Ir al contenido principal

A 40 años de ayer: Pink Floyd, Dark side of the moon

Debo reconocer que fue sólo a los 18 años cuando escuché por primera vez El lado oscuro de la luna de Pink Floyd, album del que había escuchado demasiado de otras voces, pero que de alguna forma me alejaba un miedo inexplicable hacia la figura de Pink Floyd, este grupo estereotipado en el medio como algo más que música, de naturaleza compleja y con un pasado lisérgico que la verdad, era un verdadero muro.

Sin embargo las cosas llegan se sopetón, sin previo aviso y de un momento a otro sonaban los primero acordes de Breath y las canciones se sucedían y mi primera impresión, con 18 años fue, "esta música es muy sencilla", de hecho recuerdo haber tomado la guitarra y descubrir que la música de Pink Floyd de hacía con Re mayor, mi menor, fa sotenido menor, La mayor, es decir; ese lenguaje lo conocía y por lo tanto era abordable. Descubí que en un pasaje del disco decía, con todas sus letras "i'll see you in the dark side of the moon", y vaya que fue una revelacion; aquel concepto onírico, lejano y difícil estaba ahí, siempre esuvo ahí.

Se caía también una barrera importante y un miedo a la imagen oscura que siempre escuché de Roger Waters y sus integrantes en general. Años más tarde, conversado con Geoff Whitehorn, músico de sesión, inglés e integrante itinerante de bandas como The Who o Procul Harum me señaló lo mismo, siempre creyó a Roger Waters como un oscuro hombre, casi siniestro, craneando discos imposibles en piezas oscuras en medio del encierro, hasta que lo conoció y supo del blusero, hincha del fútbol y que tocaba la guitarra casi como en una fogata.

Con esto, me parece que introduzco uno de los puntos escenciales de una verdadera pieza coleccionable más allá de la música. La sencillez, la simpleza y la economía de conceptos están ahí, en un disco complejo en su manufactura, pero que dista de la simpleza que emana de los speakers.

Se puede mirar un Dalí y también un Pink Floyd a través de esta obra llena de flemático espírtu británico, con arranques de insanidad del otro lado del atlántico, guiñando al blues y trayendo a superficie elementos que ya constituían una elborada escena electrónica. Todo eso está en Dak Side, pero hace 40 años, en 1973 y desde ese tiempo vive actual. Suena como una conjunción perfecta de sonidos, bien convinados unos del otro. Nada está de más y cómo todas las obras adelantadas, sólo el tiempo le ha dado esta condición de pieza de colección, digna de una museo musical par ser admirada, retratada y visitada.

Dark Side es es un album escondido en su propio nombre. Vive detrás de un manto de preguntas que afloran con las voces que emergen en el disco y que dan el verdadero sentido del lado oscuro. Por años yo me esondí de él, porque no sabía cuan oscuro era el camino, sin embargo sólo bastó una pasada para entender que la música la buena música, es el resultado de un trabajo complejo que concluye en una idea sencilla, directa y contundente.

Comentarios

  1. Muy buen disco Rainiero. Es todo un clásico, han pasado 40 años y aún sigue vigente, saludos y disfruta de tus vacaciones.

    ResponderEliminar
  2. Preciosa y precisa entrada, Rainiero. ¡Te esperamos ansiosos el próximo viernes! Discazo

    ResponderEliminar
  3. Preciosa y precisa entrada, Rainiero. ¡Te esperamos ansiosos el próximo viernes! Discazo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Loquillo y Trogloditas - Mientras Respiremos (Hispavox, 1993)

