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Kiss - Alive! - 1975




A principios de 1975 una banda de jovenzuelos llamada Kiss se rompía el culo por los escenarios de Estados Unidos: utilizaban maquillaje, botas de plataforma, uniformes, pirotecnia y eran ruidosos y gritones. Habían conseguido el éxito en directo, pero no así en las tiendas: sus discos no subían en las listas, no tenían un single rompedor.
Al cerebro de Casablanca Records, Neil Bogart, se le ocurrió trasladar esa fuerza de sus directos a un álbum. Contrató al genio de sonido Eddie Kramer y capturó cuatro conciertos entre mayo y julio de aquel año. Se acabó de mezclar en los estudios Electric Lady de Nueva York y salió a la luz en septiembre de 1975 . En diciembre ya había vendido medio millón de copias y para enero alcanzó el platino.

He elegido este doble vinilo por dos razones. La primera, porque contiene dieciséis canciones emblemáticas de sus tres primeros trabajos, cuyas portadas podéis ver en el interior junto con las notas de sus miembros: Ace Frehley, guitarra; Peter Criss, batería y voz; Paul Stanley, guitarra y voz; Gene Simmons, bajo y voz. En general, los temas ganan en contundencia e incluso velocidad, con inolvidables versiones de Deuce, Firehouse, Cold Gin, Let me go Rock and Roll o C'mon and love me. Como se aprecia en las fotos, lo tengo muy machacadito.

La segunda razón por la que he elegido este vinilo radica en su compra. A mediados de los ochenta mis amigos y yo solíamos bajar a alguna de las tiendas emblemáticas de Madrid, siempre acompañados por algún adulto, para adquirir alguna cosilla difícil de encontrar en donde vivíamos. En aquella ocasión fuimos a las tiendas de segunda mano de El Rastro. Rebuscando, encontré esta maravilla a un precio prohibitivo. Solución: recurrir al adulto de turno. Sorpresa: ese día nos acompañaba la abuela de un colega, quien al ver la cantidad de dinero y la razón de su uso (satánico plan, debió pensar) casi se infarta allí mismo. Al final cedió la mujer y, gracias a su préstamo, hoy puedo compartir este Alive! con vosotros y vosotras.

¡Saludos roqueros y a disfrutar!






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Otros crímenes...

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Scorpions – Love at first sting (Harvest-EMI, 1984)

Y si hace unas semanas os hablé aquí del inmenso 1984 de Van Halen , hoy toca comentar el no menos imprescindible Love at first sting de los alemanes Scorpions , otro que este año también celebra su 40º aniversario. La banda venía de una gira internacional presentando Blackout , el pedazo de disco que finalmente los había puesto en el mapa –yo mismo los descubrí gracias a él, os lo conté aquí – y tenían la misión de superarse, algo nada fácil no sólo en el aspecto creativo. Una de las razones era la mala relación entre el bajista Francis Buchholz y Dieter Dierks , dueño de su compañía de discos y productor del grupo desde 1975. Por eso, cuando la banda –que empezaba a tener dinerito del bueno– pidió grabar el nuevo álbum en un estudio que no fuese el del productor, Dierks se los llevó a los Polar studios de Estocolmo –exacto, los de Björn y Benny de ABBA – pero dejó en Hannover al bajista, contratando como músico d

CJ Ramone "Last Chance To dance" (2014)

En 1989 poco después de la publicación de   Brain Drain ,  Ramones  se encontraban en un momento de crisis interna. El bajista y principal compositor del grupo, el carismático  Dee Dee Ramone , abandonaba el combo definitivamente. Para cubrir su plaza  Johnny  reclutó al joven  Chris Ward , rebautizado para la ocasión como  CJ Ramone . Al principio, como es normal, costó que los fans del grupo lo aceptasen pero a lo largo de los siguientes siete años  CJ  llegó a tener un fuerte rol dentro del grupo, llegando a grabar hasta cuatro temas en  Adiós Amigos  (1995), el disco póstumo de  Ramones.

Barricada - Rocanrol (1989)

Toc, toc. ¿Se puede?. Reconozco que me da un poco de vergüenza asomar la cabeza por aquí así sin avisar. Puede que algunos os acordéis de mi. Otros diréis, ¿y este?, ¿de dónde ha salido ahora?. No recuerdo la última vez que escribí en esta casa que ayude a fundar, y no es que sea incapaz de ubicarme en el tiempo tan solo por mi mala cabeza, es que han pasado ya unas cuantas -bastantes- lunas desde la última. Eso sí, nunca he dudado un instante de ser bien recibido, ya lo cantaban Barricada, "...aún queda un sitio, si me quieres acompañar". Ay, los Barri. Mis queridos Barricada. ¡Qué suerte hemos tenido de haberlos disfrutado, haber sido coetáneos de sus tiempos!. ¡Qué afortunado me siento de haberlos visto en directo un puñado de veces!. Fueron mi primera vez, Cádiz, ahora mismo tengo una laguna mental, que no sabe ubicarme si en 1989 o 1990. El caso es que era la primera vez que acudía a un concierto, y recuerdo cada segundo que pasé frente al escenario, dejándome la voz a l

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.