose un poco del camino que toman las anteriores. Cierran el disco, con otra de mis favoritas, "Esta claro", con uno de esos versos que se te quedan clavado para siempre en la memoria, "si han destrozado alguna vez tu corazón, si has llorado escuchando una canción, si lo intentaste y no resultó, esta claro, necesitas rock and roll...", y quien de vosotros, no podria tomar esa frase como propia, como hice yo con este tema, que comienza como un medio tiempo para acelerarse hasta un rock and roll clásico al más puro de Status Quo. Espero que os haya gustado mi regreso a La comunidad del vinilo, o que en su caso, no os haya aburrido demasiado, si habeis sido capaces de llegar hasta estos últimos renglones, lo que está claro, es que necesitamos rock and roll.

Comentarios

  1. "(...)estar en la cama, con los auriculares puestos, intentando escuchar ese programa de radio que daba rock, y que casi no podias distinguir las canciones de las interferencias"

    Quizás sea sea normal y signo de los tiempos que ahora no tengan que pasar por eso, pero la inmediatez de las nuevas tecnologías resta romanticismo a las aficiones. También es verdad que nuestros padres nos decían antes eso de "ahora los jóvenes lo tenéis todo más fácil", por lo que esta especie de nostalgia no es otra cosa que una señal de que nos hacemos mayores, caballero :D

    P.D. Gracias a los creadores de esta idea como usted, otros como yo podemos participar de ella en la actualidad y descubrir nuevos álbumes. Gracias.

    ResponderEliminar
  2. ¡De vuelta al blog! Muy bien, siempre es genial que los "pioneros" os dejéis caer por aquí ¡a ver si cunde!
    Yo tenía esta casete de Lancelot, precisamente por la Emisora Pirata. Me gustaba mucho el rollo que llevaban, lástima que no les dieran bola.
    Buen, buen recuerdo, vaya que sí.

    ResponderEliminar
  3. ¡Bienvenido a casa! Espero que te prodiges y te dejes caer más a menudo por aquí.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Triumph - Just a game (RCA, 1979)

  Mi adoración por este trío canadiense es relativamente reciente. De hecho, la adquisición de sus vinilos ha ido a la par con la evolución de este blog. Y hoy me apetecía compartir y reivindicar este tercer largo para completar el magnífico repaso que el compañero de barrio KingPiltrafilla ya ha hecho anteriormente. En mi opinión, Triumph atravesó tres etapas: la primera, la inicial, como casi todas las bandas, buscando el éxito, que consiguieron a partir de este Just a game (alcanzaron el platino en su país natal y el disco de oro en Estados Unidos) y certificaron con el siguiente Progression of power (1980); encadenaron varios excelentes discos hasta cerrar su segunda etapa con Thunder seven (1984); los últimos discos les llevaron a una deriva más AOR aún, y a la pérdida progresiva de ventas y fama que acabó con la formación tras Surveillance (1987). Escuchar estas tres obras seguidas es un manual de evolución del hard rock en los ochenta, por cierto. Hoy comparto Just a game ,

Loquillo y Trogloditas - Mientras Respiremos (Hispavox, 1993)

  Revisando los discos de los que he hablado en este blog me he dado cuenta de que aún no he reseñado ninguno de mi artista español favorito. Así que esta entrada va a servir para saldar esta deuda con una de las grandes leyendas en la historia del rock en España, y uno de los grupos que más alegrías musicales me ha dado a lo largo de mi vida: Loquillo y Trogloditas. Con una carrera de más de 40 años, puede que se antoje difícil la elección de un solo disco. En este mismo blog ya tenéis algunas reseñas de otros discos de Loquillo, pero, paradójicamente, tenía muy claro a qué disco dedicar mi primera entrada sobre “Loquillo y Trogloditas”. Al que considero el disco más importante de su carrera: “Mientras respiremos”. Es también probablemente mi disco favorito. Es difícil elegir entre su abundante discografía, tanto con Trogloditas, como en solitario, pero cada vez que hago mentalmente una lista de mis discos favoritos de Loquillo, éste nunca baja del pódium. Si, puedo afirmar sin mied

Ciclonautas - Bienvenidos los muertos (2015, El Dromedario Records)

Hoy hacemos hueco en nuestro blog del vinilo al power trío formado por el argentino Mariano “Mai” Medina ( Calaña ), Javiertxo Pintor ( Ja Ta Já ) y Alén Ayerdi ( Marea ). O lo que es lo mismo, Ciclonautas . Este grupo navarro debutó en el 2014 con un doble LP titulado ¿Qué tal? , con muy buenas críticas, y en el 2016 se marcaron este Bienvenidos los muertos . ¿Sabéis de esos días que termináis refugiándoos en la sección de música de un gran centro comercial mientras vuestros acompañantes están a otra cosa? En este caso, llevé a ver la peli de Barbie a mis chicas y mi cuñada y me fui a hacer otros encargos. Luego resulta que no calculé bien el tiempo a la hora de ir a recogerlas y llegué demasiado pronto. Entonces biengasté mi tiempo y mi dinero curioseando entre los estantes de los vinilos, pues encontré de oferta este que os traigo: ni me he molestado en quitarle la etiqueta de descuento que podéis ver en la foto. Lógicamente, había escuchado el grupo, pues me lo puse alguna vez e

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

UFO - Strangers in the night (Chrysalis, 1979)

Si tuviera que elegir un único álbum de  UFO  sin duda pincharía este. Tiene  todo lo que una gran banda de hard and heavy debe poseer : fuerza, técnica, estilo, buenas composiciones, una interpretación soberbia y buen sonido. La característica combinación de melodía, ritmo y fuerza te empapa en cada canción y cada miembro tiene su momento de gloria: las líneas de bajo de  Pete Way , la distintiva guitarra de Michael Schenker, la especial voz de  Phil Mogg , el característico feeling del batería  Andy Parker  y la brillante aportación melódica de  Paul Raymond  en los teclados y como segundo guitarrista. Cualquier banda grande tiene un gran álbum en directo, y UFO no podía ser menos, uno doble, como Thin Lizzy (Live and dangerous), Kiss (Alive!), Deep Purple (Made in Japan) o Queen (Live Killers). Durante aquella gira presentado  Obsession  tocaron en pabellones ante miles de personas (15000 en Chicago, la ciudad más "UFOrica"), bien solos o acompañados de bandas de éxito