  Revisando los discos de los que he hablado en este blog me he dado cuenta de que aún no he reseñado ninguno de mi artista español favorito. Así que esta entrada va a servir para saldar esta deuda con una de las grandes leyendas en la historia del rock en España, y uno de los grupos que más alegrías musicales me ha dado a lo largo de mi vida: Loquillo y Trogloditas. Con una carrera de más de 40 años, puede que se antoje difícil la elección de un solo disco. En este mismo blog ya tenéis algunas reseñas de otros discos de Loquillo, pero, paradójicamente, tenía muy claro a qué disco dedicar mi primera entrada sobre “Loquillo y Trogloditas”. Al que considero el disco más importante de su carrera: “Mientras respiremos”. Es también probablemente mi disco favorito. Es difícil elegir entre su abundante discografía, tanto con Trogloditas, como en solitario, pero cada vez que hago mentalmente una lista de mis discos favoritos de Loquillo, éste nunca baja del pódium. Si, puedo afirmar sin mied

Triumph - Just a game (RCA, 1979)

  Mi adoración por este trío canadiense es relativamente reciente. De hecho, la adquisición de sus vinilos ha ido a la par con la evolución de este blog. Y hoy me apetecía compartir y reivindicar este tercer largo para completar el magnífico repaso que el compañero de barrio KingPiltrafilla ya ha hecho anteriormente. En mi opinión, Triumph atravesó tres etapas: la primera, la inicial, como casi todas las bandas, buscando el éxito, que consiguieron a partir de este Just a game (alcanzaron el platino en su país natal y el disco de oro en Estados Unidos) y certificaron con el siguiente Progression of power (1980); encadenaron varios excelentes discos hasta cerrar su segunda etapa con Thunder seven (1984); los últimos discos les llevaron a una deriva más AOR aún, y a la pérdida progresiva de ventas y fama que acabó con la formación tras Surveillance (1987). Escuchar estas tres obras seguidas es un manual de evolución del hard rock en los ochenta, por cierto. Hoy comparto Just a game ,

Ciclonautas - Bienvenidos los muertos (2015, El Dromedario Records)

Hoy hacemos hueco en nuestro blog del vinilo al power trío formado por el argentino Mariano “Mai” Medina ( Calaña ), Javiertxo Pintor ( Ja Ta Já ) y Alén Ayerdi ( Marea ). O lo que es lo mismo, Ciclonautas . Este grupo navarro debutó en el 2014 con un doble LP titulado ¿Qué tal? , con muy buenas críticas, y en el 2016 se marcaron este Bienvenidos los muertos . ¿Sabéis de esos días que termináis refugiándoos en la sección de música de un gran centro comercial mientras vuestros acompañantes están a otra cosa? En este caso, llevé a ver la peli de Barbie a mis chicas y mi cuñada y me fui a hacer otros encargos. Luego resulta que no calculé bien el tiempo a la hora de ir a recogerlas y llegué demasiado pronto. Entonces biengasté mi tiempo y mi dinero curioseando entre los estantes de los vinilos, pues encontré de oferta este que os traigo: ni me he molestado en quitarle la etiqueta de descuento que podéis ver en la foto. Lógicamente, había escuchado el grupo, pues me lo puse alguna vez e

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

UFO - Strangers in the night (Chrysalis, 1979)

Si tuviera que elegir un único álbum de  UFO  sin duda pincharía este. Tiene  todo lo que una gran banda de hard and heavy debe poseer : fuerza, técnica, estilo, buenas composiciones, una interpretación soberbia y buen sonido. La característica combinación de melodía, ritmo y fuerza te empapa en cada canción y cada miembro tiene su momento de gloria: las líneas de bajo de  Pete Way , la distintiva guitarra de Michael Schenker, la especial voz de  Phil Mogg , el característico feeling del batería  Andy Parker  y la brillante aportación melódica de  Paul Raymond  en los teclados y como segundo guitarrista. Cualquier banda grande tiene un gran álbum en directo, y UFO no podía ser menos, uno doble, como Thin Lizzy (Live and dangerous), Kiss (Alive!), Deep Purple (Made in Japan) o Queen (Live Killers). Durante aquella gira presentado  Obsession  tocaron en pabellones ante miles de personas (15000 en Chicago, la ciudad más "UFOrica"), bien solos o acompañados de bandas de éxito